sábado, diciembre 30, 2023

FALLEN LEAVES

 




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Destrozando las convencionalidades de la comedia romántica. Si, el nuevo filme de Aki Kaurismäki además de situarse insólitamente (dentro de la filmografía del director) en dicho género obviamente no se queda solo allí y entre el esperpento, la sátira y la caricatura traza un filme sorprendente y lleno de momentos geniales que tampoco se aleja de las temáticas (miserias de la vida proletaria) y estéticas (parquedad de diálogos, puesta en escena gélida y minimalista) de Kaurismäki. El responsable de La chica de la fábrica de cerillas o Un hombre sin pasado vuelve a encandilar en su larga carrera con una nueva obra maestra de poco más de 80 minutos de duración, los necesarios para contar con todo lujo de detalle las idas y venidas de esta peculiar historia de amor entre dos perdedores de Helsinki con un tono y final sorprendentemente feliz pese a que toda la historia esta cruzada con un tono de ironía y cierta amargura que en realidad esta dispuesta para dar un tono manierista y en cierto modo burlesco.

Ansa (Alma Pöysti) una mujer de cuarentaitantos soltera pierde su trabajo en un supermercado y mientras prueba suerte con otros trabajos más o menos sacrificados y peor remunerados conoce en un karaoke a Holappa (Jussi Vatanen) un trabajador alcohólico, desaliñado y sin ilusión con el que comenzará una bizarra relación amorosa con intercambio de escasas frases, anodinas cenas, visionado en el cine de pelis de zombies, pérdida de numeros de teléfono...lo que se dice un antirromance. Pero la cosa pese a todo va saliendo, sin que ambos sujetos cambien sustancialmente su comportamiento (salvo que Holappa va dejando el alcohol) y dentro de un absurdo mundo donde todos los personajes parecen comportarse sin sentimiento mediante patrones preestablecidos y muestren cierto tono de amargura. La habilidad de Kaurismäki reside precisamente en que con tales mimbres- los dos protagonistas además están geniales no, lo siguiente- esta resulte una película entrañable, muy agradable de ver y con derroche de buen cine en todo momento. Escenarios urbanos y domésticos casi de decorado por su frialdad iconográfica, una fotografía entre luminosa y grisácea que da un aire más surreal que hiperrealista y en definitiva un realismo que de nuevo trata de retratar las vida de las clases trabajadoras pero esta vez vista desde una forma diferente todo dando cuerpo a una película con momentos muy divertidos, homenajes cinéfilos y toda la genialidad que se le supone a un gran cineasta como Aki Kaurismäki

martes, diciembre 26, 2023

ANATOMÍA DE UNA CAÍDA (ANATOMIE D’UNE CHUTE)

 

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La Palma de Oro del Festival de Cannes 2023 no consigue ser la gran película que se presupone que es a juzgar por dicho galardón obtenido y se queda en una buena mezcolanza entre thriller, cine de juicios y drama familiar, siendo este último elemento el principal en la película y el que mejores momentos depara. Esta claro que su directora Justine Triet no ha querido en absoluto ceñirse en el cine de género y lo que pretende es presentar un drama novedoso en donde la intriga tradicional - en este caso a partir del mcguffin de la resolución de la causa de una muerte entre el suicidio o el asesinato- es una excusa para mostrar items intimistas como el deterioro de las relaciones de pareja, el dilema entre la responsabilidad con los demás y la libertad individual y los prejuicios personales y sociales. El resultado de todas formas no ha alcanzado sus altos propósitos de una manera clara y magistral pero sigue siendo un filme interesante y con algún momento de excelencia.

El gran acierto de Anatomía de una caída es la elección de su protagonista, Sandra Hüller, que encarna con una enorme fuerza a Sandra, una escritora alemana afincada junto con su familia en una casia aislada cabaña en los alpes franceses que tendrá que demostrar su inocencia en la muerte de su marido Samuel (Samuel Theis), el cual una mañana se cae desde el último piso de la vivienda matándose al instante, sin testigos ya que la caída no es vista ni por su mujer y por supuesto ni tampoco por su hijo de 11 años ciego Daniel (Milo Machado Graner).Las extrañas circunstancias de la muerte convertirán a Sandra en sospechosa y junto con su abogado y amigo Vincent Swann Arlaud)  tratará de llevar a cabo una defensa que por diversos e intrincados motivos no será tarea fácil. Sandra es un mujer ambiciosa y gélida a la que su marido Samuel, también escritor pero sin posibilidad de desarrollar su carrera por tener que anteponer la felicidad familiar a su carrera, llevando todo a una cruenta crisis matrimonial. A partir de allí la historia va desarrollándose entre el whodonnit, el drama judicial y los momentos más intensos de drama convencional psicológico y familiar, de manera generalmente bien alambicada pero falta de momentos de intensidad y de gran dramatismo, algo que la historia pedía a gritos pero que aparece solamente de forma muy atenuada. El recital interpretativo de Sandra Hüller es lo que consigie en realidad levantar la película junto con el oficio de la directora Justine Triet, de lo contrario podríamos estar hablando de una película del montón. También es digno de mencionar el rol del chaval ciego (en realidad con una deficiencia visual) que al final con su inocencia y su papel de testigo de la degradación de la relación de sus padres tiene la clave del caso: muy buena la interpretación del jovencísimo Milo Machado Graner. Una buena película, en definitiva, pero sus premios y el prestigio de su directora hacían caber esperar algo mejor.    

domingo, diciembre 17, 2023

LA SOCIEDAD DE LA NIEVE

 

**** y 1/2

Ya se ha contado otras veces la historia de la llamada tragedia de los Andes en el cine y pocos esperaban ya que se hiciese el filme definitivo sobre el tema pero se ha hecho y esta vez casi imposible será ya superarlo. JA Bayona, por ahora el director español más internacional, ha conseguido con La Sociedad de la Nieve no solo una historia de supervivencia conmovedora, tensa y emocionante sino un trabajo cinematográfico superlativo desde principio a fin con el que el realizador catalán demuestra que es un narrador eminente y un realizador superdotado que necesitaría películas de pretensiones mayores de las que ha venido filmando hasta ahora- salvo esta última que debería marcar para él un punto de inflexión- y dejarse de impersonales encargos hollywoodienses para demostrar su verdadera y enorme valía. Aquel accidente aéreo acaecido a finales de 1972 con un grupo de jóvenes jugadores de rugby uruguayos y amigos y familiares en el que quedaron al final dieciséis supervientes de 45 personas sobreviviendo durante dos meses al frío, avalanchas y especialmente la falta de alimento que solucionaron comiendo los restos de los otros viajeros fallecidos es uno de los relatos reales más increíbles apasionantes -y también controvertidos por su recurso a la antropofagia- del siglo XX y Bayona, tomando como punto de partida el libro homónimo del periodista uruguayo Pablo Vierci, ha logrado un filme que verdaderamente ha captado magistralmente todos los matices y aristas de aquella epopeya que demostró que el espíritu y la voluntad humana sencillamente no tienen limites, rehusando a centrarse en protagonistas concretos y otorgando al colectivo de supervivientes un protagonismo global que concuerda más con el alma de aquella epopeya en donde los jóvenes formaron efectivamente una especie de sociedad, comunidad en donde alimentarse con los cuerpos de otros que eran amigos o familiares fue casi un ritual en donde los fallecidos ayudaron en la supervivencia de los otros. 

