lunes, febrero 21, 2011

El aparatito de Lumiere - WINTER´S BONE




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Como una curiosa mezcla de cine negro, western contemporáneo  y crónica social se presenta esta película independiente norteamericana, que aunque bien planteada y rodada con esmero no llega a dar una culminación copo es debido a su más que interesante premisa. Con un reparto de rostros desconocidos y sustentada en la magnífica interpretación de su joven actriz protagonista Jennifer Lawrence (nominada al Oscar), este drama es descarnado a ratos, en otros es desconcertante e inquietante, crudo la mayor parte de las veces, y al final de tanto sufrimiento y desmanes por parte de los personajes no parece que el mensaje sea positivo del todo, algo que no es muy de agradecer. Con todo, el fresco de una realidad social, el del sórdido mundillo de la de los tratantes y fabricantes de droga (de crack en este caso) en  el medio oeste norteamericano, se nos presenta de forma muy realista y desde luego ahí radica gran parte del interés de esta película: un mundo de violencia, corrupción, clanes familiares dedicados al delito, odio e irracionalidad. El gran acierto de esta película es centrarse en al historia de una víctima inocente, la adolescente Ree, una muchacha que viviendo ya en la pobreza rural ve que su situación puede empeorar aún más con la supuesta muerte de su padre, un ex convicto que se dedicó a la fabricación de crack y del que la chica no sabía nada desde su encarcelamiento. Con la amenaza de desahucio y con dos hermanos menores a su cargo y una madre enferma, Ree tratará de averiguar el destino de su padre pidiendo inútilmente colaboración a familiares y amigos de su progenitor, a cada cual más siniestro y menos de fiar.

Es una pena que este filme no haya podido dar más da sí ya que la materia prima era muy golosa y su directora, Debra Granik, muestra habilidad y pleno conocimiento de la sórdida realidad que trata. Una película que puede que no sea plato para todos los gustos pero que gustará mucho a los amantes del cine indy americano en su vertiente más social.   

domingo, febrero 20, 2011

Mis 50 discos que te cagas (19): DAVID BOWIE – THE RISE AND FALL OF ZIGGY STARDUST AND THE SPIDER FROM MARS (1972)


Este LP tal vez sea uno de los mejores de la historia del Rock y de la música popular en general. Para muchos, el mejor. Y para todo el mundo- y sin ningún género de dudas- uno de los discos más influyentes, poderosos y emocionantes que se hayan grabado jamás. Su artífice, David Robert Jones, alias David Bowie (1947) , se convirtió gracias a él en un auténtico icono del rock por derecho propio y a partir de ese momento pasó a ser el gran triunfador de los setenta en cuanto a cantantes solistas se refiere, con permiso de su eterno rival aquellos años, su compatriota británico Elton John. The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars, o simplemente Ziggy Stardust, como se le conoce popularmente, es un álbum conceptual con once canciones de alta, altísima calidad y no menos marcada comercialidad (prácticamente cualquiera de ellas podía haber sido single) compuestas e interpretadas por un músico y cantante de una genialidad apabullante que ha ido demostrando año tras año en más de cuarenta años de carrera y que además llegó en el momento exacto, el del relevo generacional que supuso la irrupción del Glam rock  a principios de lo 70, la música que introduciendo un poso manierista, desenfadado y juguetón al rock guitarrero y más o menos hard enamoró a los adolescentes de todo el planeta en medio de una fantasía de trajes de lentejuelas, zapatos de plataforma, peinados extravagantes, maquillaje, temas fantasiosos y una engañosa ambigüedad sexual. Bowie, que con este trabajo firmaba su quinto álbum, adquirió el rol de gran estrella y profeta del Glam desbancando a los verdadero pioneros del  movimiento, los T Rex de Marc Bolam y se consolidó como el músico de pop rock más vanguardista del momento, algo que ya había apuntado con claridad con el también genial Hunky Dory (1971), su anterior LP. Atrás quedaron sus inicios como cantautor folk psicodélico y hard rocker y el hecho de poder sacudirse de la maldición de ser un one hit wonder por su mayor (y único) éxito popular hasta el momento, el precioso tema Space Oddity – todo un clásico- de su segundo LP de 1969. Comenzaba el reinado de David Bowie.

