miércoles, febrero 15, 2012

El aparatito Lumiere MONEYBALL

 

** y1/2

Brad Pitt luce orgulloso su nominación al Oscar al mejor actor por esta película, y aunque hace un interesante trabajo no lo va a tener muy fácil ante una competencia bastante intensa este año en este galardón La verdad es que el marido de Angelina Jolie aporta bastante credibilidad interpretando a un personaje real, un “american hero” llamado Billy Bean, manager del equipo de béisbol Oakland Athletics (más conocidos como los A´s) que a principios de los 2000 decidió convertir a su club, de bajo presupuesto, en un equipo invencible pero sin salirse de la precariedad económica al contratar a un equipo de economistas y analistas matemáticos (en esta película reducidos a un solo personaje ficticio) para confeccionar un equipo técnica y científicamente perfecto sin gastarse talegadas…y por poco ganan la liga. Una historia típica de fracasados redimidos (en este caso una antigua promesa del béisbol que se quedó en nada convertido en un exitoso manager general) y de lucha y triunfo de pequeños contra poderosos que sabe no caerse en tópicos o en planteamientos típicos de telefilme de sobremesa pero que no es capaz de ofrecer una historia verdaderamente atrayente. Y es que Moneyball es una película muy centrada en el mundo del béisbol y todo gira alrededor de dicho deporte. No es que se precise ser entendido de este deporte para ver esta película (requisito que por estos lares casi nadie cumple), ya que ni servidor tiene excesiva idea de cómo va el deporte del bate más que cuatro cosas, pero esta claro que siendo Moneyball una película deportiva - además de drama con ribetes de comedia y de épica película de autosuperación- es difícil que guste a las personas poco aficionadas al deporte. Como tampoco es muy posible que entusiasme al público en general pese a algunas virtudes y algún que otro bueno momento.

Brad Pitt es dueño y señor absoluto de la función y el solito mueve la historia con una interpretación más que convincente ofreciendo un logrado retrato de un hombre ambicioso que no dudó en adoptar una medida para muchos extravagante (el análisis científico de el juego y de los jugadores, que también influyó en la política de fichajes del club) para convertir un equipo limitado por su presupuesto en uno de los grandes de la liga americana de béisbol en un solo año. En resumidas cuentas, un cabezota que lucha para huir de la mediocridad y especialmente de su propia mediocridad con un pasado como una promesa del deporte que defraudó a todos. La película se ve bien pese a contar con bastante lenguaje (a veces poco comprensible) del mundo del béisbol y la verdad es que no abusa de lugares comunes del cine deportivo más populista con venga y dale de imágenes de partidos (aunque también las hay). Pero el filme se queda decididamente cojo cuando trata de ser un drama épico con todas las de la ley, y pese que utiliza bien los elementos de comedia y no abusa del melodrama que podría suponer, por ejemplo, la situación personal del protagonista, la cosa no despega y la película se queda en una ejemplarizante historia sin más. Ni tan siquiera el guiño “friki” al presentar al delicioso personaje del joven nerd  gordito y gafoso que aplica sus enormes conocimientos sobre números y matemáticas como asesor principal de Billy Bean en su ambicioso proyecto (aunque en la historia real, como dijimos antes fueron más de uno) logra dar a la película el puntillo más o menos surreal que prometía la premisa. Eso si, Jonah Hill esta muy convincente como este cerebrito llamado Peter Brand. Por otra parte, tal vez  excesiva duración para una película que podía haberse resumido bastante sin tanto rollo macabeo en los últimos compases    
    

lunes, febrero 13, 2012

Mis 50 discos que te cagas (43): PETER GABRIEL – SO (1986)

