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No se trata de un thriller en el sentido estricto ni tampoco
es un drama puro. En su guión hay más discurso y reflexión que lo que en un
principio puede parecer, pero tampoco estamos ante un filme denuncia al uso aunque
los sea y bastante. En definitiva, Una
Joven Prometedora, es un filme que no parece querer encorsetarse en ninguna
convencionalidad estilística ni genérica y por ello goza de una insólita libertad
y fluidez para poder contar con mucha maestría una alucinante historia que va
discurriendo muy naturalmente y sin forzarse, ni con artificios narrativos ni con
golpes de efecto: por ello resulta una película fascinante y muy lograda,
aunque la poca credibilidad de algunos momentos en sus compases finales no la
alcen como la obra maestra que podría haber sido. Pero no cabe ninguna duda de que
estamos ante uno de los filmes más originales estrenados en los últimos años.
Promising
Young Woman se ocupa de una premisa argumental
que bien podría trasladarse a un filme de intriga del montón pero que en esta
coproducción británica-estadounidense se convierte en una historia tan ingeniosa
como inquietante y cruda con trasfondo de reivindicación de lucha contra ciertas
dejaciones a las que por desgracia muchas veces se ve sometido el género femenino,
elemento este que es su verdadero leiv motiv que aquí aparece sin ninguna
connotación panfletaria y si con veracidad y honestidad. El humor negro y la
ironía son utilizadas aquí como aspecto destensionador de una narración con
elementos trágicos, logrando que la comedia a veces haga acto de aparición en
medio del tronco dramático del filme con resultados muy esclarecedores en cuanto
al discurrir de la historia del mismo modo que la intriga se abre paso de
manera muy sui géneris logrando un perfecto equilibrio de ítems dispares pero
que no erosionan en absoluto la insólita solidez discursiva de la película.
El hecho de que la directora, Emerald Fennell, sea una mujer añade honestidad a lo que se nos cuenta y a la manera de contarlo -por mucho que muchas situaciones parezcan exageradas – realizando además un trabajo excelso. Pero mención a parte merece la interpretación de Carey Mulligan: un papel realmente enorme el de la joven Cassie, una mujer de 30 años que tuvo que abandonar la carrera de medicina tiempo atrás por un desagradable suceso que cambió su vida y trunco un futuro que se le prometía brillante y que ahora, instalada en una aparente mediocridad personal y laboral, ha decidido actuar contra aquello que cambió su vida y propició un trágico final para su querida amiga Nina: la actitud déspota y salvaje de algunos hombres. Mulligan compone magníficamente un personaje complejo y contradictorio con el que pese a sus más bien bizarros detalles el espectador termina empatizando cuando advierte de sus principales armas: su enorme inteligencia y la razón total que le asiste y que guía su manera de actuar. Es por todo esto y mucho más que este film es un total espectáculo narrativo para cualquier cinéfilo y ya los BAFTA han sabido reconocer sus excelencias a la espera de lo que dictamine la Academia de Hollywood, quien ya la ah provisto de unas cuantas nominaciones a los Oscar incluida la de Mejor Película.
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