Tal vez el acierto definitivo haya sido cambiar la fuente de la crónica, ya que tanto en la primera aproximación cinematográfica al tema la mexicana  Supervivientes en los  Andes (1976)- un truño olvidable- de René Vardona como la estadounidense Alive (1993) de Frank Marshall- puro Hollywood-  toman como punto de partida el libro ¡Viven! que escribió Piers Paul Read en 1974 y en dicho trabajo no hay una investigación tan perfeccionada como en la obra de Vierci; no obstante claro está que la propia habilidad de Bayona ha hecho el resto. Un reparto de jóvenes intérpretes uruguayos y argentinos realiza un esforzado trabajo dando dramatismo, humanismo y todo el catálogo se situaciones humanas que puedan vivirse en una situación límite no solo con total credibilidad sino haciendo que captemos todo el dramatismo de la situación. Rodada en los auténticos andes argentinos y chilenos (en Chile del punto donde se produjo el accidente real), en Uruguay en la Sierra Nevada española para otras escenas en loa helada cordillera andina, la película muestra un esfuerzo técnico pocas veces visto en el cine español incluyendo magníficos efectos de maquillaje y unos efectos especiales mucho más que de recibo donde destaca la espectacularidad y credibilidad  de la escena del accidente del Vuelo 571: los pelos como escarpias. Pero esta no es una película de catástrofes y la espectacularidad está más bien centrada en la suntuosa fotografía de Pedro Luque - paisajes, tomas aéreas- y en una puesta en escena que se esfuerza y logra en ser todo lo real que peude cuidando hasta el más mínimo detalle en cuanto a atrezzo, decorados (muy buena reconstrucción del avión siniestrado), vestuario, maquillaje, efectos digitales…hasta se recrean las célebres fotos que los supervivientes hicieron durante sus más de dos meses de calvario.

Si, la historia de Roberto Canessa (Matías Recalt), Nando Parrado (Agustín Pardella), Arturo Nogueira (Fernando Contigiani), Numa Turcatti (Enzo Vogrinic), Gustavo Zerbino (Tomás Wlf), Marcelo Perez (Diego Vegezzi), Carlitos Paéz  (Felipe González Otaño), Coco Nicolich (Blas Polidori) y otros más ya es conocida por mucha gente, pero con esta película ya se puede decir que se ha reflejado el verdadero sentido de esa historia: sufrimiento, lucha, fe en uno mismo, amistad. Una crónica épica y humanista, curiosamente vista desde el punto de vista de uno de los primeros fallecidos quien realiza una poética narración, que en manos de Bayona es cine con mayúsculas.        

domingo, diciembre 10, 2023

ROBOT DREAMS

 

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La sorpresa del cine español del año 2023 ha llegado al final del mismo y es un más que notable trabajo de cine de animación cuyo responsable es una de las figuras más curiosas de la cinematografía ibérica por lo insólito de su carrera: Pablo Berger. El cineasta bilbaino, cuyo Blancanieves (2012) ya es todo un clásico del cine hispano y no cuenta con una filmografía no precisamente demasiado extensa pese a comenzar su carrera a finales de los 80, ha firmado un encantador y conmovedor cuento animado (animación tradicional) que puede suponer un antes y un después para el cine de este tipo en España: puede que no se trate de una obra maestra redonda, pero su enorme calidad visual, su sencillo pero extraordinario guión y sobre todo su universal y cálido mensaje hacen de Robot Dreams un trabajo fácilmente exportable y  globalmente aclamable. Esta adaptación de una sensacional novela gráfica de la norteamericana Sara Varon- el cómic una vez más origen de grandes películas-  es un canto a la amistad y a todo aquello que la rodea así como una reflexión sobre su surgimiento y sobre su final, tocando aspectos como el olvido de los amigos pasados, la sensación de soledad, la necesidad de ser querido, el reemplazo en la amistad, el olvido, los buenos recuerdos, la falsa amistad, la lucha sin cuartel por los seres queridos…todo ello contado a través de una fábula aparentemente dirigida al público infantil pero que puede ser perfectamente degustada (mejor dicho, debe ser) por el público adulto: tanto unos como otros reirán, llorarán, se emocionarán y se verán también reflejados en este filme, realizado con mimo y esmero con un gran esfuerzo técnico pese la aparentemente simplicidad del dibujo (el mismo de su autora) y de la animación en esta coproducción hispanofrancesa. Ambientada en un Nueva York de los años 80 poblado de animales antropomórficos y repleto de escenarios reales reconocibles de la Gran Manzana, asistimos a la historia de amistad de un perro que atiende simplemente al nombre de Dog y un robot llamado simplemente Robot en el transcurso de prácticamente un año en el que ocurre de todo entre los dos personajes llegando a un final del filme curioso, sugerente y que termina mostrando toda la intencionalidad del filme.

Dog es un can solitario que suspira por tener compañía; un día de septiembre en la televisión ve el anuncio de un robot sentiente diseñado para hacer de amigo y acompañante, lo pide por correo y en pocos días la pareja se hace inseparable compartiendo buenos momentos por NY. Un día en la playa a última hora de la tarde en el último día de temporada de baños Robot se avería a causa del agua y no se puede levantar de la toalla. Su amigo va a buscar ayuda pero en su ausencia las autoridades cierran la playa hasta el verano que viene: un maltrecho Robot se queda allí atrapado pero Dog se propone recuperarlo por todos los medios; esto será misión imposible y ambos amigos se hacen a la idea de que tendrán que esperar cerca de nueve meses para reunirse gestionando a partir de ese momento la situación como pueden y dando lugar dentro de la película a sugerentes, deliciosos, sesudos y conmovedores momentos. El guión adaptado firmado por los propios Berger y Varon es un cúmulo de maravillas narrativas en un filme mudo sin ningún diálogo y solo con efectos sonoros y una estupenda banda sonora obra de Alfonso de Villalonga que incluye además temas conocidos como el September de Earth, Wind and Fire canción que cumple un papel fundamental en la trama. La segunda mitad del filme, con los personajes principales prácticamente desubicados encierra instantes emocionantes e introspectivos como los que ilustran los sueños de Robot y Dog, marcados por la ausencia de al persona querida y el deseo por recuperarla, preciosas viñetas de inspiración onírica con marcada emotividad y explicaciones freudianas presentada con sublimes experimentaciones conceptuales dentro de la animación tradicional.

Merece reseñarse el trabajo de Benoit Féroumont como director de animación en un filme con una escenografía por supuesto muy de cómic y un estilo de dibujo muy claro y conciso con una paleta de colores muy concreta y vistosa influencia sin duda de la escuela ilustrativa franco belga y en especial la línea clara. Es muy fácil empatizar con unos personajes que pese a ser dibujos y ser animales o robots muestran emociones, situaciones y sentimientos muy humanos que todos en alguna medida hemos vivido. No se trata de un filme redondo pero resulta un pequeño-enorme peliculón. Es estupendo se hagan películas de este tipo y que además sean de animación y preferentemente dirigidas al público más joven aunque este sea un realidad un filme recomendable para todas las edades.    

domingo, diciembre 03, 2023

EL VIEJO ROBLE (THE OLD OAK)

 

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Parece que Ken Loach se va a despedir del cine con esta película, algo que puede resultar hasta cierto punto lógico ya que el cineasta británico tiene ya 87 años y poco que demostrar en su vasta carrera. Si consideramos como tal parece a The Old Oak como su última película hay que decir que se trata de una despedida digna con un filme que sin estar entre lo mejor de su producción cumple con creces sus propósitos de denuncia y concienciación como siempre ha ocurrido con cualquier película de Loach, aunque si bien es cierto se echa algo en falta en este caso mayor pasión (en otras épocas Ken Loch literalmente echaba el resto) y puede que mayor sentido del riesgo. Con todo de nuevo estamos ante un drama social honesto y perfectamente narrado con amalgama muchas de las características que hicieron del cine de Loach objeto de culto a partir de finales de los 80 y que vuelve a dar en la diana a la hora de trazar un diagnóstico social del Reino Unido actual (y por ende de toda la sociedad occidental actual) y algunas de sus circunstancias: en este caso es de neuvo la inmigración el tema central, con el contrapunto de la crisis económica en algunas zonas de Gran Bretaña. Como escenario, un pueblo del condado de Durham – zona conocida por su pasado minero-  y dentro de él un viejo pub de toda la vida a punto de cerrar, El Viejo Roble, donde se reúne la atribulada gente del pueblo (descendientes de mineros en una localidad empobrecida) con su propietario TJ Ballantyne (Dave Turner) un hombre tenaz y trabajador pero taciturno y superado por las circunstancias  tratando de buscar un final digno para su local mientras al pueblo llega un buen número de refugiados sirios ante el recelo de los lugareños que los ven como invasores, pero TJ no parece ser de esa opinión.   

El enfrentamiento entre la visión de algunos de  lo locales recelosos de los “muslims”  y otros como TJ que aceptan su presencia -aunque al principio les cueste- es lo que a grandes rasgos traza el desarrollo de la película. TJ consigue establecer una relación de amistad con Yara (Ebla Mari) una veinteañera del colectivo de los refugiados cuya familia se ha mudado al desfavorecido barrio del dueño del pub, llegando de ese modo a entender las desdichas y la situación de los inmigrantes sirios al tiempo que la muchacha, ayudada por los servicios sociales locales, trata de integrar a ella y a los suyos dentro de la comunidad chocando casi siempre con al hostilidad del entorno. TJ por su parte se encuentra en una complicada situación ya que sus problemas personales y los de su negocio en cierto modo comienzan a ser aliviados por la presencia y la ayuda de Yara, pero su entendimiento con la comunidad siria provocará el desprecio de sus amigos y vecinos: la traición y el caínismo dentro de un mismo colectivo también es tratado en el filme y en ese empeño Loach tampoco no se anda con rodeos a la hora de mostrar comportamientos intolerantes y éticamente reprobables. El final lleno de esperanza se encuadra más bien en la vertiente melodramática del autor, pero en su desarrollo The Old Oak tal vez sea uno de los filmes más directos e incómodos de Loach en bastantes años. Otra muesca más- posiblemente la última- en el recuento de aciertos de uno de los más significativos y personales cineastas vivos europeos.

lunes, noviembre 27, 2023

NAPOLEON

 

** y 1/2

Cada vez se hace mas tediosa la cada vez- valga la redundancia- más frecuente visita del viejo Ridley Scott a las pantallas con productos sencillamente aceptables en algunos casos y en otros pasables o ya directamente mediocres, aunque eso sí siempre con la impronta de la veteranía y profesionalidad de aquel que domina el séptimo arte. Esto ocurre con esta superproducción histórica que toca de nuevo en el mundo de cine la eternamente atrayente figura de Napoleón Bonaparte en lo que pretende ser la película definitiva sobre el megalómano y controvertido emperador de Francia: sencillamente, es lo que el gran público pide (escenas de batallas espectaculares, hincapié en el romance de Napoleón y Josefina) y lo que los seguidores de Scott esperan (fotografía suntuosa, puesta en escena elaborada y medida al más mínimo detalle, ambientación de época casi perfecta); por lo demás este Napoleón resulta un filme correcto  de una a veces espectacular factura visual - es notoria la referencia plástica de obras como pictóricas la de Jacques-Louis David cuya La coronación de Napoleón se homenajea-recrea en una escena- y muy trabajadas escenas bélicas -con ayuda Claro está de los efectos especiales digitales- pero sin nada que sea realmente relevante ni previsible, cayendo en la mayoría de las veces en el manierismo más fácil y la autorreferencia más ramplona. Si, Scott va descaradamente a deslumbrar a los admiradores de Gladiator con escenas bélicas multitudinarias en parajes naturales y copitos de nieve que caen entre los actores en algunas escenas de las mismas. Esta película en definitiva no deja de ser un producto más comercial que de autor en donde si bien no faltan buenos momentos e incluso instantes de cine con mayúsculas, no se logra llegar a los mínimos que se le suponen a una buena película. Y eso que Joaquin Phoenix, actor de garantía pero demasiado sobreexpuesto, realiza una interesante composición del Pequeño Corso aunque tal vez algo forzada que resulta ser de los más salvable del filme.

Dentro de este biopic histórico hay bastantes inexactitudes históricas y en general una caracterización de Napoleón Bonaparte demasiado en concordancia los tópicos históricos sobre su personalidad, aspectos que no han gustado nada en Francia en un filme rodado en inglés (hasta cuando aparecen cartas estas están escritas en el idioma de Shakespeare) en el Reino Unido y Malta con actores británicos y estadounidenses y sin ningún actor galo. Aunque toda la ascensión política de Bonaparte y sus campañas militares en Egipto o Rusia están bien plasmadas pese a varios errores históricos, cierto desmañamiento y aceleración en los acontecimientos históricos no parece desde luego el mejor camino para mostrar las múltiples aristas de un personaje como este, como tampoco funciona como es debido- y este es tal vez el mayor lastre del filme- todo lo concerniente a la relación entre el emperador y Josefina de Beahuarnais (Vanessa Kirby, correcta simplemente) cuyos avatares irrumpen en la narración en varios momentos fastidiando muchas veces el ritmo, aunque traten de presentarse aquí como claves para entender la figura napoleónica. Ridley Scott no esta teniendo una madurez de carrera demasiado brillante que digamos; demasiados filmes en muy poco tiempo y casi siempre más de lo mismo y más previsible.  No obstante, es posible que esta película haga muy buena taquilla.      

domingo, noviembre 19, 2023

UN AMOR

 


