martes, noviembre 27, 2018

SUPERLOPEZ



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Esta claro que el cine español tiene varias limitaciones a la hora de hacer adaptaciones de cómics patrios; más que de presupuesto (circunstancia que hace tiempo era insalvable) se trata ahora de adaptabilidad, ya que sin ir más lejos la histórica escuela del cómic humorístico español con las creaciones de la mítica editorial Bruguera a la cabeza, por sus propias características muy difícilmente se podría trasladar al cine de acción real con exactitud y credibilidad. Pero desde hace unos años varios personajes de Bruguera han visto adaptaciones al cine con personajes de carne y hueso con mayor y menor fortuna -aunque muchas veces saliéndose bastante de la premisa original de los cómics en cuestión- y solo era cuestión de tiempo que una historieta tan sugerente y con cierto seguimiento de culto como Superlópez, de Jan (Juan López Fernández) tuviese su película. Especialmente ahora con una evidente sobresaturación de cine de superhéroes en donde esta parodia de Superman con característicos elementos de humor del absurdo y crítica social a priori debería aportar sano humor, ironía y esperpento a la española tal y como las geniales viñetas originales del personaje hacían. Jesús Caldera, que ya había llevado al celuloide a otro personaje de la factoría Bruguera, Anacleto agente secreto (2015) con olvidables resultados es quien se encarga con habilidad y oficio de llevar a buen puerto esta difícil empresa con interesantes resultados que sin embargo puede que no convenzan a muchos fans del cómic creado en 1973 (aunque se impulsó en 1979) por las ciertas licencias que se toma con la fuente original.



Se puede decir que pese a todo la fidelidad con respecto al cómic original es esforzada; es cierto que no se adapta la historia de ninguno de los álbumes de Superlópez, pero se consigue mantener el espíritu estrafalario y de surrealismo de tinta china mezclado con el costumbrismo ibérico en la estética de la película, en donde unos más que correctos efectos especiales y un pintoresco diseño de producción que en no pocos casos remite al universo de Jan consiguen que esta sea una película disfrutable y muy digna en su doble vertiente de comedia y filme de acción fantástico con la parodia de los superhéores (y de Superman concretamente) como telón de fondo sin olvidar el trasfondo de crítica social de las viñetas que aquí aparece eso si algo desdibujado. Un eficaz y divertido Dani Rovira encarna a Juan López / Superlópez, un gris contable treiantañero barcelonés que descubre que en realidad es un extraterrestre con poderes sobrehumanos enviado a la tierra cuando era un bebé desde el planeta Chitón y adaptado en Cataluña por los López (Pedro Casablanc, omnipresente últimamente y Gracia Olayo), un modesto matrimonio de currelas, y pese a los problemas que sus superpoderes le dan a lo largo de su vida evitándole ser una persona normal y tratando de ocultarlos, no tardará en recibir un mensaje de su verdadero progenitor alienígena (Enrique Villén) en el que le indica que debe luchar contra la amenaza que supone Ágatha (Maribel Verdú) otra chitoniana que camuflada como una poderosa empresaria de la tecnología doméstica pretende dominar la tierra y alcanzar el poder en Chitón. Luisa Lanas (Alexandra Jiménez) la temperamental novia de Juan y Jaime González (Julián López), su cretino pero vulnerable compañero de trabajo, acompañarán a  nuestro confundido y a su pesar héroe en esta aventura iniciática que cubre con tino un episodio, el de la conversión heróica de Superlópez, que los tebeos de Jan no recogían.



Con divertidos aunque desiguales gags y diálogos hilarantes, la película en definitiva toma en cierto modo otros caminos diferentes del cómic sin perder su esencia, así como cambios significativos (Superlópez no es una personalidad secreta para el resto de ciudadanos, desaparece aquel personaje del jefe calvo y de negro y ahora Jaime es el jefe directo de Juan) se antojan lógicos y reforzadores de coherencia a la historia. Puede que falte más acción y aventura y que se echen en falta más homenajes- aunque los hay- del tebeo original, pero en si la película cumple a pies juntillas su propósito de entretener, divertir y rendir pleitesía a un cómic histórico español. El reparto cumple en general - Alexandra Jiménez está muy bien pero Maribel Verdú no termina de funcionar como una manida villana tebeística paródica y las referencias bufas a filmes como el Superman de Richard Donner, el Flash Gordon de Mike Hodges o el Dune de David Lynch resultan muy acertadas. Y el mensaje que se da en el filme no puede resultar más oportuno y demoledor: en España no hay que destacar en nada porque si no, te dilapidan.