*** y 1/2
Sin levantar mucho la voz esta película francesa
resulta un filme más estimulante y atractivo de lo que al principio pudiera
parecer. Una comedia, si, pero con un insólito cierto poso intelectual en donde
no faltan diálogos con reflexiones sobre la literatura, la fabulación, la
influencia de las nuevas tecnologías en el habito de la lectura, los medios de
comunicación, el mundo de las relaciones amorosas e interpersonales y algún
otro tema candente de la vida contemporánea. Básicamente se realiza una
reflexión sobre lo verdadero y lo falso, lo inventado y lo real con el mundo
del negocio/arte de la literatura como telón de fondo y con cierta
concomitancia con el mundo de la interpretación y la ficción audiovisual, todo
ello mediante sus personajes principales los cuales se mueven cada uno con su
propia y exclusiva inercia basada en diferentes circunstancias, motivaciones y
sobre todo sus propias ideas y visión de la vida. Si, es cierto, todo esto
puede sonar muy Woody Allen con algunos elementos del cine europeo más sesudo,
pero la película va más allá de cualquier influencia para ofrecer una obra
original y fresca que pese a resentirse en no pocos momentos consigue mantener
la complicidad del espectador hasta sus instantes finales.
Leonard (Vincent Macaigne), un joven escritor tan
talentoso como inseguro en su vida personal, Alain (Gillaume Canet), su editor,
un exitoso pero honesto trepa que cree erróneamente tener atados todos los
cabos de su vida, Valérie (Nora Hamzawi), la compañera de Leonard, una mujer
volcada con su trabajo y que parece superada en su relación y Selena (Juliette
Binoche), actriz esposa de Alain que está dispuesta a dar un vuelco su vida:
todos ellos, unidos por relaciones de pareja y de amistad irán mostrando sus
inquietudes y ensayando nuevos escenarios vitales que irremediablemente
entrecruzados no tardarán en colisionar de diferentes maneras. Es este un filme
tanto de emociones y sentimientos como de reflexiones cuya dialéctica puede
aburrir a algunos espectadores o entusiasmar a otros. Pero lo irrefutables es
que el trabajo actoral es enorme y el guión es una obra esforzada que trata de
matizar todo lo que vemos por medio de personajes muy bien construidos y sobre
todo tiene un sentido del humor
inteligente y crítico que se hecha bastante en falta en el cine actual. Punto
flojo: una puesta en escena demasiado teatral. Pero por lo demás Dobles Vidas
cumple como buena película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario