jueves, junio 02, 2022

TOP GUN: MAVERICK

 

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La razón por la cual se ha hecho una muy tardía secuela de Top Gun (bajo, como no podía ser de otra manera, los auspicios de Tom Cruise) no es otra que la de la nostalgia, y esto se puede percibir de principio a fin de una película que poco aporta a aquel clásico ochentero que sin ser ninguna maravilla supuso un estéticamente interesante filme de acción que además marcó a  una generación de por entonces  jóvenes espectadores, puso de moda el cargante subgénero de cine de academias militares y, por supuesto, lanzó al estrellato a su protagonista. 36 años después Cruise retoma el personaje de Pete “Maverick” Mitchell en un filme que prácticamente recurre a la misma fórmula que el anterior con su prota más maduro, responsable, sabio y tal y tal pero básicamente tratando de transmitir el mismo ímpetu y rebeldía del joven Maverick sin demasiada credibilidad. Un deja vu que solo consigue una película mediocre salvada a veces con momentos de lucidez como sus espectaculares escenas áreas (más logradas que en la Top Gun original) y hechas además analógicamente- al menos eso se dice- y algún apunte dramático. Por lo demás, la consabida americanada militarista ya conocida marcada por un guión-cliché flojísimo en donde la premisa de los enemigos rebeldes (¿tambien americanos?) es para mondarse de risa por lo bizarramente increíble que resulta. Eso si, hará taquilla.     

Puede que de haber sido dirigida por Tony Scott (el director de la primera entrega fallecido en 2012) hubiésemos tenido otra cosa como mínimo más seria ya que un director del montón como Joseph Kosinski no se ha mostrado capaz de ofrecer algo más que el consabido despliegue de adrenalina de acción. Y tampoco ayuda demasiado un reparto que aunque voluntarioso lidia con personajes que no dan más de si, aunque el propio Tom Cruise se muestra muy seguro y convincente en el rol que el catapultó haciendo que el publico se encariña una vez más con Maverick, aquí un eterno capitán que no ha hecho carrera militar por su indisciplina y cabezonería que tiene que lidiar como instructor con un nueva generación de top guns ante el recelo de sus superiores. La baza dramática la juega el personaje de “Rooster” Bradshaw (Milles Teller), el retoño del Goose de la primera parte y miembro del nuevo escuadrón de Maverick cuyo choque con el protagonista se venía venir. Por otra parte la presencia de Jenniffer Connelly  como Penny, un nuevo personaje antiguo amor del protagonista, no pasa casi de lo anecdótico como también el reducido papel de Ed Harris; algo que no se puede decir de la aparición de Val Kilmer repitiendo su papel de Iceman ahora un almirante aquejado de cáncer (como lo tuvo el actor en la vida real y que le ha quitado el habla), uno de los mejores momentos del filme. Pero por lo demás, más y más de lo mismo, aunque como ya se sabe este tipo de películas encantarán a los más acérrimos seguidores del cine bélico y de acción. Hasta repite también en la BS Harold Faltermeyer ayudado por todo un Hans Zimmer sin que la música logre desprenderse de cierto halo ochentero revisionista (hasta vuelve al sonar el Danger Zone de Kenny Loggins). Y es que gran parte del cine comercial de los ochenta funcionó e incluso ha envejecido bien gracias a que fue un hijo perfecto de su tiempo, pero intentar revitalizarlo cuatro décadas después recurriendo a lo mismo es bastante estéril.   

martes, mayo 31, 2022

CINCO LOBITOS

 

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Una película puede ser grande siendo sencilla. Incluso un drama, género que parece casi siempre asociado a las magnas producciones. La debutante en el largo Alauda Ruiz de Azua ha conseguido una película honesta, realista, sensible y sobre hecha con mimo que nos recuerda que los principales dramas son los que vivimos cada día. En esta mirada profunda en donde confluyen los sentimientos encontrados en la maternidad primeriza y sus consecuencias más desagradables (y por desgracia cada vez más abundantes en la sociedad de hoy), la dificultad de las relaciones intergeneracionales entre progenitores e hijos y la actitud ante la muerte, nada chirría ni desentona y desde un guión claro y conciso contado con una naturalidad y cotidianidad pasmosa se nos dice que los más graves problemas están en uno mismo y que es necesaria una nueva actitud para vencerlos.                                     

Aunque el revestir el drama psicológico con una patina de costumbrismo familiar no es algo nuevo hay que admitir que dicha empresa no es siempre sencilla, y en este sentido Cinco Lobitos lo borda y además consigue conmover (y mucho) y hacer pensar, Nada de esto sería posible sin un reparto como el de esta cinta, que funciona como un reloj con unas interpretaciones muy creíbles y emocionales. Laia Costa encarna con rotundidad a Amaia, una treintañera que acaba de ser madre de una niña, Ane, y que ve como su carrera profesional se pone en peligro por su maternidad al tiempo que su pareja Javi (Mikel Bustamante) consigue seguir con su trabajo a costa de ausentarse de su familia durante largo tiempo y poner en impass la relación. Agobiada y superada por las responsabilidades que implica el cuidar de su bebé, Amaia se traslada durante una larga temporada a casa de sus padres en la costa de Bizkaia, pero la cosa no sale tan bien como ella esperaba: Begoña, su madre (Susi Sánchez, impresionante) no aprueba la falta de pericia de su hija con la maternidad ni lo mal que llevan ella y Javi la nueva situación en todos los sentidos y Koldo el padre (Ramón Barea, como siempre más que eficiente) se ve absorbido por el conflicto pese a sus buenas intenciones y no tardará en mostrar debilidad. Para colmo, secretos del pasado resurgidos amenazan con dañar también la relación entre Koldo y Begoña, hasta que un hecho fortuito hará replantearse las cosas a todos los personajes. Sentimientos, sensaciones, situaciones y conflictos conocidos por todos nosotros desfilan por esta película, cuyas múltiples viñetas están entrelazas sin fisuras y llevando a un mensaje claro de esperanza. Una de las mejores películas españolas en lo que llevamos de año y que además anuncia una nueva excelente cineasta.