 
Que Peter Gabriel era un genio musical era algo que ya se sabía, pero le faltaba conseguir ese éxito comercial en forma de LP que no tenía desde su etapa en Genesis (1969-1975). Y lo cierto es que tampoco tuvo que cambiar mucho su sonido para a mediados-finales de los 80 ampliar enormemente su público, tan solo fue un proceso de evolución natural de su música, considerada desde sus inicios como artista en solitario en 1977 de vanguardista, experimental y por lo general poco accesible. Pero con So, su primer álbum de estudio con título (aunque monosilábico), Gabriel rompió el maleficio básicamente porque ya no era tan adelantado a su tiempo como con los LPs previos y gran parte de sus hallazgos y semi patentes (etnopop, ambient pop, pop rock lindante con las llamadas Nuevas Músicas) habían sido aprovechados por distintos músicos. So era no obstante un disco más comercial que los cuatro anteriores (sin contar la BSO de Birdy, 1985) ya que Peter estaba convencido de que podía llegar a ser un artista superventas, y así fue: número uno en UK, número 2 en USA, una burrada de copias vendidas y singles de éxito en las listas. Pero lo más importante es que entusiasmó a la crítica con su oportuna y revitalizante renovación de su sonido, que sin dejar de ser vanguardista y arty, se iluminó poderosamente con hallazgos soul y funk, inspiración en las Nuevas Músicas que estaban empezando a  fascinar a público y crítica en aquellos años (y que se etiquetaban como New Age Music) y un reforzamiento del elemento étnico y de World Music que se vislumbraba en sus discos anteriores con inspiración predominantemente africana: tambores, congas, cantos aborígenes. Y todo ello con un patrón de cuidadísimo art rock sintético, etéreo y ambiental que puso de manifiesto como el rock y la recién nacida Nueva Música o New Age (heredera del Ambient) eran dos lenguajes musicales primo hermanos y condenados a llevarse estupendamente creando un resultado final que además de hermoso podía resultar comercial. Peter Gabriel continuó arriesgando y obtuvo su recompensa en forma de un disco inmortal y ya clásico que se encuentra en el nº 1 de los favoritos de mucha gente a lo largo del ancho mundo, pese a no ser tal vez su mejor trabajo.   

El productor y músico canadiense Daniel Lanois, profesional entonces en alza y aventajado discípulo del gurú Brian Eno, fue en gran media el artífice del hermoso sonido de So. Él y Gabriel lograron contar con una pléyade de competentes músicos en donde se encontraban gente de renombre como Stewart Copeland, Bill Laswell, L. Shankar, Wayne Jackson, Mark Rivera o Nile Rodgers además de las voces de Laurie Anderson, Jim Kerr (Simple Minds), Kate Bush o la estrella senegalesa (aún desconocida fuera de África) Yossou N´Dour, y los músicos habituales de Gabriel como Tony Levin o David Rhodes, todos ellos aportando inconmensurable lustre a una producción de lujo. El primer sencillo, Sladgehammer se ha convertido en el tema de Peter Gabriel en solitario más conocido especialmente por un sensacional videoclip que revolucionó los códigos del medio con sus más de cinco minutos de elaboradas animaciones la mayor parte en plastilina y cuya visión sigue hoy en día fascinando igual que hace 25 años; pero la canción en cuestión tampoco se quedaba atrás con su pegadiza fusión de funk y soul con tamiz experimental pero también comercial (nº 1 en USA). La irónica metáfora sexual de la canción vuelve a aparecer bajo otro prisma en otro exitoso tema de textura similar, Big Time, un funk rock casi industrial en donde Gabriel vuelve a demostrar su superdotación a la hora de manufacturar un tema de riquísima y compleja rítmica, además de exhibir sus enormes cualidades vocales en todo su esplendor.     

Si Sladgehammer y Big Time aportan la parcela semibailable de So, otros temas como Red Rain añaden melodramática afectación con un potente pop rock de resonancias épicas y abrumadora instrumentación con espectaculares percusiones a cargo de Jerry Marotta y  Stewart Copeland y los envolventes teclados del propio Gabriel. Mercy Street es el corte mas NA del disco, una preciosidad en forma de balada-letanía ambiental con una sugerente interpretación de Gabriel y un frondoso manto de sintetizador y percusiones en un tema de cierta inspiración étnica africana pero también con intenciones místicas. De similar factura es otro de los temas inmortales del disco, Don´t Give Up, emocionante dueto con una inspiradísima Kate Bush en donde Peter Gabriel echa el resto con su voz en una balada que se ha convertido en todo un himno a la esperanza y en un canto a la autoafirmación que ha terminando por trascender lo meramente musical. El disco lo cierra (originalmente) This is the Picture (Excellent Birds), vistoso dúo con Laurie Anderson, un tema influido por el minimalismo musical cultivado por esta artista con una hipnótica y fascinante rítmica.  

