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La nueva película de la serie 007 se vio envuelta desde el principio por una (estéril) polémica a causa de un enésimo cambio en el actor que iba a encarnar a James Bond, uno de los personajes de ficción más legendarios de la historia del séptimo arte, aunque no naciese en ese medio. Tras cuatro películas, Pierce Brosnan dejaba el personaje y el relevo- cuatro años después de la última entrega Muere otro día- lo cogía Daniel Craig, actor británico escasamente conocido pero de indudables cualidades interpretativas (como último filme mas o menos recordado ha intervenido en Munich); por alguna incomprensible razón a muchos seguidores de esta longeva saga no les gustó la elección, pero me temo que van a tener que tragarse sus palabras, ya que el trabajo de Craig en esta nueva y poco convincente aventura de Bond, Casino Royale, es irreprochable, cumpliendo con nota la función asignada por lso responsables de la serie de dar vida a un 007 mas humano y creíble, que no obstante tampoco abandona sus mas genuinas señas de identidad como su arrogancia, misonginia, carácter temerario y calculada inteligencia. Pero en sí, Casino Royale, nuevo intento por relanzar una saga que pese a seguir dando dinero en la anterior etapa Brosnan volvía a hacer aguas, es un película de acción mediocre y que no augura un buen futuro a la franquicia, a pesar de los intentos por recuperar el espíritu inicial del personaje y de las historias que había creado Ian Fleming.
Precisamente, tras 25 años una película de Bond vuelve a basarse en una de las novelas escritas por Fleming, la primera por ser más exactos, de principios de los años 50. Por problemas con los derechos, era el único título de las novelas de Fleming que nunca se había llevado a la pantalla dentro de la serie oficial, aunque a finales de los 60 se rodó una divertida parodia homónima, dirigida por varios ilustres directores, con David Niven como 007 y la aparición de Peter Sellers y un joven Woody Allen. El intento por aproximarse al Bond original, con su primera aventura como agente secreto con licencia para matar, es un vano intento por reconducir una serie que ya no da más de si. Al margen del lío temporal que supone que de repente el agente secreto rejuvenezca (como en tantas otras veces) se convierta en un primerizo 00 con licencia para matar y otros personajes como su jefa en los Servicicios Secretos británicos, M (Otra vez Judi Dench) siga avanzando en edad, la verdad es que todo es tan mas de lo mismo que a pesar de la acción trepidante en varios montos de la película y de sus a priori interesante trama, llega a aburrir en muchos momentos. Las escenas de acción son bastante buenas y están muy bien realizadas- mejor que en muchas ocasiones de la etapa Brosnan- y el Bond que compone Craig esta muy bien conseguido gracias a los momentos de debilidad que el personaje muestra, con varios pasajes en los que esta a punto de espicharla, y a su química con la chica Bond oficial, al bellísima Eva Green, que interpreta a la también espía Vesper, de la que nuestro agente termina enamorándose. Pero la trama es más bien rudimentaria, esquemática y con escaso relieve. Si a ello sumamos que la película tiene muchos de sus momentos culminantes en las partidas de Poker en el casino montenegrino que da título a la película, regido por el malvado Le Chievre (Madds Mikkelsen) quien financia actividades terroristas, tenemos muchos momentos aburridos y solo entendibles para todos aquellos que conocen ese juego de cartas.
En resumidas cuentas, aunque como película de acción y espionaje puede ser resultona, como cine bien hecho Casino Royale es más bien torpe. Incluso se echan en falta los gadgets de Q (ausentes ambos en la película), pese a lo fantasiosos que resultaban en algunas películas de la saga. 007 puede seguir apareciendo por las pantallas, pero desde hace ya varios años, ya no es lo mismo.
La nueva película de la serie 007 se vio envuelta desde el principio por una (estéril) polémica a causa de un enésimo cambio en el actor que iba a encarnar a James Bond, uno de los personajes de ficción más legendarios de la historia del séptimo arte, aunque no naciese en ese medio. Tras cuatro películas, Pierce Brosnan dejaba el personaje y el relevo- cuatro años después de la última entrega Muere otro día- lo cogía Daniel Craig, actor británico escasamente conocido pero de indudables cualidades interpretativas (como último filme mas o menos recordado ha intervenido en Munich); por alguna incomprensible razón a muchos seguidores de esta longeva saga no les gustó la elección, pero me temo que van a tener que tragarse sus palabras, ya que el trabajo de Craig en esta nueva y poco convincente aventura de Bond, Casino Royale, es irreprochable, cumpliendo con nota la función asignada por lso responsables de la serie de dar vida a un 007 mas humano y creíble, que no obstante tampoco abandona sus mas genuinas señas de identidad como su arrogancia, misonginia, carácter temerario y calculada inteligencia. Pero en sí, Casino Royale, nuevo intento por relanzar una saga que pese a seguir dando dinero en la anterior etapa Brosnan volvía a hacer aguas, es un película de acción mediocre y que no augura un buen futuro a la franquicia, a pesar de los intentos por recuperar el espíritu inicial del personaje y de las historias que había creado Ian Fleming.
Precisamente, tras 25 años una película de Bond vuelve a basarse en una de las novelas escritas por Fleming, la primera por ser más exactos, de principios de los años 50. Por problemas con los derechos, era el único título de las novelas de Fleming que nunca se había llevado a la pantalla dentro de la serie oficial, aunque a finales de los 60 se rodó una divertida parodia homónima, dirigida por varios ilustres directores, con David Niven como 007 y la aparición de Peter Sellers y un joven Woody Allen. El intento por aproximarse al Bond original, con su primera aventura como agente secreto con licencia para matar, es un vano intento por reconducir una serie que ya no da más de si. Al margen del lío temporal que supone que de repente el agente secreto rejuvenezca (como en tantas otras veces) se convierta en un primerizo 00 con licencia para matar y otros personajes como su jefa en los Servicicios Secretos británicos, M (Otra vez Judi Dench) siga avanzando en edad, la verdad es que todo es tan mas de lo mismo que a pesar de la acción trepidante en varios montos de la película y de sus a priori interesante trama, llega a aburrir en muchos momentos. Las escenas de acción son bastante buenas y están muy bien realizadas- mejor que en muchas ocasiones de la etapa Brosnan- y el Bond que compone Craig esta muy bien conseguido gracias a los momentos de debilidad que el personaje muestra, con varios pasajes en los que esta a punto de espicharla, y a su química con la chica Bond oficial, al bellísima Eva Green, que interpreta a la también espía Vesper, de la que nuestro agente termina enamorándose. Pero la trama es más bien rudimentaria, esquemática y con escaso relieve. Si a ello sumamos que la película tiene muchos de sus momentos culminantes en las partidas de Poker en el casino montenegrino que da título a la película, regido por el malvado Le Chievre (Madds Mikkelsen) quien financia actividades terroristas, tenemos muchos momentos aburridos y solo entendibles para todos aquellos que conocen ese juego de cartas.
En resumidas cuentas, aunque como película de acción y espionaje puede ser resultona, como cine bien hecho Casino Royale es más bien torpe. Incluso se echan en falta los gadgets de Q (ausentes ambos en la película), pese a lo fantasiosos que resultaban en algunas películas de la saga. 007 puede seguir apareciendo por las pantallas, pero desde hace ya varios años, ya no es lo mismo.
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