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Edgar
Allan Poe (1809-1849) vuelve al cine y la cosa ha salido bien, pese al miedo y
las reservas que podía provocar el hecho de rodar un thriller basado en datos
fantaseados de la vida del gran escritor norteamericano del siglo XIX, el
hombre que modernizó -y creó a su manera- el género literario terrorífico y de
suspense bajo premisas del romanticismo decimonónico. Precedentes similares en
la pantalla en lo que respecta a utilizar personajes históricos o reales como protagonistas
de historias ficticias no auguraban nada bueno, pero The Raven – titulada como el famoso poema del autor, aunque lo que
se narra en este película no estrictamente tiene relación directa con lo que se
contaba dicho poema- es un interesante filme de misterio que sin ser ninguna
maravilla y con alguna concesión a la comercialidad sabe rendir adecuado
homenaje a Edgar Allan Poe y a su universo de oscuridad, crímenes truculentos,
personajes atormentados, miedos metafísicos (como el enterramiento en vida),
deducción lógica, aliento romántico y desesperados amores imposibles. Al final
puede que resulte una especie de guía de Poe para los no iniciados en la obra del
autor de Baltimore, pero bienvenido sea este tributo dignamente dirigido por
James McTeigue (V de Vendetta) y con
un más que corrector John Cusack en el papel del escritor.
La
historia parte de la premisa de ser una recreación fabulada de los últimos días
de Poe, cuya prematura muerte a los 40 años en 1849 continúa siendo un misterio
por las extrañas y aún no aclaradas circunstancias que rodearon al escritor en
los días previos a su fallecimiento. Aquí se nos dice que en esos días una oleada de crímenes salvajes
y macabros sacudió la ciudad de Baltimore, todos ellos inspirados en relatos de
Edgar Allan Poe. Así, en el filme se convocan irrepetibles momentos de relatos
tan evocadores como El Pozo y el Péndulo,
El Misterio de Marie Roguet, Los Crímenes de la Calle Morgue, El
Corazón Delator o La Máscara de la
Muerte Roja, además de tener su momento poemas como Annabelle Lee o por supuesto El
Cuervo; es decir, palabras mayores en la historia de la literatura en
inglés. Y llegados aquí, es inevitable referirse al legado de los filmes que el
gran Roger Corman, el mago de la serie B, rodó en los años 60 basados (muy
libremente eso sí) en diversas obras de Poe la mayoría con el irrepetible
Vincent Price como protagonista: El
Cuervo, La Caída de la Casa Usher,
La Máscara de la Muerte Roja, Historias de Terror, El Péndulo de la Muerte… que no se
preocupen los fans de esos filmes, que más o menos están también homenajeados
aquí por medio de un sugerente ambiente gótico-romántico aunque no tan logrado
como el que Corman consiguió. La película puede que a ratos parezca una versión
decimonónica de Seven además de
contar con un guión un poco vago en algunos aspectos y con algunos agujeros,
pero sabe mantener la tensión sin recurrir a demasiados artificios y, lo que es
más importante, respeta en todo momento el legado y el mundo de Poe hasta el
punto que a buen seguro hará disfrutar a sus incondicionales. Una ambientación
cuidada y unos personajes bien perfilados (especialmente el del policía Fields,
interpretado por Luke Evans) consigue
elevar el tono del conjunto, aunque se echa en falta una mayor perfilado en el
personaje de Poe, que pese al buen trabajo de Cusack, podía haber dado mucho
más de sí. La resolución final quizás sea un tanto floja de la misma manera que
su conexión con la muerte de Poe no sea muy fiel a los datos que se conocen, pero
en fin: que se trata de una película muy entretenida y efectiva y ya solo por
eso y su tema es una opción más que válida para una tarde de cine.