En 1964 comenzó la
carrera artística de uno de los más grandes e influyentes humoristas gráficos
españoles de todos los tiempos, Antonio Fraguas De Pablo, Forges (Madrid, 1942).
Un dibujante con un estilo gráfico y humorístico personal e intransferible que
desde hace medio siglo ha calado hondo en la memoria sentimental de españoles y
españolas y en la cultura popular ibérica. Aquí mostramos un “de la A a la Z”
que trata de resumir las claves de la carrera de Forges en 27 palabras. Un
homenaje a un gran maestro
Actualidad: Forges siempre ha sido un humorista
gráfico inspirado en la actualidad política y social, especialmente española
aunque también la internacional, sobre todo en los últimos tiempos. Desde
sus comienzos en los años 60 en revistas como la histórica La Codorniz o en
diarios como Arriba, Pueblo o Informaciones (aunque en aquella época de una
manera más tibia y velada a causa de la censura franquista), Forges ha acostumbrado
a reflejar en sus viñetas las noticias del día, los temas de la más rabiosa
actualidad y su propio opinión sobre los aspectos más candentes de la sociedad
española o de la situación internacional. Un humorista inmediato y de gran
sagacidad que siempre ha hecho gala de un sentido crítico que mucha veces va
más allá del humor cuando se torna simbolista y a veces incluso poético y por
que no, amargo cuando tiene que mostrar las consecuencias de situaciones
especialmente desagradables. Una revisión de sus viñetas - especialmente de las
publicadas en prensa diaria- a lo largo de sus 50 años de trayectoria nos
muestra todas las circunstancias de
historia de España reciente: la lentitud de la burocracia, el
anquilosamiento de los últimos años del
franquismo, los dilemas del español medio en la transición, el boom de la
televisión, la llegada de la democracia, el auge de los yuppis y la cultura del
diseño, la pasividad de la burguesía, la corrupción de la clase política…A
veces desdramatizador, otras sarcástico, otras tierno, indignado, esperanzado. Es
precisamente el poso de optimismo y esperanza que muchas veces transmite en sus
viñetas cómicas el que consigue la complicidad con el lector. No obstante,
Forges nunca ha sido considerado un humorista gráfico político (muy pocos
políticos reales han aparecido caricaturizados/satirizados en sus viñetas) ni
ha tenido especial preferencia por nombres propios de actualidad de cualquier
ámbito de la vida. Hay que decir sin
embrago que desde principios de los 90 el comentario político (y los políticos)
está más presente en el humor gráfico de Forges
Blasillos: Sin duda el personaje más conocido
de cuantos Forges ha creado como recurrentes en sus viñetas es Blasillo, un
adolescente de un pueblo indeterminado de Castilla de pelo rapado, pantalón
corto y bufanda al cuello que acompañado la mayor parte de veces por su amigo
“clónico” Cosme (al principio sin nombre, por lo que se conoce generalmente a
ambos personajes como los Blasillos, debido a su apariencia idéntica) se dedica
a comentar temas de actualidad y ha soltar disquisiciones filosóficas varias mientras
camina impasible por campos castellanos bajo un sol de atardecer. Creado en 1966
en las páginas de Pueblo, Forges no ha dejado nunca de dibujar a Blasillo, la
expresión de sus propios pensamientos y opiniones sobre los más diversos temas
y también portavoz de la opinión del español medio y reflejo del pensamiento
popular (no es casual la contextualización del personaje en el genuino y
atrasado mundo rural español de la segunda mitad del S. XX). Blasillo, el alter
ego dibujado de Forges por excelencia (y sin duda su personaje más querido) es
ya un icono de la cultura española y uno de los más deliciosos personajes de
cómic y humor gráfico de cuantos han sido creados en España. Sus sentencias y
comentarios (y los de Cosme) están cargados tanto de ácida crítica como de un
enorme sentido común y casi siempre con un indudable tono poético en las
viñetas más minimalistas y concretas que dibuja Forges, repetidas casi siempre
en el mismo modelo conformando casi un cliché visual, al igual que en las
viñetas protagonizadas por otros personajes fijos del dibujante. No siempre
precisamente humorísticas las reflexiones de los Blasillos, entre ellas nos
podemos encontrar verdaderas joyas de opinión de actualidad de belleza poética en
una sola frase. En los últimos años Blasillo se hace acompañar en sus sesudas
caminatas por su supuesta novia, una joven de aspecto más moderno
Costumbrismo: El humor de Forges se puede describir
como enormemente peculiar y personal, pero siempre ha tenido una inspiración
plenamente costumbrista inspirada en la realidad de la calle y en la situación
cotidiana del español medio. Las penurias y rifirrafes de la vida matrimonial,
los (muchas veces caóticos) problemas laborales, la España rural y cejijunta, el
mundo anquilosado de los funcionarios, los filósofos borrachos de bar, los
enloquecidos hinchas de fútbol, los cargos públicos mediocres (los
“Romerales”), la burocracia…Eternas realidades vistas con un tono esperpéntico
y extremo, pura caricatura sublimada en la exageración cómica. Pese a lo
delirante de muchas situaciones plasmadas por Forges, es fácil identificarse
con las realidades y con los personajes que aparecen en sus viñetas, pese a las
características físicas casi idénticas de estos últimos: narigones filiformes, los hombres la
mayor parte de las veces calvos y con bigote y las mujeres con el pelo rizado.
Esta imagen empleada desde 1964 correspondía al español urbano del Franquismo
(añádase a lo antes descrito chaqueta y corbata) y pronto conectó con el
público por su total identificación con el ciudadano real, lo mismo que otros
personajes cliché como el aldeano rural con boina y fajín, la anciana con
pañuelo y mantilla y el mismo Blasillo representaban fielmente el estereotipo
de la España de campo. A lo largo del tiempo Forges ha ido actualizando su
costumbrismo humorístico (renovando también el modo de hablar de sus personajes
con nuevas palabras de moda y neologismos) pero siempre con sus inconfundibles
señas de identidad
Diario 16: Fue el periódico en el que Forges publicó
diariamente una viñeta entre 1982 y 1989 tras publicarse conjuntamente dibujos
suyos diarios en diversos periódicos españoles de manera “sindicada” (algo que
continuará en la década de los 80 aunque los chistes gráficos de Diario 16 eran
de publicación exclusiva). La viñeta de Diario 16, entonces dirigido por Pedro J. Ramírez, se encontraba en la sección
de editorial. En 1989, Forges abandona Diario 16 y comienza a colaborar con El
Mundo, fundado por iniciativa de Ramírez y con el propio Forges como uno de los
fundadores. A partir de esta etapa, Forges solo colaborará de manera exclusiva
en un solo diario.
El País: Es el diario en el que a día de hoy
Forges publica viñetas de periodicidad diaria como chiste editorial. El
dibujante comenzó a colaborar en El País en 1995 desencantado con el rumbo
sensacionalista que estaba tomando El Mundo. Esta nueva etapa se caracteriza
por un tono más lírico-poético, didáctico y también más crítico con la clase
política y con las injusticias sociales, fruto sin duda de la experiencia de un
autor veterano y de vuelta de todo.
Forrenta Años, Los: Sin duda alguna una obra que marcó
un antes y un después en la carrera de Forges fue está crónica del Franquismo
(1939-1975) narrada por él e ilustrada con sus chistes gráficos. Publicada a
finales de 1977 por Ediciones Sedmay en diez fascículos coleccionables con el
nombre de “Los Historiciclos” (con las tapas al final de la colección), Los Forrenta Años son un total de 200
páginas en donde se contaba por primera vez de manera humorística (y también
una de las primeras veces) la infausta época de la dictadura franquista solo
dos años después de la muerte de Franco. Mediante una crónica cronológica
lineal y echando mano de la habitual ironía, el lenguaje, los personajes y el
humor fino forgesiano se trazó una divertida crónica social, política y
cotidiana de aquellos casi cuarenta (forrenta) años en donde no se olvidaba ni
la denuncia ni la desmitificación de unos años que los acólitos al régimen
calificaron de “gloriosos” reseñando atrocidades e injusticias varias junto con
acontecimientos clave y curiosas noticias y anécdotas la época. Fue la primera
gran crítica editorial al Franquismo, muy exitosa y popular en su tiempo y rodeada de todo tipo
de polémicas y amenazas, como fácil es de suponer. Los Forrenta Años, consolidaron el forgesianismo puro y ayudaron a
muchos españoles en plena transición a aprender a desprenderse del rancio
legado pasado dictatorial y a mirar al futuro con optimismo.
Galardones: A lo largo de su carrera Forges ha
obtenido numerosos premios y reconocimientos. Sería largo de enumerar su palmarés
de galardones, pero destacaremos: Premio Internacional del Humor Gat de Perich
(2000), Premio Antonio de Sancha (2001), Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo
(2007), Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (2011), Premio FAO (2012),
Premio a al Convivencia, Paz y Libertad de la Fundación Rodolfo Benito
Samaniego (2013), Premio nacional de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón
(2013). Curiosamente Forges no suele recoger sus premios.
Historia de Aquí: En cuanto a libros esta tal vez sea
la obra maestra de Antonio Fraguas: la Historia de España desde la prehistoria
a la guerra de la independencia contada en tres tomos de 280 páginas cada uno con dibujos de enorme
calidad, de las mayor conseguida durante toda su carrera. Al igual que otras
obras de Forges durante los 70 y 80 fue
editada en fascículos semanales encuadernables entre 1980 y 1981 esta vez por
parte de la por entonces todopoderosa Editorial Bruguera. Una obra ambiciosa y
muy lograda en donde el dibujante y humorista explotó su afición a la Historia
y a las humanidades (estudió en su juventud Ciencias sociales) narrando con su
inconfundible humor – mediante texto didáctico y viñetas, al igual que Los Forrenta- la Historia de España con ironía, chanza,
crítica, lenguaje forgesiano, esperpento marca de la casa e intencionados anacronismos varios en las
ilustraciones con efecto humorístico. Fotografías reales, retratos y material
de archivo gráfico de obras de arte, grabados y cuadros completaban un
delicioso y elaborado trabajo (Forges contó con varios colaboradores y asesores
históricos y de investigación) de gran valor didáctico ya que además es una de
las crónicas de la Historia de España de más amena lectura de cuantas se han
hecho. En 1984 Forges publicó una nueva colección de fascículos encuadernables
en tres tomos continuación de esta obra, Historia
Forgesporánea (Ediciones Zinco), que narraba la Historia española desde el
reinado de Fernando VII hasta la llegada del PSOE al poder en 1982. Los
fascículos de Historia de Aquí han
sido reeditados varias veces hasta finales de los 80 tanto por Bruguera como
por su heredera Ediciones B. También se ha editado conjuntamente en colección
de volúmenes completos a finales de los 90 Historia
de Aquí e Historia Forgesporánea
bien bajo el nombre de la primera o bajo el título genérico de La Historia de España.
Ilustrador invitado: Forges ha amenizado con sus viñetas
e ilustraciones un gran número de publicaciones ajenas de todo tipo y materia,
especialmente divulgativas: cuando se quiere dar un toque ameno, entrañable y
humorístico a manuales, libros técnicos, crónicas periodísticas, etc se recurre
al humor gráfico de Forges. Así, ha ilustrado manuales para la ONCE, los libros
de Informática para Torpes
(1992-2007), Historia de la Psiquiatría
(2000) de Ana Martos Rubio, El Ambiente
siempre está en el Medio (2006) de Joaquín Araujo o diferentes manuales de la serie Para Torpes de Editorial Oberón (2008-2013).
También ha ilustrado el libro infantil Numeros
pares, impares e idiotas (2003) de Juan José Millás, Polvo eres (2011) de Nieves Concostrina o los libros de memorias escritos
por su mujer Pilar Garrido La postguerra
vista por una particular y su marido (2010)
y Del guateque al altar
(2013). Hasta la mismísima Constitución Española ha contado con las
ilustraciones de Forges.
Jerga “forgesiana”: Uno de los rasgos más
característicos y entrañables del humor de Forges es el vocabulario de sus
personajes, algo que comenzó a llevar a cabo desde los comienzos de su carrera
y que ha continuado haciendo siempre. Basado principalmente en diversas etapas
del lenguaje popular en castellano desde la década de los 60, en el habla de
los extrarradios y la jerga coloquial urbana de los 60,70 y 80 con no pocos
elementos del castellano castizo madrileño y del argot de las zonas rurales
de las dos Castillas y la Comunidad de Madrid, el habla forgesiana pese a su aparente
ininteligibilidad y la abundancia de palabras y expresiones extravagantes
creadas por el propio Forges ha pasado a formar parte no pocas veces del habla
popular coloquial en España. Con muchos anglicismos imposibles y frases
rimbombantes de aparente riqueza literaria pero cómicamente dispuestas en un
contexto incongruente, el humorista nos ha dejado palabras como esborcio, ayvé,
stupendo, talmente, imposeibol, gensanta, aguata o mollar -algunas arcaísmos o
coloquialismos anticuados en un nuevo contexto- además de popularizar algunas
expresiones del habla popular y juvenil de los 70 como fetén, bocata o
muslamen. Exclamaciones o frases hechas como “¡lo hise!” o su inmortal “País”
son algo más que sus señas de identidad. A todo esto habría que unir juegos de
palabras varios, introducción de palabras con grafía en idiomas como el catalán
o el euskera y el hecho de que su propio pseudónimo muchas veces disfraza y
“forgesiza” palabras títulos de obras, proyectos o secciones de prensa suyas
(Forgendros, Forrenta, Forgescedario, Forgesound)
Bunker: Este “personaje” que el autor creó
en los últimos años del Franquismo era como su nombre indica un bunker de la
Guerra Civil que permanecía impasible ante las propuestas y quejas de Blasillo
y Cosme y otros personajes. Representaba el inmovilismo del viejo y caduco
régimen que aún seguía tratando de imponer y mandar a los españoles en los
primeros años de la transición, época en la que Forges lo siguió dibujando.
Esta crítica mordaz al Franquismo y el totalitarismo fascino a una nueva
generación de españoles que enseguida encumbraron a Forges como el humorista
gráfico de la transición por excelencia.
Libros: Además de sus chistes gráficos en periódicos y revistas, Forges ha publicado un
gran número de libros, muchos de ellos recopilaciones de viñetas, en diferentes
formatos y conceptos. El Libro de Forges
(1972) fue la primera recopilación de sus dibujos publicados en diferentes
medios, cuando el dibujante estaba empezando a convertirse en el humorista
gráfico más admirado en España. A esta compilación le siguieron otras como Forges 2 y 3 (1973-74), Forges 4
(1979), Forges 5 (1982), la serie Forgescedario (1980-82) Un país de Romerales (1987) o Humor del Día (2003). Paralelamente a
las recopilaciones se encuentran las obras originales gráficas creadas por el
autor: Forges ha editado hasta seis colecciones de fascículos -una de ellas
como suplemento de revista- que constituyen otros tantas obras (algunas de
varios volúmenes como Historia de Aquí e
Historia Forgesporánea), colecciones
de libros como Los manuales de Crisp y
Son (1985)- manuales de autoayuda en clave humorística escritos junto con
otros autores-, Tu Historia de Hoy (1988)-
La Forgesporánea con los capítulos
agrupados en 8 volúmenes- o sus series en La
Neurona Feliz de El país Aguilar (1996)- Guías Prodigiosas, sobre temas de actualidad y Anuarios-; y
volúmenes únicos como Arte de amar
(2005). También ha editado varios capítulos de Historia Forgesporánea y de
otras obras publicadas originalmente en fascículos como La Constitución (1978) en tres volúmenes independientes sobre la
Historia de España en el siglo XX de nuevo bajo el título de Historia de Aquí (2006) y ha colaborado
en álbumes de cómics dibujados junto con Alfonso Azpiri (tres títulos de la
colección Terror-Humor, 2011-13)
Mariano Romerales (y
Concha): Mariano es
el nombre por el que se el conoce al eterno personaje cliché de Forges, el
español medio representado por el típico calvo bigotudo y con gafas forgesiano,