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Isabel Coixet siempre ha pretendido ser una cineasta con varios registros pese a que su cine ha mantenido en todo momento unas coordenadas constantes; Con Un Amor adaptación de la novela de Sara Mesa la directora catalana muestra que también sabe hacer costumbrismo más o menos rural (y pasado por un tamiz contemporáneo) añadiendo patina humanista y poética. Todo esto ha dado como resultado una película atrayente y extraña que puede no ser plato para todos los gustos pero que sin duda no deja indiferente y vuelve a mostrar (una vez más) que Isabel Coixet es la gran humanista del cine español. Dos personajes, Nat (Anna Castillo) y Andreas (Hovik Keuchekerian) son los que guían la historia aunque al principio solo la primera parece ser la protagonista ya que su soledad cotidiana atenuada por varios contactos que establece es lo primero que contemplamos y lo que pavimenta el relato. Natalia “Nat” es una joven treintañera  que se establece en una remota aldea del pirineo ilerdense dejando su trabajo de traductora de refugiados en una ONG para ejercer de traductora a secas. En una desvencijada casa propiedad de un individuo misógino y cafre (Luis Bermejo) y con la compañía de un perro desvalido y herido Nat trata de adaptarse al pueblo haciendo migas con Piter, un jovial artista (Hugo Silva), combatiendo en silencio con su casero, tratando de ser simpática con joven matrimonio pijo (Ingrid García Jonsson y Francesco Carril) y finalmente entablando una inusual relación sexual-afectiva-amorosa con Andreas, el chapuzas local, un hombre de origen extranjero de aspecto y comportamiento tosco que un buen día dice a la muchacha que desea tener sexo con ella, algo a la que ella tras dudas iniciales termina accediendo. Es precisamente la situación a la que ha llegado Nat y las razones para eso lo que tratamos de descubrir mediante los silencios de la protagonista y todas sus vivencias en su nuevo y un tanto hostil entorno. ¿Realmente siente algo por Andreas?, es la pregunta que nos hacemos, se hace ella y se hacen otros personajes del filme. Sobra decir que la soberbia interpretación de Anna Castillo hace mucho por mantener la solidez y el intríngulis de la historia con una personaje casi enigmático del que en realidad poco se sabe sobre su pasado y las razones que le impulsaren a retirarse en un perdido pueblo; pero también es cierto que el increíble  trabajo del polifacético Hovik Keuchekerian resulta decisivo para el poder evocador de este filme.

No demasiados escenarios y un buen reparto de secundarios con papeles que realmente aportan a la historia y su significado (como casi siempre en el cine de Coixet) hacen de Un Amor una película muy sugerente y enigmática en donde la condición y situación de su protagonista, una mujer un tanto perdida y con algún dolor oculto, no se nos llega a decir claramente abriendo varias hipótesis. La dualidad y los límites entre el amor y el sexo y las dificultades en las relaciones humanas son los temas que van trazando la historia y que Coixet y la coguionista Laura Ferrero partiendo de la novela de Mesa saben plasmar muy bien, con sutileza y sin histrionismo y con una curiosa naturalidad para rodar escenas de sexo donde vemos la desconcertante naturaleza de Andreas, otro ser que parece no haber encontrado sitio y que se expresa y en el que al rudeza con la que se expresa la mayoría de las veces parece ocultar otro tipo de personalidad. El final de la película trata de atar algunos cabos aunque a algunos les parecerá que en realidad añade más confusión. Isabel Coixet no suele defraudar y esta película tampoco es una excepción.    

domingo, noviembre 12, 2023

EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR

 

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Cada vez más directoras se asoman al cine español muchas veces con debuts dignos de tener en cuenta, tal y como sucede con este filme de Patricia Font basado en una novela de Francesc Escribano al mismo tiempo basada en un hecho real., la historia del maestro de primaria Antoni Benaiges, un docente catalán destinado a un pequeño pueblo burgalés poco antes de la Guerra Civil española que con métodos pedagógicos por entonces innovadores se ganó la simpatía de sus alumnos y del pueblo de Bañuelos de Bureva, lo que no impidió que en el estallido de la contienda fuera apresado por “rojo” y hecho desaparecer. Efectivamente, esta es una nueva reivindicación de la Memoria Histórica desde el cine, contando una historial real sencilla y diáfana con grandes dosis de honestidad en este caso y poca tontería y sensiblería barata. Es cierto que la historia sigue una estructura demasiado cliché y mil veces vista cuando se tratan de ficcionalizar estas historias (una persona de la época presente desea saber detalles sobre la vida pasada de algún familiar o conocido  e investiga en donde este o esta ha vivido mientras mediante flashbacks vemos la historia del protagonista del pasado) pero el modo en que está tratado todo lo concerniente a la figura de Benaiges y sus circunstancias en la aldea burgalesa eleva todo el conjunto a una estupenda película que pese a su irregularidades y un guión demasiado esquemático y mejorable cumplo su función de mostrar unas vidas (las del maestro y sus pequeños alumnos), de mostrar también una injusticia  y en definitiva de hacer reflexionar y conmover al espectador de la relación dialéctica (si es que la hay)  entre esos dos elementos. Siguiendo cánones costumbristas-de época muy abigarrados en el cine ibérico (Camus, Cuerda), El maestro que prometió el mar resulta un filme muy hábil y agradable de ver.

Rodada en localización real en la provincia de Burgos en al zona de Briviesca - donde se han hallado enterramientos de la guerra que aparecen en el filme- y con una esforzada ambientación espacio-temporal, la película está sustentada principalmente en al excepte interpretación que lleva a cabo ese valor en alza que es Enric Auquer, un intérprete que se esta rebelando como un multirregistros, quien compone un Antoni Benaiges que además de carismático e idealista resulta una especie de modesto héroe a su pesar, un hombre cuya vocación por enseñar a los niños de una aldea remota cosas como rudimentos de ingeniería, periodismo, escritura creativa o incluso el cultivo del elemento emocional le hace sentirse feliz en un entorno en donde tarda en encajar pero en donde finalmente es aceptado por propio mérito, con una promesa de enseñar el mar a sus pupilos en un viaje en tren a Cataluña . Ya desde el otro del tiempo se encuentra el personaje de Ariadna interpretado por Laia Costa, una joven catalana cuyo abuelo internado en una residencia resulta haber sido alumno de Benaiges y revivirá en el pueblo aquello que le marcó profundamente al anciano, un personaje el de Ariadna  deficientemente explotado pero que Laia Costa trata de aportarle efectividad y aplomo. El reparto se completa con actores como Ramón Aguirre, Luisa Gavasa o Milo Taboada y un elenco de pequeños intérpretes que se esfuerzan por hacer actuaciones dignas de una buena película. Un debut el de Patricia Font que resulta bastante prometedor.      

viernes, noviembre 03, 2023

EL CHICO Y LA GARZA (KIMITACHI WA DÒ IKRU KA)

 


****  y 1/2

Cada vez que llega a las pantallas un nuevo filme de Hayao Miyazaki al amundo occidental no solamente la cada vez más amplia comunidad amante del manga se llena de emoción y regocijo, en los últimos años todos los amantes del cine de animación y prácticamente los cinéfilos en general muestran su entusiasmo ante un nuevos estreno del más grande creador de dibujos animados japonés vivo que una vez más ha firmado una excelente cinta. Aunque El Chico y la Garza no llega al magisterio de clásicos de Miyazaki como Nausicaä del Valle del Viento (1984) La Princesa Mononoke (1987) o El Viaje de Chihiro (2001), este es de nuevo un elaboradísimo trabajo que conjuga poesía visual con preciosismo narrativo en clave de mitología y simbolismo. Una nueva sugerente historia fantástica de regusto inequívocamente nipón que como siempre tratándose de de Miyazaki consigue atrapar al espectador desde el primer momento trascendiendo públicos y edades, y es que considerar la filmografía de Hayao Miyazaki como cine infantil es un rotundo error. 

