miércoles, noviembre 20, 2013

El Aparatito Lumiere EL JUEGO DE ENDER (ENDER´S GAME)




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Durante los casi treinta años que se ha tardado en llevar a las pantallas la obra más conocida del maestro literario de la ciencia ficción Orson Scott Card muchas películas y productos de dicho género se han sucedido como para que este Ender´s Game resulte no ya solo un filme original sino estimulante e incluso convincente. Efectivamente, esta visual y técnicamente impecable adaptación del clásico de la ficción científica para el espectador que no conozca la fuente original le va a parecer un refrito de muchas historias conocidas, mientras que para los lectores y admiradores de la novela esta adaptación muy posiblemente les dejará fríos y a muchos les decepcionará. El director sudafricano Gavin Hood se pierde definitivamente en una historia sugerente pero falta de carisma y de convicción (su humanista mensaje no llega de la manera que debería llegar) y demasiado supeditada a los efectos especiales.

Las tribulaciones del joven Ender Wiggin (Asa Butterfield, el protagonista de La Invención de Hugo), un niño de 13 años (6 en la novela) de aptitudes extraordinarias que en una era futura es reclutado por el ejército terrestre para una guerra intergaláctica con la especie extraterrestre de los insectores es lo que cuenta esta historia en lo que es un proceso de maduración (en realidad manipulación) en el cual además de mejorar su ya innatas aptitudes de combate que le convertirán en el soldado más poderoso de la tierra, Ender aprenderá otro tipo de lecciones mientras permanece en la fina línea que separa la concepción del bien y el mal. Pero el principal problema de esta película es que su envoltorio formal futurista-espacial y su ambientación militar finalmente eclipsan el espíritu de una historia no muy bien explotada algo a lo que tampoco ayuda un guión vago en donde las relaciones entre los personajes y ciertos aspectos que se antojarían clave no terminan de explotar. Aunque el en su mayor parte joven reaparto cumple con creces, veteranos como Harrison Ford (que “vuelve al espacio” después de 30 años) y Ben Kingsley no parecen muy convencidos en sus roles de militares galácticos y su presencia solo añade más acartonamiento a un conjunto que conforme avanza va perdiendo empaque y credibilidad y además para muchos aportará poco al  basarse en una temática que, como se ha comentado antes, ha proliferado bastante en el universo de la ciencia ficción. Card tal vez se mereciera una adaptación mejor, pero en este tipo de historias la mayor parte de las cosas se van repitiendo demasiado.   

domingo, noviembre 17, 2013

JEFF WAYNE´S MUSICAL VERSION OF THE WAR OF THE WORLDS: LA INVASIÓN MUSICAL MARCIANA




En septiembre de 1978 se publicó un curioso y singular LP que ha terminado en convertirse en un clásico tanto de la música como de la cultura popular en general: Jeff Wayne´s Musical Version of The War of the Worlds (Versión Musical de Jeff Wayne de La Guerra de los Mundos) un doble álbum conceptual musical-hablado que adaptaba en clave de obra musical y rock progresivo el clásico literario embrionario de la ciencia ficción La Guerra de los Mundos (The War of the Worlds) (1898) de H.G Wells. Su artífice fue el astuto músico y productor norteamericano nacionalizado británico especializado en sintonías televisivas y publicidad Jeff Wayne (Nueva York, 1943), un infravalorado talento de exigua discografía propia (este álbum mas otro de similares pretensiones) pero de prolífica carrera musical en la sombra. Editado originalmente por CBS, 35 años después The War of The Worlds de Jeff Wayne continúa siendo un disco de culto y aún mantiene su fama como un curioso clásico del rock progresivo y la ópera rock, perviviendo a lo largo del tiempo mediante reediciones en CD, discos de remezclas, nuevas versiones de sus temas más conocidos, adaptaciones musical-teatrales con giras incluidas, DVDs e incluso videojuegos y hasta una nueva regrabación en 2012. En los últimos 10 años el álbum y sus partituras han experimentado un revival y un proceso de revalorización (después de ser un LP despreciado por buena parte de la crítica en los 80 y 90) que confirman la intemporalidad del proyecto que a la larga ha resultado más popular que la propia gran novela de H.G Wells y sus diferentes adaptaciones en cualquier medio, incluyendo el cinematográfico. Miles de copias vendidas desde 1978 atestiguan su imperecedero estatus y hoy por hoy continúa siendo uno de los discos mas vendidos de todos los tiempos en el RU, aunque a decir verdad es mucho más famoso en el país donde se produjo que en cualquier otra parte del mundo.  



Jeff Wayne´s Musical Version of The War of the World  fue un proyecto muy ambicioso y complejo y es sin duda el trabajo más conocido de Jeff Wayne. En el álbum se contó con la colaboración estelar de Richard Burton más la aportación de importantes músicos de estudio y vocalistas, entre estos últimos Justin Hayward (cantante de Moody Blues), David Essex, Chris Thomson (Manfred Mann), la actriz y cantante de musicales Julie Covington (Evita) y Phil Lynnot, el líder de Thin Lizzy. Un LP dramatizado con una sugerente combinación de narración, diálogos dramáticos y temas instrumentales y vocales estos dos últimos bajo los cánones setenteros del rock progresivo, el rock sinfónico y el rock adulto con ecos de Alan Parsons Project, Emerson Lake and Palmer, Rick Wakeman, Yes, Genesis, Fleetwood Mac, Supertramp y las operas rock de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber. La adaptación audible del texto de Wells, hecha con cierto estilo de serial radiofónico (ahí estaba la sombra de la legendaria y polémica adaptación de Orson Welles para la radio americana en los años 30), trata de respetar aunque con ciertas licencias la novela original y se oye con mucha comodidad e interés gracias a su buen ritmo narrativo y a la imponente voz del gran Richard Burton en su papel central del periodista-narrador de la historia, pero sin duda el principal atractivo de TWOW de Jeff Wayne está en su música, aunque a veces desigual en su calidad muy efectiva en su doble función tanto dramática-transmisora de emociones como en la de conseguir excelencias musicales merced a la utilización tanto de instrumentación rockista como de orquestaciones, sin olvidar algunos hoy vintage insertos electrónicos propios de la época. Varios leiv-motivs repetitivos como el que se oye en el célebre tema The Eve of the War  - el tema central del álbum y su genuina tarjeta de presentación- o el inquietante grito “Ulla” marciano nos recuerdan la filiación progresivo-sinfónica del LP resultando además algunas de las piezas más conocidas del mismo sin olvidar temas vocales como Thunder Child, The Spirit of the Man y sobre todo Forever Autumn. Un disco que sigue haciendo historia.


Y lenta, pero inexorablemente dispusieron sus planes contra nosotros

Es preciso referirnos a su creador, Jeff Wayne, antes de profundizar en su versión musical de The War of the Worlds. Nacido en Queens, Nueva York, el 1 de julio de 1943 Wayne era hijo de Jarry Wayne, un cantante, actor, director y productor teatral con experiencia en musicales de Broadway con el que viajó por primera vez al Reino Unido cuando Jeff era un niño (su padre estuvo actuando en Londres durante cuatro años). Wayne se educó mayormente en Estados Unidos cultivando la música (tuvo una formación jazzística de piano) y el tenis hasta el punto de pensar en convertirse en tenista profesional, idea que abandonó en sus años universitarios para centrarse en la música. Mientras estudió periodismo en Los Angeles tocó los teclados en diferentes grupos amateurs hasta llegar a colaborar con el célebre grupo vocal The Sandpipers. En 1966, con 23 años, Wayne compuso su primera partitura publicada, la música de la obra musical Two Cites, adaptación de Historia de Dos Ciudades de Charles Dickens escrita y dirigida por su padre. La obra tuvo un importante éxito durante tres años pero Wayne decidió emigrar de nuevo al RU para convertirse en productor musical y en compositor para la televisión. Sus primeros trabajos en Inglaterra fueron jingles publicitarios que alcanzaron gran popularidad en el país a principios de los 70 (Ginebra Gordon´s, el caso más notable) y pronto compondrá sintonías de programas de televisión. En 1973 produjo el exitoso álbum de David Essex (futuro participante en su TWOW) Rock On, pero hasta la publicación en 1978 de TWOW se centró en la publicidad. Tras el éxito del álbum conceptual, Wayne siguió con las sintonías publicitarias y compuso la música de célebres programas de televisión británicos (Good Morning Britain, The Big Match) y bandas sonoras de filmes como McVicar (1980), pero siempre ha sido recordado como el autor de la versión musical de La Guerra de Los Mundos y esto hasta el momento presente, en el que continúa en activo. En 1992  publicó su único LP de creación aparte de TWOW, Spartacus otro disco conceptual que narra esta vez la historia del mítico esclavo y gladiador grecorromano. Además de su carrera musical, Jeff Wayne ha escrito un libro sobre su otra gran pasión, el tenis: The Book of Tennis (2005) una historia de este deporte que más tarde convirtió en una serie de televisión producida por él.    

