sábado, septiembre 26, 2009

MODS, GENUINA TRIBU BRITÁNICA

Fueron el primer movimiento juvenil surgido tras la II Guerra Mundial 100% europeo, fueron los pioneros en acoger la Era Pop, los primeros en reivindicar a la juventud proletaria y los grandes dinamizadores de la modernidad británica durante la primera mitad de la década de los 60 del Siglo XX. “Extinguidos” al final de dicha década, su resurgimiento a finales de los 70 y su supervivencia actual no hacen justicia al verdadero significado de un movimiento que trató de dignificar la existencia de los chavales de las islas y de reivindicar el amor por el poder emancipatorio de la música. Más allá del uso de scooters, parkas, corbatas y trajes de buen corte, el movimiento Mod fue mucho más que la pose estética a la que se entregan los actuales supervivientes del colectivo, quienes lo han mitificado banalmente. Acompáñanos en este viaje iniciático por el universo mod.


En la actualidad, lo mod se asocia con el culto a lo mas “alternativo” de los 60, la psicodelia, las motos scooters, los Who, los Small Faces, el coleccionar vetustos discos de vinilo, ir a garitos demodé donde ponen música pop sesentera, y estar todo el día alabando a Paul Weller. Pero fácilmente se olvida que el movimiento mod tuvo su origen antes de la popularización del Rock en Europa (concretamente surgió a finales de los 50), y que fue el Jazz (en su vetiente más modernista, el llamado Modern Jazz), la música que inspiró el surgimiento de esta “tribu urbana” juvenil, la primera que tuvo a Europa como cuna. No fue pues el movimiento de la “Era Pop” que muchas veces se trata de vender, aunque está claro que la psicodelia y sus seguidores, las chicas Birds y sus minifaldas, la acogida del Rythm and Blues por parte del Rock, la popularización del Soul entre el público blanco y hasta el surgimiento de los skinheads, no hubieran sido lo mismo (o no hubieran existido) de no ser por el influjo mod.


Los chicos del Modern Jazz

Los primeros mods surgieron en Londres a finales de los 50. Eran los jóvenes seguidores del Modern Jazz, llamados modernists por los entendidos del Jazz, en contraposición con los trads (tradicionalistas). Estos chavales amantes del por entonces Jazz de vanguardia tenían una media de 20 años de edad, pertenecían a la clase obrera (muchos eran del East En londinenese) y bastantes ya habían empezado a trabajar, algo común en la generación que creció tras la II Guerra Mundial en el RU, ya que tras la contienda muchos cabezas de familia quedaron arruinados o incapacitados y se necesitaba que todos los miembros de la familia arrimasen el hombro. Como consecuencia, muchos jóvenes amantes del Modern Jazz comenzaron a tener poder adquisitivo bien pronto, y se hicieron con vistosos y elegantes modelos italianos de última moda, algo muy lógico ya que estos primeros mods eran amantes del cine italiano o francés (Fellini, Godard, Truffat), leían revistas italainas de estilo y decoración, y veían en la Europa continental mediterránea no solo un paraíso de lo moda, sino un referente cultural e intelectual: muchos mods comenzaron a interesarse por Sartre y por el Existencialismo, y en ese sentido será un movimiento incialmente con bastantes connotaciones intelectuales, claro heredero de los beatniks pero con un plus de tendencia arty. Precisamente estos “neo beatniks” (un movimiento el beatnik que entre otras cosas enaltecía el Jazz en genera) también optaron por frecuentar los “coffe-bars”, los centros neurálgicos de los jóvenes intelectuales Beatniks. En esos establecimientos- que cerraban a altas horas de la madrugada y no como los tradicionales pubs- se oía generalmente Jazz, pero pronto llegó el R&B americano, que entusiasmó a los mods por su rapidez y su vitalidad.
No cabía duda de que los primeros mods eran unos jóvenes airados y contestatarios, que de rechazar rechazaban incluso la rebeldía teen de los Greasers y los Teddy Boys importada desde los EEUU para crear su propia reacción contestataria, cool y arty. Incluso el Rock And Roll primigenio de los 50 al principio no era del gusto de los mods, quienes se encontraban más cómodos con las modas que venían de la Europa continental, aunque a lo largo de los 60 la situación cambiaría. Lo “negro”, sería durante largo tiempo objeto de culto mod, especialmente en la música.


Los dandys de Londres

Con la llegada de la década de los 60, los mods crecieron y se multiplicaron, no solo en Londres sino por toda Gran Bretaña. Se popularizaron en las islas británicas el Rock and Roll, el soul (que también atrapó a los mods, los primeros admiradores europeos blancos de la música negra) y el Pop nació, y con él la Beatlemanía y todo lo que sigue. Bienvenidos al RU Pop. En medio de ese ambiente, los mods de la primera mitad de los 60 eran los más elegantes y los más amantes de lo artístico (en decoración, ropa, complementos, e incluso en algunos, aspectos, en la música), pero dejaron de ser los más leídos y perdieron su intelectualismo. Se convirtieron, en cierto modo en las fashion victims de los 60, ya la industria de la moda pop se construyó alrededor de ellos. Su consumismo era bastante notable y Carnaby Street y el Soho evolucionaban según los caprichos de los mods, al tiempo que el propio negocio de la moda comenzó a adueñarse y manipular a los mods, creando gran parte de sus necesidades y gustos a mediados de los 60. La prensa y la creencia popular mezclaba muchas veces los seguidores del Pop con los mods, si bien estos ya habían caído dentro del universo estético y musical de los “Beats” y todas sus derivaciones posteriores (psicodélicos, Blues-Rockers). No hay que perder de vista nunca que en realidad, lo mod fue algo socialmente heterogéneo y poco definido, sobre todo en cuanto el concepto se mezcló con lo Pop y su música y cultura.

La imagen externa mod en los 60 se construyó a base de su amor
por la moda y pronto marcó tendencias en la primera mitad de la década cuando fue adoptada por todos los jóvenes de la época, independientemente si fuesen mods o no. Precisamente fue esa popularización de algunos rasgos externos mod uno de los factores que acabaron con el movimiento a finales de los 60. Hacia 1963 abandonaron el purismo de la moda italiana, y customizaron sus chaquetas con de manera bastante patriótica con los colores de la Union Jack, o las rediseñaron con vivos colores al estilo pop art e incorporaron a jerseys y camisetas el emblema circular de la RAF, que con el tiempo ha pasado a convertirse en el símbolo mod. Las corbatas estrechas, las chaquetas de Kashemir, los jerseys de lana cuello alto o en forma de v, los zapatos winklepinckers, las parkas del ejército británico y los peinados a la Nouvelle Vague francesa copiados a Jean Paul Belmondo fueron los signos distintivos de los chicos mods de los sixties. Las chicas adoptaron masivamente la minifalda de Mary Quant, jerseys cortitos y pantalones de corte masculino; llevaban poco maquillaje y también se pirraban por la los colorines en la ropa. No obstante, pronto parte de esas trazas serían adoptadas por otros y otras jóvenes no mods.


Cosas de mods

El uso de las scooters como medio de desplazamiento se debía a que, aparte de ser más baratas, no ensuciaban tanto como otro tipo de motos, y claro está, los trajes de los mods eran muy caros como para desgraciarlos con aceite: las parkas entre otras cosas protegían pantalones y chaquetas del (poco) aceite que podían desprender. Esas vespas o lambrettas utilizadas por los mods pronto se destacaron por incorporar un número masivo de espejos retrovisores, además de otro tipo de accesorios incluyendo el ser pintadas de diversos colores. La utilización de las motos en general daba una gran libertad a los rebeldes jóvenes de los 60 de cualquier tribu urbana por aquello de que podían largarse de la autoridad de los mayores en sus motocicletas en un pis pas, y en eso los mods no fueron una excepción, quienes popularizaron la motorización de gran parte de la juventud británica a principios de los 60.


¿Y qué pasaba con la música? Pues que los mods de los 60 se olvidaron del Modern Jazz y abrazaron el R&B, el Soul y el Beat Pop. En Londres algunos clubs como The Roaring Twenties, The Scene, La Discotheque, The Flamingo y The Marquee se convirtieron pronto en los templos mods, en donde cientos de jóvenes escuchaban y bailaban discos de los estilos antes descritos. Incluso antes del estallido Beatle en 1962, los mods se anticiparon a los Beats en el consumo de música negra americana, traída por marinos, viajantes o militares estadounidenses. La cultura de clubs entre la juventud británica se creó con los mods, y hoy dia, convenientemente evolucioanda, aún pervive. Ya en plena era del Pop, surgieron los primeros grupos de pop-rock de inspiración y estética mod: The Small Faces, The Yarbirds, Pretty Things, y una de las más grandes bandas de historia del Rock, The Who, aunque pronto todos ellos abandonarán el rollo mod una vez otros estilos musicales se impongan (Psicodelia, Blues-Rock, Rock Progresivo, Hard Rock): la música de estos grupos mods era Pop-Rock de la época fusionado con R&B, Blues, y Soul.

Los mods no se libraron de las drogas. Las anfetaminas, legales en el RU hasta los mediados de los 60, fueron consumidas con frecuencia por los mods en los clubes. Con las anfetas, lso mods podían pasar más horas bailando y en cierto modo podían prolongar su bienestar cuando abandonaban los clubes ya que los efectos eran bastante duraderos. Los mods fueron los primeros jóvenes en Gran Bretaña que consumieron drogas de manera más o menos habitual, y con los mismos propósitos lúdicos con los que posteriormente fueron consumidos el LSD o la marihuana por los psicodélicos y los hippis. La mala prensa que a mediados de los 60 estaban adquiriendo los mods debido a las ciertas peleas con rockers en concentraciones mods (Brighton en 1964, la revuelta más sonada y mítica) fue decisiva para la ilegalización de las anfetaminas en el RU, ya que pronto de asociaron en el pensamiento popular las anfetas y la violencia juvenil.



Decline and fall

Los mods estaban pasando de ser vistos con condescendencia por la opinión pública a ser unos proscritos, violentos y macarras. En el periodo 1963-1965 el movimiento, ya bastante diluído estética y culturalmente, se tendió a encerrar en sí mismo, proliferando diversas concentraciones mods en diversos puntos del RU (Margate, Brighton, Bournemouth) en donde se produjo algún altercado con rockers. Este enfrentamiento entre mods y rockers, muy magnificado en la mitología de la cultura popular y en el propio mundo mod desde finales de los 70, no fue nunca la enemistad encarnizada e irracional que muchas veces se ha descrito, aunque estaba calro que ambas subculturas representaban valores contrapuestos: los mods eran de clases medias-bajas, rebeldes pero calmados ya su bola y proclives de dar oportunidades a las mujeres, ya que las chicas mods pronto asumieron trabajos (muchas veces relacionados con el mundo de la moda) y socialmente actuaban igual que los chicos, mientras los rockers eran falócratas y bastante poco interesados por lo cultural. Estas algaradas ocurridas entre mods y rockers, pronto soliviataron a a la opinión pública contra los mods, y en muchos aspectos fueron criminalizados.

Hacia 19
66 los mods entraron en decadencia. Ya muchos se habían casado, adquirieron responsabilidades y no tenían tiempo para concentraciones masivas de sooters y clubbing. El tren de vida de los mods era el más caro de la juventud británica y eso no se podía mantener por mucho tiempo. Los Who, Small Faces y otros pronto cambiaron de estilo e iconos mods de la moda como la modelo Twiggy también lo hicieron visualmente. El Swinging London era mayoritariamente psicodélico y los mods quedaban confinados al no muy popular mundo del arte, tal y como refleja el filme Blow Up, de Antonioni, filme objeto de culto de los mods conterporáneos. Los hippis se hicieron con el control de la cultura juvenil en el RU a finales de los 60 y los mods y sus clubs se esfumaron. Muchos se convirtieron a una nueva subcultura, los skin-heads, surgidos de los barrios obreros ingleses y que, como los mods, tenían querencia por la cultura negra, representada en esta ocasión por la música jamaicana (el ska y el reagge). A finales de los 70, en el RU la New Wave hizo resurgir el movimiento mod, vigente con más pena que gloria hasta el momento. Muchos jóvenes redescubrieron a The Who y el movimiento mod y lo adoptaron, fascinados por su estética y su música. Volvieron las parkas y las scooters. Grupos como The Jam, capitaneados por Paul Weller, fueron la referencia de los nuevos mods defínales de los 70 y principios de los 80. En los 80 y 90 seguirá habiendo bandas pop-rock de corte genuinamente mod (ninguna de relevancia), aunque la estética y maneras de la tribu aún persistirá en bandas como Blur o Oasis.


Hoy día los mods sobreviven en todo el mundo siendo fieles a su subcultura, demasiado banalizada, a decir verdad. En España, lo mod entró en la Movida de principios de los 80 y tuvo un fuerte estímulo musical con grupos como Los Elegantes, Mermelada, Biscuter, Brighton 64 o Desperados, quienes explotaron toda la mitología mod fusionada con otras tendencias sesenteras. Ya a principios de los 90, el grupo leonés Los Flechazos encabezó una nueva generación de mods ibéricos con buenos temas pero demasiada banal entrega a lugares comunes sixties, mods o no. Este grupo convirtió a partir de esa década a León en la capital mod española con la celebración anual del Purple Weekend, el fin de semana de encuentro y confraternización de tos los mods peninsulares, y en donde se rinde tributo a toda la cultura del movimiento (en arte, moda, ropa, cine, etc.). Está claro que si una movida así sigue siendo recordada, reivindicada y practicada es que algo tuvo. La cultura pop y rock, el mundo de la moda, la cultura y el consumismo juvenil, y por qué no, la soiedad británica, no hubieran sido las mismas sin los mods.

jueves, septiembre 24, 2009

THE GREAT VIDEOCLIP LIBRARY (1). DURAN DURAN: WILD BOYS (1984). BORROUGHS POP

Otro videoclip que marcó época. Duran Duran se caracterizaron en los 80 por tener algunos de los mejores y mas innovadores videoclips de la década. Esto fue debido en gran media al fehaciente trabajo de los directores de los clips, en especial el australiano Russell Mulcahy, que fue el director del primer video del grupo (Planet Earth, en 1981) y que dirigió hasta 1984 varios trabajos de quinteto de Birmingham. Posteriormente, en 1986 Mulcahy daría el salto al largometraje con Highlander (Los Inmortales), dando inicio a una carrera que al final resultó francamente decepcionante, si tenemos en cuenta que este realizador en su momento fue el más cotizado director de videoclips.

El caso es que este vídeo fue concebido como una especie de teaser pre-producción de un filme que Mulcahy pensaba realizar y que al final jamás se llegó a hacer: una adaptación de la novela The Wild Boys: The Book Of The Dead, de William Borroughs. Esta canción formaría parte de la hipotética banda sonora del filme que Duran Duran compondrían a base de canciones (como luego haría el director con Queen en Highlander), aunque parece ser que la banda llegó a componer música instrumental que obviamente jamás vio la luz. Russel Mulcahy quiso que el videoclip fuese lo más parecido a una película de largometraje y con un presupuesto de un millón de dolares (el máximo de un videoclip hasta entonces) rodó en los londinenses estudios Pinewood esta maravilla que resume perfectamente tanto la idiosincrasia inteligentemente provocadora de Duran Duran, como las ambiciones artísticas de Mulcahy, la estética postapocalíptica tan de moda en los 80, la fijación fantástica de la década y, como no, el universo salvaje y sexual del gran William Borroughs. El resultado es un espectacular fresco de imágenes de pesadilla filmado con una peculiar estética siniestra.

La película transcurre en una especie de averno ciberpunk en donde discurren personajes de aspecto diabólico (figurantes, bailarines) pululando alrededor de los cinco miembros del grupo, quienes se encuentran “sufriendo” diferentes torturas con trasfondo de crítica a la sociedad contemporánea. El personaje volador, la obsesiva presencia del fuego o el vocalista Simon Le Bon atado en el aspa giratoria de un molino que se sumerge en el agua son algunas de las imágenes más espectaculares, aunque la que resulta especialmente inolvidable es la inquietante cabeza animatrónica gesticulante de los primeros minutos. El video ganó numerosos premios y fue uno de los trabajos videocliperos más influyentes durante varios años, siendo el mejor videclip que Duran Duran ha rodado en toda su trayectoria La canción es además uno de los temas clásicos de la banda.

lunes, septiembre 21, 2009

El aparatito de Lumiere - MALDITOS BASTARDOS (INGLOURIOUS BESTERDS)



**** y 1/2


Vuelve Tarantino. Y vuelve con las pilas cargadas, y, sobre todo, con ideas renovadas, algo que ya se estaba haciendo necesario dada la repetitividad conceptual de sus últimas películas. Pero, ojo, el director de Knoxville no ha renunciado en esta nueva película a ninguna de sus señas de identidad ni a su peculiar modus operandi cinematográfico, por lo que sus fans más acérrimos pueden estar tranquilos. La gran novedad es que por vez primera, Quentin abandona sus habituales coordenadas espacio-temporales y se traslada a la II Guerra Mundial en la Francia ocupada por los nazis. Llegados a este punto, es inevitable aludir al inteligente juego del despiste que ha efectuado Tarantino con la temática de esta película; cuando se presentó en Cannes con un montaje aún no definitivo, la prensa afirmó (entes de verla) que se trataba de un filme sobre la resistencia francesa: falso. La publicidad mediática del filme y las reseñas de prensa antes del estreno han venido destacando el protagonismo de Brad Pitt en la película: falso otra vez, Inglorious Besterds es un filme coral. Y finalmente, el trailer de la película (así como su título, claro está), perecían dejar claro que esta película trata sobre los Malditos Bastardos de marras, un comando clandestino de soldados judíos americanos, y alemanes y austriacos desertores que a las órdenes del singular, tarantiniano y bizarro teniente de origen piel roja Aldo Raine (Brad Pitt) se dedica a dar matarile a los nazis de la manera más bestia: lo de los bastardos es en realidad solo una parte más de una película con bastantes tramas e infinidad de personajes, varios de ellos compartiendo protagonismo. En definitiva, que el bueno de Quentin se la habrá colado a más de uno, con la complicidad publicitaria de un Brad Pitt que se nota horrores que se lo ha pasado como un enano en un estupendo filme de historia-ficción, un espectacular e inteligente what if que hibridando multitud de géneros y registros del lenguaje cinematográfico (y metacinematográfico) se salta a la torera cualquier prejuicio y cualquier convención sobre el cine bélico (algo que no es en el sentido estricto)y termina siendo un espectacular y emocionante ejercicio de virtuosismo, una estupenda película que se convierte en uno de los mejores títulos de Tarantino hasta el momento. No se trata de la obra maestra de este director, pero es sin duda su mejor película desde Pulp Fiction.

Malditos Bastardos tiene como principal atractivo narrativo el dar una visión cambiada de los acontecimientos históricos, proponiendo un “final alternativo” al III Reich , derrotado, atención por el cine. Así como suena. Asistimos a varias tentativas de acabar con Hitler y la plana mayor del Reich tanto por parte de los Bastardos de Raine como de Shashanna (Mélanie Laurent) una humilde chica judía francesa propietaria de un cine en París y a la que los nazis mataron a su familia. La venganza guía a Shashanna y a los Bastardos, todos ellos utilizando como pueden sus desiguales medios. La película se mueve a través de la comedia, el cine bélico, el western, el relato de espías y la más pura cinefilia tarantiniana perfectamente amoldada al contexto histórico-espacial. Porque Inglourious Besterds es una película cinéfila y metacinematográfica a más no poder, la peli más cinéfila que jamás haya hecho Tarantino. Son múltiples los homenajes que se hacen en el fine, insertos de multitud de maneras y en diferentes formatos: alusiones a King Kong, Leni Riefenstahlt, el mundo del primer Fritz Lang, los años dorados del cine de la Metro, la UFA alemana (productora de filmes en la época Nazi), unos títulos de crédito a lo Spaguetti Wstern de Sergio Leone, utilización de temas de Ennio Morricone en la BS, y un tono precisamente a lo Leone con elementos del cine de comandos tipo Doce en el Patíbulo o La Gran Evasión . Esto último en realidad no dura mucho, ya que enseguida Tarantino da la vuelta a la historia y convierte lo que parecía una historia sarcásticamente épica en un cúmulo de patéticas anchoas y fracasos de los antiheróicos protagonistas trufado de tarantinianos tejemanejes activos y verbales, para luego ofrecernos un muy cinéfilo y espectacular clímax final. ¿Una parábola sobre el poder destructivo del cine?, tal vez, y no hay que olvidar además que gran parte de la trama se centra además en las espeluznantes películas de propaganda que los nazis rodaron con el Goebbels, como Ministro de Propaganda, a la cabeza: el cine con los propósitos más siniestros que concebirse cabe.

Entre los mejores momentos que pueden destacarse esta el genial arranque de la película (con una particular broma sobre los gazapos en el cine, y si no fijarse en las cosas más raras que hace el coche que pasa por la carretera en diferentes escenas) de lo más perfecto rodado por Tarantino, el personaje del coronel alemán Landa (Cristoph Waltz) o la alucinante escena en la taberna en donde bastardos y un oficial británico (Michael Fassbender) crítico de cine deben de encontrarse con una famosa actriz germana agente doble (Diane Kruger). Continúan los tics típicos de Tarantino de hacer una “nota aparte” para llevar a cabo una semblanza de protagonistas y situaciones, aunque se produzca un efecto anacrónico, que por otra parte, está omnipresente en un filme tan irónico y caricaturesco como este: música Rock setentera en la banda sonora, (re)utilización de el tema de El Beso de la Pantera a cargo de David Bowie para una escena clave, el personaje de Pitt imitando al Marlon Brando de El Padrino cuando quiere hacerse pasar por italiano y un total tono de western insólito en filmes de este tipo.

En fin, un auténtico canto de amor al cine que Tarantino hace utilizando sus recursos habituales pero evolucionando al mismo tiempo y abriendo su abanico de posibilidades. A las referencias habituales de Peckimpah, Leone o el cine negror clásico, ahora el director de Tenesse recicla el cine europeo de espías, el tándem Kubrick-Sellers de ¿Teléfono Rojo? (homenajeado vía Mike Myers) y el cine bélico. Es una pena, sin embargo, que tanta maraña conceptual termine impidiendo que este filme sea una obra maestra. Una peli que puede provocar reacciones encontradas y diversidad de opiniones, por lo que lo mejor es ir a verla.

domingo, septiembre 20, 2009

Muy pronto: THE GREAT VIDEOCLIP LIBRARY

EN 2007-2008, Rayosc ofreció el serial LOS VIDEOCLIPS DE TU VIDA, en el cual recordamos varios videoclips antológicos de los 80, 90 y 2000 con frecuencia aproximada de una semana. Tengo el placer de anunciaros que en breve volverá dicha sección con nuevos videos que hicieron historia, bajo el título THE GREAT VIDEOCLIP LIBRARY. Vídeos míticos, que en su día innovaron, alguna que otra rareza, célebres excentricidades...Visage, Carter USM, Peter Gabriel, Madness, David Bowie, Depeche Mode, y otros muchos desfilarán por esta sección que espero que sea de vuestro agrado. Nos vemos!