superado por todos los acontecimientos y situaciones que pululan alrededor de
él. Aunque no se trata en el sentido estricto de la palabra de un personaje
fijo, los “Marianos” de Forges (apellidados generalmente Romerales) han sido el
vehículo perfecto para mostrar al ciudadano de a pie, el oficinista o
funcionario casado infeliz en su matrimonio, de débil carácter (dominado por su
mujer y por un absurdo sistema burocrático) pero a fin de cuentas ingenioso y
con un punto rebelde. Forges creó a Mariano Romerales a finales de los 60 para
retratar al ciudadano del tardofranquismo hastiado con todo (y con su señora) e
inmediatamente muchos lectores se vieron reflejados en el -y en todos los
personajes de Forges de similares características ya que a fin de cuentas, casi
todos los personajes masculinos de Forges se llamaban Mariano y/o se
apellidaban Romerales- lo cual originó que dicho “personaje” con lógicos
cambios de comportamiento e intereses fruto de la evolución del tiempo, perdure
hasta hoy. En la transición, el funcionario Romerales se convirtió en diputado
y sirvió a Forges para satirizar los nuevos avatares de la novedosa situación
política democrática. Concha, la esposa de Mariano, fue creada como una mujer
gorda, indeseable, dominanta y chismosa a la que su marido odiaba (aunque a
veces mostrase hacia ella ternura) y llamaba foca en lo que era una parodia de un
matrimonio imposible con ambos cónyuges llevándose a matar y la cama como
testigo de delirantes situaciones: la Concha “foca” de Forges (y sus señoras
gorditas y rizosas en general) también se convirtió en un personaje entrañable
y característico del autor como prototipo de la española de fuerte carácter en
contraposición a un marido débil y calzonazos (como ella misma le denomina)
como Mariano. Desde los 90, la gorda de Forges- un personaje que resultaba algo
misógino- ha desaparecido y ahora Concha es una señora de complexión normal. Un
dato: por motivos obvios, desde hace tiempo Forges no utiliza el nombre de
Mariano para sus personajes de ficción.
Náufragos: Los dos náufragos harapientos y
barbudos en una diminuta isla desierta son otros de los personajes más
conocidos y entrañables de Forges. Uno de pie y el otro sentado y meditabundo
ambos reflejan dos actitudes y estados de ánimo: el primero, idealista,
quijotesco y soñador propone a su compañero descabelladas ideas imposibles de
llevarse a cabo en una pequeña e inhóspita isla desierta y plantea extrañas
preguntas que parecen querer dibujar otra situación bien distinta al naufragio
en el que se encuentran, mientras que el segundo rechaza las ocurrencias de su
compañero, las desbarata con frases demoledoras o simplemente las ignora,
aunque entre ambos en ocasiones también existe complicidad dándose la razón
mutuamente. Tan sugerentes y líricos como Blasillo y con humor que destapa al
Forges más surrealista, los náufragos son de las mejores creaciones del autor
en cuanto a personajes.
España: No cabe ninguna duda de que el
Estado español es la principal fuente de inspiración del peculiar humor de
Forges. Siempre con un tirón de orejas a un país como él siempre lo ha
caracterizado de mediocres, corruptelas, chanchullos chupatintas, potentados
prepotentes, burgueses acomodados, holgazanes, ejecutivos tontosdelculo y
pueblerinos con ínfulas, pero también con un especial cariño a la ciudadanía
española y con un total deseo (y certeza) de cambio. El humor de Forges es
totalmente ibérico tanto en el lenguaje coloquial y la apariencia de sus
personajes como en las situaciones
“tipical spanish” que él presenta, así como en los últimos años las
referencias directas a temas de la actualidad española corroboran la
condición del universo de Forges como
algo consustancialmente español. El propio autor, no obstante, siempre ha
estado convencido de que el carácter español pese a sus aspectos negativos
contiene valores realmente conservables. Eso si, para Forges España siempre
será su principal quebradero de cabeza. Y es que su “lema” por excelencia no
puede ser más evocador: Pais!