La idea de hacer un concept album adaptando la novela de H.G Wells al parecer le vino a Wayne hacia 1975 cando su padre barruntaba la idea de  una adaptación musical de The War of the Worlds con música de Jeff. El músico y productor pensó que sería mejor adaptar la obra en un álbum que además conservaría la esencia teatral del proyecto con diálogos interpretados por actores y una narración al más puro estilo de serial radiofónico. El proyecto fue creciendo en ambición y Jeff Wayne a principios de 1976 contactó con notables músicos de sesión, vocalistas y cantantes-actores para dar vida un ambicioso LP que iba más allá de las óperas rock de Webber y Rice (Jesus Christ Superstar, Evita) y de concept albums musical-narrativos como los de Rick Wakeman en aquellos años (Journey to the Centre of the Earth), siendo además imposible su representación en escena. La adaptación dramática del texto original de la novela y que iba a ser grabada por los actores corrió a cargo de Jerry Wayne y de su hija y hermana de Jeff, Doreen y con varios cambios leves de la trama fue la base sobre la que Wayne compuso la música para un doble álbum. El gran Richard Burton (1925 -1984), ya toda una leyenda de la interpretación, se convirtió en la estrella del proyecto. Él iba a encarnar al periodista sin nombre narrador de la historia.



Un proyecto singular

Jeff Wayne´s Musical Version of The War of the Worlds se grabó entre mayo de 1976 y Julio de 1977. Wayne empleó varios adelantos tecnológicos musicales de la época como sintetizadores Roland y Yamaha (en su mayor parte ejecutados por el propio Wayne) además de grabarse el álbum en un por entonces innovador sistema de 48 pistas. Aparte de Burton, en el disco intervienen tres actores vocalistas con diálogos y cada uno de ellos una canción: el viejo amigo de Wayne David Essex (1947) interpretó al idealista artillero; el líder de la banda hard rock Thin Lizzy Phil Lynott (1948-1986) como un nuevo personaje con respecto al libro, el enloquecido Párroco Nathaniel-   basado en el cura de la obra de Wells-; y la actriz y cantante de obras musicales Julie Covington (1946) (famosa por su interpretación de Don´t Cry for me Argentina en la opera rock Evita) como Beth, la sufrida esposa del párroco (otro nuevo personaje) Junto a ellos otros dos vocalistas sin diálogo hablado, Justin Hayward (1946), frontman de Moody Blues desde 1967 quien interpretó dos temas (la parte vocal de The Eve of the War y Forever Autumn) y Chris Thompson (1948) vocalista por entonces de Manfred Mann´s Earth Band que interpretó Thunder Child. De los tres cantantes-actores el irlandés mulato Lynott no contaba con anterior experiencia interpretativa aunque su presencia escénica histriónica y desatada (fue uno de los vocalistas más carismáticos en directo del rock de los 70) le hacía idóneo para el papel de un hombre fanático y enloquecido como era el Párroco Nathaniel. Las letras de los cinco temas vocales del álbum corrieron a cargo del Gary Osborne, colaborador habitual de Jeff Wayne en sus canciones publicitarias y que a finales de los 70 se había convertido en el letrista de Elton John al interrumpirse temporalmente la colaboración de Elton con Bernie Taupin.   

La lista de músicos y colaboradores en Jeff Wayne´s Musical Version of The War of the Worlds es como sigue:

Richard Burton: narración y diálogos (El Periodista)

David Essex: diálogos, voz en Brave New World (El Artillero)

Phil Lynnot: diálogos, voz en The Spirit of Man (Párroco Nathaniel)

Julie Covington: diálogos, voz (Beth)

Justin Hayward:  voz en The Eve of War y Forever Autumn

Chris Thompson: voz en Thunder Child

Jeff Wayne: teclados, orquestaciones

Ken "Prof" Freeman: teclados

Chris Spedding: guitarras

Jo Partridge: guitarras, efectos de guitarra (el “Rayo de Fuego”), mandolina, vocoder

Herbie Flowers: bajo

George Fenton: santur, cítara, tar 

Barry Morgan:  batería

Barry da Souza, Roy Jones, Ray Cooper: percusiones

Paul Vigrass, Gary Osborne, Billy Lawrie: coros

Jerry Wayne:  diálogos en Epilogue, Part 2, dirección dramática

Charles Dubin:  dirección dramática

Los músicos de sesión eran gente de gran pedigrí: El gran guitarrista Chris Spedding tenía editados varios discos en solitario y había puesto su fina pero enérgica guitarra a Bryan Ferry, Elton John o Brian Eno además de producir algunos temas de Sex Pistols e intervenir en otros concept albums (Peter and the Wolf, The King of Elfland´s Daughter). Herbie Flowers, uno de los mejores bajistas de la historia, había trabajado con David Bowie, Lou Reed, Cat Stevens o George Harrison. Ray Cooper, percusionista de la banda de Elton John, sigue siendo considerado una prolífica luminaria de los tambores, mientras que Jo Partridge, otro asociado de Elton john (¿y quien no lo era en este disco?) puso sus innovaciones guitarrísticas al servicio del concepto fantástico del álbum. No obstante, el segundo de abordo musical del proyecto y hombre de confianza de Wayne fue el teclista Ken Freeman.

