*** y 1/2
La cartelera de verano, no demasiado tendente a grandes
películas, a veces ofrece gratas sorpresas tal y como ha ocurrido con este más que
estupendo filme británico-norteamericano basado en una novela de Lawrence Osborne
en donde el conflicto sociológico y cultural entre las civilizaciones
occidental e islámica aparece reflejado con una sutil y extraña crudeza y
cierto componente extremo e irónico que va construyendo un relato visceral y
dramático que pone al descubierto ciertas miserias y deficiencias de nuestra
concepción occidental sobre otras culturas, especialmente desde el aspecto
humano y psicológico.
El situar a una serie de adinerados personajes
europeos y norteamericanos en un remoto pero lujoso paraje de Marruecos en
donde los locales- la mayoría de los que tienen contacto con ellos empleados y
criados- los miran con extrañeza, estupor y ciertas dosis de amor-odio (por lo
que de beneficio o inconveniente puede suponer su estancia) ha conseguido ser
un recurso narrativo enormemente acertado y sugerente y que es desde donde
parten las ramificaciones narrativas de un guión-adaptación muy atrayente pese
a alguna que otra deficiencia. La celebración de la boda entre dos jóvenes y
ricos varones, un americano y un inglés, es donde se dan cita una serie de vips
y millonarios occidentales (y algún asimilado del mundo árabe) exhibiendo hedonismo,
despreocupación y desden, pero la accidentada llegada del matrimonio Henniger,
David (Ralph Fiennes) y Jo (Jessica Chastain), una atribulada pareja con conflicto
abierto entre ellos, inaugurará una problemática situación ya que accidentalmente
mataron con su coche a un adolescente berebere vendedor de fósiles. David,
apesadumbrado pero con ganas de quitarse de en medio como sea la desagradable
situación tratará de llegar a una posible reparación con la familia del
muchacho mientras que Jo prefiere el escapismo ante la tragedia pese a su
congoja inicial, algo compartido con el resto de turistas e invitados.
El filme triunfa en mostrar la contraposición entre la lujosa banalidad colonialista de los occidentales y el sentido de la realidad de los marroquíes en esta historia, posturas que sólo muy limitadamente llegan a la comprensión mutua. Con una fotografía muy cuidada lo mismo que su puesta en escena entre lo teatral y la crónica de viajes exóticos, The Forgiven se postula como una película hipnótica y visualmente imponente todo ello para dar consistencia a su buen tino narrativo y a su reprochativo mensaje. John Michael McDonagh se postula como un director eficaz y un estimable creador de ambientes. Es una pena que la película no pueda mantener todos sus argumentos cinematográficos durante todo el metraje y que en los instantes finales la cosa parezca flojear un poco, pero aún así esta resulta una de las mejores cintas estrenadas en este estío.
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