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Trata
de parecer un intento de recuperar el cine de aventuras exóticas esta esforzada
producción basada en acontecimientos reales históricos pero podemos decir que en
realidad estamos ante un drama con trasfondo psicológico y épico cuyo mensaje
es tan claro como poco confortante: el idealismo a veces puede ser fatal y adentrarse
en lo desconocido casi siempre trae funestas consecuencias. La historia de Percy
Fawcett (1867- supuestamente 1925), geógrafo y explorador británico que dedicó gran
pare de su vida a buscar en la selva brasileña un supuestamente existente ciudad
perdida que él llamó Z, repleta de oro y riquezas al estilo de El Dorado. El escasamente
conocido Charlie Hunnan da vida con firmeza y credibilidad al explorador, un
prototipo de aventurero de la época del colonialismo cuyo afán de encontrar todo
tipo de riqueza en lejanas y exóticas tierras era común entre muchos geógrafos,
políticos, científicos y empresarios de principios del siglo XX. Con una
suntuosa fotografía que brilla especialmente en las escenas de la jungla y una puesta
en escena cuidada y muy bien engarzada con el sentido de la narración que
mezcla la épica y el drama personal, se perciben ecos de las epopeyas anticolonialistas
de Joseph Conrad y un cierto tono de crónica antiheróica muy bien diseñada gracias
al fascinante tratamiento que se hace de una figura tan inusual como al de
Percy Fawcett, un hombre obcecado en su loca e imposible empresa que trataba
desesperadamente de no descuidar a su familia aunque sus largas ausencias hacian
de esto algo imposible.
La
segunda mitad del filme decae bastante y se echa en falta una culminación de la
historia con algo más de chicha y menos desidia, ya que la caída en lugares
comunes se hace demasiado evidente. La presencia en el reparto del jovencísimo Tom
Holland (el inminente nuevo Spider-Man) como el hijo de Fawcett que a pesar del
escepticismo termina embarcado en la larga y loca aventura de su padre y de una
poco convincente Sienna Miller como la sufrida esposa del explorador aportan
momentos de drama familiar desigualmente resueltos. Con todo, siempre es
gratificante que hoy en día se sigan haciendo películas como esta aunque no
sean especialmente memorables.
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