Originalidad: El humor gráfico de Forges desde
sus comienzos resultó enormemente
original y de alguna manera revolucionó el concepto de viñeta
humorística en España. Si bien en sus primeras viñetas el autor cultivaba un
humor muy esquemático, esperpéntico, negro y simbólico, más basado en la imagen
que en el texto (de hecho muchas de sus primeras viñetas eran mudas) pronto se
decantó por el juego de palabras, el costumbrismo con tintes delirantes y
caricaturescos y la crítica cotidiana mediante personajes de rasgos repetitivos
y con comportamientos propios de los nuevos españoles que hastiados de la
dictadura ansiaban el cambio político (esto expresado veladamente, claro)
sometidos a un espejo deformante alocado y delirante en cuanto a imagen y
lenguaje. Forges creó un metauniverso propio, personal e intransferible que año
tras año es su principal seña de identidad, con un humor muy ingenioso en cuanto
a fondo y forma- el argot de sus personajes cumple un papel fundamental en ese
sentido- a medio camino entre el esperpento y la caricatura fantasiosa para
ilustrar lo absurdo de situaciones cien por cien reales e identificables. Ningún
humorista gráfico anterior a él había logrado un humor tan personal e inmediato
y tan hijo de su tiempo. No solo su humor resultó altamente innovador e
influyente en los años 60 y 70, también lo fue su estilo gráfico basado en un
dibujo muy sencillo y simple a trazos muy gruesos con personajes identificables
a primera vista. Y es que el padre de Forges, el periodista y escritor Antonio
Fraguas Saavedra ya advirtió a su
retoño que si quería dedicarse al dibujo de chistes e historietas tenía que
tener un estilo identificable a cien metros, y así lo hizo. Por otra parte, el
hecho de que Forges utilizase bocadillos en sus chistes en lugar de textos al
pie tampoco era usual a principios de los 60; se puede decir que el autor ayudó
a fusionar el cómic con la viñeta humorística dentro del mundo de la historieta
española ya que recursos como varios personajes dialogando en una sola viñeta
autoconclusiva es algo más propio del cómic que del humor gráfico
tradicional.
Polifacético: Además de dibujante y humorista
gráfico, Antonio Fraguas ha cultivado otros campos, en su mayoría relacionados
con el humor. Sus comienzos profesionales de hecho estuvieron alejados del
dibujo ya que desde 1956, con 14 años, hasta 1973 ejerció de técnico de imagen
y coordinador de estudio en TVE (aunque comenzó en el dibujo humorístico en
1964 no se dedicaría exclusivamente a el hasta nueve años después). Forges ha
hecho televisión, cine- dirigió los largometrajes País S.A. (1975) y El
Bengador Gusticiero y su pastelera madre (1977), ha colaborado en programas
de radio (Protagonistas, La Ventana, No es un día cualquiera), ha realizado diseños para varias campañas
de publicidad, ha realizado portadas de libros y carteles de películas y ha
publicado una novela narrativa, Doce de
Babilonia (1992). Desde 2012 es director técnico del instituto Quevedo del
humor de la Universidad de Alcalá de Henares.
Querido: Forges es uno de los humoristas
españoles de cualquier disciplina más conocidos, admirados y queridos de los
últimos 50 años, tal vez el dibujante cómico español por excelencia. Carismático
y extraordinario comunicador (tanto a través de sus viñetas como de entrevistas
y conferencias) Ya a finales de los 60, Forges se había convertido en el
humorista gráfico español de moda y en todo un fenómeno social, admirado sobre
todo por un público joven y ansioso de nuevas formas de humor nacido en los 40
y 50. En los 70 era ya toda una estrella del dibujo y del cómic, con sus
característicos dibujos omnipresentes en prensa, anuncios y carteles varios.
Fue el dibujante oficial de la transición a la democracia (1975-1980) y uno de
los exponentes de la modernidad española en los 70. Proyectos como el disco Forgesound (1976) en el que tomaron
parte Luis Eduardo Aute, Rosa León, Teddy Bautista y el escritor y músico Jesús
Munárriz con canciones sobre los personajes y el humor de Forges y letras
coescritas por el dibujante dan fe del estrellato que a mediados de los 70
había alcanzado Forges. Con sus Comiciclos
y sobre todo con Los Forrenta Años lideró
la vertiente de lápiz y tinta china de la lucha por la consolidación de un
nuevo status político en España convirtiéndose en todo un líder de opinión. Y
en las décadas siguientes el afecto del público no ha menguado en absoluto.
