viernes, agosto 01, 2025

BON VOYAGE, MARIE

 


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Podría haber sido un melodrama del montón, pero esta comedia francesa con tintes dramáticos cumple en todos sus propósitos y resulta un filme agradable, divertido y sobre todo muy honesto. Una temática tan delicada como el de la últimas voluntades, la eutanasia y la aceptación de la muerte precisaba de un tratamiento digno y con las dosis justas y necesarias de sensibilidad y drama y en ese sentido este filme responde. Una road movie con personajes cotidianos, imperfectos y cargados de problemas en busca de un final digno para su protagonista, la vitalista anciana Marie (Hélene Vincent), una mujer enferma de cáncer cuya muerte se avecina y que quiere viajar a Suiza para solicitar la eutanasia, hecho que le oculta a su irresponsable e inmaduro hijo Bruno (David Ayala) y a su rebelde nieta adolescente Anna Enya Baroux) pese a que termina engañando a esto para que le acompañen en el viaje en una auto caravana. Y junto a ellos el antihéroe de esta historia, el excéntrico y un tanto inseguro pero al fin de cuentas noble y generoso cuidador de ancianos Rudy (Pierre Lottin, un rostro ya habitual en las últimas comedias galas) quien siendo el único conocedor del secreto de Marie se convertirá en su más fiel confidente y amigo al tiempo que trata de arbitrar los vaivenes de la disfuncional familia de esta en un viaje estrambótico pero lleno de momentos significativos

La relación entre Marie y Rudy es el principal bastión argumental de este filme, en donde se establece entre ellos una relación maternofilial que parece venir a suplir la falta de entendimiento de la señora con su descendencia, aunque al final todos los personajes a parte de Marie sufrirán una evolución positiva a partir de las diferntes vivencias experimentadas durante el viaje. Una película amable y con el equilibrio justo de Feel Good Movie, comedia y melodrama que hará las delicias de los aficionados a las comedias con mensaje y las historias sentimentales con fundamento.

lunes, julio 28, 2025

JURASSIC WORLD: EL RENACER (JURASSIC WORLD: REBIRTH)

 


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El declive total de una saga. Fue una idea no muy afortunada el revivir la franquicia en los 2010 y peor aún querer inflarla de secuelas: ya vamos por la cuarta en lo que va de siglo (la séptima en global) y ya nada sorprende ni entusiasma, ni siquiera unos vistosos efectos especiales y buenos momentos de cine de acción y catástrofe. Gareth Edwards, director de Godzilla (2014) y Rogue One es el encarguero de turno en esta nueva entrega en donde únicamente pone oficio mientras que David Koepp, otrora guionista comercial de fuste y cierto prestigio (es el responsable del libreto de las dos primeras entregas, dirigidas por Steven Spielberg) firma un guión totalmente flojo y tópico. Y llegados a este punto hay una cosa que llama cada vez más la atención: ¿por que los dinosaurios y sus diferentes especies cada vez tiene menos protagonismo en esta saga? ¿donde quedó aquella oda a los seres que una vez dominaron la tierra y que inauguraron en los 90 del siglo XX una sana y curiosa dinomanía? ¿que pensaría el autor de la nivela original, Michael Crichton (1942-2008) de lo que estan haciendo con su creación y con sus “dinos”?. Spielberg en su faceta de productor ejecutivo tiene claro que el resurgimiento de la saga Jurásica es muy rentable en estos tiempos de blockbuster y franquicias que corren, pero los seguidores de aquellas películas y los que admiraron el Jurassic Park original de 1993, aún con sus (muchos ) defectos empiezan a cansarse de una operación comercial que hace aguas y va de mal en peor

La presencia en el reparto de Scarlett Johansson y Mahershala Ali parece querer otorgar algo de prestigio, pero ellos -como todo el reparto- se encuentran francamente perdidos e incómodos. Aquí las intrigas médico-genéticas (otra vez) son la base de la trama y una jauría de irreales dinosaurios genéticamente modificados (y alguno originario) son los bichos- en su mayoría malos- de la historia, sueltos como están en una isla desierta del pacífico donde se encuentran los restos de un laboratorio genético sonde se creaban los nuevos dinosaurios para el clausurado parque Jurassic World. A la trama de la búsqueda por parte de un equipo de guías, inversores y expertos del ADN de las especies mas grandes de dinosaurio que hayan sobrevivido en esa isla para su uso farmacéutico, se une la de una familia que ha naufragado al ser atacada por un nuevo dinosaurio marino y que llega a la isla al margen del resto del grupo: las dos historias que parecen querer tener autonomía propia estan enganchadas muy forzosamente en una historia con muchos agujeros. Referencias spielbergianas a Tiburón o incluso ET parecen autohomenajes tontos y obvios, en una película que está mas cerca de el cien actual de monstruos gigantes y catástrofes increíbles que de la saga de los años 90. Esperemos que ya no hayan más entregas o que la cosa cambie drásticamente, si es que a estas alturas puede cambiar.

miércoles, julio 23, 2025

UN LIKE DE BOB TREVINO (BOB TREVINO LIKES IT)

 


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Una interesante y esforzada aunque inofensiva dramedia que pone de manifiesto una vez más que los meses estivales son proclives para historias intimistas con mensaje, efectivas y sin complicaciones y que además pueden resultar buenas películas. Esta producción independiente norteamericana basada en una historia real al parecer vivida por su directora y guionista, Tracie Laymon, tiene su base argumental en el tema de las redes sociales por una parte y en la soledad del ser humano de hoy por otra, con la inevitable relación de ambos aspectos por medio . La incomunicación, la necesidad de afecto y las relaciones familiares deficientes hacen acto de presencia en esta historia entre tierna, cálida y a veces cruel siempre con un curioso sentido del humor que la enaltece y la hace no caer en la ñoñería, aunque eso sí los compases finales decepcionen un poco. Lily Trevino (Barbie Ferrereira, un joven descubrimiento) una muchacha de 25 años de un pequeño pueblo estadounidense, tiene una vida social pobre, se esfuerza en su trabajo de cuidadora (y compañera de piso) de Daphne una joven con movilidad reducida pero de armas tomar (Lolo Spencer) y la relación con su padre, Bob (French Stewart), un ser egoísta y que apenas se preocupa por su hija, va de mal en peor. Tampoco las visitas a una psicoterapeuta ayudan mucho y tras un desencuentro con su progenitor quiere volver a establecer el contacto con este y en facebook encuentra a otra persona llamada Bob Trevino al cual en primera instancia le confunde con su padre. Este Bob Trevino (John Legizamo) sin embargo resulta ser un hombre casado cincuentón, amable y atento, con el que tras conocerse Lily establecerá una relación de amistad o más bien paterno-filial cumpliendo el nuevo Bob el rol del padre que la joven añoraba.

Hay buenos momentos de buen melodrama en este modesto filme que descansa en sus sólidas interpretaciones y en especial en el (muy) buen hacer de Barbie Ferreira, encantadora y con solvencia de registros que otorga gran credibilidad al personaje y a la historia como una mujer desubicada pero dispuesta a encontrar un nuevo sentido ene su vida con su nueva amistad, mientras que John Legizamo está más que correcto encarnando a un hombre con una trágica circunstancia que también ha encontrado una nueva vida en su relación de amistad con Becky. Un bonito mensaje de esperanza el que desprende el filme que además viene a ensalzar el aldo positivo de las redes sociales como una nueva manera de reestablecer relaciones humanas siempre que sean bien utilizadas y no se pierda lo más importante: el contacto personal.

jueves, julio 17, 2025

BLACK DOG (GOU ZHEN)

 


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El último gran logro del cine chino es esta estupenda película premiada en el Festival de Cannes 2024 con el Un Certain Regard, dirigida con mucha case y pulso autoral por Guan Hu. En Francia, este filme entre poético e hiperrealista ha conseguido unas taquillas asombrosas, todo un triunfo para un filme fuera de la comercialidad dentro de una cinematografía, la china, que va creciendo cada vez más en un contexto en que todo lo producido en dicho país cada vez está más presente en la vida occidental. Guan Hu ha querido mostrar el cambio económico de China y sus ciertos cambios sociales a principios del siglo XXI centrándose en un momento histórico concreto (2008, año en que se celebraron los Juegos Olímpicos de Pekin) utilizando una sugestiva metáfora. El desmantelamiento de pequeños pueblos y el traslado de sus habitantes en aquella época para la construcción de industria y nuevas ciudades se muestra aquí con una de sus más curiosas consecuencias: el abandono de los animales domésticos, dejados a su suerte (a no ser que se registren) y con unos humanos que tampoco tenían mejores perspectivas. Un perro galgo es la clave de esta historia desde el momento en el que se amista con el protagonista humano del filme, el taciturno y enigmático ex convicto Lang (Eddie Peng), estableciéndose entre el can- buscado por las autoridades por su agresividad- y el joven un vínculo entre outsiders de diferente especie bastante curioso y que al final resultará emotivo.

Rodada en los áridos paisajes del desierto del Gobi, la película parece beber del western, las buddy movies y el drama más intimista para hacer una película curiosa y de ritmo pausado y osiclante que fascina en no pocos momentos. No hacen falta muchos diálogos (Lang habla muy poco) para sentirse atrapado por una historia en aparente mínima pero que encierra una fábula muy interesante sobre la condición humana y las relaciones de amistad y de fidelidad pero también cierta crítica histórico-social sobre la situación china actual, vista aquí como algo sin rumbo, al igual que su protagonistas. Se perciben las sombras de Wim Wenders, David Lynch o Martin Scorsese sin dejar en ningún momento las señas de identidad del cine oriental (que de todas formas cada vez se está occidentalizando más) y en ese sentido esta es una película que puede gustar a públicos variopintos. Muy recomendable para amantes del cine que contenga algo más.

domingo, julio 13, 2025

SUPERMAN

 


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Los continuos reboots de las franquicias de superhéroes- independientemente de su empresa creadora- resultan cansinos y poco útiles bajo cualquier punto de vista salvo tal vez el comercial (digo tal vez ya que esto de volver a repensar una saga en poco espacio de tiempo era algo impensable hace unos años) y la verdad es que da algo de pereza el aproximarse de nuevo a tal o cual superhéroe u a otro personaje surgido del mundo del cómic sabiendo de antemano que en realidad las posibilidades de que haya algo bueno o verdaderamente novedoso son mínimas. Superman, el héroe superdotado por excelencia, después de varias películas dentro de la productora de la editorial DC (DC Studios) en donde fue encarnado con cierta propiedad por Henry Cavill regresa en un nuevo reboot diseñado obviamente para atraer a una nueva generación de público y para tratar de poner al día el mito del hombre de acero, con unos resultados bastante discutibles. Vendida como un regreso al tono evasivo de las películas de los 70 y 80 protagonizadas por Cristopher Reeve, en realidad esto es otra cosa: si, se apuesta por el tono ligero y la aventura y la acción pero fijándose mucho (demasiado) en proyectos cinematográficos de sus rivales de Marvel y orientando a este nuevo Superman a una sucesión de escenas de catástrofe y acción muy estandarizadas que podían ir fácilmente inconexas, personajes muy cliché y sin carisma empezando por un Superman que según palabras de los responsables de este reboot pretendía librarse del tono afectado del de Henry Cavill (si, ya ves tu que afectación tenía aquel) y un guion deslabazado, simple y previsible. Si, se ha recuperado el tono de evasión del mítico personaje, pero eso no era óbice para un Superman tan previsible y con tan poco relieve. James Gunn, que ya dirigió el último Escuadrón Suicida y encandiló a un sector del público con Los Guardianes de la Galaxia no es ninguna lumbrera como director y solo puede elevar a este nuevo Superman a un entretenido divertimento y poco más.

El nuevo Hombre de Acero es David Coreswet, actor de escaso currículo que muestra ciertas dotes pese a lo limitado de su personaje. Un Superman/Klark Kent cuya caracterización mezclando elementos más o menos serios como el de su problemática implicación (no deseada por muchos) en la política internacional y en conflictos bélicos o sus dudas en cuanto a su verdadera misión en la tierra, con elementos de comedia muy tontos en cuanto a diálogos y supuestos gags – y no solo por la intervención del superperro Krypto, la primera en un producto de imagen real- , no resulta ni oportuna ni efectiva siempre dando la sensación de que todo iría mejor en esa peli si se hubiese aportado más decididamente por el primer elemento. Aparecen los personajes habituales del universo Superman con un Jimmy Olssen con eso sí más fundamento que en otras adaptaciones (encarnado por Skyler Gisondo), un intrascendente Perry Blake (Wendell Pierce), una interesante Lois Lane (Rachel Brosnahal) que teiene unos primeros compases de filme muy prometedores pero que termina diluyéndose y sobre todo un genial aunque irregular Lex Luthor al que da vida muy dignamente Nicholas Hoult y que es de lo mejor del filme: con gente en la política mundial como Donald Trump o Elon Musk es fácil pensar por donde tira este villano - del que parece haberse inspirado esa gente- un magnate de la tecnología en este filme cuya obsesión por destruir a Superman le lleva a poner en peligro toda la ciudad de Metropolis, utilizando además de imposibles y aparatosos medios tecnológicos fake newa en redes y manipulaciones varias. Algún otro momento aislado de lucidez, como los diálogos entre Kent y sus progenitores terrestres con Lois Lane retrotraen a algunos momentos del Superman de Richard Donner (homenajeado levemente en la grafía de los títulos de crédito y en la banda sonora) pero al final todo se empantana con momentos simplones y algunos de vergüenza ajena. La aparición estelar de varios superhéroes del universo DC como Linterna Verde (Nathan Filion), Hawkgirl (Isabela Merced), Mr. Terrific (Edi Gathegi) o Metamorpho (Anthony Carrigan) son pura pirotecnia mercadotécnica para atraer al público más joven en un filme que pese a la calidad de su efectos especiales y su buena factura técnica no llega al aprobado. Es cine de verano, tampoco podemos pedir más.

martes, julio 08, 2025

F1

 


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Desde hace tiempo uno de los deportes más seguidos del mundo -pese a no ser precisamente nuevo- el automovilismo y más concretamente la Fórmula 1 ha cogido un espectacular auge con una considerable magnitud de dinero moviéndose alrededor de el por lo que no ha sido raro que se produjese una película que aspirase a ser el filme definitivo sobre la F1, y así ha sido: el propio mundo de la Fórmula 1 ha sido quien ha dado el espaldarazo a este proyecto, una esforzada superproducción que trata de mostrar los entresijos del mundillo de este deporte (en el plano del negocio y en el de la competición) con el veterano cuasi legendario Jerry Buckenheimer en labores de producción y la participación también en esta faceta del campeón Lewis Hamilton, en un filme muy correcto, efectista y comercial que aúna drama e historia de superación, algo muy típico del cine deportivo y por supuesto no se priva de grandes estrellas como protagonistas: Brad Pitt y Javier Bardem encabezan el reparto. Dirige el especialista en acción Joseph Kosinski quien realiza un trabajo muy esforzado e interesante desde el punto de vista técnico -carreras rodadas en algunos circuitos reales (otros no), GPs auténticos como escenario de diferentes escenas, imágenes de carrera trepidantes con cámara desde el monoplaza- en una película que no pasará a la historia pero que tendrá su público y no solo entre los seguidores de la F1- que gozarán de lo lindo- sino entre los entusiastas del cine épico pero con cierta chicha, los degustadores de dramas de superación y, en fin, los consumidores habituales del género de acción.

La aparición de cameos de diferentes automovilistas y personalidades del negocio del automovilismo interpretándose así mismos (Hamilton, Max Verstaapen, Fernando Alonso, Jack Doohan, Lawrence Stroll, Frank Brown y así hasta un sin fin) es un curioso aliciente que indica por supuesto que este es el filme oficial sobre la Fórmula 1 y en ese sentido con la presencia de todas las escuderías existentes, sus esponsors, y las diferentes carreras, da la sensación de que estamos ante un publirreportaje ficcionado del deporte. Y en realidad, así es: no se puede decir que el contexto- que se nos muestra hasta el más mínimo detalle- se coma a al historia pero al fin de cuentas es lo que más brilla teniendo en cuenta además que el guión de et filme es flojo y previsible. Como también es muy tópico el personaje protagonista que encarna Brad Pitt, Sonny Hayes, un ex conductor de F1 cincuentón caído en desgracia tras un prometedora carrera a principios de los 90 y que vuelve a alta competición por petición de un viejo amigo del alma para lanzar a una modesta escudería propiedad de este, Rubén Cervantes (Javier Bardem) y de paso servir de mentor a un prometedor piloto, el joven británico Joshua Pierce (Damson Idris). La relación entre estos tres personajes, con Hayes como vértice, a ratos funciona desde el punto de vista dramático pero no supera lo tópico y lo previsible, y es que la figura del perdedor redimido esta ya muy sobeteada. Hay muy buenos momentos de adrenalina pura en unas careras veristas y emocionantes (no hace falta ser forofo de la F1 Para disfrutar de ellas) y tras una primera parte tediosa la peli va retomando el vuelo aunque al final todo termine según lo esperable. Candidata a hacer buena taquilla en verano y en realidad poco más.

jueves, julio 03, 2025

JULIETTE EN PRIMAVERA (JULIETTE AU PRINTEMS)

 


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El cómic no solo surte de superhéroes al cine: en toda la historia del séptimo arte se han adaptado géneros y temáticas variadísimas de hecho. La escuela francesa de la historieta, de las mejores de siempre y muy heterogénea y variada, también ha tenido sus adaptaciones fílmicas como en esta ocasión, en el que una novela gráfica de la reputada autora Camille Jourdy (cuyo célebre Rosalie Blum también conoció versión fílmica) Juliette, los fantasmas regresan en primavera es la base de esta comedia con tientes dramáticos que sin grandes pretensiones y con una buena pizca de sensibilidad y buen hacer toca correctamente los temas de las relaciones familiares y la realización personal, material intimista que en este filme trata de concentrarse en su protagonista, la joven ilustradora de literatura infantil Juliette, interpretada con soltura por Izïa Higelin. El entorno rural galo parece propicio para este tipo de historias y es allí donde nuestra protagonista inicia inesperadamente un proceso de autodescubrimiento pasando unos días con su un tanto disfuncional familia, la cual parece haber hecho de la ocultación de secretos una vía para superar dificultades y supuestamente alcanzar la felicidad, algo que Juliette no tarda en descubrir cuestionándose su propio lugar en su familia y en la vida.

Aunque son muchos los gags más o menos cómicos y las situaciones graciosas, esta no es una película en la que todo suponga broma o chanza en absoluto. Los intentos de Juliette por tratar de comprender a sus allegados y el por que de ciertos aspectos de su propia vida y de su comportamiento es un viaje que para ella no siempre resultará grato. La directora, Blandine Lenoir, se muestra segura en una historia que trata de tener miga aunque todo al fin de cuesta se toque sin demasiada profundidad. Tal vez demasiado teatral por sus escasos escenarios, la película no deja de ser algo de visión muy agradable demostrando como una historia a priori no muy amable puede ser algo grato y edificante.

sábado, junio 28, 2025

THE LAST SHOWGIRL

 


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Todo ha sido una sorpresa con esta película: la confirmación de la benjamina del clan Coppola como directora (Gia Coppola), el excelente aprovechamiento de un tema poco tocado en el cine como es el del envejecimiento de la mujer relacionado con el edadismo y los cánones de belleza, y de manera significativa el un tanto tardío descubrimiento como actriz de la estrella televisiva de los 90 (y sex simbol) Pamela Anderson. Si, la que fuera reina de la pequeña pantalla en la mítica serie Baywatch y carne de la prensa rosa americana se reivindica como una intérprete sólida a sus 58 años haciendo un papel casi autobiográfico en una historia que podía ser una parábola de su vida: la caída de una bella estrella del espectáculo despreciada tras haber llegado a una edad. La protagonista de la historia, Shelly Gardner, es una bailarina de espectáculo de cabaret-variedades en un casino-teatro de los alrededores de Las Vegas que vivió épocas mejores. El cierre del complejo dejará sin trabajo a las showgirls, algunas aún jovencitas y otras muy veteranas como Shelly, otrora una joven despampanante y ahora una cincuentona que encontrará muchas dificultades en encontrar un trabajo similar, circunstancia que se unirá a otras también bastante desfavorables para la mujer como su ya de por si precaria situación económica y su mala relación con su hija de 22 años.

Pese a que Gia Coppola por su filiación familiar pertenece a una“realeza” de la cinematografía estadounidense ha seguido los pasos de su abuelo Francis Ford y de su tía Sofia iniciándose en el cine independiente y los resultados en este su tercer largometraje no distan mucho del mejor cine indie estadounidense de principios del siglo XXI con una impronta que remite a Sean Baker o yendo más atrás en el tiempo a los Hermanos Coen. The Last Showgirl es una película centrada en su protagonista y sus circunstancias y como todo le va afectando mientras trata de aceptar el paso del tiempo, las nuevas situaciones y un futuro que amenaza con ser caótico mientras se culpa de decisiones pasadas y del rumbo (equivocado) que tomó en su vida. Pero su afán de lucha contra viento y marea es el mensaje más positivista de un filme que quiere dejar claro que siempre hay esperanza pese a que vivimos en una sociedad que desprecia a las personas mayores y que no acepta los cambios inevitables por el discurrir de los años. Una fotografía imperfecta y granulosa intenta ser realista y nada agradecida con las mujeres protagonistas, seres metidos en un mundo un tanto cutre y decadente que choca con el sex appeal y el aparente glamour que ellas tratan de representar en su trabajo. Pamela Anderson está excelente como una mujer desesperada, desprovista de maquillaje en la mayor parte de las escenas del filme y dejando una doble patina de fortaleza-desvalidez que hacen de su personaje un auténtico hallazgo. Personajes como la veterana camarera que interpreta Jamie Lee Curtis, una mujer modelada en su pasota histrionismo por sus años de trabajo en el un tanto sórdido mundillo de los casinos de Las Vegas, el conciliador pero desnortado propietario del complejo encarnado por un Dave Bautista que demuestra que es buen actor o las jóvenes vedettes compañeras de Shelly dan contrapuntos muy interesantes a esta película. No es ninguna obra maestra pero supone un buena bocanada de aire freso para el cine americano.

martes, junio 17, 2025

LA RECETA PERFECTA (VINGT DIEUX)

 


*** y 1/2

Con planteamiento modesto, una historia sencilla y sin ningún actor profesional esta consigue ser una estupenda película que deja palpable que el cine costumbrista aún tiene vigencia y que cualquier entorno puede ser el escenario de una interesante historia. Un pequeño pueblo de Borgoña es la localización y el contexto es algo tan inusual como la elaboración del preciado queso de la zona, algo en lo que gira la cultura de esta región francesa de donde procede la directora de este filme, la joven Louise Courvoisier, una debutante que además cofirma el guión y cuya familia ha intervenido en diferentes aspectos del mismo (su madre y su hermano han compuesto la curiosa banda sonora, otro hermano es diseñador de producción); en esta ambientación rural discurre una historia de maduración y de paso fortuito de la adolescencia a la vida adulta, la que vive su protagonista el chaval de 18 años Totone (Clément Faveau) quien tras perder a sus padres tiene que lidiar con múltiples responsabilidades y hacerse cargo de su hermana de siete años, él precisamente que era un joven despreocupado y cabezaloca. La fabricación de un queso Comté para presentarlo en un concurso (y que gane) se plantea como una meta para Totone ya que con el dinero del premio podrá hacer frente a las dificultades económicas. A ello se dedicará con ahínco con la ayuda de sus (descerebrados) colegas del pueblo y la inesperada complicidad de una joven ganadera, Marie-Lise (Maïwène Barthèlemy) con la que vivirá una relación más allá de la instrumentalización sexual con las chicas a la que el muchacho está acostumbrado.

Totone es un inicialmente un antihéroe en esta historia, un chaval sin oficio ni beneficio y alocado cuya bravuconería y carisma le hace ser una de las personas más populares de su pueblo, pero pronto torna en un héroe a la usanza cuando una desgracia golpea su vida y entonces asume que debe luchar por el futuro de su hermanita y conseguir finalidades y objetivos, por una vez en la vida, nobles, que en esta película toman la forma de un tipo de queso del que Totone se propone elaborar la mejor versión posible. A ratos con tono de comedia, otros de melodrama, muchos de estudio psicológico de la adolescencia y siempre con la maduración como telón de fondo, Vingt Dieux es una película sencilla pero elegante -no todos los entornos rurales son capaces de alcanzar una estilización y un encanto similares al del campo francés- y que deja un buen sabor de boca a públicos variopintos por lo universal de su mensaje. Siempre se espera mucho del cine francés y sus mejores películas siempre cumplen.

lunes, junio 09, 2025

SIRAT

 


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Puede que no resulte muy fácil sumergirse en esta nueva demostración de la maestría fílmica de Oliver Laxe (Mimosas, O que arde), al menos al principio, pero conforme va transcurriendo el metraje uno, de un modo u otro, se va sintiendo más y más atrapado por un trabajo excelso, extraño, sugerente y poliédrico que según su director -un autor que no ha necesitado mucho ni tan siquiera pretenciosidad para alcanzar ese restringido título- pasa por ser su filme más político y poético de su aún no muy extensa filmografía. Pero más que esos dos adjetivos, que en realidad parecen cumplir una función muy contextual y simbólica, Sirat resulta una película onírica, social y con carácter de cuento-fábula. Si, es el mejor trabajo de Oliver Laxe hasta la fecha y por el momento la mejor película española del año, pero más allá de cualquier contexto espacio-temporal, Sirat resulta un filme poderoso e impactante con un mensaje universal que de nuevo nos pone en frente de las contradicciones de nuestra sociedad occidental. El Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 2025 es un galardón más que merecido para esta inusual obra.

