miércoles, abril 10, 2024

LA PRIMERA PROFECÍA (THE FIRST OMEN)

 



** y 1/2

Otra muestra más de la comercial y nada original tendencia a hacer remakes, reboots, secuelas tardías y precuelas de clásicos o éxitos en taquilla que, una vez más, en realidad poco aporta.Esta vez le ha tocado a La Profecía (The Omen) (1976) de Richard Donner, que sigue siendo un clásico del cine de terror que tampoco ha envejecido mal y de alguna manera siguió la estela de El Exorcista en apuesta por el terror sobrenatural de tema satánico. Tres secuelas y un remake todos ellos claramente inferiores trataron de estirar el chicle esterilmente y esta precuela dirigida por la debutante (forjada principalmente en el campo de la televisión) Akasha Stevenson no resulta tampoco nada nuevo aunque no cabría esperarse mucho. La planificación del nacimiento y el alumbramiento de Damien Thorn, el anticristo protagonista de esta franquicia, es lo que se nos cuenta en una historia íntegramente ambientada en la Roma y el Vaticano de 1971. El protagonismo es para una joven novicia estadounidense enviada a Roma, Margaret Diano (Nell Tiger Free) quien entra como cuidadora en un orfanato de niñas con regido por unas inquietantes monjas a cuya cabeza se encuentra la no menos intrigante aunque en un principio afable Hermana Silvia (Sonia Braga). Margaret, también huérfana, ha tenido desde niña horrobles alucinaciones que una vez en Roma parecen repetirse con más fuerza, especialmente cuando conoce a una huérfana de 13 años aparentemente enferma mental, Carlita (Nicole Sorace) a la que las religiosas mantienen casi aislada y frecuentemente castigada con horribles encierros. La conexión de este filme con la original The Omen, es la presencia del personaje del Padre Brennan, encarnado aquí por el británico Ralph Ineson (de extraordinario parecido con Patrick Troughton, el Brennan original), uno de los pocos elementos de esta película que con sus apariciones añade el mismo punto de inquietud y suspense maestro que la película original ya que el resto, pese a algún buen apunte, es simplemente un mal llevado pastiche del universo de la saga con un inapropiado intento de -una vez más- adecuar a los cánones del terror de consumo actual una historia que no tenía por que precisar de sustos efectistas ni de momentos truculentos visualmente explícitos, tal y como ocurre con esta The First Omen que apenas se salva de la mediocridad.

Pese a que el filme se esfuerza en homenajear a la fuente original tratando de calcar la apariencia de un filme de los 70 con una fotografía de colores tenues y granulosos y en general la ambientación en la época es correcta (salvo algún error garrafal en la banda sonora incidencial en alguna escena) a medida que el metraje va avanzando todo se sume en lo predecible y lo farragoso, en parte replanteando premisas básicas de la serie (la relativas a la concepción del pequeño anticristo) que solo llevan a la confusión. No obstante el personaje de Catherine resulta interesante -en parte por el buen trabajo de la actriz protagonista- aunque su historia psicológica (de lo mejor de la película) no está bien aprovechada del todo: las mejores escenas del filme tiene que ver con ella, incluidos algunos planos simbólicos, algunos realmente perturbadores, que nos dicen que por estos y otros apuntes del filme Akasha Stevenson puede ser una gran cineasta. Por lo demás, al película flojea definitivamente en sus compases finales que deberían ser paradójicamente los más decisivos hasta llegar a un epílogo que nos anuncia que incluso pude haber una secuela a esta película cuya historia corra paralela a la saga original. Que poco aportan precuelas y demás.


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