El álbum se publicó por Columbia-CBS el 6 de septiembre de 1978 en formato de doble LP. La duración total es de 94:54. Los dos discos del álbum constituyen dos partes diferenciadas de la historia, correspondientes a las del libro. El track listing es el siguiente:

Disco 1: The Coming of the Martians

Cara A:
1. The Eve of the War*  (Justin Hayward y Richard Burton)
2. Horsell Common and The Heat Ray (Richard Burton)

Cara B
1. The Artilleryman and The Fighting Machine (David Essex y  Richard Burton)
2. Forever Autumn* (Justin Hayward y Richard Burton)     
3. Thunder Child*  (Chris Thompson y  Richard Burton)    

Disco 2:  The Earth Under the Martians

Cara C
1. The Red Weed (Part 1)  (Richard Burton)
2. Parson Nathaniel (Richard Burton, Julie Covington y Phil Lynott)          
3. The Spirit of Man* (Phil Lynott, Julie Covington y  Richard Burton)        
4. The Red Weed (Part 2) (Richard Burton y David Essex)           

Cara D
1. Brave New World* (David Essex y Richard Burton)       
2. Dead London (Richard Burton)    
3. Epilogue (Part 1) (Richard Burton)          
4. Epilogue (Part 2) (Jerry Wayne)


Toda la música fue compuesta y producida por Jeff Wayne. Las letras de las canciones (con asterisco) son de Gary Osborne excepto Forever Autumn de Osborne y Paul Vigrass. Toda la adaptación literaria de la novela de H.G.Wells, la narración y los diálogos corrieron a cargo de Jerry Wayne (que interviene como actor en el epílogo al final del disco) y Doreen Wayne.    

Una de las ilustraciones del libro de la carpeta

Cilindros desde Marte y máquinas de guerra: sinópsis

En la primera parte, The Coming of the Martians (la Llegada de los Marcianos), se cuenta el desarrollo de la invasión de los marcianos en el año 1903 desde su llegada a la tierra hasta su triunfo sobre la humanidad. El periodista y narrador en primera persona del relato (Richard Burton) comienza el álbum reproduciendo las primeras célebres palabras de la novela original “Nadie podía sospechar a finales del siglo XIX que la tierra estaba siendo vigilada por mentes infinitamente superiores a las nuestras…”  para a continuación describir la llegada de supuestos meteoritos a la tierra procedente de Marte que tras una explosión en dicho planeta dejan tras de sí una estela verdosa al aproximarse a nuestro mundo (The Eve of the the War). Pese a que el astrónomo Ogilvy rechaza tajantemente la existencia de vida en el planeta rojo, llega hasta el Parque Horsell cerca de el pueblo donde vive el protagonista, el primero de los proyectiles marcianos: un enorme cilindro metálico. El periodista, Ogilvy y otros hombres acuden al parque para contemplar el proyectil del que emerge una criatura enorme, viscosa y con tentáculos (Horsell Common and The Heat Ray)  Del cilindro surge un rayo que quema todo ante su paso, incluidas personas (The Heat Ray, el Rayo de Fuego) aunque el periodista logra huir y refugiarse en su casa, mientras observa otras explosiones desde Marte con proyectiles que se dirigen a la tierra y oye uno extraños ruidos desde el cráter que se formó con la llegada del cilindro: los marcianos como los marcianos están construyendo algo. El periodista narra como en los días siguientes el ejército fracasa a la hora de hacer frente al Rayo de fuego de los marcianos, que ha abrasado a compañías enteras de soldados. Un joven artillero (David Essex)  herido y exhausto encuentra refugio en casa del periodista y le cuenta como los marcianos están destruyendo poblaciones enteras con maquinas metálicas de guerra: gigantescos trípodes andantes pilotados por los alienígenas y provistos de rayos de fuego mientras no dejan de dirigirse proyectiles marcianos a la tierra en lo que parece una invasión hostil en toda regla (The Artilleryman and The Fighting Machine). Ante la noticia de que ha llegado a Londres un cilindro, el periodista marcha hasta allí en compañía del artillero para tratar de poner a salvo a su prometida Carrie y al padre de esta. En la capital observan cruentas batallas entre los trípodes marcianos y el ejército en los que los extraterrestres salen victoriosos y en un fuego cruzado ambos hombres se pierden de vista. Cuando el protagonista llega a la casa de Carrie la encuentra vacía y desolado decide huir de Londres en barco de vapor (Forever Autumn). En el puerto ve a Carrie en el vapor que va a coger pero este se va sin que los dos amantes puedan reunirse. Consternado y desnortado, nuestro protagonista ve como Londres esta siendo literalmente destruido por los marcianos mientras la población huye despavorida, herida, aterrada y sin rumbo (“es el principio del fin de la civilización, la aniquilación de la humanidad”). Un barco de guerra acorazado, el Thunder Child, es la única esperanza para hacer frente a las máquinas marcianas, pero el rayo de fuego le destruye completamente (Thunder Child). Nuevos cilindros parecen venir desde Marte: la tierra esta en poder de los marcianos            


