jueves, mayo 05, 2022

DONDE ESTA ANNE FRANK (WHERE IS ANNE FRANK)

 

*** y 1/2

Aunque se sitúa en una despistante posición intermedia entre la animación para adultos y la dirigida al público infantil, este largometraje belga sale victorioso en su intento bastante arriesgado de ofrecer una enésima nueva plasmación de la historia de Ana Frank, esta vez bajo un prisma más contemporáneo y engarzado con la situación social europea actual. La fantasía es el insólito recurso (en este contexto) con el que el director israelí Ari Folman (Waltz with Basir) se aproxima a la figura de la célebre joven holandesa de origen judío que narró en su menos famoso diario las vicisitudes de ella y su familia ante el horror nazi en los Países Bajos ocupados en la II Guerra Mundial, una apuesta que pese no estar exenta de tópicos sobre todo para atraer al público más joven sale bien y ayuda a reactualizar la historia contando además otra paralela (esta vez original). Folman, ya asentándose en producciones internacionales, se postura como un director todoterreno, original y siempre dispuesto a sorprender aunque este filme no sea una obra maestra.  

El no saber a ciencia cierta si estamos ante una película para adultos o para el público familiar- se transita demasiado alegremente en unos y otros momentos- es tal vez uno de los lastres de un filme que como trabajo de animación cumple y con creces  desde el aspecto técnico ofreciendo una experiencia visual muy grata: mezcla de animación tradicional y por ordenador con algún escenario de imagen real, movimientos y  puesta en escena realistas, personajes e imágenes estilizadas y limpias desde un concepto caricaturesco inspirado en el cómic francobelga y la Línea Clara del noveno arte, escenarios bellos y trabajados y en definitiva una pequeña y bella delicatessen formal. Se percibe también la huella del Gerald Scarfe de Pink Floyd The Wall cuando se muestra a los nazis y a diversos horrores varios y también es perceptible cierta huella anime en su tono fantasioso y simbolista cortesía de Hayao Miyazaki. El protagonismo en este filme cae en un personaje inventado por la propia Frank, el de Kitty, la amiga imaginaria a la que dirigía las entradas de su diario que toma la forma de una adolescente pelirroja que se materializa desde las páginas del propio diario expuesto en el museo memorial de Ana Frank. Kitty, que en flashbacks de la vida de Ana se le aparece a esta también de forma material, se encuentra en 2022 sin saber que ha pasado con su amiga y creadora y sin saber de que va este siglo XXI y decide robar el diario del museo para encontrar pistas ayudada por Peter, un chaval de la calle, mientras es perseguida por la policía de Ámsterdam como una adolescente ladrona loca. El encuentro de Kitty con menores refugiados que viven un drama similar al de Ana, hace comprender a la irreal muchacha que en realidad no muchas cosas han cambiado en el mundo en ochenta años.

Las reflexiones de Ana Frank sobre la naturaleza humana, los momentos más memorables de la trágica historia los Frank o el legado actual de su testimonio y su significación en la historia universal como un ejemplo de intento de supervivencia frente a la sinrazón y la intolerancia aparecen en este filme que trata de abarcar todo lo que ha significado Ana Frank y su diario de una manera muy loable y emotiva sobre todo en su vertiente más poética  pero también demasiado esquemática y por ello carente de la profundidad que requería la empresa siendo por ello meramente una introducción de Ana Frank a no iniciados y al público más joven. Con todo, estamos ante un estupendo filme animado que muestra como este medio es idóneo para expresar sentimientos, sensaciones y símbolos.