Basada en una novela de Genzaburo Yoshino esta es una historia de maduración con trasfondo fantástico en donde el preadolescente Mahito, devastado por la pérdida de su madre en un incendio, debe iniciar una nueva vida junto a su padre en el Japón rural de 1943 (en plena II Guerra Mundial) abandonando Tokio. El progenitor de Mahito, un rico fabricante de munición, se ha casado con la hermana de su esposa fallecida, Natsuko, una mujer fascinante pero intrigante y el muchacho no parece adaptarse bien a su nuevo entorno. La llegada de una misteriosa garza parlante a la habitación de Mahito parece ser una especie de reto o prueba para el chaval y no tardará en surgir una misteriosa búsqueda que abrirá literalmente un universo paralelo (cuyo acceso está en una misteriosa torre que el tío abuelo de Mahito mandó construir mucho tiempo atrás) en donde los prodigios, los peligros y los encuentros con lo absurdo y extraordinario se suceden al tiempo que el protagonista irá descubriéndose a si mismo y a su destino al tiempo que averiguará  la verdadera historia de su familia en donde su madre, su tía- que ha desaparecido misteriosamente y su tío abuelo son la clave. Son muchísimos los símbolos, las sugerencias y los elementos y objetos poéticos de todo tipo que surgen por doquier en esta historia- siempre con una prestancia visual apabullante y bellísima- y ene se sentido el espectador que se entregue más o menos a ellos disfrutará de lo lindo. Sobra decir que nos encontramos con escenarios y fondos realmente grandiosos y de gran calidad artística donde fluye una animación casi perfecta y las vistosas  tonalidades cromáticas del anime japonés, aunque hay que señalar que la gran novedad -y una de las principales virtudes- en este aspecto es la fijación por el elemento arquitectónico (edificios) y decorativo (mobiliario, objetos, obras de arte) que preside gran parte de las imágenes, y sin olvidar por supuesto los paisajes naturales que una vez más cumplen un papel estelar.

El mensaje pacifista de la película (ambientada no olvidemos en una época de guerra en donde Japón sufrió bastante) resulta atemporal y universal muy adecuado también para estos tiempos: se recalca la necesidad de hacer el bien y de huir del mal y de la destrucción. Mahito deberá rechazar todo tipo de odio y de ambición y comprender el amor a sus seres queridos, siempre bajo el fantasmal recuerdo de su madrere que cada vez se le hará más real y aún teniendo que aceptar la compañía en su búsqueda de un ser aparentemente amoral y siniestro con un punto decididamente grotesco como esa garza semihumana que pretende ser su nuevo mentor. La verdad es que es necesario ver esta película si se quiere comprender realmente lo que significa más allá de las palabras. Una vez más Hayao Miyazaki vuelve a mostrar su grandeza. 

jueves, noviembre 02, 2023

VIDAS PASADAS (PAST LIVES)

  

*** y 1/2

Puede que parezca demasiado occidental para tratarse una película de Corea del Sur, pero Past Lives, coproducción surcoreana-estadounidense que triunfó en Sundance, como drama sentimental resulta más que convincente gracias a superar clichés del género (si, occidentales) por su trasfondo poético y filosófico. Y todo sin salirse de coordenadas costumbristas y mostrando un melodrama amoroso maduro y con su intríngulis. Celine Song, directora coreana afincada desde hace algunos años en EEUU y que cuenta con una reducida filmografía (este es su segundo largometraje) echa mano de datos autobiográficos -básicamente a la hora de componer a la protagonista femenina- para contar una historia de amor imposible en tres épocas y cada una de ellas con doce años de diferencia. Na y Hae, dos críos de 12 años que viven en Seúl están platónicamente enamorados pero cuando la familia de ella emigra a Norteamérica el contacto se pierde dejando a ambos devastados (sobre todo a Hae). Doce años después Ne se hace llamar Nora, es ciudadana estadounidense y es una aspirante a dramaturga. Hae se reencuentra con ella vía Facebook y ambos comienzan a contactar con frecuenta por Skype, con sus vidas totalmente diferentes la una de la otra. Ya doce años mas tarde, con 36 años y un cúmulo de vivencias detrás (con Nora casada) la pareja de amigos después de un largo periodo sin saber el uno del otro se reencuentra en Nueva York y todos los lo que puedo ser y no fue y todo el recuento de posibilidades perdidas empiezan a aflorar. El destino y la causalidad terminan emergiendo como los temas de la película, combinando discursivamente la filosofía oriental con el un racionalismo más práctico y sin en ningún momento comerse esa dialéctica la accesibilidad de la película, un trabajo que con sus diálogos sensibles y jugosos casa más con un drama tradicional de regusto intimista y lírico.

Greta Lee y Teo Yoo están perfectos en sus papeles de Nora y Hae adultos haciendo perfectamente creíble una historia de amor frustrado marcada por elipsis y también silencios de los personajes. Hay varios momentos de extraña y velada emotividad que resultan más gratos y sugerentes que cualquier aspaviento melodramático fácil  y conforme avanza la historia, ese puzzle sin completar que vemos durante toda la película si bien no se concluye va tomando cada vez más sentido. Rodada en inglés y coreano y con una suntuosa fotografía preeminentemente urbana, Past Lives apuesta por situarse dentro del cine independiente USA para en realidad hacer una película más bien oriental y la jugada ha salido muy bien. Puede que en algunos momentos flojee en su intensidad pero en su conjunto este filme deja muy buen sabor de boca


miércoles, octubre 25, 2023

LOS ASESINOS DE LA LUNA (KILLERS OF THE FLOWER MOON)

 


