jueves, diciembre 13, 2018

VIUDAS (WIDOWS)




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Viudas fue una serie de televisión británica de culto de la década de los 80 escrita por la autora de thrillers literarios Lynda La Plante que fascinó en su adolescencia al realizador británico Steve McQueen (12 años de esclavitud). Más de 30 años después, él mismo ha transformado aquella serie de intriga y golpes criminales maestros con un por entonces inusual protagonismo femenino en el género en un interesante largometraje que va incluso más allá en el mensaje feminista de la historia y consigue tener además una identidad propia aunque también sea cierto que cae en algunas concesiones de thriller comercial para atraer a un público amplio. Con todo, lo más notable es que Steve McQueen se revela como un realizador todo terreno y aunque este trabajo sea bastante inferior a la magistral 12 años de esclavitud lo cierto es que el realizador afrobritánico consigue dejar su impronta reivindicativa de minorías (la protagonista principal pasa de ser caucásica como en al serie original a ser de raza negra con una historia de fondo de desencuentros raciales) y social (crítica a la corrupción política), además de impregnar cierto aire británico e Indie a una producción mayormente norteamericana y en donde la acción, en otro de los cambios con respecto a la fuente original, pasa de Londres a Chicago.     

La oscarizada Viola Davies es Verónica Rowlins, la lideresa de la banda de mujeres que decide culminar el atraco que sus fallecidos maridos, unos delincuentes comunes, trataron de llevar a cabo antes de ser abatidos por la policía. Amenazada por altas y corruptas instancias de poder por un chanchullo previo de su marido Harry (Liam Neeson), la decidida Verónica no dudará en dejar los remordimientos morales a un lado y hacer frente a la deuda que ahora tiene robando el dinero con la ayuda de las otras viudas de los atracadores Linda (Michelle Rodríguez) y Alice (Elizabeth Debicki), y de Belle (Cynthia Erivo), una peluquera que actúa miembro de apoyo. Con un buen equilibrio entre el drama, el thriller, la acción y el comentario social, la película tiene mantiene interés en todo momento aunque en no pocos momentos el desarrollo flaquee. El reparto resulta más que eficaz, incluyendo también a Colin Farrell y Robert Duvall como las dos generaciones de una saga de políticos municipales sin escrúpulos y a Bryan Tyree Henry y Daniel Kaluuya como dos hermanos que se mueven entre la política y el crimen organizado. Sin ser nada del otro jueves, se pasa el rato y se disfruta, pero esta claro que Steve Moqueen puede hacer películas mucho mejores que esta.      

domingo, diciembre 09, 2018

EL AMOR MENOS PENSADO



 
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Entre la comedia y el drama se mueve este filme argentino que vuelve a ser un nueva muestra del buen hacer interpretativo de Ricardo Darín, sobre el que descansa el peso del filme compartiéndolo fifty-fifty con Mercedes Morán, otra intérprete argentina experimentada y menos conocida aquí que resulta una más que  estupenda actriz. Película tal vez pensada prioritariamente para un target de público entre 50-65 años pero potencialmente degustable por espectadores de todas las edades, especialmente por amantes de las películas de relaciones humanas cotidianas tratadas con verismo y credibilidad. Darín y Morán intepretan a Marcos y Ana, una pareja de cincuentañeros con un hijo universitario que tras 25 años de aparente feliz matrimonio y coincidiendo con la marcha de su hijo a España  deciden divorciarse al darse cuenta de que el amor ya no existe entre ellos y de que las cosas no pueden ir ya mejor para cada uno si siguen juntos. Ambos empezarán nuevas relaciones sentimentales por su cuenta pero sin que ninguna parezca tener estabilidad: ni solos consiguen encontrar la felicidad, al menos en un primer momento.

Aunque la desdramatización de las rupturas y todo el embolado de la liberalización de los divorciados suene a manido y mil veces visto la película se las arregla para ofrecer una historia fresca y cercana en donde el trabajo del reparto resulta fundamental. La química entre los dos protagonistas es inmejorable y las escenas y diálogos entre ambos son de lo más logrado del filme. Entre la amargura, la esperanza y la ironía y con el sempiterno tono dialéctico “psicoanalista” argentino (incluida cierta influencia de Woody Allen), El amor menos pensado pese a no ser ninguna película redonda funciona correctamente como melodrama-comedia romántica aunque sea principalmente por la omnipresencia de sus dos estupendos protagonistas.