sábado, marzo 22, 2014

MIS RETALES FOTOGRÁFICOS (XXV)

En canal (2013)

El Rey de Bulnes (2013)

Mismismis(2013)

El brillo del rio (2013)

Plumeros (2013)

Hole in the Clouds (2013)

martes, marzo 18, 2014

El Apartito Lumiere DALLAS BUYERS CLUB




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La siempre cinematográficamente temible vitola de filme basado en una historia real es algo que pese a todo siempre atrae al público y a la Academia de Hollywood a la hora de repartir los Oscar, aunque al final y sobre todo en los últimos tiempos las decepciones estén a la orden del día en filmes de este tipo: en ese sentido Dallas Buyers Club, sin ser una película deficiente, puede resultar una cinta incompleta e irregular para espectadores exigentes o que sencillamente esperen un drama sólido y realista con todas las de la ley. La verdad es que la historia verídica en que se basa este filme, resultaba golosa: los últimos años de Ron Woodroof (1955-1992), un electricista y participante en rodeos de Dallas afectado de SIDA que desesperado por paliar el sufrimiento de su enfermedad y alargar su vida decidió investigar que fármacos ilegales o no vendidos en EEUU podían ser los adecuados para tal fin  previamente a introducirlos en su país de manera masiva dedicándose a traficar con ellos entre seropositivos y enfermos de SIDA en su peculiar (e ilegal) club de compradores, el Dallas Buryers Club. Una película muy honesta y nada sensacionalista que sin que toque nada esencialmente nuevo (la lucha de un teórico don nadie contra  poderosas instancias- en este caso las compañías farmacéuticas y el sistema legal estadounidense- es algo ya muy recurrido) se gana al público gracias al enfoque estilizado y naturalista del director quebequés Jean-Marc Vallée (C.R.A.Z.Y, Café de Flore) quien no realiza un mal debut en un filme cien por cien USA dejando su impronta de excelente narrador aunque eso sí, bastante por debajo de sus mejores momentos canadienses y europeos.

No hay que obviar un hecho bastante evidente y es que este es un drama que para conseguir intensidad y credibilidad se apoya fundamentalmente en el impecable trabajo de sus actores, especialmente del Oscar al mejor actor 2012 Mathew McConayghey, quien se mete en todos los poros de la piel de ese patán honrado y luchador que fue Ron Woodroof, un cowboy de texas promiscuo, homófono, egocéntrico e inicialmente desconsiderado que en el lento deterioro producido por su enfermedad experimentó un cambio en su comportamiento que aunque en realidad motivado por su propio bienestar no tardó en tornarse en un total altruismo y sacrificio por los demás. Se nota que el actor se ha trabajado su papel, incluyendo la pérdida de varios kilos y un aspecto físico deplorable obra en parte  de un también escarizado maquillaje. Como también ha recibido su premio al mejor actor de reparto un recuperado Jared Leto que se mete en al piel de Rayon, un travesti fiel colaborador de Ron y un ser valiente y decidido. Las mejores notas de dramatismo las ponen estos dos actores en determinadas secuencias que sin embargo resultan muy aisladas en todo el conjunto. Y es que a esta película le sobran determinados momentos y al final parece que se enreda de tal manera con la historia que da la impresión de que se nos está contando lo mismo todo el rato haciendo que lo que podía ser una gran película se quede en buena película sin más. Muy válida, eso sí, como documento de la evolución de la industria farmacéutica y del mundo de la salud frente al SIDA, Dallas Buyers Club posiblemente no será muy recordada en el futuro, lo que no debe impedir apreciar un buen puñado de cualidades.