sábado, julio 20, 2024

FLY ME TO THE MOON

 


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Por fin se hace como dios manda una comedia romántica, sin tontunadas ni reducción de lo verdaderamente comédico a la mínima expresión y sí echando mano de un enorme sentido del humor, inteligencia y ganas de sorprender al público y además en esta ocasión concreta con dosis de mitomanía, cinefilia, pasión por la cultura pop y un indudable ejercicio de nostalgia revivalista esta vez con la década de los 60 del siglo XX. Dirigida con mucha clase por el director, guionista y productor Greg Berlanti, Fly me to the Moon es además un filme con trasfondo histórico significativo enmarcándose en un acontecimiento de gran magnitud como fue la llegada del hombre a la luna en 1969: esto sirve para concentrar en el filme como trasfondo el sentir de un país y de sus dirigentes ante un proyecto en el que EEUU y su gobierno se volcó, los avatares y preocupaciones (convenientemente caricaturizados) de la NASA y una muestra (burlesca) de diversas teorías sobre la realidad o no de ese logro que llegaron a exponerse. Es decir, un comedia con tintes dramáticos, históricos, de intriga y amorosos que lejos de ser una parodia gruesa es una crítica a la imperfección y la impericia del ser humano aún cuando esta a punto de cometer un hito histórico...y en las relaciones humanas y afectivas. No obstante, como buena comedia romántica, esta es una película de actores y personajes donde como elemento catalizador tenemos el tira ya floja entre dos personajes dispares, una ambiciosa ejecutiva publicitaria de misterioso pasado muy proclive al engaño y capaz de todo por conseguir sus propósitos y vender productos (una Scarlett Johansson en una de las mejores interpretaciones de su carrera) y por otro un apuesto miembro de la NASA con peso en el proyecto Apolo 11 (Channing Tatum) que ve con desconcierto como la ambiciosa, trilera y sexy Kelly Jones contratada como publicista del evento convierte dicho proyecto en un mercadeo de sponsors y anuncios simplones en plena época de la expansión de la sociedad del consumo. Y como es de rigor en historias así entre ellos surgirá esa tensión de amor-odio condicionada por la personalidad desconcertante y codiciosa de Kelly y el carácter pragmático, patriótico y con sentido del deber de Cole Davis.

Pese a todo, el verdadero McGuffin de la historia y lo que la infiere cierto tono de thriller es la misión secreta que Kelly y su compañía llegan a cabo por encargo de la CIA y que es ignorada por la NASA: la recreación de un falso alunizaje por si ocurre alguna contingencia en la misión real; aquí nos encontramos con teorías casi estándar de la cultura pop del siglo XX que la película se toma entre seriedad y guasa: todo lo tocante al rodaje y montaje del falso escenario lunar es verdaderamente tronchante y aquí nos encontramos con un actor cómico absoluto robaescenas en estas secuencias como es Jim Rash en el papel de un engolado, histriónico (y con pluma) cineasta publicitario. En esta subtrama también está presente el inefable Woody Harrelson como un bufonesco hombre del gobierno USA a cargo del intento de engaño. Mientras toda la trama avanza entre el encargo secreto de Kelly Jones (trama de comedia), los entrenamientos de los astronautas del Apolo y todas las planificaciones del proyecto desde Cabo Cañaveral (trama de drama histórico) vemos los problemas de conciencia de Cole con el fracaso de misiones espaciales anteriores donde él fue responsable y los problemas de conciencia de Kelly sobre si misma y su condición de alteradora de la realidad para alcanzar sus fines. Puede que las diferentes aristas de la película queden ensombrecidas por la vistosa fotografía revivalista del filme y su enorme esfuerzo en conseguir una ambientación sesentera más que creíble (y al loro con la banda sonora) y sobre todo por mostrar el mundo de la NASAy sus entresijos en la época, en un importante ejercicio de recreación. También es cierto que el guion sobre todo en su elemento dramático es algo previsible y es mejorable, pero como peli de entretenimiento veraniego Fly me to the Moon cumple con creces y calidad.