Siguiendo la estela de Hunky Dory, Bowie quiso currarse un ampuloso y ambicioso LP de Glam rock que no hiciese ascos a otros sonidos; reclutó a la mayor parte de la banda que había intervenido en el disco anterior (Mick Ronson, Trevor Bolder y Mick Woody Woodmansey) y decidió hacer un LP conceptual narrativo sobre el nuevo estatus de ídolos semi divinos que estaban adquiriendo las estrellas del rock (tema muy recurrido en los discos conceptuales, por cierto) y su influencia en toda una generación de jóvenes. Y así nació el Personaje de Ziggy Stardust, alter ego que además Bowie asumirá durante la gira de presentación del álbum, como la estrella del rock definitiva: un alienígena humanoide de sexo indeterminado que aterriza en una tierra al borde de la autodestrucción (con solo cinco años para el fin del mundo) con el fin de liderar a la juventud terrícola convirtiéndose en cantante de un grupo de rock llamado Las Arañas de Marte, formado junto con un buen puñado de adolescentes inadaptados. Pero al final toda la mitología y parafernalia de las rock stars (egocentrismo, lujos, drogas)  termina engullendo y destruyendo a Ziggy, que muere en manos de sus propios fans. Aunque es bien difícil discernir este argumento solo atendiendo a la letra de las canciones, el contexto se aclara con al escucha reiterada del disco y algunas aclaraciones que el propio Bowie hizo a posteriori. Hay quien dice que este disco no es un concept album propiamente dicho ya que no siempre parece claro que todas las canciones giren y versen sobre el mismo tema, algo que puede ser cuanto menos discutible, pero, que porras, este es un disco ambiguo y de ahí reside su irresistible y total encanto.       

Y es que Ziggy Stardust es un álbum más que irresistible gracias a su total emocionalidad y pasión. Comienza con un tema absolutamente impresionante, Five Years, pop-himno con enorme aire dramático, una afectada interpretación vocal de Bowie y unos excelentes arreglos de cuerda, que sirve de overtura perfecta al maremágnum de momentos magistrales que se suceden. Desde la comercialidad de Starman, el single del álbum de mayor éxito y uno de los temas clásicos e inmortales del repertorio de Bowie hasta la fuerza bruta del Glam rock casi pre punk de Sufraggette City pasando por todo un torrente de emociones hechas música. La sabia delicadeza de la balada semi guitarrera Soul Love encuentra conexión formal con el estremecedor tema final Rock n Roll Suicide, un epílogo tan melodramático como Five Years en donde la balada acústica deja paso a la chanson gala y el blues con un crescendo pop rock orquestado con ecos de tragedia griega. Hay momentos en donde se combina la fuerza rockista con el poderío melódico como en la sensacional Moonage Daydream  y sus por entonces vanguardistas y “espaciales” juegos de teclado cortesía de Rick Wakeman (Yes) y lánguidos guiños camp  y crooner como en Lady Stardust. Los temas más puramente Glam como Ziggy Stardust o Star tiene tempos y situación estratégica en el disco claramente premeditados y al servicio del concepto del disco: mientras el primero es un himno revienta directos con enorme fuerza melódica y estilizados cambios de tempo (sigue siendo otro de los musts de David Bowie), el segundo es un divertido tema de rock lúdico pero con cierta épica. Finalmente,  Hang on to Yourself  es un Boogy rock pegadizo y bailable típico de los años del Glam e incluso una versión como It Ain´t Easy  de Ron Davies no desentona con el contexto y la grandeza del disco.

Las letras del Ziggy Stardust merecen consideración aparte: poesía urbana, social y cotidiana envuelta en mil y un recursos simbolistas y metáforas pop que bebe de tanto de Rimbaud como de Dylan, del universo de Borroughs, la ciencia ficción y la cultura popular, con la siempre omnipresente sombra de Andy Warhol- uno de los ídolos estéticos de Bowie -y de su mundo de farsa y genialidad. Una de las mejores producciones de un LP hasta el momento (realizada por Bowie y Ken Scott, futuro productor de Supertramp), arreglos exuberantes de unos músicos de bandera (Bowie y sus Spiders From Mars con la guitarra de Mick Ronson como estandarte) y un David que demostró tener mil y un registros vocales: pocos discos están tan bien y afectadamente cantados como este. El disco fue un gran éxito en Europa pero falló en EEUU, aunque con el tiempo se ha convertido en uno de los LPs más vendidos de siempre. Imprescindible en cualquier clasificación de los mejores discos de la historia, Ziggy Stardust cambió el lenguaje del rock, amplió mentes, certificó la mayoría de edad del rock gracias a su conceptualización semi manierista sobre el género e inspiró a multitud de bandas y solistas de sucesivas generaciones, desde el punk hasta grunge pasando por la new wave, los nuevos románticos, el synth pop y el pop rock alternativo. David Bowie siguió evolucionando en su música e imagen, pero su etapa como Ziggy Stardust fue sin duda la marcó el devenir del rock.     
  
FICHA TÉCNICA

Géneros: Glam Rock, Pop Rock, Soul Rock, Space Rock, Rock de Vanguardia
Publicación: junio 1972
Sello original: RCA
Producción: David Bowie y Ken Scott
Duración: 38:37
Músicos:
David Bowie: voz, guitarra acústica, saxo, piano, teclados, arreglos de cuerda
Mick Ronson: guitarras, piano, coros, arreglos de cuerda
Trevor Bolder: bajo
Mick Woodmansey: batería
Dana Gillespie: coros en It Ain´t Easy
Rick Wakeman: teclados
 
Track listing

1- Five Years
2- Soul Love
3- Moonage Daydream
4- Starman
5- It Ain´t Easy
6- Lady Stardust
7- Star
8- Hang on to Yourself
9- Ziggy Stardust
10- Sufragette City
11- Rock n Roll Suicide