La zona desértica del sur de Marruecos es el escenario íntegro de la historia (aunque además del país norteafricano parte haya sido rodada en Teruel y Zaragoza), todo en exterior, todo en parajes naturales y con estilo casi de documental geográfico, porque aquí el paisaje, el terreno cumplen el papel fundamental. Actores aficionados -en su mayoría de nacionalidad francesa- conforman el reparto donde un descomunal Sergi López- intérprete de hecho con bastantes vinculaciones con Francia- es el único intérprete profesional dando vida a Luis, el personaje central de la historia. El protagonista acude junto con su hijo menor, Esteban (Bruno Nuñez, pequeño gran actor) a una aislada rave en el desierto poblada de la consabida fauna pastillera y colgada bailando al son de una hipnótica música electrónica; su finalidad es encontrar a al hija mayor, una adolescente que se fue de casa un día sin decir nada y de la qque su familia piensa que tal vez se encuentre. El entorno al principio es extraño, marciano e inquietante para Luis y Esteban y también para el espectador, que asiste desde el comienzo a una sucesión de imágenes y sonidos (electrónicos) sin apenas diálogos que dicen bastante claro que va a comenzar un viaje alucinante. La búsqueda de la muchacha parece infructuosa pero Luis no se rinde y termina aliándose con un quinteto de ravers franchutes que se desenvuelven bastante bien en castellano: Stefania Gadda, Richard “Bigui” Bellamy, Jade Oukid, Joshua Liam Henderson y Tonin Janvier, todos ellos (excelentes) actores no profesionales que se interpretan a si mismos: una extraña troupe de outsiders que en si misma representa en el relato el lado más oculto, freak y alternativo de una sociedad que se nos presenta como fracasada. Junto con padre e hijo, conforman una especie de “seis magníficos” contemporáneos que irán en busca de una persona extraviada en una película cuya estructura y estética le debe mucho al western, pero también a William Borroughs, David Lynch, Alejandro Jodorowsky y Lars Von Trier. Hasta hay alguna traza del Bergman del El Séptimo Sello y la saga Mad Max. Pronto lo que parece la trama central del filme se revelará como un McGuffin tramposo mientras la película proseguirá con su carácter visual y simbólico mientras los personajes llevan a cabo su viaje hacia ninguna parte encontrándose en medio con la tragedia y el caos.

Es este un filme que fluctúa con mucha maestría entre lo mágico (en apariencia) y cálidamente humano y lo social y realista: la guerra de Marruecos con el Sahara aparece de refilón y también el tema de los refugiados, siempre con la visión generalista de los desastres de la guerra que poco a poco se va adueñándose de la historia hasta extenderse y engrandecerse con el mal producido por el ser humano en general. El dolor, la pérdida, la desesperación se irán apoderando de los personajes en un viaje espiritual que no sabemos muy bien a donde lleva y de hecho cuando finaliza la película seguimos sin saberlo. La crudeza de muchos momentos azota literalmente la película y nos hace partícipes de ese extraño viaje que cada vez es más hipnótico y también más desesperado, captado por una poderosa fotografía y un sonido alucinante -más allá de la machacona y a veces desagradable pero a ratos fascinante música trance electrónica que se oye- que convierten a esta película en un muy grata experiencia cinéfila. Totalmente recomendable.

miércoles, junio 04, 2025

LOS TORTUGA

 


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Fue la película triunfadora en el Festival de Málaga y desde luego que merecidamente. Belén Funes, que con La hija de un ladrón (2019) entusiasmó a todos con su manejo del drama social en contextos más bien incómodos y de difícil narrativa en esta ocasión se doctora con un drama multitemático y muy bien ensamblado en sus aparentemente diferentes y heterogéneas piezas que conmueve y encandila y todo con mínimos estilísticos y narrativos eso si muy efectivos y con un enorme poder evocador y emocional. La inmigración (dentro de España y desde otros países), las dificultades de la España rural, la precariedad económica de muchos trabajadores, las dudas de la juventud, las relaciones familiares (y especialmente la maternofiliales), los desahucios y el duelo ante la muerte aparecen en este estupendo filme de una manera clara y muy directa (tal y como al directora hizo en su citada anterior película) y sin atenuantes. Diferentes escenarios geográficos (Andalucía, Catalunya), diferentes contextos (el rural, el urbano) y personajes casi todos marcados por el infortunio y la modestia económica conforman un retrato identificable convertido en una historia poderosa por su desagradable y verista sencillez. Belén Funes ya se postula como una gran directora.

Las dos actrices principales mueven la película compartiendo protagonismo y una relación entre sus personajes complicada y cambiante, como pueden serla las de una madre y una hija marcadas en un primer término por la tragedia (la pérdida del padre/marido) y también por diferentes circunstancia que han terminado en un cierto distanciamiento. Anabel (Elvira Lara) una postadolescente barcelonesa de 18 años vive dividida entre el recuerdo de su padre andaluz -fallecido tiempo atrás- junto con la sencillez de la vida en una aldea cuando pasa veranos en el pueblo de Jaén con su familia paterna, y la influencia de su madre Delia (Antonia Zegers), una inmigrante chilena que trabaja de taxista en la ciudad condal que con su carácter despreocupado parece no haber asumido ni valorado del todo la muerte de su marido y las necesidades actuales de su hija, una muchacha que aspira a ser alguien - estudia comunicación audiovisual- y superar sus penas, complejos y los problemas económicos de su familia. Planteada como una historia cambiante con variaciones inesperadas y siempre centrada en las dos mujeres (especialmente en Anabel), la película se deja ver con enorme interés gracias a la calidez e inmediatez de las situaciones, que si bien muchas veces parecen no llevar a ninguna parte hacen que las protagonistas, con gestos, reacciones y diálogos nos muestren los entresijos y claves de su incomoda relación. Tanto Lara como Zegers están las dos impecables. El filme va cobrando interés a medida que va avanzando y todos esos apuntes del natural que se nos presentan y que- muchas veces por desgracia- reconocemos no hacen más que hacerse ganar nuestra complicidad como espectadores. Una pequeña grata sorpresa en lo que llevamos de año para el cine español.


lunes, junio 02, 2025

LA TRAMA FENICIA (THE PHOENICIAN SCHEME)

 


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Wes Anderson no solo se ha convertido en uno de los mejores directores de la actualidad sino que es ahora mismo uno de los cineastas con mayor tirón entre el público pese a lo aparentemente escaso comercial de su propuesta. Últimamente muy activo- sus últimas Asteroid City y el mediometraje de Netflix La maravillosa historia de Henry Sugar son relativamente recientes- Anderson deja un poco el perfil más modesto de Asteroid City para ejecutar de nuevo una obra ambiciosa que por supuesto contiene todos los elementos distintivos de su cine: imagineria artístico-manierista, colores chillones, encuadres estudiados, coreografiados y arty, inspiración comiquera, cierto surrealismo. No tan brillante como su obra maestra, La crónica francesa (2021) pero de nuevo una gran película, The Phoenician Scheme -echando mano otra vez de la ironía y la caricatura con afán de crítica- se sumerge esta vez en una visión bufa del capitalismo y la religión con unos resultados bastante sugerentes. El reparto coral de rigor del cine de Wes Anderson moviéndose entre engolados e imposibles escenarios que evocan a unos estéticamente unos exagerados años 50 en plena Guerra Fría nos regala personajes (ridículamente) muy interesantes e interpretaciones de chapó en una puesta en escena deslumbrante y divertida que consigue llevar a buen puerto una fábula muy gruesa y anecdótica en apariencia pero en realidad enormemente profunda y evocadora.

