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Era cuestión de tiempo esperar la segunda entrega de
la versión cinematográfica de la “Trilogía del Baztán”, fenómeno editorial surgido
de la pluma de Dolores Redondo que en 2017 tuvo la adaptación de su primera
novela El Guardián Invisible, y la
verdad es que cumple las expectativas…pero nada más. De nuevo con Fernando González
Molina como director, Luiso Berdejo
adaptando la segunda entrega de las andanzas de la inspectora Amaia Salazar y
repitiendo con enorme solución de continuidad toda la atmósfera de la primera
película - también localizada en su mayoría en el evocador Valle del Baztán del
norte de Navarra- Legado en los huesos
se antoja menor que la primera parte y reincide (aunque no cabía esperar otra
cosa) en la explotación de los clichés del thriller anglosajón ofreciendo finalmente
una película de intriga policial con elementos fantásticos y costumbristas muy
apañada y sin relieve. Se hecha en falta aquel tono lynchiano y de homenaje al
terror sobrenatural de la primera entrega y por si fuera poco el Baztán ya no
tiene el protagonismo que tenía en el filme anterior, relegado a un escenario simplemente
intercambiable en donde el sustrato etnológico y mitológico de las novelas
originales aquí no llega ni a la categoría de mcguffin. En ocasiones parece que
estamos viendo un telefilme o el episodio de una serie de televisión gran parte
por culpa de un guión en esta ocasión no tan inspirado y con bastantes agujeros
ausentes de la fuente original que solo consiguen despistar al espectador.
Sin embargo, a favor de esta película hay que decir
que logra mantener la tensión, tiene interesantes escenas en la mejor tradición
del thriller noir y su puesta en escena y dirección de producción es
sencillamente impecable, tal vez mejor que en El Guardián Invisible pero con la circunstancia de escenario de la
historia es sencillamente anecdótico. No hay nada que reprochar a un reparto
eficaz encabezado una evz más por la solvente Marta Etura en el papel de la
inspectora Salazar y en donde volvemos a encontrarnos a Itziar Aizpuru, Pedro
Casablanc, Elvira Mínguez, Patricia López Arnaiz, Carlos Librado o Susi Sánchez,
de nuevo impresionante como la siniestra madre de Salazar, mientras que se incorporan
Imanol Arias y Leonardo Sbaraglia, los cuales casi pasan desapercibidos. La
siguiente y última entrega, Ofrenda a la
tormenta, ya está rodada y no tardará en llegar aunque nada hace presagiar
gran cosa.