jueves, diciembre 14, 2017

LA LIBRERÍA (THE BOOKSHOP)



 
*** y 1/2

Que Isabel Coixet es la mas internacional de los cineastas españoles es algo que ya se sabía de sobra y que en cuanto tiene entre sus manos alguna coproducción internacional en inglés le sale su mejor cine también es conocido, pero siempre queda la sensación de que la directora catalana pudiese haber conseguido en muchas de sus películas algo más. Es el caso de esta estupenda y efectiva La Librería, un sugerente drama ambientado en el Reino Unido de principios de los 60 basado en la novela de Penélope Fritzgerald que funciona estupendamente en su mezcla de melodrama y crónica de tolerancia y lucha por la aceptación social pero que debido a unos altibajos en su ritmo y a la un tanto incompleta caracterización de algunos personajes no llega a cuajar como se presuponía al principio del metraje. Con todo, Coixet demuestra como siempre manejar con enorme maestría los entresijos del drama intimista y sabe adaptarse como nadie a la idiosincrasia espacio-temporal de la historia en cuestión dotando a la película un músculo narrativo casi perfecto. La historia de Florence (Emily Mortimer) una reciente viuda que decide abrir una librería en su pueblo de adopción, una pequeña localidad costera inglesa, es una crónica de lucha tenaz contra los prejuicios y por aquello que se cree con el trasfondo del amor a la literatura y a los libros. Florence, que decide abrir un inusual negocio para un entorno no excesivamente culto y todavía anclado en el provincianismo y con el anticuado concepto del rol de la mujer en la sociedad, ve como tras abrir su establecimiento sus intentos por normalizar este con la venta de libros en aquel tiempo tan controvertidos como Lolita de Nabokov o Ferenheit 451 de Ray Bradbury tienen que pasar por un proceso tan absurdo como farragoso y todo ello con el telón de fono de mezquinas envidias e intentos de desacreditación.     

El elemento psicológico, siempre tan presente en la directora, se encuentra aquí en la envidia y en la hipocresía social, representada por ciertos habitantes del pueblo que no toleran el progreso económico (y social) de Florence y el hecho de que su librería desestabilice el “equlibrio” de la localidad. El Sr. Brundish (Billy Nighy), el oscuro mejor cliente de la librería termina siendo crucial para el futuro del negocio y de la propia Emily, pero naturalmente nada será sencillo. Una buena dirección de actores y una cuidada ambientación en donde la librería y los ejemplares de finales de los 50 de famosos títulos se adueñan de la imagen del filme enalzan una película que sin ser de lo mejor de Isabel Coixet sabe como convencer al espectador más exigente sin necesidad de gran artificio dramático. Al final, un mensaje agridulce pero cargado de esperanza que nos muestra como las ideas geniales y rompedoras pese a las penurias que pueden costar terminan mereciendo la pena. Y mucho

domingo, diciembre 10, 2017

EL REALIDAD, NUNCA ESTUVISTE AQUÍ (YOU WERE NEVER REALLY HERE)



 
***

La cada vez más desaliñada  imagen pública y artística de Joaquin Phoenix parece supeditar su carrera y encasillarle en papeles oscuros, desastrados e inquietantes: esto ocurre en esta curiosa producción británica rodada en EEUU en donde el actor lleva prácticamente todo el peso específico de una historia oscura, violenta y de enorme contenido psicológico por otra parte nada reconfortante. Entre el thriller, el drama y la denuncia y con un trasfondo onírico de pesadilla casi lynchiano- aunque contenido- este resulta un filme tan sugerente como irregular y desde luego que no apto para un amplio público. La historia nos presenta a Joe, un antiguo soldado de oscuro pasado y evidente desequilibrio mental y emocional  que se dedica a ser una especie de mercenario y cazador de recompensas mientras los abruptos recuerdos de su infancia problemática y de ciertos espeluznantes acontecimientos de su pasado le persiguen literalmente provocándole alucinaciones en gran parte relacionadas con sus tendencias suicidas. Joe se dispone a liberar a la hija de un congresista secuestrada por una red de trata de blancas, un misión que al tiempo que parece ennoblecerle le hace proyectar su yo más violento, destructor y psicótico.

La crítica a un mundo hipócrita y corrupto representado por políticos que rozan la criminalidad y aparentes ciudadanos que en realidad se dedican a turbios asuntos aparece en este filme de una forma turbia y simbólica por medio también de recursos inusuales como flashbacks esquizoides, imágenes rápidas, tomas de vídeo de seguridad y en definitiva todo lo que habita en la atormentada mente de su protagonista, sin ahorrar imágenes impactantes, sanguinolentas o desagradables. La directora Lynn Ramsay demuestra ser una cineasta con bastante que decir y Phoenix realiza un interesante trabajo tal vez demasiado encorsetado a su ya comentada imagen. Es cierto que el filme tiene altibajos de intensidad y que sus recursos narrativos más insinuados que explícitos pueden resultar de difícil digestión a demás de resultar absurdamente pretenciosos en algunos momentos, pero el buen hacer se impone en la película en casi todo el metraje.