domingo, febrero 18, 2024

PRISCILLA

 



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Todavía relativamente reciente el Elvis de Buz Luhrmann la figura de Elvis Presley vuelve a asomarse por la gran pantalla, pero esta vez desde un prisma diferente ya que Sofia Coppola se ocupa en su nueva película de la esposa del “Rey”, Priscilla Wagner, conocida internacionalmente como Priscilla Presley. Con el beneplácito de la viuda de Elvis, que es productora ejecutiva de la cinta, y basándose en su libro de memorias Elvis and Me, la ilustre heredera del clan Coppola firma un biopic bien hecho, voluntarioso y que como gran acierto va directamente al grano: el mostrar la infelicidad de la joven esposa en su matrimonio con una gran estrella del show bussiness; pero sin embargo la cinta se percibe como coja en muchos aspectos. Es cierto que la joven Cailee Spaeny pone toda la carne en el asador para dar vida a Priscilla entre los 14 y los 29 años (la actriz cumple este año 26 años) y ella es prácticamente toda la película y que la ambientación en los 50, 60 y 70 es perfecta, pero tal vez lo poco dinámico de la escenografía (casi todo pasa en la mansión de Graceland ) y lo un tanto obvio y manido en la descripción de la relación tóxica del matrimonio (ninguneo, ausencias, algún conato de violencia) solo consiguen que Priscilla sea un buen filme a secas y eso que Sofia Coppola da muestras a que no renuncia a ser un autora y de vez en cuando haya destellos de su buen hacer y genialidad hereditaria. Y tampoco es que la interpretación del australiano de origen vasco Jacob Elordi como Presley, demasiado plana aunque esforzada y a bastante distancia de la que hizo Austin Butler, sea lo que necesite la película. Para más inri, casi no se oyen canciones del artista en todo el filme por problemas con los derechos, lo que lo lastra irremediablemente (la cosa se compensa con un buen puñados de clásicos de los 50 y 60 en la BSO). Pero que nadie se asuste, porque en Priscilla hay buen cine y una aproximación bastante esforzada a la realidad de Elvis, Priscilla y el complejo mundo que se urdió entre ambos.

La historia comienza en Alemania en 1959 con una adolescente Priscilla a la que la ya famosísima estrella del Rock le termina cortejando iniciando una relación casi secreta que no culminará realmente hasta la boda de ambos en 1967. Tutelada durante largo tiempo por el propio Elvis y el padre de este, la joven Priscilla tuvo que madurar a marchas forzadas pero jamás tuvo en su marido una relación amorosa propiamente dicha. Todo esto aparece muy bien reflejado en la película, en donde se presta especial atención a todo el séquito de colaboradores, parientes, amigos, músicos, y empleados que rodeaban a Elvis en su vida más o menos doméstica, en la cual Priscilla a duras penas encaja. Como biopic, la película triunfa y es convincente, lo mismo que como drama intimista, pero se echa en falta más emoción y algún momento verdaderamente de gran cine. Pero como opción de ver algún buen filme en los próximos días, Priscilla no defraudará.