La segunda parte The Earth Under the Martians (La Tierra en poder de los marcianos) narra el desenlace de la historia. El periodista contempla el ahora desolador paisaje inglés invadido por la viscosa “Maleza Roja”, la vegetación que da color a Marte (The Red Weed (Part 1)). Cerca de una capilla semiderruida encuentra a un párroco llamado Nathaniel (Phil Lynnot) y poco después a Beth (Julie Covington), la mujer del religioso. El párroco se encuentra trastornado y en su delirio afirma que las máquinas son demonios bajo otra forma que Satanás a enviado para destruir a una humanidad pecadora y depravada (Parson Nathaniel/The Spirit of Man). Beth, a la que Nathaniel también ve como poseída por un demonio, trata de hacerle ver en vano que en el hombre hay aún algo bueno y que la humanidad debe luchar por algo. Los tres se refugian en una casa abandonada pero son rodeados por el Humo Negro, otra arma marciana. Un nuevo cilindro aterriza en el refugio y mata a Beth. Atrapados en el cráter, el periodista y Nathaniel ven como los marcianos cazan humanos con su nueva máquina, una araña gigante metálica y como se alimentan inyectándose la sangre humana en sus venas. El párroco está convencido de que él es el salvador de la humanidad frente a los “demonios”; enloquecido comienza a gritar y ante el temor de ser descubiertos por los marcianos el periodista le golpea hasta dejarle inconsciente, pero un marciano descubre el cuerpo inerte del párroco y lo captura. Unos días después, los marcianos se han ido y el periodista logra salir del escondite (The Red Weed (Part 2). Tratando de regresar a Londres el periodista se reencuentra con el artillero, quien le conduce a su refugio asegurándole que tiene un plan para la subsistencia de la humanidad ante el dominio incontestable de los marcianos. La ambiciosa intención del artillero no es otra que la de construir una sociedad humana subterránea en donde se vivirá felizmente escondidos de los marcianos en un mundo que puede ser científicamente mas avanzado esperando el momento para contraatacar tras haber aprendido a construir los humanos máquinas de guerra provistas de rayos de fuego y así poder hacer frente a los marcianos y reconquistar la tierra (Brave New World). El periodista se da cuenta que el artillero no es más que un pobre iluso y decide alejarse de él. Nuestro protagonista contempla un Londres desolado y terroríficamente silencioso y en un arrebato de desesperación decide entregar su vida a los marcianos tras divisar ante él un trípode de guerra (Dead London). Pero advierte inmediatamente como sobre la máquina unos cuervos picotean la cabina desgarrando un cuerpo viscoso: los marcianos han muerto a causa de las bacterias terrestres al alimentarse de los humanos y de otras especies terrícolas. En el primer epílogo, el periodista cuenta como se pudo reunir con Carrie y la tierra se recuperó de la invasión mas tarde para más tarde preguntarse si “este periodo de paz es definitivo o tan solo una tregua”. En el segundo epílogo nos trasladamos fortuitamente a los años 70 del siglo XX en el control de la NASA en Pasadena, en donde en una exploración a Marte los controladores han detectado una polvareda en ese planeta a la que sigue una estela verdosa. La conexión de Pasadena con otras estaciones de seguimiento se corta, lo mismo que el grito desesperado del controlador de Pasadena.

En la carpeta del disco de vinilo figuraban una serie de siete ilustraciones-láminas a dos páginas con escenas de la historia pintadas por varios artistas como Geoff Taylor, Michael Trim o Peter Goodfellow. La ilustración del trípode destruyendo al acorazado Thunder Child sirvió de portada y contraportada del LP. La iconografía de estos dibujos en lo que respecta a los trípodes marcianos ha resultado muy popular entre los seguidores de  la historia original y los amantes de la ciencia ficción hasta el punto de considerarse esta la imagen “oficial” de los trípodes marcianos creados por H.G. Wells y como tal han sido utilizados preferentemente en los diferentes productos derivados de la versión musical de TWOW



Sonidos provenientes del cráter

TWOW de Jeff Wayne es un buen ejemplo de cómo se puede conseguir un excelente disco conceptual musical-narrativo siendo competente en ambas facetas y estando además perfectamente complemenntadas. Desde el punto dramático y narrativo, TWOW consigue captar en todo momento el interés del oyente gracias a una narración ágil y dinámica que sintetiza bastante la novela original y que se mantiene fiel a su espíritu aún habiendo introducido nuevos personajes (Beth) y variando algunos (en la novela de Wells el religioso es un cura católico mientras que en la versión musical se trata de un párroco protestante; en la novela el periodista está casado mientras que en esta versión tiene una prometida llamada Carrie) Los temas que explotó H.G. Wells en su clásico de la ciencia ficción continúan apareciendo aquí (la selección natural, la crítica velada al imperialismo británico) y lo que es más llamativo es una de las pocas adaptaciones de la novela que respeta su ambientación original a finales del siglo XIX-principios del XX preservando así el encanto retrofuturista remoto de la novela. En definitiva, podemos hablar de una de las versionas más fieles de cuantas se han hecho de La Guerra de los Mundos.

