sábado, diciembre 31, 2011

El aparatito Lumiere DRIVE


 
 
 
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Una pequeña gran película que demuestra como el thriller puede ser un género con muchos matices y sin tan siquiera de salirse de cánones más o menos tradicionales. Y Drive, producción independiente americana, no se queda solo en la crónica negra sino que introduce de una manera muy sutil y sui generis elementos de drama psicológico y melodrama que subyacen más que se manifiestan en la película, así como el factor del cine de acción es como un “algo” que parece que va a aparecer en cualquier momento pero que solo lo hace de manera muy rápida y anecdótica. Que nadie piense, pese al título y al argumento, que se trata de una película de acción y coches puesto que se llevarán un buen chasco. Drive es en realidad un thriller realista, oscuro y sórdido no exento de momentos de cierta elegancia de cine negro y algunas pinceladas de western  en su estructura, pero siempre con un tono dramático y un ritmo lento acorde a tal género; un conjunto que en definitiva constituye una delicia aunque no sea palto de todos los gustos.  

La historia gira en torno al personaje principal de un especialista de cine especializado (valga la redundancia) en conducir coches temerariamente del que poca cosa sabemos (ni tan siquiera su nombre) salvo que lleva una doble vida como “taxista” de delincuentes y atracadores en los golpes de estos. Un intento de asentar la cabeza con un suculento negocio dentro de la legalidad (aparentemente) y con la incipiente relación con una joven a la que conoce se verá truncado por un inesperado hecho relacionado con una nueva acción en su faceta como “transportador”. Dudando entre bastantes dilemas morales, nuestro protagonista lucha por su propia supervivencia y por proteger los albores de una nueva vida con uñas y dientes utilizando su coche como caballo de batalla. Momentos crudos y de enorme fuerza dramática ensalzan un filme realista y honesto hecho sin tener en cuenta las taquillas y con curiosos trampantojos como el de utilizar una estética pretendidamente ochentera (no se sabe muy bien en que época esta ambientada esta película) incluida banda sonora de canciones a la manera de los ochenta (pero que son originales) ejecutadas con los vetustos sintetizadores fairlight. Así mismo, hay que advertir que la violencia extrema, la sangre y las escenas desagradables y duras estan omnipresentes en este filme de violencia compulsiva e irracional pero que en ningún momento resulta insoportable. Un filme brillante y estimulante que gustará a los amantes del  thriller inteligente, el western contemporáneo y el drama Indie.