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El
mundo de la literatura en el cine ha tenido no muchas aproximaciones por lo que
es de agradecer que se recurra a dicha temática en unos tiempos que corren en
donde esto de la letra escrita y el leer no están precisamente en boga. Y
cuando lo que se nos cuenta es una apasionante historia real en donde la
creatividad, la pasión por escribir, las relaciones humanas tormentosas, los
demonios personales y el negocio puro y duro están incluidos, estamos de
enhorabuena ya que tenemos los mimbres de una gran película y por fortuna así
ha sido. La legendaria historia de la extraña y difícil pero fructífera
artística y comercialmente relación entre el editor neoyorquino Max Perkins
(Colin Firth) y el escritor Thomas Wolfe (Jude Law) (El ángel que nos mira, Del
tiempo y el río) se nos muestra en esta película de una manera
perfectamente narrada y sin ninguna concesión comercial en forma de melodrama
fácil y detalles manidos dentro del biopic cinematográficos. Con unos años 30
perfectamente retratados y una estupenda presentación de los personajes en
donde destaca el sentido práctico pero claramente superado por las
excentricidades de Wolfe del editor Perkins y el carácter vitalista, arrogante
y caótico de Wolfe, Genios es una película que se deja ver con entusiasmo pese
a que su ritmo no sea precisamente dinámico. Una soberbia puesta en escena y
unos sublimes momentos interpretativos- especialmente a cargo de Jude Law- realzan un filme que hará las delicias de las
historias ambientadas en periodos históricos convulsos - como es el periodo de
entreguerras- cuya impronta se dejaba ver incluso en la vida cotidiana.
En
el eficaz reparto figura la cada vez más cargante pero aún buena actriz Nicole
Kidman como Aline Bernstein, la amante y confidente de Wolfe cuya abrupta y un
tanto absurda relación queda excelentemente reflejada en el filme, Guy Pearce
como F.Scott Fritgerald, otro de de los geniales protegidos de Perkins y que
para este representaba todo lo contrario del
extravagante comportamiento de Wolfe, Laura Linney como Elaine, la
esposa de Max Perkins, y Dominic West como Hemingway, la tercera pata del
triunvirato cuya obra Perkins financió y que se convirtió en clave en la
historia de la literatura americana del siglo XX. Con momentos de drama
psicológico y comedia y sobre todo un marcado enfoque en las relaciones humanas
imposibles pero necesarias cuya descripción roza la perfección, Genius es un filme que no debe pasar
desapercibido aunque ya se sabe que la falta de promoción de este tipo de
películas, aún siendo producciones de Hollywood, juega en su contra.