Hay que alabar también los logros musicales de este álbum, compuesto de una partitura prácticamente ininterrumpida (salvo por los cambios de cara del antiguo vinilo y por lo tanto dividida en cuatro partes) en el más puro estilo del rock progresivo y sinfónico actualizado a los cánones de finales de los setenta- ya que en esos años el estilo musical comenzaba a estar ya de capa caída- y en donde las piezas instrumentales se combinan con las vocales. Efectivamente, no existe el virtuosismo instrumental ni los solos de los discos de Pink Floyd, Genesis, Jethro Tull, Yes o ELP de la primera mitad de los 70, sino más bien un sonido más sintético, cromado trufado de rudimentos electrónico (se echó de mano mucho de sintetizadores setenteros) y guitarras y rítmicas perfeccionistas un poco “de laboratorio”, todo ello envuelto en algunos momentos de arreglos orquestales un tanto pretenciosos y cargantes que constituyen lo más flojo del álbum. Pero el afán experimentador con las melodías y la instrumentación (las guitarras emulando el sonido de los rayos de fuego, los sugerentes sonidos electrónicos para las máquinas marcianas, el vibrante vocoder  con el grito de guerra marciano “Ulla!”) pone a este disco en un lugar preeminente en cuanto a un producto innovador dentro del rock (por entonces no se utilizaba mucho el vocoder ni ciertos tipos de sintetizador que hemos citado antes). Cabe destacar que estas innovaciones y efectos sonoros instrumentales están puestos al servicio del devenir de la historia narrada con muy buen resultado. A todo ello hay que añadir que los efectos sonoros más cinematográficos o dramáticos están también muy bien insertados dentro de la estructura musical del álbum.  

War of the Worlds en el escenario (2006)

Jeff Wayne otorgó a esta partitura cierto resabio de banda sonora de película en los momentos instrumentales o de obra musical en las canciones -esto fruto sin duda de que el álbum se empezó a gestar como una obra musical teatral- y pese a algunos excesos propios de la incompatibilidad de estos códigos con el formato álbum de estudio se consiguió un trabajo sugerente y que ha envejecido relativamente bien con el paso del tiempo. El tono de rock progresivo un tanto light y a veces dulcificado casa con ciertos aspectos de la música que por aquel entonces hacían Supertramp o la ELO o con lo que estaban empezando a hacer Genesis en su fase de trío. No obstante, su oportuna orientación art rock logra no entregar un mero trabajo de rock adulto postprogresivo sino más bien una obra musicalmente ambiciosa que convencía en su afán de combinar elaboradas piezas instrumentales de inspiración cinematográfica (véase la célebre The Eve of War, el temas más conocido del LP) con temas vocales de cuidada instrumentación. El empleo de leiv motives (los “Ulla” marcianos, la repetición de melodías de un tema en otro posterior) y temas que se repiten en diferentes momentos del disco refuerzan el carácter del álbum y sus diferentes cortes como una obra unitaria, algo esencial en un disco conceptual. Resulta muy llamativa la similaridad de la música de TWOW con la obra de Alan Parsons Project compuesta  precisamente de LPs conceptuales de elaborada producción y sin olvidar que tanto este LP como los discos de Alan Parsons eran inusuales trabajos firmados por un productor-compositor: art rock  progresivo de regusto adulto con cuidadas melodías, efectivos instrumentales y orientación comercial para un amplio público.

Justin Hayward en la gira 2009
Entre los mejores momentos musicales de TWOW hay que destacar, por supuesto, The Eve of the War el tema central del disco y ya todo un clásico del rock instrumental con su épica melodía y sus rotundos arreglos de cuerda, sin olvidar la variedad sonora de Horsell Common and The Heat Ray o la sugerente ambientalidad teclística de la deprimente The Red Weed. Los temas vocales, salvo la un tanto rimbombante Brave New World interpretada por David Essex, son de bastantes kilates, empezando con la bella balada Forever Autumn- tras de The Eve of the War el tema más famoso del disco-  uno de los temas de amor más recordados de finales de los 70 con una estupenda interpretación vocal de Justin Hayward y que hoy por hoy es su tema más conocido fuera de Moody Blues y tal vez su canción más célebre de cuantas ha interpretado después de Nights in White Satin (1967). La canción se adaptaba muy bien al estilo que por entonces cultivaba Moody Blues (desde hacía tiempo una banda de rock progresivo). Este tema, que representa los pensamientos del periodista ante la ausencia de su amada, fue compuesto en realidad a finales de los 60 por Wayne para un anuncio de juguetes Lego (!) y recuperado con nueva letra en 1972 para un disco de Gary Osborne y Paul Vigrass, versión esta que Wayne decidió regrabar para TWOW. Thunder Child, con Chris Thompson es un tema épico y vibrante en un momento crucial de la historia y el dueto de Phil Lynott y Julie Covington en The Spirit of Man pese a los excesos de orquestación y la sobreinterpretación especialmente a cargo de Lynott es un fragmento francamente memorable. Y por supuesto, que decir de la intervención de Richard Burton: un auténtico lujo poder escuchar su profunda voz durante más de una hora (algo que en muchos países cuando se publicó el LP se agradeció enormemente ya que en bastantes zonas su voz era doblada en el cine) narrando con enorme convicción la historia.