Revistas: Las viñetas de Forges han aparecido
en un interminable número de revistas y publicaciones periódicas en España de
todo tipo y género, bien con dibujos exclusivos o echando mano de otros
antiguos, si bien lo habitual es el primer caso. Aunque Forges debutó como
dibujante en el diario Pueblo con Jesús Hermida de valedor, ese mismo año
comenzó a colaborar con el mítico semanario humorístico La Codorniz, donde se
concentraba la creme de la creme del humor gráfico y escrito español (Álvaro de
Laiglesia su director, Gila, Pablo, Chumy Chumez, Mena) aunque su actividad
como dibujante hasta 1970 fue fundamentalmente en diarios. A partir de los 70, año en que deja de La
Codorniz, se prodiga en otras revistas satíricas como Hermano Lobo- la revista
de humor más cañera y leída de la transición, en la que colabora durante toda
la existencia de la publicación desde 1972 hasta 1976-, Por Favor o la serie de
chistes de humoristas gráficos Comicilos (1974-1976), además de la revista
del corazón Diez Minutos. Desde finales de los 70 comienza a publicar en Sábado
Gráfico, Lecturas, El Jueves- toda institución de la historieta satírica
española- o Interviú, colaborando con estas últimas hasta bien entrados los 90.
Además de revistas de información general, del corazón o de humor Forges ha
colaborado puntualmente en revistas especializadas, boletines o publicaciones
corporativas como la revista del Athletic Club- su club de fútbol favorito- a
principios de los 90. Fue en las revistas a partir de los 70 cuando Forges
comenzó a colorar sus viñetas no aparecidas en periódicos, ya que en La
Codorniz aún las realizaba en blanco y negro.
Solidaridad: Forges siempre ha sido una persona
muy concienciada con la realidad social y muy crítica con la sociedad actual y
sus injusticias, algo que nunca ha dudado en expresar en sus viñetas. Desde
principios de lo 90, Forges se ha posicionado en sus dibujos en contra de
acciones de ETA, a favor de la donación del 0,7% de los presupuestos estatales
a los países pobres, o ha recordado la situación de países asolados por
tragedias como Haití o Afganistán. El dibujante, que cree firmemente en la
convivencia y en el diálogo, ha participado también en varias campañas
solidarias a favor de los Derechos Humanos (Objetivos del Milenio de la ONU,
2008), los derechos de la mujer, la integración social de los colectivos
desfavorecidos. Muchas de sus viñetas expresan esa preocupación por los mas
débiles y sus deseos de mejora de la sociedad española, especialmente en estos
últimos tiempos de crisis en donde carga contra la corrupción, los desmanes de
los bancos y la incompetencia de la clase política.
Televisión: A parte de haber trabajado de 1956 a 1973 en TVE
sucesivamente como técnico de telecine, mezclador de imagen y coordinador de
estudio, Antonio Fraguas siempre ha tenido cierta estrecha relación con la
televisión. En la segunda mitad de los 60, cuando ya se estaba convirtiendo en
un dibujante célebre, creó y dirigió dos series humorísticas en TVE: El Muliñandupelicascarajo (1968) y Nosotros (1969). En 1974, cuando ya era
todo un fenómeno social en España creó 24 Horas de Aquí. En 1991 volvió al
medio televisivo en Telemadrid con el programa Deforme semanal. Forges también ha tenido microespacios en los 90
en cadenas como Canal + y ha visto animados sus dibujos en spots publicitarios
televisivos como los de Historia de Aquí (1980), Historia Forgesporánea (1984) o
algunas campañas publicitarias con las que ha colaborado.
