martes, marzo 26, 2024

RADICAL

 


****

Otrora una cinematografía rica y con títulos fundamentales en la historia del Cine (en la época de Buñuel, básicamente), la mexicana a trancas y barrancas intenta hacerse un hueco en la industria cinematográfica mundial con el lastre de la falta de medios debido a la situación económica del país. Este filme que nos ocupa, dirigido por Cristopher Zalla, de alguna manera trata de recuperar un cine social iberoamericano que llegó a cultivarse también en México (precisamente podría ponerse como muestra Los Olvidados (1950), de Luis Buñuel) e inspirándose en una curiosa historia real se ha logrado un trabajo más que digno, un testimonio muy honesto de la cruel realidad de ciertas regiones del país azteca y con un mensaje de esperanza claro y nada impostado. Y dicho sea de paso de nuevo nos encontramos también con un tipo de cine que siempre que este bien trabajado resulta de una emocionalidad y sugestividad supina: los filmes sobre profesores y alumnos. En este segundo aspecto se triunfa también a base de nuevo de verismo y honestidad (siempre claro está con alguna licencia o exageración dramática) en una película que moviéndose entre la comedia y drama ofrece una obra emotiva y con espacio para la reflexión.

Un artículo en la revista estadounidense Wired sobre una niña mexicana de 12 de la ciudad fronteriza de Matamoros con altas capacidades intelectuales (especialmente en ciencias) que gracias a la ayuda de su profesor pudo sortear las barreras económicas y sociales de su depauperado y socialmente conflictivo entorno geográfico para conseguir ser una de las estudiante más destacada de México, llevó a su director y al actor protagonista el veterano y polifacético actor y cómico Eugenio Derbez a interesarse por la historia de ese profesor, Sergio Juárez y sus alumnos de la Escula primara José Urbina López, acaecida en 2011 y que para muchos constituyó un milagro ya que aquel profesor nuevo con métodos pedagógicos inusuales consiguió ampliar la sed de conocimiento de su alumnado, niños y niñas provenientes de familias pobres, con pocas ganas de estudiar y sin ningún estímulo para ello y cuyo destino en la mayoría de los casos se encontraría en el crimen organizado o el narcotráfico inherentes a la zona. La película, con un buen elenco de pequeños actores que se esfuerzan en hacer creíble- y lo consiguen- el drama de unos niños limitados por su pésimo entorno, resulta un grato espectáculo para público de todas las edades por su elemento aleccionador y la positividad de sus mensajes. Eugenio Derbez se encuentra muy cómodo en el papel del maestro Juárez, un hombre dispuesto a lo que sea para sacar el potencial de su alumnado y enfrentado, claro está, a la dirección de su centro e incluso a loas corruptas autoridades municipales, una lucha muy difícil y con altibajos pero que él hará posible. Tal vez, Derbez resulte un poco mayor para un personaje que en teoría es más joven, pero su trabajo es estupendo. Momentos muy dramáticos hacen que no nos olvidemos de la realidad de esos menores pero siempre están los momentos más costumbristas y entrañables especialmente centrados en las figuras de los alumnos. Una película para todos aquellos que crean en que la educación es algo más que el programa escolar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario