domingo, diciembre 17, 2023

LA SOCIEDAD DE LA NIEVE

 

**** y 1/2

Ya se ha contado otras veces la historia de la llamada tragedia de los Andes en el cine y pocos esperaban ya que se hiciese el filme definitivo sobre el tema pero se ha hecho y esta vez casi imposible será ya superarlo. JA Bayona, por ahora el director español más internacional, ha conseguido con La Sociedad de la Nieve no solo una historia de supervivencia conmovedora, tensa y emocionante sino un trabajo cinematográfico superlativo desde principio a fin con el que el realizador catalán demuestra que es un narrador eminente y un realizador superdotado que necesitaría películas de pretensiones mayores de las que ha venido filmando hasta ahora- salvo esta última que debería marcar para él un punto de inflexión- y dejarse de impersonales encargos hollywoodienses para demostrar su verdadera y enorme valía. Aquel accidente aéreo acaecido a finales de 1972 con un grupo de jóvenes jugadores de rugby uruguayos y amigos y familiares en el que quedaron al final dieciséis supervientes de 45 personas sobreviviendo durante dos meses al frío, avalanchas y especialmente la falta de alimento que solucionaron comiendo los restos de los otros viajeros fallecidos es uno de los relatos reales más increíbles apasionantes -y también controvertidos por su recurso a la antropofagia- del siglo XX y Bayona, tomando como punto de partida el libro homónimo del periodista uruguayo Pablo Vierci, ha logrado un filme que verdaderamente ha captado magistralmente todos los matices y aristas de aquella epopeya que demostró que el espíritu y la voluntad humana sencillamente no tienen limites, rehusando a centrarse en protagonistas concretos y otorgando al colectivo de supervivientes un protagonismo global que concuerda más con el alma de aquella epopeya en donde los jóvenes formaron efectivamente una especie de sociedad, comunidad en donde alimentarse con los cuerpos de otros que eran amigos o familiares fue casi un ritual en donde los fallecidos ayudaron en la supervivencia de los otros. 

Tal vez el acierto definitivo haya sido cambiar la fuente de la crónica, ya que tanto en la primera aproximación cinematográfica al tema la mexicana  Supervivientes en los  Andes (1976)- un truño olvidable- de René Vardona como la estadounidense Alive (1993) de Frank Marshall- puro Hollywood-  toman como punto de partida el libro ¡Viven! que escribió Piers Paul Read en 1974 y en dicho trabajo no hay una investigación tan perfeccionada como en la obra de Vierci; no obstante claro está que la propia habilidad de Bayona ha hecho el resto. Un reparto de jóvenes intérpretes uruguayos y argentinos realiza un esforzado trabajo dando dramatismo, humanismo y todo el catálogo se situaciones humanas que puedan vivirse en una situación límite no solo con total credibilidad sino haciendo que captemos todo el dramatismo de la situación. Rodada en los auténticos andes argentinos y chilenos (en Chile del punto donde se produjo el accidente real), en Uruguay en la Sierra Nevada española para otras escenas en loa helada cordillera andina, la película muestra un esfuerzo técnico pocas veces visto en el cine español incluyendo magníficos efectos de maquillaje y unos efectos especiales mucho más que de recibo donde destaca la espectacularidad y credibilidad  de la escena del accidente del Vuelo 571: los pelos como escarpias. Pero esta no es una película de catástrofes y la espectacularidad está más bien centrada en la suntuosa fotografía de Pedro Luque - paisajes, tomas aéreas- y en una puesta en escena que se esfuerza y logra en ser todo lo real que peude cuidando hasta el más mínimo detalle en cuanto a atrezzo, decorados (muy buena reconstrucción del avión siniestrado), vestuario, maquillaje, efectos digitales…hasta se recrean las célebres fotos que los supervivientes hicieron durante sus más de dos meses de calvario.

Si, la historia de Roberto Canessa (Matías Recalt), Nando Parrado (Agustín Pardella), Arturo Nogueira (Fernando Contigiani), Numa Turcatti (Enzo Vogrinic), Gustavo Zerbino (Tomás Wlf), Marcelo Perez (Diego Vegezzi), Carlitos Paéz  (Felipe González Otaño), Coco Nicolich (Blas Polidori) y otros más ya es conocida por mucha gente, pero con esta película ya se puede decir que se ha reflejado el verdadero sentido de esa historia: sufrimiento, lucha, fe en uno mismo, amistad. Una crónica épica y humanista, curiosamente vista desde el punto de vista de uno de los primeros fallecidos quien realiza una poética narración, que en manos de Bayona es cine con mayúsculas.