Ubicuidad: Durante 50 años Forges se ha
prodigado como nadie en diferentes medios y soportes: periódicos, revistas,
libros, guías, publicidad, calendarios, anuarios, fascículos coleccionables…Una
vez afirmó que dibujaba cinco viñetas al día, lo cual le convertiría en un
dibujante de record Guiness. En otras palabras, Forges ha estado siempre
omnipresente y ubicuo en la sociedad española por medio de sus dibujos
Viñetas: Una de las grandes innovaciones que
el autor introdujo en el humor gráfico de una sola viñeta fue los bocadillos
para expresar lo que dicen los personajes. El bocadillo, recurso propio del
cómic, no era prácticamente utilizado en la viñeta de humor gráfico en España y
en ese sentido Forges innovó la viñeta cómica aproximándola a los códigos del
cómic y otorgándola así un aumento en su capacidad expresiva: varios personajes
podían mantener un diálogo de varias frases en una solo viñeta gracias a los
bocadillos y se podían expresar mediante onomatopeyas y símbolos; de ese modo
la capacidad cómica de la viñeta podía alcanzar niveles de expresividad que los
chistes de una sola viñeta y texto al pie no podía conseguir. Aunque Forges
nunca ha realizado en solitario un cómic propiamente dicho, por el motivo antes
expuesto el mundo del noveno arte en España le considera casi como uno de los suyos pese a
no ser un autor de cómic en el sentido estricto de la palabra. No obstante,
Forges ha publicado de vez en cuando alguna que otra historietilla de tres o
cuatro viñetas en algún medio y muchas de sus obras temáticas como Los Forrenta, La Constitución, Historia de
Aquí o Los Manuales de Crisp y Son
tienen cierta filiación historietística por su disposición de varias viñetas en
una sola página o plancha (aunque sean independientes las viñetas unas de
otras) y su ligera disposición secuencial. Por otra parte, es necesario
mencionar la lo inconfundible de sus característicos bocadillos de borde
megagrueso y manuscritos con la característica letra de Forges
Wordiales´82, Los: La colección de fascículos
encuadernables Con ustedes… Forges ’82
también conocida como Los Wordiales´82 (1982) sobre el Mundial de
fútbol de España y la historia de la Copa del Mundo fue la cuarta obra por
entregas que Forges publicó, editada por Ediciones Uve. Esta obra de un solo
volumen no es de las más brillantes del autor pero una vez más muestra la
capacidad multitemática de Forges. Además de las ya citadas en este artículo,
Forges concibió otras obras por fascículos como La Constitución (1978), la Constitución Española (aún pendiente de
aprobar cuando se publicó la versión de Forges a finales de 1978) que él mismo
autoeditó en cuatro fascículos y que constituye por tanto la primera edición no
oficial de la carta magna española y de momento la única versión de este texto
que cuenta con ilustraciones cómicas. Este libro volvió a editarse como parte integrante del
volumen Historia de Aquí 1978-1982: la
consti y la transi en 2006 en donde también se incluye el último
coleccionable de Forges, Historia de la
Transición, publicado por entregas en la revista Interviú en 1996 y en su
mayor parte compuesto por viñetas de la época.
Exposiciones: Han sido varias las exposiciones
dedicadas a la obra de Forges, originales o retrospectivas: El ambiente siempre
está en el medio (2006), Los Forrenta Años (2011) Viñetas sobre el orfeón
burgalés (2012), ¡Ellas! (2013), Drácula ilustrado (2013), Mafalda y Forges:
medio siglo de humor (2014,) entre las últimas que han tenido lugar.
Garrido Cendoya, Pilar
: La esposa de
Antonio Fraguas, nacida en Córdoba en 1939, ha sido una colaboradora importante en la
trayectoria de su marido y su impronta se deja ver en el trabajo de
documentación en investigación de Historia
de Aquí entre otras publicaciones. Pilar estudió magisterio y durante 21
años fue profesora en el Colegio Estudio de Madrid. Es autora de dos libros de
memorias ilustrados por su marido, La
postguerra vista por una particular y su marido (2010) y Del guateque al altar (2013).
Azpiri, Alfonso : Autor y guionista de cómics de
enorme prestigio internacional, Azpiri (Madrid, 1947) colaboró activamente con
Forges a principios de los 80 como entintador, coloreador y fondista en
Historia de Aquí o Wordiales´82 al tiempo que desarrollaba su carrera como
dibujante de cómic adulto en revistas como españolas como Cimoc o extranjeras
como Heavy Metal, aunque el estrellato no le llegará hasta la segunda mitad de
los 80 cuando se convierte en un reputado ilustrador de carátulas de
videojuegos. Azpiri ayudó a Forges a que sus viñetas en dichas obras tuviesen
categoría de cómic de primer nivel y las elevó a obra de arte (es notable el
caso en Historia de Aquí) gracias a su dinámico coloreado. Después de un
tiempo, Forges y Alfonso Azpiri han vuelto a colaborar en el proyecto Terror-Humor en donde han firmado conjuntamente
sendas versiones en cómic de tres clásicos de la literatura terrorífica como Drácula (2011), El Monstruo de Frankenstein (2012) y El Fantasma de Canterville (2013) en donde se introduce un elemento
de comedia en dichos relatos góticos.
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