El resultado de la invasión

Jeff Wayne´s Musical Version of The War of the Worlds obtuvo un importante éxito desde el primer momento: llegó al nº 5 en el Reino Unido con 290 semanas en lista y hoy en día es 38º disco más vendido en este país con 3 millones de copias vendidas. Logró también un importante éxito en otros países encabezando las listas de ventas en 1979 en once territorios entre ellos Australia, Alemania, Irlanda, Suecia, Nueva Zelanda u Holanda. Resulta llamativo que pese a ser un LP en parte narrativo hablado en inglés vendiese enormemente en países no anglófonos como Holanda o Francia. En cambio, en otros países como España o Italia la versión original vendió relativamente poco por este motivo (en la España postfranquista, sin ir más lejos, no había costumbre de publicar discos de este tipo en idiomas extranjeros), por lo que la realización de versiones en otros idiomas, como veremos luego, fue la solución.    

Se editaron tres singles del LP: The Eve of the War, Forever AutumnHorsell Common and The Heat Ray, todos en versiones acortadas y editadas en relación con los cortes del álbum y desprovistas de diálogo (el single The Eve no contenía tampoco la breve parte vocal de Justin Hayward). The Eve fue top 10 en RU y un importante éxito en todo el mundo que ayudó sobremanera en la consecución de popularidad del álbum; hasta la actualidad este tema instrumental ha sido utilizado en multitud de sintonías en televisión y radio. Por su parte, Forever Autumn consiguió llegar al 5 de las listas británicas y ya es otro clásico del álbum del que se han hecho varias versiones por otros artistas. Por otra parte cuando TWOW se hizo popular a finales de 1978, CBS, debido a que los temas del álbum no podían ser radiados como canciones normales por la inclusión de voces habladas y otros efectos, decidió lanzar para uso exclusivo de las emisoras de radio un disco especial con ediciones de los principales temas del álbum desprovistos de las partes dramáticas y con introducciones y finales regrabados en algunos casos. El éxito de los singles y de los temas editados radiofónicos motivó que en 1981 se lanzase al público dicho LP bajo el nombre de Highlights of Jeff Wayne´s Musical Version of The War of the Worlds. La versión en CD de TWOW se lanzó por primera vez en 1985 en formato de doble CD.
 

Debido a que la versión en inglés estaba vendiendo poco en España y en otros países de habla hispana, la discográfica lanzó dos versiones en la lengua de Cervantes en diciembre de 1978: una para Hispanoamérica con Anthony Quinn como El Periodista y otra para España. La versión española fue dirigida por el productor y músico Honorio Herrero (Aguaviva, Ejecutivos Agresivos, Radio Futura) y como el resto de versiones del disco en otras lenguas incluía la narración y los diálogos traducidos y “doblados” mientras que las canciones permanecían en su versión original en inglés (aunque traducidas al castellano en el cuadernillo de la carpeta del disco). El reparto en español corrió a cargo de actores de doblaje algunos con experiencia como intérpretes presenciales: el veterano Teófilo Martínez como el Periodista, Luis Varela como el Artillero, Daniel Dicenta como el Párroco Nathaniel, Marisa Marco como Beth y Eduardo Jover y el propio Honorio Herrero como las voces del epílogo. Esta versión se tituló Versión Musical de Jaff Wayne de La Guerra de los Mundos y vendió bastante más que la versión inglesa. Nunca ha sido editada en CD y hoy se encuentra descatalogada. En 1980 se publicó en los países de habla germana una versión en alemán con Curd Jüngers como el Periodista y más tarde una versión en holandés para los Países Bajos. 

Sucesivos lanzamientos en CD del álbum en 1989 y 1995 contienen nuevas remezclas de algunos temas como cortes adicionales; así la edición de 1989 contenía un remix de Eve of War que llegó al nº 3 de las listas de éxitos. En 2000 se lanzó el álbum de remezclas The War of the Worlds: ULLAdubULLA- The Remix Album y en 2005 una caja de siete CDs con el álbum original, un álbum de remixes, tres CDs con descartes musicales y dramáticos, ensayos de los actores y tomas alternativas más un DVD documental sobre el LP. En 2006 un ULLAdubULLA II con nuevas remezclas fue publicado.  

