viernes, noviembre 13, 2020

REGRESO A HOPE GAP (HOPE GAP)

 


***                                                                                                

La mezcla de un buen guión de drama con actores de relieve rara vez da malos resultados, tal y como demuestra este filme británico, adaptación de la obra teatral The Retreat of Moscow. Un drama familiar que no se queda en eso y avanza hasta una reflexión de doble vertiente sobre la condición de padres e hijos por un lado y lo que sustenta a la relación de pareja por otro. Puede que tal ambiciosas intenciones no encuentren una plasmación plenamente convincente en este filme, pero el esfuerzo mediante el estupendo trabajo del trío protagonista es más que de recibo y proporciona un melodrama intenso, serio y realista. El propio autor de la obra original, William Nicholson es quien la adapta a la pantalla combinando los consabidos interiores escénicos de este tipo de cine con hermosos paisajes de la costa inglesa en el condado de Sussex: un acierto el no ceñirse a la rigidez  teatral convirtiendo además al landscape en un personaje más, aunque son las conversaciones entre los personajes los que dan sentido y profundidad a la cruda y emotiva historia que se nos cuenta.

La separación de una pareja madura (Annette Beninig y Bill Nighy) se ofrece principalmente bajo la visión del hijo de ambos, un joven de cerca de 30 años (Josh O´Connor, que ya coincidió con Nighy en la reciente Emma) ya independizado que no comprende la decisión de su padre, el principal impulsor de la separación, ni la actitud errática y pésimamente resignada de su madre, quien pese a todo veía indicios del fracaso del matrimonio y al final terminará admitiendo la nueva situación de una manera sui géneris y desesperada. La propia esposa, Grace, se lamenta del poco interés de Su ex marido Edward por arreglar la situación mientras que él trata de vivir su nueva situación como puede en compañía de otra persona. Pero a ambos les preocupa la situación emocional de su hijo Jamie, quien trata de establecerse como un desesperado puente entre ambos quienes a su vez se encuentran también al borde del colapso emocional. Sin momentos de lágrima fácil y si con emoción contenida y cierto aliento poético, el filme convence con creces y conmueve pese a no ser una gran película.  Al final deja buen sabor de boca y a su modo un margen de esperanza, algo que siempre es de agradecer en el drama de ficción.     

lunes, noviembre 09, 2020

SENTIMENTAL

 


 

 ** y 1/2                                                                                           

Intentar adaptar una obra teatral en la gran pantalla siempre ha sido un reto superlativo y apasionante para cualquier cineasta por la dificultad que esto entraña. Si se consigue con solvencia el resultado suele ser una obra maestra, si se fracasa oscilaremos entre la mera insuficiencia y el bodrio. Cesc Gay, realizador catalán con estupendas películas en su filmografía (En la ciudad, Una pistola en cada mano, Truman)  pese a partir de una obra de teatro propia (Los vecinos de arriba) y dominar tanto el medio teatral como el cinematográfico, por desgracia no ha conseguido ninguna obra redonda. Una pena porque el material de partida, una comedia de cuatro personajes en donde las relaciones de pareja y las diferentes maneras de vivir la sexualidad dentro de esta es el tema central era un buen punto de partida para un filme divertido y sobre todo inteligente dada la mordacidad de los diálogos, además de dar la oportunidad de presenciar esforzados tours interpretativos dentro de un reparto limitado y por consiguiente omnipresente. Pero Sentimental no sabe aprovechar la versatilidad de sus intérpretes, su estilo narrativo no resulta muy creíble y en definitiva y pese a contar con muy buenos momentos no termina de ser más profunda de lo que promete ser en varios instantes optando más por la caricatura que por la verosimilitud, aunque el costumbrismo realista, muy bien conseguido, esta presente en todo momento especialmente en los diálogos.

Las obras de teatro con matrimonios como protagonistas (dos a ser posible) han dado mucho de si y el séptimo arte ha tomado siempre buena cuenta de ello tanto en drama como en comedia. En esta ocasión nos escoramos hacia lo último sin desdeñar ciertos elementos dramáticos aunque sin la intensidad necesaria para lograr algo más que una comedia leve y simpática. Diversión no le va a faltar al espectador, pero si busca algo más una vez haya captado las premisas mas serias que la película plantea se sentirá decepcionado. El cuarteto de actores esta soberbio, eso si, demostrando la habilidad de Gay para dirigir intérpretes: Un matrimonio en plena crisis, el formado por Julio (Javier Cámara, actor fetiche de Cesc Gay) y Ana (Grisela Siciliani, actriz argentina que resulta todo un descubrimiento) ha invitado a cenar la no hace mucho instalada pareja de vecinos del piso de arriba Laura (Belén Cuesta) y Salva (Alberto Sanjuán) cuya única referencia para ellos es su frenética actividad sexual audible desde el domicilio de Julio y Ana. La invitación, idea de ana, es recibida con fastidio y resignación por Julio en un momento en que dicha pareja no pasa por el mejor momento en su relación. Ambos matrimonios, tratando de conocerse mutuamente en un ambiente entre hostil, hipócrita y cargado de cortesías impostadas descubren que tienen poco en común, pero la peculiar visión del sexo de Salva y Laura empieza a convertir la reunión en una bizarra bomba a punto de explotar.

La intensidad cómico-dramática del filme va subiendo conforme la trama avanza pero el climax final resulta flojo y sin chicha. Es perceptible que el reparto ha disfrutado de su trabajo pero la falta de verosimilitud de algunos momentos hace caer a la historia en el tópico y a veces en el estrambote. Con todo, la película entretiene bastante y se disfruta con su mala uva y su costumbrismo urbano fácilmente proyectable en la vida cotidiana de muchos. Una pena que resulte tan floja su faceta de exploración de las miserias de la vida conyugal, pero sólo por los motivos expuestos antes y por el trabajo actoral merece verse este filme aunque sea solo para pasar un buen rato.