lunes, octubre 24, 2022

MIRA COMO CORREN (SEE HOW THEY RUN)

 


*** y 1/2

Ante la imposibilidad de que The Mousetrap (La Ratonera) -la celebérrima obra teatral de Agatha Christie representada en Londres casi de manera continua desde 1952- tenga su adaptación cinematográfica ya que por cláusula contractual esta no puede hacerse hasta seis meses desde que deje de representarse (algo que no se sabe si algún día sucederá) aquí tenemos un curioso y delicioso pastiche en forma de esta comedia-thriller cuyo marco es precisamente una de las primeras representaciones de dicha obra contando una historia ficticia: en el Londres en 1953 tiene lugar un director de cine estadounidense Leo Kopernick (Adrien Brody) que pretende llevar a la gran pantalla la obra de Agatha Christie es asesinado en el escenario vacío del teatro donde se representa coincidiendo con la representación número 100.  Huelga decir que estamos ante un homenaje al mundo de la Christie pero no solo eso: un ejerció de metanarración principalmente desde la perspectiva cinematográfica (pero también bajo premisas del mundo teatral, ya que este campo recibo lógicamente su (logardo) homenaje) que busca el guiño cómplice del público sin dejar de ser una historia detectivesca de whodonnit (como La Ratonera) y un comedia satírica que parodia el cine negro, la ficción policiaca y detectivesca y el tono del cine de crímenes de los cincuenta. El resultado ha sido bastante satisfactorio aunque sin excesivo sentido del riesgo en una película entretenida y a ratos sublime pero que a veces puede pecar de predecible incluso en sus momentos de homenaje y en su pretendida vocación manierista. Ene se sentido se aprecia cierta influencia de Wes Anderson (en un tono más contenido) e incluso de almodóvar, referencia confesa del director, aunque eso sí en todo en un tono deliciosa y genuinamente british.  

Tom George dirige con clase y oficio un reparto coral eficaz con nombres de relieve de la escena teatral británica algunos no muy conocidos para el público fuera de las islas. Además del norteamericano Adrien Brody los otros rostros más o menos célebres corresponden a la pareja de policías protagonistas: el también yanqui Sam  Rockwell dando vida al embarullado inspector Stoppard, encargado de investigar el crimen y la irlandesa Saoirse Ronan como la agente Stalker, una joven policía de Scotland Yard aparentemente ingenua pero que casi siempre resulta más eficaz que Stoppard. En la historia nos encontramos con personajes reales como los actores Richard Attenborough (Harris Dickinson) y su esposa Sheila Sim (Pearl Chanda) o incluso la propia Christie (Shirley Henderson) interactuando con otros ficticios en una historia retorcida y con sus consabidos giros de guión que busca la entrega inteligente del espectador. La acumulación de los tópicos de las historias de crímenes y detectives y de la propia literatura de la escritora homenajeada aunque necesarios y oportunos puede que no siempre funcionen con eficacia pero el desarrollo de la película sabe mantenerse a flote y al final se puede decir que la película convence incluso a aquellos que en algunos momentos les cueste digerir el tono metarreferencial de la película. Se dice que puede haber secuela con los protagonistas, pero sinceramente lo mejor sería dejarla así, como una pequeña y modesta joyita.