lunes, julio 02, 2007

El aparatito de Lumiere - MEMORIAS DE QUEENS (A GUIDE TO RECOGNIZING YOUR SAINTS)


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Brillante debut en el campo cinematográfico de un polifacético y curioso personaje neoyorquino llamado Dito Montiel. De padre de origen nicaragüense y madre de de origen irlandés, Montiel, nacido en 1970 y criado en el conflictivo barrio de Astoria, del distrito de Queens, fue durante los 90 músico de rock (lidero un grupo indie llamado Gutterboy), modelo, amigo de famosos e intelectuales, y a partir de al década de 2000, escritor. En 2003 escribió su libro autobiográfico, A guide to recognizing your saints (Una guía para reconocer tus santos), que contaba su turbulenta adolescencia en el Queens de los 80, marcada por un estilo de vida en constante relación con la violencia y la muerte y por la turbulenta relación con su padre. En este libro se basa esta película, su opera prima como director. Es verdaderamente sorprendente que un trabajo de tanta calidad y brillantez sea su carta de presentación en el mundo del cine, no notándose en absoluto que se trata de un debutante. Con el apoyo del Instituto Sundance de Robert Redford (que ayuda y promociona a cineastas noveles norteamericanos) ha podido llevar su novela autobiográfica a la antalla, en la que ha puesto pasión, entrega y sobre todo, buen hacer. El actor Robert Downet J.R, que interviene en la cinta en el papel de Dito en la edad adulta, y el músico Sting han puesto su granito de arena como productores de la película, y no se han equivocado.

A guide to recognizing your saints, livianamente titulada en España Memorias de Queens, es una película independiente muy personal y perfilada, como se corresponde a toda obra autobiográfica narrativa que se precie, en donde su director trata de reproducir con total minuciosidad todos sus recuerdos, aunque el mismo reconozca que haya algunos elementos inventados o alterados para fines dramáticos. Es una historia narrada en dos planos, el desencadenante, que es el regreso más de 15 años después de un hijo pródigo (el propio Dito) al barrio donde se crió, en donde se reencontrará con amigos de su adolescencia a los que había olvidado deliberadamente y con los que había perdido todo contacto, y con sus padres, con los que había ocurrido lo mismo. Este reencuentro nos lleva a la verdadera base de la peli, que son el flashback de la historia de quinceañero Dito (Shia Labeouf) y de sus colegas del barrio. Un mundo de violencia sinsentido, odios, consumo de drogas, y principalmente, una total ausencia de futuro y de esperanza para los jóvenes. El adolescente Dito navega sin rumbo entre la admiración a Antonio, el chulo matón del barrio, su intención de salir de la marginalidad social a toda costa aunque con engañosas vías de escape (drogas, el cortejo a Laurie, la chica guapa hispana de Astoria) y una total desnortada relación con sus padres, interpretados por Chazz Palminteri y Dianne Wiest, en los que se resiste a verse reflejado a pesar que son dos honrados trabajadores que luchan por sacar a su hijo adelante. La relación de Dito con Monty, su padre, es en realidad el tema central de la película: un hombre que intenta darlo todo por su hijo, pero que ante la falta de sinceridad de este y su distanciamiento no encuentra manera de llegar a el, mientras que el hijo esta convencido de que su padre no hace todo lo posible ya que si no, no se vería en las situaciones que tiene que vivir casi todos los días. El regreso de Dito a Queens, con su padre enfermo tratará de ser una redención ante una serie de malentendidos solo producidos por la obcecación de un adolescente inconsciente, inseguro y amargado


Esta película nace con vocación de ser precisamente una redención (como también lo fue el libro en la que se basa), la corrección de un error, y un reencuentro de un hombre con su pasado. Las interpretaciones magistrales de Downey y de Palminteri ayudan mucho a que este elemento dramático sea creíble y cargado de enorme emotividad. Francamente, estas son unas de las mejores interpretaciones de ambos actores hasta la fecha, auque todo el reparto esta bien, sin olvidar, como no, el estupendo trabajo que hace el jovencísimo Shia Labeuf. Un estilo documental fresco, una muy buena recreación del Queens de los 80, y excelentes escenas, en donde su director imprime un realismo costumbrista sin concesiones a la galería, culminan un filme que en poco tiempo pasará a ser de culto. Habrá que prestar atención a próximos trabajos de Dito Montiel