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Martin Scorsese no solo no ha hecho ningún filme malo desde los comienzos de su carrera a finales de la década de los 60 del siglo XX si no que todavía sigue firmando obras maestras, y como sabemos ya lleva unas cuantas, muchas, en su filmografía. Aún cuenta con capacidad de sorprender no pone reparos en  tocar todo tipo de temas y por que no en realizar denuncias históricas como la que lleva a cabo en este magistral filme basado en la novela homónima de David Grann. Ambientado en las décadas 1920-1930 el filme se zambulle la vergonzosa historia de los crímenes de la Nación Osage en el condado Osage en Oklahoma, asesinatos perpetrados con alevosía por ricos terratenientes blancos contra los aún más ricos miembros de la comunidad indígena Osage con el fin de arrebatarles la fortuna y posesiones  que gracias al descubrimiento y explotación de petróleo en sus tierras habían conseguido convirtiéndose en los ciudadanos más acaudalados de EEUU. Un buen trasfondo para que Scorsese puede explayarse en especialidades temáticas de su cine que le convirtieron en leyenda: el papel de las mafias y el crimen organizado en la historia de EEUU, retratos de antihéroes con conflictos internos de conciencia, la difuminación de los límites entre lo correcto y lo incorrecto o el viaje de crecimiento y cambio personal. En esta ocasión además Marty matiza aún más lo a veces antropológico (y étnico) de su cine para ofrecer una visión defensora del papel de los indígenas norteamericanos en el desarrollo de la conciencia de su país al tiempo que da una lección magistral de cómo una historia real (o una historia real novelada, como en este caso) puede convertirse en una obra de autor gracias a una estupenda adaptación de guión, firmada por el propio director y el gran libretista Roth (Forrest Gump, Munich o el filme de Scorsese Infiltrados)

El neoyorquino vuelve a contar por sexta vez con Leonardo DiCaprio como protagonista  en el papel de Ernest Burkhart, un botarate excombatiente en la Gran Guerra que llega sin oficio ni beneficio a finales de los años 10  al condado de Osage para ponerse al servicio de su codicioso tío, el ganadero y supuesto filántropo Henry King Hale, al que da vida Robert De Niro, quien no trabajaba con Scorsese desde Casino en 1995 (por fin el actor fetiche legendario del director coincide con su actual intérprete emblemático). Hale y sus colaboradores en realidad están amasando fortuna gracias a las propiedades petrolíferas con las que se quedan tras las supuestas muertes accidentales o suicidios de sus anteriores propietarios, los indios Osage, los cuales gracias a su riqueza conviven en aparente armonía con los ciudadanos blancos, han adquirido costumbres del norteamericano blanco e incluso se mezclan familiarmente con ellos gracias a matrimonios interraciales. Ernest, un delincuente vocacional, participará de las maquinaciones de su tío para eliminar a la población Osage, lo caul no impedirá que se enamore y case con una miembro de dicha tribu, Molly (Lily Gladstone), el verdadero personaje central de la película y cuyo devenir y destino marca el rumbo de la historia  y todo el conflicto moral subyacente. Killers of the Flower Moon apuesta decididamente por el drama psicológico - centrado en los personajes de Molly y Ernest-  pero sin renunciar ni mucho menos al cine denuncia,  al western revisionista, al cine negro, el  thriller policial o a detalles pseudofantásticos desde un prisma poético inspirados  en el acervo norteamerindio: son más de tres horas de película y en todo ese metraje Scorsese se permite jugar con varios recursos, ir cambiando géneros e intrincar la historia como solo él sabe.

Es posible que en sus compases finales -con el inevitable juicio de por medio- la película se torne algo más previsible, pero no se tarda mucho en sacar cartas sorpresa. Como de costumbre, Scorsese sabe sacar tajada de un reparto casi coral en donde Lily Gladstone destaca con su turbadora pero fascinante presencia como una mujer india en un drama interno en donde no sabe por donde salir pero que deja un mensaje claro de lealtad a su pueblo por encima de todo  (y es que el tributo que este filme realiza a los indígenas es notorio y abrumador por su exuberante sugerencia). Di Caprio y De Niro, dos generaciones de Scorsese Boys, están a la altura de su valía - De Niro no obstante tal vez se mete en el pastiche de otros personajes suyos, como resulta habitual en los últimos tiempos-  y también nos encontramos con Brendan Fraser, Jesse Plemons, Scott Sepherd,John Lithgow y varios competentes actores indígenas además de Gladstone, como lal veterana Tantoo Cardinal o Tatanka Means. Con 81 años Martin Scorsese sigue haciendo obras maestras, que gran noticia.  

miércoles, octubre 18, 2023

CHINAS

 


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En su aún breve pero más que interesante filmografía Arantxa Etxebarria no tiene reparos en tocar temas candentes de la sociedad española actual los cuales atesoran ciertas derivaciones dramáticas y un tanto polémicas, haciéndolo desde una perspectiva amable, esperanzada y constructiva. La situación de la cada vez más numerosa comunidad china en España era una temática que aún no había sido bastante explotada por el cine español y que con este filme encuentra una vía de expresión y testimonio honesto, interesante y con edificante mensaje. La realizadora vasca además ha querido tocar dos realidades de los habitantes del gigante del lejano oriente en España y en otros países occidentales: por un lado la situación de los emigrantes chinos y su descendencia de primera generación nacida fuera de China con los choques culturales y sociales vividos por ambas generaciones y por otro la vivencia de los menores chinos adoptados por familias occidentales. En este Chinas dos historias de cada una de estas realidades convergen bajo la perspectiva de dos niñas de nueve años residentes en el madrileño barrio de Usera: Lucía (Daniela Shiman Yang) hija de comerciantes chinos propietarios de un bazar totalmente volcados con su negocio (como suele ser habitual en esta comunidad) y  Xiang (Elia Qiu), hija adoptiva de un matrimonio madrileño que matricula a la pequeña en el mismo colegio que Lucía. Xiang se siente rara por su situación, recibe atención psicológica y le cuesta encajar en cualquier contexto en general, mientras que Lucía, más extrovertida, en realidad tampoco se siente como los demás niños  ya que sus padres apenas la atienden, están todo el día trabajando y casi no hablen castellano: ella desea ser como los otros niños de su cole y sus familias. Claudia (Xinyi Ye) la hermana de 17 años de Lucía, por su parte, quiere también vivir una adolescencia como la de los jóvenes de su edad  pero su situación familiar se lo impide, agravada por el hecho de que sus progenitores desean concertarla un matrimonio con otro joven de origen chino: Claudia tratará de rebelase contra todo eso.

La opción de canalizar la historia a través de una inocente mirada infantil es un recurso acertado que es explotado con mucha habilidad combinando con la visión adolescente de Claudia y con la perspectiva adulta tanto de los padres de Xiang (Leonor Watling y Pablo Molinero), como de los padres de Lucía y Claudia (Quinfei Zu y Yeju Ji) o la de Amaya (Carolina Yuste) clienta habitual del establecimiento de la familia de Lucía y que hace buenas migas con ella. El problema es casi siempre el mismo: la integración y la búsqueda de al identidad, algo que en edades tempranas se antoja fundamental. La película huye de la moralina y se adentra en los inocentes mundos mentales de sus jóvenes protagonistas con todo lo que esto conlleva y respetando sobre todo la psicología y el universo infantil.  Los intérpretes de origen chino, todos ellos actores aficionados, están espléndidos y realizando un enorme esfuerzo interpretativo, en especial las pequeñas Qiu y Yang, almas de la película, como también la joven Xinyi Ye realiza un trabajo muy destacable. La directora ha sabido como canalizar excelentemente el costumbrismo más realista dentro del drama y esto lo ha conseguido con un tratamiento respetuoso y realista de la compleja situación una minoría étnica  en España de la que se podría hablar largo y tendido debido a sus numerosos y aún no muy conocidos matices. Cine social con label ibérico hecho con honestidad y sin tonterías.       

domingo, octubre 15, 2023

EL EXORCISTA: CREYENTES (THE EXORCIST:BELIEVER)

 


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Los intentos por resucitar la saga The Exorcist (si es que alguna vez debió serlo) en los últimos años, tanto en la televisión como ahora en el cine, simplemente caen en el terreno del marketing y reducen a uno de los mejores títulos del cine de terror de la historia del séptimo arte en una gallina de los huevos de oro en donde se trata más de explotar la película como artefacto pop que cualquier otra cosa. La película de 1973 dirigida por William Friedkin basada en una novela de William Peter Blatty que el mismo adaptó ha sobrevivido y envejecido más o menos bien pese a su premeditado efectismo, cosa que no se puede decir de las que habían sido sus dos secuelas hasta el momento  y de las dos precuelas paralelas, filmadas con el mismo afán mitómano-rentabilizador que esta nueva secuela. Producida por Blum House, empresa responsable del reboot de la saga Hallloween- otro título mítico del terror de finales del siglo XX- , The Exorcist Believer aunque se esfuerza por respetar el espíritu del filme original con la aparición estelar de personajes de aquella como Chris McNeill, la inolvidable y sufrida madre de la pequeña poseída Regan -de nuevo interpretada por la nonagenaria pero todavía estupenda actriz Ellen Burstyn- y con una adaptación actualizada algunas veces acertada y otras no tanto de aquellas terroríficas innovaciones formales (imágenes subliminales, movimientos salvajes de cámara, maquillajes truculentos, efectos sonoros turbadores), termina naufragando por su falta de personalidad, su supeditación a los postulados más fáciles del terror efectista actual y en definitiva por un desbarajuste global al querer contentar al mismo tiempo a los seguidores de al película clásica como a los consumidores del fantaterrorífico de hoy. Esta nueva entrega medio siglo después del filme original, sin obviar buenos momentos y un guión con su intríngulis (en donde el demonio poseedor ya no es Pazuzu), resulta estéril y nada novedosa. La dirección de David Gordon Green, eso si es esforzada y voluntariosa tratando de hacer un producto más o menos digno cuando se llegue a comparar con la fuente original, pero a  todas luces este nuevo Exorcista no deja de ser un refrito de manual.

De nuevo nos encontramos con posesión diabólica a menores de edad, con al novedad que en este caso se trata de el endemoniamiento simultáneo de dos niñas, Angela Fielding (Lidya Jewett) hija de un padre viudo, Victor (Leslie Odom Jr.) educada agnósticamente y traumatizada por al ausencia de su madre fallecida al nacer ella, y su amiga Katherine (Olivia O´Neill) hija de un matrimonio de firmes creyentes baptistas: las dos jóvenes actrices realizan un estupendo (e inquietante, por supuesto) trabajo muy en la estela del que realizó en su momento Linda Blair e incluso con menos golpes de efecto, mientras que los intérpretes adultos se limitan a cumplir el expediente salvo tal vez una Ellen Burstyn que es la única que aporta clase y credibilidad a la historia con su conexión con la historia original. La matriarca McNeill ayudará a los padres de las criaturas a organizar un complejo exorcismo que incluirá ritos y exorcistas de diferentes religiones y que en la película trata de figurar como el su elemento culminante sin que al margen de lo previsible aporte nada épico ni memorable. Excelentes efectos visuales, si, momentos terroríficos bien conseguidos por la utilización de la sugestión más que de los explícito, también (esa si es una virtud del primer film bien asumida), pero da la perenne sensación de que estamos más bien ante un remake que una secuela en donde por supuesto no falta una recreación de los inolvidables pentagramas de los primeros compases de Tubular Bells de Mike Oldfield. Se anuncian dos secuelas posteriores más pero muy posiblemente no aportarán mucho más.      

sábado, octubre 14, 2023

CERRAR LOS OJOS

 


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Fundidos en negro entre escena y escena. Escenas largas filmadas en encuadre único. Cine dentro de cine. Si, esta es una película hecha con recursos de cine de autor/artístico clásico y es que su director, Víctor Erice, es un maestro del séptimo arte de 83 años con más de 50 de carrera que con solo cuatro largometrajes en ese largo periodo ha demostrado ser uno de los mejores cineastas españoles de la historia y que con este Cerrar los Ojos firma, una vez más, otra obra maestra tras El Espíritu de la Colmena (1973), El Sur (1983) y El Sol del Membrillo (1992). Resulta asombroso como el director vizcaino, ermitaño y poco dado a las apariciones públicas, siempre consigue sorprender y después de tanto tiempo. Este filme supone de nuevo un canto de amor al cine y a su relación con la vida real - como también lo era El Espíritu de la Colmena-  y trata de ser además una declaración vital del propio Víctor erice con una historia que se imbuye decididamente en las entrañas de la creación cinematográfica y que tiene como protagonistas precisamente a un director de cine, Miguel Garay (Manolo solo) y a un actor Julio Arenas (José Coronado), ambos significativamente retirados/desaparecidos de la vida pública en el momento que comienza la historia. El espectáculo cinematográfico que con suma sencillez y por supuesto maestría y oficio ofrece esta cinta es un regalo para los cinéfilos y por supuesto para los admiradores de ese tipo de drama intimista tan de corte costumbrista como poético que influyó decisivamente en el cine español a partir de la segunda mita de los 70. Pero Cerrar los Ojos es, por supuesto, más cosas.

Erice, que firma el guión junto con Michel Gaztambide, utiliza de forma magistral los trampantojos metacinematográficos y su habilidad narrativa para convertir una premisa típica de thriller en un drama psicológico y humano muy sugerente y nada forzado en donde las identidades, el silencio, el olvido, al huida la búsqueda de la felicidad son  los temas principales. Con unas fascinantes escenas iniciales que nos muestran la primera (y única conservada) secuencia del último  filme -ficticio, claro- que Garay y Arenas rodaron juntos en 1992 poco antes de la misteriosa desaparición de este último, nos situamos ante un prólogo que de alguna manera será la clave del resto de la historia pese a que la premisa ficticia que plantea, propia de una exótica historia de aventuras de Emilio Salgari o Robert Conrad y ambientada en los años 50, no parezca en un primer momento tener demasiada relación con el desconocido paradero de Julio Arenas, sobre el que su gran amigo Miguel Garay comenzará en 2010 una afanosa búsqueda a instancias iniciales de un sensacionalista programa televisivo. Esa búsqueda será todo un viaje interior para el maduro Miguel, quien se reencontrará con dramas pasados y con aspectos que el desconocía de Julio y de si mismo y que marcaron la existencia de ambos La catarsis final está en un principio lejana de un final feliz para Miguel, pero todo podría cambiar mediante ciertas ideas que el director pondrá en práctica.

