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Ha sido una agradable sorpresa la que ha producido este
drama familiar con inequívocos elementos de western basado en una novela de
Larry Watson a la que Thomas Bezucha adapta siguiendo clasicistas patrones de
John Ford o de William A. Wellman sin obviar hallazgos más contemporáneos y eclécticos
de David Fincher o Ang Lee. Aunque se trata principalmente de una historia de
lucha sin cuartel por el amor a un ser querido (un nieto) es también una crónica
de odios, injusticias y de actitudes humanas ruines y mezquinas en su estadío más
estremecedoramente siniestro. El drama basado en sentimientos de angustia da
paso a una violencia típica de western manera casi inesperada pero en ningún momento
la enorme solidez y coherencia de la historia sufre desgarro alguno. El buen hacer
de su pareja protagonista, el ya veterano Kevin Costner y la injustamente infravalorada
Diane Lane, eleva la película a cotas altas con excelentes momentos por parte
de ambos intérpretes otorgando una total credibilidad a la madura pareja de
granjeros que encarnan, unos abuelos coraje dispuestos a cualquier cosa con tal
de recuperar a su pequeño nieto que ha sudo casi literalmente robado.
Ambientada en los años 60 del siglo XX, los Blackledge ven como Lorna, la viuda de su hijo y madre de su nieto de tres años Jimmy, se casa por segunda vez con un joven que no tardará en maltratar física y verbalmente a ambos. Las cosas se complican cuando el nuevo matrimonio con el niño abandonan sin avisar Montana y se trasladan a Dakota Norte con la familia del marido. La decidida Margaret (Diane Lane) aterrada ante la posibilidad de que el niño este sufriendo daño y que no puedan verle jamás convence a su a su marido el bondadoso sheriff jubilado George (Costner) de ir en busca de Lorna y Jimmy. Una vez en Dakota y en cuanto encuentran a la conflictiva e inquietante familia Weboy comprenderán que las cosas no solo son difíciles sino que pueden ser muy peligrosas.
La puesta en escena de un variopinto muestrario de sentimientos (angustia, tristeza, ira, envidida, miedo, desprecio, desesperación) debe mucho a la más alta escuela del drama (y es que además existe cierto enfoque shakespeariano en la historia) pero resulta evidente que todo ello está mediatizado por las conceptualizaciones propias del western dando como resultado un filme que hará las delicias de los espectadores más cinefilamente exigentes. El proceso mediante el cual un apacible matrimonio jubilado se convierte en una pareja de luchadores dispuestos a todo es verdaderamente convincente y espectacular, dejando más espacio al intimismo y a la efectividad narrativa que a la épica más predecible. Y es que gracias a este oportuno tipo de mutaciones y transposiciones temáticas y estilísticas, el western sigue vivo y puede seguir pariendo excelentes filmes como este
Hola. Aunque voy viajando por tu blog hacia atrás, o sea hacia el pasado, tampoco quiero perderme tus líneas sobre el presente. Esto tiene buena pinta, Costner es uno de esos tótems cincelados como los astros de la época dorada de Hollywood y está envejeciendo de maravilla, tanto físicamente como a nivel actoral. Diane Lane siempre me ha gustado en todos los sentidos, desde que la vi en su debut con Laurence Olivier. Tuve sentimientos libidinosos hacia una chiquilla de trece o catorce años,aunque supongo que esa era la intención del director. Estaré al tanto de la aparición del film en las plataformas ya que hace cinco años que no piso una sala de cine, Si me gusta mucho, más tarde me la compraré en blu ray.
ResponderEliminarVengo desde el pasado, en concreto desde el apartado "Antes que el diablo sepa que has muerto", en 2007. Y vengo aquí porque he podido ver ya ·"Let him go" y he tenido una pequeña decepción pues pensaba que podría ser algo a la altura del film mencionado más arriba o, por ponernos en la temática "western", de la extraordinaria "Comanchería" (Hell or high water) de 2016, una de las mejores películas de la pasada década y si me apuras de cualquier época, con un Jeff Bridges en la cumbre del Olimpo, un guión impecable, una puesta en escena sensacional y un reparto de campanillas que cumple a tope con su cometido. Y eso me lleva a preguntarme por qué alguien como tú ha podido ignorar este film (antes de escribir esto, me he dejado los ojos intentando descubrir si habías escrito algo sobre él) ¿En qué criterio te basas para opinar entre tantos y tantos títulos: "Este sí, este no..."? Perdona, pero no me cabe en la cabeza que alguien como tú haya pasado por alto algo como "Comanchería"...
ResponderEliminarSaludos.