Hay que decir que el propio reparto hace destacar a tres personajes: Zsa-Zsa Korda (Benicio del Toro) un todopoderoso y realmente siniestro y despiadado magnate de un país indeterminado de Europa deseoso de eliminar a quienes precisamente tratan de eliminarle por su enorme poder, para, lógicamente, ver aumentada aún más su riqueza e influencia; su hija Liesl (Mia Theperton) una excéntrica novicia que se convierte en la principal aliada de su padre en su megalómano plan aunque hayan estado distanciados seis años, y el profesor Bjorn Lund (Michael Cera), un entomólogo noruego tutor de los hijos menores de Korda y tercera pata del vértice en los planes del empresario. Unas curiosas cajas con ciertos contenidos tienen la clave de los nuevos negocios de Korda, quien tras sufiir diferentes atentados contra su vida se encuentra casi siempre de paso en el Cielo y ante Dios en impagables secuencias de inspiración montypithiana, y una inexistente Fenicia del siglo XX será el país en el cual el millonario fije sus objetivos. Todos los entresijos del capitalismo en su mayor expresión aparecen caricaturizados en este perfecto grandguiñol de tiralíneas con explicaciones bizarras marca de la casa discurridas en el siempre pasmante espectáculo visual y narrativo de Anderson. Tampoco faltan críticas a la ambición humana, la hipocresía, la muchas veces apestosa relación entre política y riqueza, y el poder ambiguo de la religión tanto desde el aspecto personal-espiritual como el material.

Si se conoce más o menos el cine de Wes Anderson, se pueden prever pistas falsas y trampantojos que estallan de manera magistral y no por ello dejar de disfrutarlas, pero es posible que el expectador neófito o no acostumbrado a este tipo de cine se vea un tanto desconcertado. Hay que dejarse llevar siempre por el estilo sublime, audaz y realmente sugestivo de este gran autor que ha conseguido fusionar como nadie el estilo del cómic (y la ilustración en general) con el del cine. Tom Hanks, Willem Dafoe, Scarlett Johannson, Mathieu Almaric, Jeffrey Wright, Charlotte Gainsboourg, Riz Ahmed, Bryan Cranston, Bill Murray, Benedict Cumberbatch o F. Murray Abraham desfilan también por un filme que como todos los del director conviene ver y degustar.

lunes, mayo 19, 2025

JANE AUSTEN ARRUINÓ MI VIDA (JANE AUSTEN A GÂCHÉ MA VIE)

 


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Es increíble como la figura y obra de Jane Austen (1775-1817) sigue presente en la cultura del siglo XXI e incluso el mundo del cine sigue haciéndose eco de su legado. No son pocas las películas inspiradas en ella -incluso llevando su nombre en el título- a parte de biopics, y es que la autora de Emma o Sentido y Sensibilidad pese al paso del tiempo tiene en su obra tropos y temas que se han mantenido siempre, como las ansias de superación de la mujer joven o los dilemas del amor. En el caso de esta producción francesa debut en la dirección de la guionista Laura Piani (con algunos tintes autobiográficos) nos encontramos con la imposible traslación del mundo de la escritora británica a la vida de una joven parisina, Agathe (Camille Rutherford), bibliófila, culta, soñadora y admiradora de Austen, empleada en la famosa librería parisina especializada en literatura inglesa Shakespeare and Company, pero negada sentimentalmente e insegura pese a su brillantez intelectual. Aspira a encontrar el amor de su vida a la Austen y lógicamente esa meta por su dificultad no le plantea satisfacciones precisamente. Una gran oportunidad llega a su vida cuando se traslada a la campiña inglesa para participar junto con aspirantes a literatos e intelectuales en una residencia-seminario sobre la autora, gestionada por una familia de descendientes de esta. Allí Agathe conoce a Oliver (Charlie Anson) el hijo de sus anfitriones, un joven educado y muy british que parece mejor opción que Felix (Pablo Pauly), su no muy oficializado novio.

El filme supone una aproximación a manierismos del cine británico desde la óptica francesa en una operación que se salda con éxito y que no resulta ni paródica ni de homenaje complaciente. Moviéndose entre la comedia romántica (las más de las veces) y el melodrama, el filme está rodado con exquisitez y buen hacer con varios momentos muy bien llevados. Las escenas inglesas son casi siempre en interiores (los de la mansión de la residencia) en clara conexión con la tendencia inglesa a las ficciones audiovisuales sin apenas exteriores, algo en lo que fueron maestros -especialmente en televisión-en la segunda mitad del siglo XX. No obstante, lo mejor es todo lo que rodea a su protagonista y sus circunstancias, un pequeño y modesto estudio psicológico de la mujer del siglo XXI que desea vivir en el mundo de Austen de principios del XIX en lo tocante a las relaciones amorosas, ocasionando frustración, desarraigo y también por que no momentos divertidos. Una película modesta pero bonita, recomendable en tiempos tan poco edificantes como estos.

lunes, mayo 12, 2025

UNA QUINTA PORTUGUESA

 




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Un claro ejemplo de como con una historia muy sencilla se puede hacer una excelente película. Avelina Prat, que con su primer filme Vasil (2022) dejó muy buen regusto, en esta ocasión supera el listón con este curioso melodrama de corte psicológico sustentado en sus muy competentes intérpretes: no solo su protagonista principal, ese actor ya veterano pero redescubierto que es Manolo Solo, y su actriz principal la polifacética y superdotada María de Medeiros están sublimes, la serbia Branca Katic, que se hace cargo de un rol secundario pero fundamental y pivotal en la historia, está estupenda. No podía dejar de ser casi perfecto el trabajo actoral en una película donde la interacción de los personajes, especialmente entre los dos principales, es fundamental. Dos seres que en diferentes momentos reubican y rediseñan su vida de cero, viviendo de diferentes falsedades para huir de un pasado doloroso. Y junto a ello, el mensaje de entendimiento (y coincidencia) entre diferentes nacionalidades, idiomas y culturas, con la constatación de que determinadas situaciones y sentimeintos son comunes en todos los seres humanos; mensaje que ya aparecía en la anterior película de la directora, un valor en alza que supone una muestra más de la excelente nueva generación de realizadoras españolas que ha surgido en los últimos años.

Fernando, un profesor universitario de Geografía, se encuentra de la noche a la mañana con que su mujer de origen serbio, Milena, con la que en realidad llevaba poco tiempo, ha desaparecido sin dejar rastro (el espectador conoce que ha abandonado a su marido sin previo aviso). Desesperado y desorientado, viaja a Portugal a olvidarlo todo donde conoce a Manuel, un jardinero español que muere súbitamente de un infarto. Fernando tomará la documentación de Manuel y viaja a la lujosa quinta donde el auténtico jardinero iba a trabajar para ocupar su lugar . Allí conoce a la propietaria de la propiedad, Amalia, una mujer rica y culta de afable carácter que pronto conectará con Fernando (al que aparentemente cree el verdadero Manuel) pero que también parece esconder o huir de algo. La excelente interpretación de aquella actriz que en buena parte de los 90 se convirtió en la estrella europea del momento empuja la película a momentos realmente sublimes en donde el intentar averiguar la verdad por parte de los personajes parece una necesidad que se alcanza de maneras inesperadas. Manolo Solo por su parte está perfectamente creíble como un hombre perdido y con muchas preguntas que en aquella mansión portuguesa llena de belleza decadente logra por fin la estabilidad hasta que casi por casualidad un hallazgo sobre lo que le impulsó a cambar de vida parece dar una nueva dimensión a todo. Se cambian muy bien los contextos dramáticos en esta película y ello constituye un espectáculo narrativo de primer orden, llegando hasta la curiosa catarsis final. Filme elaborado y grato de ver que no debe ebn modo algunos pasar desapercibido.

martes, mayo 06, 2025

LA HISTORIA DE SOULEYMANE (L´HISTORIE DE SOULEYMANE)

 


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Una nueva aproximación europea al fenómeno de la inmigración, y concretamente desde el cine francés, siempre acertado con cualquier temática social, con la novedad de que en esta ocasión se tocan items dentro del mismo tema que rara vez han sido objeto de una ficción, como es el caso de los “negocios” de personas que traman historias falsas para que un inmigrante consiga su regularización como refugiado político o las dificultades que el colectivo migrante en situación irregular tiene en sus trabajos no regularizados. Este filme de Boris Lojkine apuesta por un estilo verista y docuemntal centrándose en un personaje, Souleymane (Abou Sangare) un joven de Guinea Conarky que llegó a París poco tiempo atrás y que permiso de residencia ni de trabajo ejerce de repartidor en bici. Su esperanza es conseguir estatus de refugiado político para acelerar su regularización aunque en realidad no lo sea, pero otro individuo de origen africano le ayuda inventándose una falsa historia vital como perseguido en su país por razones política. Souleymane al principio de la película está a dos días de la decisiva entrevista con las autoridades de inmigración y trata de memorizar el falso relato mientras trata de hacer bien su trabajo- que le ocupa hasta altas horas de la noche-, se relaciona con otros jóvenes africanos y con sus clientes y pernocta en un concurrido refugio de sin techo. Se palpa su ansiedad por que todo salga lo mejor posible y su preocupación: un psicodrama muy bien planteado que además huye de convencionalismos sin dejar de estar centrado en los sentimientos del propio protagonista ante una situación límite.

Al estar la historia enmarcada en tres días, el factor tiempo y el ritmo de la narración son esenciales en este filme donde todo trtat de transcurrir de forma lineal mostrandoa demás los progresivos cambios en el estado de ánimo de Souleymane. Casi cámara en mano con planos largos y casi siempre en entorno urbano, la película consigue una total credibilidad y en sus instantes finales, el momento crítico para el muchacho, hace estallar toda una catarsis que de por si resulta enormemente esclarecedora e ilustrativa de la situación de muchas personas inmigrantes. La historia verdadera se enfrenta a la historia falsa, en un combate en el que se atisba que lo real tiene que ganar por sus propias características. Es muy esclarecedor el mensaje final que deja la peli y en ese sentido el propósito del filme se justifica por si solo. Queremos más películas así, por favor.

martes, abril 29, 2025

TODO LO QUE NO SÉ

 


*** y 1/2

Un debut prometedor en el largo el de la directora vizcaina Ana Lanbarri con un drama psicológico-costumbrista de texturas ásperas y sin edulcorante. Un ejercicio de psicodrama centrado en la lucha y ambición personal defendiendo lo que uno cree contra viento y marea y como esa lucha además de todo lo difícil que pueda llegar a ser, erosiona, condiciona e incluso daña a la propia persona. Con un guion muy directo y conciso y apoyada en el muy eficiente trabajo actoral , la película conmueve y hace cómplice al espectador, que logra empatizar con su protagonista, Laura (Susana Abaitua), una joven de 35 años ingeniera informática que intenta salir de la mediocridad personal en la que vive desde tiempo atrás (vivienda en piso compartido, trabajo de dependienta de una cadena de tiendas, ciertos problemas familiares) ante la repentina oportunidad que se le presenta de poder llevar a cabo un proyecto informático que ha intentado vender desde tiempo atrás. No será fácil la mayor dedicación a ese sueño que puede cumplir ya que su padre enferma terminalmente teniendo que cuidar de él a turnos junto con su hermana casada y con hijos y también la no muy clara relación con su novio comenzará a resentirse. El carácter de la mujer será cada vez más irascible afectando a la relación con sus seres queridos.

Hay mucha naturalidad en las situaciones descritas y la estupenda interpretación de Susana Abaitua ayuda mucho a magnificar un filme modesto en su aspecto formal pero con pretensiones narrativas y temáticas ambiciosas que llegan a muy buen puerto. En el reparto de secundarios brillan Natalia Huarte, Ane Gabarain, Andrés Lima, Francesco Carril e Iñaki Ardanaz. Muy bien filme que esperemos se mantenga bien en cartelera.


sábado, abril 26, 2025

CONFIDENCIAL (BLACK FLAG)

 


* y 1/2

Steven Soderbergh es un director empecinadamente prolífico además de irregular. En su basta filmografía hay títulos de todo pelaje y género y pese a que haya algún clásico como su ópera prima Sexo, Mentiras y Cintas de Video (1989), Grey´s Anathomy (1996) o el éxito comercial Erin Brochovic (2000) predomina lo olvidable y lo irrelevante- este es su segundo estreno de 2024 tras la cinta de terror psicológico Presence, la cual pasó desapercibida como muchas películas suyas anteriores- aunque se siga esperando alguna sorpresa que no llega y ni tiene visos de hacerlo. Jugando engañosamente entre el mainstream y lo indie cuando en realidad es un director comercial, Soderbergh vuelve a estrenar -y se acerca al largometraje 40 en 36 años de carrera- y lo hace con un thriller de espionaje supuestamente psicológico escrito por el prolífico David Koepp (otro autor sobrevalorado) que sencillamente no convence. Entremezclándose con el drama amoroso y ciertos tintes políticos, Black Flag resulta un filme predecible y rutinario que no se encuentra así mismo en ningun momento. Si, es un acierto que trate de evadirse de la norma de un thriller al uso con un planteamiento de personajes concretos y casi teatral con profusión de escenas de interior (mucho se desarrolla en el hogar de la pareja protagonista), pero la manera de contarlo todo no tiene ninguna originalidad no como filme de intriga resulta atrayente ni emocionante, por no hablar de el elemento dramático que resulta muy poco relevante.

Al tratar de apostar por los actores, la película se ha rodeado de intérpretes eficientes que sencillamente cumplen en un pequeño desaguisado. Michael Fassbender interpreta a George Woodhouse, un agente del Servicio de Inteligencia británico al que se el comñunica que su esposa Kathryn (Cate Blanchett), otra agente del MI6, es sospechosa de traición. El matrimonio, que ya de pos sí tenía una relación anómala debido a su ocupación, entrará en un crisis aún mayor de la parecía comenzar a vivir y comenzará un juego al gato y al ratón en el que entrarán los amigos y compañeros de la pareja, todos llenos de secretos personales y profesionales. Pese algún momento de lucidez aislado, el filme no llega a despegar en ningún momento con unos minutos finales tediosos-. Es curiosa la presencia-homenaje de Pierce Brosnan como un jefe del Servicio de Inteligencia, aunque su papel no aporte mucho. ESsuna pena constatar en lo que se ha convertido la carrera de un en otro tiempo cineasta muy prometedor.

lunes, abril 21, 2025

AMATEUR (THE AMATEUR)

 


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Es cierto, no es que sea especialmente novedoso ni aporte mucho este filme de espionaje ambientado en diferentes países, pero al menos se deja ver con interés - salvo algunos momentos de la segunda mitad de metraje en los que el ritmo no solo decae sino que al trama da ridículas vueltas sobre si misma- y regala buenos momentos de intriga psicológica, todo ello gracias al buen trabajo de su actor protagonista, el oscarizado Rami Malek, quien no ha tenido demasiada suerte desde que el otorgaran el premio en 2018, El Intérprete californiano da vida a Charlie Heller, un criptógrafo de la CIA que tras el asesinato de su mujer por unos supuestos terroristas decide entrar en acción y convertirse bajo su responsabilidad en un agente recibiendo entrenamiento como tal pese a las reticencias de sus superiores, con el fin de buscar y ajusticiar a los asesinos de su esposa. Un argumento con resonancias a otros muchos anteriores que en esta película simplemente cumple pero sin ningun relieve.

Como filme de acción y espionaje, The Amateur ofrece más de lo mismo, pero también tiene sus aristas localizadas en otros aspectos: la evolución del protagonista de un brillante analista y criptógrafo de mente privilegiada a un action man sin que sus análisis sesudos y matemáticos disminuyan un ápice, un buen recurso argumental que otorga algo de fuste a un espectáculo más bien rutinario. Muchos personajes, algunos demasiado arqutípicos, y localizaciones internacionales como mandan los cánones del género de espionaje todo ello con ropajes de suntuosa gran producción en donde curiosamente la violencia no pinta mucho y si el thriller. La presencia de Laurence Fishburne como un veterano coronel de la CIA mentor del protagonista es un puro deja vu a su intervención en Matrix. Para pasar un rato entretenido

domingo, abril 13, 2025

MUY LEJOS

 


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No resulta fácil tratar de plasmar el sentimiento de duda, desarraigo y confusión al mismo tiempo en una persona, pero esta película lo consigue gracias al buen trabajo de su director y guionista, Gerard Oms, coach de interpretación y actor que se estrena en el largo con esta película, y de su actor protagonista, Mario Casas: es la historia real del propio Oms, quien en 2008 tras asistir en los Países Bajos al partido de la Europa League entre el Utrecht y su equipo, el Espanyol, dedició “perder” su cartera y pasaporte para quedarse a vivir un tiempo en Holanda para encontrarse a si mismo y hallar un sentido a su vida. Si, una premisa extraña (en la película al principio no sabemos que le motiva a Sergio- el alter ego de Oms interpretado por Casas- que le motiva a tal incomprensible e inquietante decisión) pero tan real como que ocurrió realmente y le sirvió al realizador para hallar respuestas en medio claro está de un total sentimiento de desarraigo. Rodada en Amsterdam y Utrecht en régimen de coproducción entre España y Países Bajos, estamos ante una drama psicológico de tono intimista y urbano en donde surgen temas que en siguen marcando la vida actual en todo lo que va de siglo XXI: el sentimiento de desarraigo de los inmigrantes, la fobia a los extranjeros, la falta de ética haciendo negocio de las desgracias ajenas, la dificil consecución de la interculturalidad… y ya dentro del plano personal, la sensación de no saber quien es uno mismo dentro de un mundo caótico. El “refugiado” voluntario en Holanda funciona como metáfora de todo lo antes descrito a muchos niveles; Sergio es un ser desnortado que quiere empezar de cero y que lógicamente no lo tendrá nada fácil además de que las cosas empeoraran cuando el joven se de cuenta que aún no conoce su propia identidad sexual. Mario Casas realiza un excelente trabajo- y es que cada vez actúa mejor- y resulta perfectamente creíble como un ser confundido y caótico en una película honesta, realista y muy bien rodada con actores de diferentes países y culturas (a parte de holandeses y españoles) y en varios idiomas (principalmente castellano, catalán, holandés, inglés y árabe). Gerard Oms, además de un excelente preparador de actores puede ser un gran director.

El personaje de Sergio es ya la historia del guion del filme en si mismo y su desarrollo personal y psicológico es básicamente lo que estructura la narrativa de eta película. En su cierto egoísmo por luchar por su propia supervivencia se encontrará con que se ha convertido en un ser sin hogar como otros muchos inmigrantes en Amsterdam de diferentes nacionalidades y con los que terminará aliándose pese a reticencias xenófobas iniciales: y es que el propio joven vivirá muchas veces la discriminación por ser extranjero. Su relación de amistad con Manel (Alex Verdaguer, también tremendo) otro migrante catalán en diferentes circunstancias parece ser un asidero pero pronto se dará cuenta de que su nuevo amigo no es lo que parece. Una película que parece haber llegado a las salas sin mucho bombo y platillo pero que resulta de lo más estimulante y bien hecho de lo estrenado dentro del cine español en lo que va de año.

jueves, abril 10, 2025

SORDA

 




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El mundo de los sordos vuelve a aparecer en el celuloide con la seriedad y dignidad debidas cuando se pretende hacer una buena película que además refleje la realidad de las personas sordas. Hay muchos ejemplos, pero no demasiados en el cine español, en este sentido esta Sorda constituye una oportunidad muy bien aprovechada para recordarnos a los espectadores ibéricos- casi siempre oyentes- la situación de estas personas y las (muchísimas) dificultades de su vida, poniendo en este caso énfasis en la vivencia sorda desde la perspectiva femenina y desde la maternidad. Si, esta es una película sobre el hecho vitalmente cambiante de tener descendencia por primera vez (tanto para el padre como para la madre) además de versar en la temática antes reseñada, lo cual le obliga a ser un testimonio más o menos complejo y matizado, algo que este filme cumple con creces aunque sin estridencias. La realizadora murciana Eva Libertad debuta en el largometraje con este filme, versión aumentada de un corto que rodó en 2021 haciendo un interesante trabajo. Como actriz protagonista, su hermana Miriam Garlo, sorda desde la infancia – no en el grado de su papel- quien realiza un trabajo de quilates en un film muy honesto, realista y agradable en su costumbrismo dramático con mensaje.

Ángela, una mujer sorda de cerca de 40 años casada con un oyente, Héctor (Álvaro Cervantes) vive feliz su matrimonio, sus amigos (en su mayoría sordos también) y su trabajo equilibrando su condición de no oyente en un mundo de personas oyentes principalmente con la ayuda de Héctor, quien entre otras cosas comprende y esta integrado en el mundo de silencio de Ángela y domina la lengua de signos. El inesperado embarazo de la pareja, que dará fruto a la pequeña Ona, empieza a cambiarlo todo: a la incertidumbre de cualquier mujer ante la maternidad se una la preocupación de la joven por su propio futuro, el de la niña- que resulta ser oyente- y el de su relación, ya que al ser ahora dos personas que oyen en la familia se abre una grieta que Ángela jamás pensó que se abriría y a partir del momento empezará a tomar especial consciencia de su condición. Con diálogos hablados, lenguaje de signos, subtítulos en toda la película y unos minutos finales bajo el punto de vista auditivo de su protagonista, esta película se esfuerza y logra en ser especial y consigue una historia cercana pero con todas las peculiaridades de estar centrada en un colectivo determinado y por desgracia con poca atención por parte de la sociedad, cumple su función y lo hace con un atractivo y sensible trabajo que no debería pasar desapercibido en cartelera..

martes, abril 01, 2025

THE ALTO KNIGHTS

 


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No tiene sentido reincidir en viejas fórmulas que ya lo han dado todo de si, como el de las películas de gangsters y de mafia italoamericana con Robert De Niro de protagonista. Sin necesidad de valorar si el cine de mafia puede a estas alturas seguir sorprendiendo u ofrecer nuevas obras maestras, lo cierto es que a sus 82 años De Niro no tiene ya nada que demostrar como intérprete, ni tan siquiera interpretando a los dos personajes principales de un mismo filme como ocurre en The Alto Kinghts, nuevo filme - después de diez años- del que una vez fuera un director interesante Barry Levinson. Basada en la historia real de los históricos mobsters del siglo XX Frank Costello y Vito Genovese - una bizarra y turbia crónica de odio-amistad y crimen como solo podía ocurrir en el mundo del crimen organizado estadounidense- ambos encarnados por un correcto y ultracaracterizado Robert De Niro al que ya se le nota el peso de los años, esta película resulta irregular y tediosa por bastantes momentos pese al importante esfuerzo de producción para reproducir las diferentes épocas en las que transcurre la historia (desde principios del siglo XX hasta la década de los 70 del mismo siglo). En la segunda mitad del metraje parece remontar el vuelo, pero termina pierdiendo gas y al final da la sensación que hemos visto una historia muy parecida a otras del género y con el deja vu añadido de que De Niro ya estaba en alguna de esas cintas (aunque no en todas).

No se puede decir que los retratos de ambos capos sean completos o especialmente interesantes a efectos dramáticos en esta película, puede que en otro filme hecho con mayor ambición sí lo fuesen, pero la historia está tan rutinariamente llevada y supeditada al doble y meritorio trabajo de su protagonista que no se consigue salir de lo previsible: hay cierta intriga, cine de juicios, momentos de comedia, acción y todos los clichés imaginables -una vez más- de la mafia italoamericana. Tampoco se puede decir qe la caracterización y maquillaje sean de recibo ya que De Niro en realidad está muy parecido físicamente en ambos papeles además de dejar que desear la idoneidad de ciertas prótesis que hacen que los personajes parezcan a veces físicamente caricaturas (es curioso que como Frank Costello el actor a veces esta clavado a Peter Sellers cuando se disfrazaba) Una película que poco aporta salvo la constatación de que Robert De Niro aún sigue al pie del cañón

lunes, marzo 31, 2025

POR TODO LO ALTO (EN FANFARE)

 


*** y 1/2


Ser el último éxito de taquilla en su país del cine francés parece sinónimo de película más que interesante y con el justo equilibrio entre la calidad y la comercialidad, y esto es lo que le ocurre a este drama-comedia que toca varios palos temáticos de una manera convincente y no resulta en modo alguno un filme sensiblero pese a decantarse principalmente por el melodrama. En Fanfere, de todas formas, es algo más que un melodrama con ribetes de comedia ya que se percibe dentro de un costumbrismo inequívocamente galo una crítica social con las pocas oportunidades de las clases menos favorecidas como telón de fondo y una crónica de las relaciones humanas con dos personajes aparentemente muy opuestos que en realidad comparten mucho y más allá de los lazos familiares. Una película que se sustenta en sus dos personajes principales y en su increíble historia: Thibaut (Benjamin Lavernhe) un joven y prestigioso director de orquesta parisino que necesita un urgente trasplante de médula ósea y Jimmy (Pierre Lottin), un joven de clase obrera de un pueblo del norte de Francia que resulta ser el hermano oculto de Thibaut, ambos adoptados por familias diferentes aunque Thibaut lo ignorase: Jimmy además de ser el ansiado donante entrará en la vida de su hermano, demostrándole a este que el haberse criado en familias con condicionamientos sociales diferentes (acomodados en el caso de Thibaut y modestos en el caso de Jimmy) ha condicionado sus destinos y aunque ambos compartan el amor por la música, ya que Jimmy es músico en una banda local pero su hermano descubrirá que tiene casi tanto talento como él.

Los dos intérpretes están excelentes en un filme con un guión muy agradable y que va cambiando de registros e intensidades como mucho fundamento y oficio. No tiene este filme un tono claro de Feel Good movie impostado y su mensaje esperanzador está presentado de una manera muy inteligente, con los momentos más ligeros y los más dramáticos bien insertados y dosificados, con la música (clásica, jazz, pop, chanson francesa) como un protagonista más. Previsiblemente este filme aguantará bien en la taquilla española y en verdad se lo merece.

domingo, marzo 23, 2025

8

 


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El regreso de Julio Medem siete años después de su última gran película, El Árbol de la Sangre (2017) está resultado atípico en el sentido de que además de esta 8 tiene pendiente el estreno de una película rodada anteriormente Minotauro, Picasso y las Mujeres del Guernica: extraño que al que en los 90 y 2000 fuese considerado uno de los mejores directores españoles (y europeos) le ocurran estas vicisitudes, indicador tal vez de que al industria del cine en España pese a los últimos logros aún tiene sus carencias y de que la figura de Julio Medem ya no tiene ese aura de entusiasmo entre crítica y público que tenía antaño, pese a lo magnífica que resultó su última película. Pero lo que nos interesa es 8, su último filme, un trabajo técnicamente muy bien realizado -casi todo en plano secuencia- con una historia sugerente y con mensaje pero que carece del elemento más o menos sorprendente y arrebatador que ha caracterizado la mayor parte de su excelsa filmografía, una carencia que ya se vio en filmes anteriores como Caótica Ana o Una Habitación en Roma . Esta película tiene un tono de epopeya familiar y de relato histórico (durante 90 años de la historia de España, de 1931 a 2021) similar al de El Arbol de la Sangre en lo que es básicamente la crónica de una historia de amor a lo largo del tiempo al estilo Medem: la de Adela (Ana Rujas) y Octavio (Javier Rey), ambos nacidos un mismo 8 de abril de 1931 en dos pueblos castellanos vecinos quienes sin conocerse de antes y tras algunos encuentros casuales a lo largo de los años terminan estableciendo una relación a la que en un principio parecían no estar destinados por el devenir de sus vidas. El elemento más interesante de esta película es precisamente el paralelismo que se establece a tres bandas y de carácter recíproco entre la historia de España en los últimos años y sus circunstancias, la crítica al carácter cainita del ciudadano español (las dos Españas de Machado que cita el cineasta como inspiración) y por último las relaciones personales y amorosas que a veces y como en el caso de esta película pueden estar influenciadas por las circunstancias anteriores. No hay un tono estrictamente político en esta película sino más bien social y humanista pero que tiene en todo momento presente el contexto histórico. Pero el resultado final de 8, aunque sugerente, a veces emocionante y muy bien narrado se antoja insuficiente para un cineasta como Julio Medem, que vuelve a repetirse a si mismo con sus historias de encuentros y circunstancias casuales y paralelismos, remitiendo claro está a Los amantes del Círculo Polar, Vacas (8 película como aquella está estructurada en episodios), La Ardilla Roja o la ya citada El Arbol de la Sangre. Una pena que Medem no haya querido arriesgar más, aunque sería injusto desdeñar las virtudes de este filme que son varias.

El realizador donostiarra es un tipo honesto que no engaña ni oculta sus cartas en cada filme y se esfuerza en dar a muchas de sus películas un tono aleccionador y didáctico, en este caso en torno a la historia de España (aunque superficialmente y más bien como McGuffin) y sobre todo al aspecto ético de las relaciones humanas hurgando en el origen de los odios, las envidias y en definitiva de la diferencia entre las personas y todo aquello que lleva inevitablemente al conflicto y en última instancia a la destrucción y ala muerte: un mensaje muy interesante en los tiempos que vivimos. El tono del filme es de reconciliación y esperanza, con la fuerza del amor que lo puede todo, personalizado en su protagonistas, un hijo de simpatizante del bando nacional que en un principio se integra en las estructuras del régimen franquista y una hija de republicano que casada en primera instancia con un militar franquista casi por conveniencia terminará buscando la libertad como mujer y como persona con el paso de los años. Octavio, que prefiere la pesca y los estudios de los cauces de los ríos a cualquier complicación política o familiar y Adela, que no se resigna a su papel de ama de casa de clase media-alta, terminarán viendo entrecruzadas sus historias con una multitud de circunstancias de por medio mientras que España va cambiando. No esta anda mal la paeja protagonista- tal vez mejor Javier Rey que Ana Rujas- pese a que muchas veces la historia tengo picos de falta de credibilidad y situaciones demasiado forzadas. Desde el punto de vista técnico poco es reprochable en 8, donde la ambientación de diferentes épocas está muy conseguida y el plano secuencia reserve momentos a veces espectaculares, pero eso si, resultan muy discutibles muchos recursos de iamgen con intención supuestamente poética que en otra época en el cine de Medem hubiesen entusiasmado pero que ahora resultan requetevistos y a veces pedantes. Pero 8 es una buena película que por su tomo e intenciones merece ser vista aunque ya no nos encontremos ante el Julio Medem de hace algunos años . Lo mejor de todo es constatar como el cineasta sigue manteniendo su buen pulso, sus ganas de contar historias con corazón y profundas y su afán de crear hermosas imágenes.

domingo, marzo 16, 2025

MORLAIX

 


*** y 1/2

Resulta muy curioso el afán experimentador de esta coproducción hispanofrancesa dirigida por un realizador tan peculiar y datado como Jaime Rosales (La Soledad, Petra, Girasoles Silvestres) y rodada íntegramente en Francia (en Bretaña y en París) en el idioma galo. Además de constatar el carácter transnacional del buen cine - para muchas historias no hay fronteras espaciales ni culturales ni tampoco para la manera de contarlas- este filme recupera el tono vanguardista que imperó en mucha de la producción europea de la segunda mitad del siglo XX en una curiosa operación de aplicar algunos preceptos de los ya vetustos Free Cinema o la Nouvelle Vague a una película de los 2020, logrando un atractivo efecto experimental vintage del que el realizador saca partido. Porque Morlaix es un melodrama de personajes y de maduración que pivota constantemente alrededor de los anhelos y las aspiraciones de la juventud en la vida, de las vicisitudes de las relaciones amorosas y de la relación del ser humano con la muerte, temas muy ambiciosos que en la película se tratan con la profundidad justa y necesaria (siempre desde el punto de vista de la adolescencia) y que por ello no resultan pedantes en ningun momento, si bien la pelícual muchas veces da la impresión de no avanzar en ese aspecto intencionadamente de una amnera un tanto impostada y poco clara. Una localidad costera de Bretaña, Morlaix, es el escenario en donde transcurre una historia que sorpresivamente termina albergando otra historia o más bien una realidad alternativa o ensoñación de los personajes, efecto este que se logra mediante el recurso simbólico del cine dentro del cine pero desde el punto de vista del espectador: esta metáfora-recurso narrativo es una de las principales bazas de la película desde el aspecto más formal y metacinematográfico junto con la alternancia del blanco y negro y el color, recursos que remiten a un manierismo muy europeo pero que tienen una función fundamental en el devenir de la historia aunque a veces su empleo pueda parecer algo arbitrario. La película pese a todo y aunque pueda despistar a espectadores poco habituados a trampantojos narrativos avanza sólida e interesante durante todo el metraje.

No es baladí que Moralix se centre en la etapa de la adolescencia para mostrar las contradicciones y debilidades del ser humano; su protagonista, la joven Gwen (Aminthe Audiard en su etapa teen y Mélanie Thierry como adulta) es una muchacha que siendo de las más carismáticas de su instituto y eje de sus amistades se ha cansado de la vida en su pueblo y tras la pérdida de su madre se replantea muchas cosas: es el ejemplo del adolescente desnortado y duditativo que por circunstancias se enfrenta de repente a los dilemas de la edad adulta. La llegada a la localidad de un inteligente y sensible chico parisino, Jean-Luc (Samuel Kircher) alterara en cierto modo la vida de la propia Gwen y de sus amigos con su modo optimista pero más maduro de ver la vida, al tiempo que entre Gwen y Jean Luc comenzará a surgir una extraña atracción mutua. Los jóvenes personajes discuten y reflexionan entre ellos sobre sucesos presentes, futuros o posibles en secuencias en las que conviene no perder ni un ápice de atención en lo que se dice y que al final acaban explicando el epílogo y el salto en el tiempo en el que les vemos convertidos en adultos con diferentes suertes en sus vidas. Hay que reseñar en todo momento que los jóvenes intérpretes están geniales, especialmente la pareja protagonista,que es la que da sentido y empaque a toda la historia en un reparto que en realidad es más bien coral y en el que también interviene el catalán Alex Brendemühl, con una Aminthe Audiard que literalmente se come todos los fotogramas en donde aparece. Excelente fotografía de Javier Ruiz Gómez y en definitiva un nuevo acierto del cine español esta vez con clara vocación internacional.