martes, agosto 11, 2020

LA CAZA (THE HUNT)

 

 

** y 1/2 

 

El intento de hacer un thriller de persecución original, fuera de tópicos y con cierto comentario-político social con pretensiones de no dejar indiferente al espectador se ha saldado de manera sencillamente correcta pero insuficiente. Estos eran los propósitos de The Hunt, una cinta muy bien rodada y con un guión inteligente que aúna el terror, la acción, la intriga y la crítica social con alguna pincelada de comedia y cierto tono exagerado, grandguiñolesco y autoparódico  en donde no se desdeñan escenas gore y una violencia tarantiniana salida de madre. Puede que surjan comparaciones con Parásitos, aunque las diferencias estilísticas y temáticas de los dos filmes son evidentes además de estar esta cinta estadounidense  lejos de ser una gran película como aquella y caer en el error de tomarse demasiado en serio a si misma.

 

El tema de las cacerías humanas ya había sido tratado en el cine varias veces y en ese sentido la historia que se nos cuenta, la de una importante compañía (no sabemos de que) que se dedica a secuestrar personas anónimas para soltarlas en los páramos de un país extranjero (en este caso en el Este de Europa) y darles caza de manera casi invisible con diferentes armas, puede que no constituya ninguna novedad en sí. No obstante, la excelente estructuración de los esquivos personajes de la historia y el hecho de tratar de jugar al despiste con diferentes e inesperadas muertes sin que sepamos en que personajes se centra la película, es una buena baza que la película explota con inteligencia: esta es una ventaja de contar con un reparto casi desconocido a excepción de Hillary Swank  que interviene en un papel fundamental que al final resulta bastante decepcionante pase que la actriz trata de dar lo mejor de si misma. No falta suspense muy bien trabajado, momentos sorprendentes, interesantes interpretaciones (como al de Betty Gilpin, la auténtica protagonista), acción bien medida (aquí el elemento paródico del cine de se género es más evidente) y curiosos homenajes como el que se hace a George Orwell, pero falla todo relacionado con la crítica a la deshumanización, al poder de las redes sociales, y al tergiversado mecanismo de los bulos-antibulos, temas muy interesantes que la película presenta de manera muy simplona. La mezcla de géneros, un tanto anárquica para el público medio, puede que tampoco haga funcionar a la película, lo que no impedirá que guste a muchos espectadores.