**** y 1/2
Un gran acierto el volver la mirada a la crónica de la
otra América, aquella que se encuentra en el reverso del sueño americano y que
tan buenos momentos e historias ha aportado al cine especialmente si los filmes
se inspiran en hechos reales como en el caso que nos ocupa. Los Oscar ya han
tomado nota de la excelencia de este filme y entre sus 6 nominaciones se
encuentra el de mejor película, una categoría en la que es una firme favorita. La
directora Chloé Zhao cuanta también con una nominación a mejor dirección y su
protagonista, una inmensa Frances McDormand, es candidata a la estatuilla a
mejor actriz en el rol de Fern, una mujer de sesenta años que decide llevar a
cabo una forma de vida elegida por muchos americanos desde hace varios años: el
nomadismo en caravana. La historia, basada en un libro ensayo de Jessica
Bruder, nos presenta a una mujer viuda de Nevada que en la crisis de 2008 pierde
su empleo en Amazon y se une a un grupo de nómadas que van recorriendo el
estado en autocaravanas a modo de modernos colonos y pioneros de los EEUU del
siglo XIX; huelga decir que el aspecto social esta omnipresente en este filme pero
no es menor ni mucho menos el aspecto de retrato psicológico de su
protagonista, una mujer desesperada y al límite que busca la felicidad y una
nueva vida de una manera tan extrema para ella que perece no acostumbrarse
nunca aunque no son pocos los aprendizajes y momentos de sublimación personal que
haya fundamentalmente en la relación con otros nómadas errantes como ella.
Nomadland consigue ser una película poliédrica y de variados aspectos (Drama, Road Movie, Americana, intimismo) siempre siguiendo un estilo verista y documental y ciertas maneras de Western, algo muy en consonancia con su temática. Los magníficos paisajes naturales de esta película son el marco perfecto para esta crónica en donde la evolución personal de Fern se retata en diferentes lugares y situaciones límite, todo siempre excelentemente mostrado por el buen hacer de McDormand que se adueña totalmente de la película. Un buen puñado de actores amateurs, verdaderos nómadas y entre ellos el mítico Bob Wells, intervienen en esta película interpretándose a ellos mismos haciendo una gran labor y aportando mayor autenticidad al filme. Además de mostrar que desde la sencillez y la honestidad se puede hacer una gran película, este filme constituye un ejemplo de que cuando hay un gran relato como base todo puede salir totalmente rodado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario