sábado, marzo 11, 2017

EL GUARDIAN INVISIBLE






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Resulta más de lo mismo comprobar como cuando se quiere hacer desde el cine español un producto comercial y exportable además de no exento de buen cine siempre se caiga en los tics del cine hollywoodiense y mucho más cuando lo que tenemos entre manos es un thriller con un serial killer por mucha idiosincrasia ibérica que tenga lo historia y su marco. Cualquiera que haya leído alguno o los tres volúmenes de la Trilogía de Baztán de la escritora donostiarra Dolores Redondo- un fenómeno de ventas dentro del mundo editorial español- sabrá que la historia que allí se contaba daba para una serie de filmes de indudable interés comercial, y esta adaptación de la primera novela de la saga El Guardian Invisible no defrauda las expectativas y sobre todo satisfará a los lectores del filme, pero su rodaje en tiralíneas y el ya comentado escoramiento hacia el thriller americano de los últimos veinte años lamentablemente nos priva de lo que podía haber sido un excelente film con su inteligente y atractiva combinación de drama psicológico, intriga policial, asesinatos en serie rituales, elementos fantásticos y sobrenaturales y sobre todo una perfecta integración de un entorno más que sugerente, el valle del Baztán en norte de Navarra, con la historia, en donde la zona, foco de innumerables leyendas de la mitología vasca y escenario de oscuros episodios históricos con brujería e inquisición por medio además de poseer un vistoso paisaje boscoso propio de cuento, actúa como un personaje más, algo que la película recoge heredado del libre y de manera harto efectiva. Al final, nos encontramos con un interesante y apasionante thriller negro fantástico que sin embargo peca de convencional y poco novedoso pese al encomiable esfuerzo de producción, la esforzada dirección de ese valor en alza que es Fernando González Molina (Palmeras en la Nieve, otra adaptación de bestseller español) y la excelente adaptación de guión de Luiso Berdejo, el mejor guionista español en lo que a cine de género se trata.    

El reparto, bastante nutrido (y eso que se han eliminado personajes de la novela original) funciona irregularmente y el peso de varios caracteres en la película parece insuficiente y desdibujado lastrando bastante de la efectividad del guión y del desarrollo de la trama. Marta Etura encarna con solvencia pero un tanto forzada y maniquea a la heroína de la historia, la inspectora Amaia Salazar, una mujer del Baztán que tiene que regresar fortuitamente y sin muchas ganas a su pueblo Elizondo donde se está cometiendo el asesinato de chicas adolescentes de la zona siguiendo un extraño y retorcido rito en donde hay elementos bastante desconcertantes. Amaia se encuentra en esta inquietante investigación con los fantasmas de un oscuro pasado incluidos angustiosos episodios vividos en la infancia mientras que el Baztan parece irradiar en ella un influjo mágico relacionado con leyendas de hechicería y la supuesta presencia en el valle del Basajaun, la criatura mitológica vasca protectora de la naturaleza. Es una lástima que salvo excepciones, como Itziar Aizpuru (descubrimiento tardío en Loreak) o Elvira Minguez, que interpreta a la ambigua y oscura hermana mayor de Amaia, el resto del reparto no consigue nada especialmente memorable por culpa del ya comentado deficiente desarrollo de muchos de los personajes, incluyendo algunos con mucho peso específico en la novela original que aquí aparecen y desaparecen como el Guadiana. Buena ambientación dentro de un diseño de producción esforzado y con vocación internacional y desigualmente asimiladas influencias de David Lynch (más el de Twin Peaks que el de Blue Velvet), David Fincher y Steven Spielberg con mención especial al flashback final de la infancia de la protagonista, una escena efectiva y sobrecogedora. Quedan aún dos entregas cinematográficas más y ya veremos como salen, pero el resultado de la primera ha sido medianamente satisfactorio.