Con una perfecta fotografía de Valentín Álvarez, es imposible no enamorarse ante la sencillez y pulcritud de unas imágenes que nos remitan al cine más clásico, como tampoco resulta posible abstraerse a los múltiples homenajes que Erice lleva a cabo, empezando por la autorreferencia a El Embrujo de Shangai -el proyecto de adaptación de la novela de Juan Marsé que finalmente dirigió Fernando Trueba-  o a las melodías  del western de la mano de Dean Martin. Las interpretaciones principales son magistrales, especialmente la de Coronado que realiza tal vez uno de sus mejores papeles con una personaje complejo y dual que termina fascinando especialmente en los momentos finales, y con un Manolo Solo que demuestra totalmente su valía como actor con otro personaje complejo y entrañable con una enorme hondura humana. También intervienen y muy, muy bien María León, Soledad Villamil, Mario Pardo, Dani Tellez, Helena Miquel, Josep María Pou y medios siglo después de El Espíritu Juan Margallo y Ana Torrent, quien interpreta a la hija de Arenas y realiza un curioso homenaje a su personaje en aquella obra magistral. Como magistral es también Cerrar los Ojos prueba de que entre nosotros sigue uno de los mejores cineastas vivos de todo el mundo

jueves, octubre 05, 2023

MONSTRUO (KAIBUTSU)

 


**** y 1/2

Encontrar películas con el esfuerzo narrativo y discursivo de esta no es nada fácil y por ello es una estupenda noticia la existencia de Monstruo, filme nipón que conquistó (merecidísimamente) el premio al mejor guión en el festival de Cannes. Detrás de ella se encuentra Hirokazu Koreeda, realizador japonés con títulos como Un asunto de familia o -la más reciente- la sorprendente Broker que rodó en Corea del Sur y que ha conseguido un trabajo encomiable y delicioso. Contando un relato centrado básicamente en las vivencias de dos de preadolescentes la película no solo aprovecha en tocar de manera notoria temas recurrentes en esa edad como el bulling, los maltratos y abusos de los padres, la incomprensión y soledad de algunos niños o la indefinición propia de la edad adolescente sino que traza una crítica a ciertos aspectos negativos  de la condición humana (la hipocresía, las mentiras, los prejuicios) de los que los y las menores de edad, sin pretenderlo, pueden ser víctimas por su vulnerabilidad. El hecho de presentar la historia desde diferentes vertientes y puntos de vista y además de una manera no lineal en el tiempo añade un plus en lo que es el impresionante espectáculo narrativo de la película, escrita por el galardonado Yuji Sakamoto. Aunque casi todo lo que aparece en Monstruo tiene un tinte totalmente dramático el mensaje final de esperanza y de redención encarnado en la figura de sus dos jóvenes protagonistas Minato (Soya Kurokawa) y Yosi (Hinata Hiiragi) resulta reconfortante y emotivo: un canto a al amistad por encima de todas las circunstancias.  

Frente a la historia de los chavales -centrada en un primer momento en Minato- se encuentran las situaciones de varios personajes adultos: Saori (Sakura Ando) la madre viuda de Minato, una joven preocupada por el comportamiento errático de su hijo de quein los profesores dicen que es un abusón y que además ha sido aparentemente golpeado por un docente; Makiko Fushimi (Yuko Tanaka) la directora del colegio desnortada por una desgracia familiar y por los últimos acontecimientos en el centro, y Hori (Eita Nagayama) un joven profesor del que recelan alumnos y el resto de maestros y que acusado de pegar al aparentemente conflictivo Minato comenzará a vivir un calvario y se convertirá en catalizador de los acontecimientos. Yosi, un crío sensible y con excéntricos intereses, es objeto de acoso escolar sin importarle eso demasiado, viviendo su vida al margen también de crudos condicionamientos familiares: se trata del personaje más logrado del filme resultando entrañable la composición del joven actor Hinata Hiiragi. Monstruo no escatima recursos para djar claros todos los matices de la historia y conmover al espectador con un muestrario de comportamientos muy identificables a nivel humano en cualquier latitud y pese las a veces curiosas peculiaridades  a ojos occidentales de la cultura japonesa. Un filme de orfebre que vuelve a poner de manifiesto el buen momento que vive el cine del lejano oriente. Estupenda fotografía urbana y costumbrista, interpretaciones magníficas…y la última banda sonora del gran Ryüichi Sakamoto, fallecido en el mes de marzo de este año: una despedida a la altura con una gran película.

viernes, septiembre 29, 2023

EL SOL DEL FUTURO (IL SOL DELL’ AVENIRE)

 

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Es clara la intencionalidad de este filme de mostrar el amor al cine, concretamente el que profesa su ínclito director y actor protagonista Nanni Moretti, uno de los cineastas italianos más reconocidos internacionalmente a nivel popular; pero no es este en realidad el propósito principal de El Sol del Futuro sino el de mostrar la dificultad de la búsqueda de la perfección intentando (o no)  adaptarse a los cambios y los nuevos retos de la vida. Moretti se desdobla en esta película en  Giovanni, un veterano director de cine dedicado en cuerpo y alma en la película que está rodando, un drama histórico ambientado en la Italia de 1956  en donde los miembros de la sección de un barrio romano del Partido Comunista Italiano tratan de ayudar a la troupe de un circo húngaro que actúa en roma mientras su país, descontento con el régimen comunista, es invadido por la Unión Soviética. Giovanni pese a las dificultades (y su cabezonería) va sacando al empresa adelante sin darse cuenta que su matrimonio con Paola (Margherita Buy) productora cinematográfica esta haciendo aguas y que todo esta afectando a su vida personal y familiar. El cineasta, por medio de su película, empezará a ser consciente de la necesidad de modificar posturas y actitudes y retroalimentándose con la ficción y sin perder en vista la realidad hará un pequeño examen de su vida hasta el momento donde una vez el cine, unido con la música, jugará un papel importante.

En esta película se apuesta por la comedia en la historia “real” de Giovanni y se recurre al tono crítico e irónico habitual de Nanni Moretti que tanto debe a Woody Allen (aunque sin obviar momentos más bien “irreales”), mientras que en la historia de la película que rueda (que es la que da título a este filme) y cuyas escenas vemos la mayor parte de las veces ya “rodadas” es un drama cuyas coordenadas van cambiando en determinados momentos conforme evoluciona el personaje de su director. Decir que este  ejercicio de metaficción, que en ocasiones resulta muy difícil en su plano narrativo esta magistralmente resuelto y sin que nada en absoluto chirríe, sin faltar homenajes a la música popular italiana del siglo XX y a cineastas como Fellini o De Sica, todo perfectamente insertado. La historia de los años 50 tiene además personalidad propia resaltándose allí el valor de la solidaridad y la colaboración al tiempo que trata de plasmar el papel crucial que tuvo el PCI en la sociedad italiana de los años 50 y 60 (mal que les pese a algunos),  algo que Moretti homenajea sin ambages y sin tampoco posicionarse panfletariamente. Bien rodada, magistralmente guionizada y con  interpretaciones a la altura de las circunstancias, Il Sol Dell’ Avenire  es una película esforzada y eficaz y de esas que pueden entusiasmar a públicos variopintos.