Se han hecho tres  versiones en videojuego del álbum: una primitiva en 1984 para ZX Spectrum, otra de estrategia en 1998 creada por Rage Software que incluye remezclas y regrabaciones de la música original realizadas por el propio Wayne y gran parte de la estética de las ilustraciones de la carpeta del disco y una tercera en 1999 para Sony Play Station variación del anterior. 


La nueva llegada en los 2000-2010

Richard Burton (como el periodista) "revive" en las giras 2006-2011

Además de la publicación de discos de remezclas de TWOW y reediciones varias, en la década de 2000 otros acontecimientos dan fe de la inmortalidad del álbum. Animado por la buena acogida de estas reediciones, Wayne decidió llevar a su TWOW al escenario. Aunque en la época de la publicación del álbum era esto era imposible, los diferentes avances tecnológicos en el mundo del entretenimiento hicieron factible el estreno en abril de 2006 de una versión teatral musical de la obra que se fue de gira por el Reino unido e Irlanda. Un costosísimo y espectacular show multimedia se movió durante varios meses con una banda de rock que incluía a Chris Spedding, Herbie Flowers  y el propio Wayne (The Black Smoke Band), una orquesta de cuerdas (The ULLAdubULLA Orchresta) y en las partes vocales de nuevo Justin Hayward y Chris Thompson más nuevos intérpretes para los papeles dramáticos como Russell Watson,  Alexis James y Tara Blaise. La presencia virtual del rostro holográfico de un joven Richard Burton recreado a partir de una antigua imagen suya sirvió de narrador en base a la grabación de su papel de 1978. Varias imágenes y secuencias filmadas combinación de infografía, animación e imagen real con actores y extras fueron proyectadas en una pantalla para complementar la historia representada en el escenario (que solo incluía tres actores propiamente dichos más el Burton virtual y la intervención de Hayward y Thompson)  mientras que en el escenario figuraba una reproducción de una Máquina de Guerra marciana. La actuación en el Wembley Arena se publicó en DVD a finales de 2006. Tras el enorme éxito de la gira británica, en 2007 el espectáculo realizó una gira por Oceanía y a finales del año vuelve a Inglaterra, en los dos casos con cambios en el reparto pero siempre conservando a los veteranos e históricos Hayward y Thompson que han intervenido en los sucesivos montajes y giras del espectáculo.  En 2009 hay una nueva gira por Gran Bretaña y en 2010-2011 el montaje realiza su primer tour mundial por RU, Irlanda, Alemania, Holanda y Bélgica. En estos espectáculos la imagen de Richard Burton está mejorada y en el cambiante reparto se encuentra gente como Jennifer Ellison y Liz Mclarnon (Beth) o Jason Donovan (el Artillero).   


En 2012 Jeff Wayne vuelve a la carga con una regrabación del proyecto de TWOT bajo el título Jeff Wayne´s Musical Version of The War of the Worlds- The New Generation que además presenta en directo mediante una nueva gira. Esta nueva versión regraba completamente la partitura, canciones, narración y diálogos originales utilizando las nuevas posibilidades musicales. Casi todos los músicos originales del primer TWOT intervienen aquí y en el nuevo reparto se incluye al líder de Kaiser Chiefs Ricky Wilson (el Artillero), el ex Take That Gary Barlow (los pensamientos del periodista en The Eve of War y Forever Autumn), Joss Stone (Beth), Maverick Savre (Nathaniel), Alex Clare (la voz de la gente en Thunder Child) y a todo un Liam Neeson como el Periodista, rebautizado ahora como George Herbert en honor al creador de la historia original. La intención de Wayne era llegar a una nueva generación de público, además de mejorar el sonido de la obra musical original y expandir la historia del protagonista mediante modificaciones en la adaptación literaria. El disco se publica el 26 de noviembre de 2012 el mismo día que comienza la nueva gira en directo de su versión en el escenario que finaliza en enero de 2013 y que incluye 16 ciudades de Reino unido, Irlanda y Alemania. El nuevo espectáculo incluye la intervención holográfica de Liam Neeson (en ocasiones interactuando  virtualmente con el resto de actores), nuevas secuencias y piezas en escena, nuevas imágenes generadas por ordenador en pantalla gigante, efectos especiales mejorados y nuevos personajes con papeles hablados. En el reparto presencial de la gira solo Ricky Wilson se mantiene respecto al cast del disco, con Jason Donovan (Párroco Nathaniel), Kerry Elllis (Beth), el líder de Wet Wet Wet Marti Pellow y el cantante de Jettblack Will Stapleton. De nuevo The Eve of War y Forever Autumn han sido singles en sus nuevas versiones.