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La insólita triunfadora en los premios Cesar 2020 ha sido esta comedia
negra dirigida e interpretada por Albert Dupontel (Nos vemos allá arriba, 2017) cineasta dispuesto a dar una nueva
dimensión a la comedia francesa acercándose a los cánones de la comedia
surrealista con tintes más globales sin renunciar a aspectos más tradicionales
del humor galo vía Jacques Tati. Con Adieu
les cons ha construido un filme imprevisible y a ratos sorprendente echando
mano a veces del costumbrismo, otras de la fantasiosidad (en algunos momentos
llega a recordar a Brazil de Terry
Gillian que incluso hace un pequeño Cameo), otras del humor del cómic
francobelga pero siempre manteniendo cierto tono de crítica social y humanista
que termina casando convincentemente con todo ese tono pelín loco sin renunciar
tampoco a elementos dramáticos.
La película nos presenta a dos personajes centrales cada uno en situación límite; Suze Trappet (Virginie Effra) una peluquera de 45 años se entera que padece una grave enfermedad que pone en peligro su vida y decide que es entonces el momento de exorcizar uno de los demonios de su pasado: descubir que ha sido del hijo que entregó en adopción cuando se quedó embarazada siendo adolescente; y por otro lado Jean Baptiste Cuchas (Albert Dupontel) un técnico de seguridad en crisis laboral y vital que desesperado intenta suicidarse en su oficina fallando en su propósito pero provocando destrozos y un caos en el edificio que le hará ser perseguido por la justicia. El encuentro entre ambos, motivado por el deseo de Suze de hallar a su ya treintañero retoño y el hecho de que Cuchas se ofrece a ayudarla dará origen a una sucesión de situaciones y embrollos lindantes con la aventura y el thriller pero siempre con un bizarro aunque estilizado tono de comedia. La aparición de un tercer personaje, Blin (Nicolas Marie) un maduro archivero ciego con profundos e irracionales miedos aumentará más el coctel llevando a la historia a un disfrutable y divertido cómic trufado por momentos más serios y satíricos que ponen en tela de juicio asuntos como la burocracia o el sistema judicial o algunos más psicológicos como el leiv motiv del filme: el fracaso y su posible (o imposible) redención. Los protagonistas, seres precisamente fracasados, intentan cumplir objetivos en un mundo en donde todo parece ponerse en contra suya, ya bien sea por su `propia culpa o por factores externos.
Los buenos momentos contenidos en este filme son bastantes y a ello ayuda su estupendo guión, en donde tampoco se pierde ocasión en realizar cierta parodia del cine de acción o de los filmes de amor, el excelente manejo de diferentes tipos de comedia (negra, slapstick, sátira) y el buen hacer de sus intérpretes que saben llevar a sus más bien patéticos personajes a momentos de drama y hondura emocional muy bien conseguidos. incomprensible que este filme haya tardado relativamente en llegar a nuestras pantallas..
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