En realidad This is the Picture no tenía que haber cerrado el álbum, Gabriel tenía previsto que esto lo hiciese el mejor tema de So, In Your Eyes, espectacular e imponente medio tiempo de inspiración étnica africana con perfecta percusión, alucinantes voces africanas (la principal la de Yossou N´Dour) y arrebatador y rítmico estribillo: todo un momento cumbre en los directos de Gabriel aunque incomprensiblemente este tema se suele ausentar de las recopilaciones del artista. Con So, Peter Gabriel se convirtió en más estrella que nunca, se lanzó a una larguísima y espectacular gira y después empezó a tomarse la cosa musical con más tranquilidad espaciando cada vez más en el tiempo sus sucesivos LPs pero, eso si, metiéndose en cantidad de proyectos y colaboraciones musicales que le mantendrán más o menos activo año tras año. Se dió la circunstancia que con este So Peter Gabriel compitió directamente en verano del 86 en las listas de LPs y singles con sus antiguos compañeros de Genesis, que editaron por esas fechas Invisible Touch…y ambos discos fueron nº1 en Reino Unido con Saldgehammer sucediendo en lo alto las listas americanas de singles a Invisible Touch de Genesis: una lucha preciosa que el “evadido” no obstante ganó con creces en lo que a calidad se refiere. Un trabajo precioso y prácticamente perfecto, So es uno de eso discos que demuestran lo maravillosa que puede llegar a ser la música. 


FICHA TÉCNICA

Géneros: Art Rock, Pop Rock Experimental, Etnopop, Nuevas Músicas, Ambient Pop, Soul Pop, Funk
Publicación: mayo 1986
Sello original: Charisma
Producción: Daniel Lanois y Peter Gabriel
Duración: 46:25
Músicos:
Peter Gabriel: voz, sintetizador, piano, percusión, Synclavier
Tony Levin: bajo
David Rhodes: guitarra, coros
Jerry Marotta: batería, bajo
Manu Katché: batería, percusión
Daniel Lanois: guitarra, pandereta
Richard Tee: piano
Kate Bush: voz en Don´t Give Up
Laurie Anderson: voz en This is The Picture
Wayne Jackson: trompeta, corneta
Mark Rivera: saxo tenor, saxo procesado
Reggie Houston: saxo barítono, saxo distorsionado
Stewart Copeland: hi-hat, batería en Red Rain
Simon Clarck: sintetizador en Don´t Give Up y Big Time, órgano y bajo en Big Time
Renard Poche: trompeta, trompeta muda
Crish Hughes: trompeta, programaciones Linn en Red Rain
L. Shankar: violín
Djalma Correa: surdo, congas, triángulo en Mercy Street
Don Mikkleson: trombón
Larry Klein: bajo en In Your Eyes y Mercy Street
Nile Rodgers: guitarra en This is The Picture
Bill Laswell: bajo en This is The Picture
Jimmy Bralower: Linn
PP Arnold, Coral Gordon, Dee Lewis: coros en Sladgehammer y Big Time
Yossou N´Dour, Michael Been, Jim Kerr, Ronnie Bright, Ustad Nusrat Fateh Ali Kahn: coros en In Your Eyes

Track listing

1- Red Rain
2- Sladgehammer
3- Don´t Give Up
4- That Voice Again
5- In Your Eyes
6- Mercy Street
7- Big Time
8- We Do That We´re Told
9- This is the Picture (Excelent Birds)

domingo, febrero 12, 2012

CHARLES DICKENS, DE LA A A LA Z

 

Se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Dickens (Porstsmouth, 1812- Higham, 1870), uno de los más grandes escritores que hayan existido jamás. Gran maestro del realismo del siglo XIX y uno de los más dotados narradores de las letras inglesas, Dickens ha legado una obra atemporal, inmortal y que hoy en día sigue gozando de enorme popularidad: Los Papeles Póstumos del Club Pickwick (1836), Oliver Twist (1839), Un Cuento de Navidad (1843), David Copperfield  (1850), Tiempos Difíciles (1854), Historia de Dos Ciudades (1859), Grandes Esperanzas (1861)…Creador de tipos universales y personajes inmortales de la literatura, Charles Dickens merece un homenaje repasando, de la a a la z, sus momentos cumbre y algunas de las claves para entender su universo y legado dickensiano.

 
Artful Dodger : Uno de los personajes más carismáticos del escritor, surgido de las páginas de su segunda novela Oliver Twist como personaje secundario. Tal vez el personaje no protagonista más conocido de Dickens,  Jack Dawkins, the Arful Dodger (el Truhán, como se le conoce en la mayoría de las traducciones castellanas), era un ladronzuelo londinense de 12 años discípulo predilecto del pérfido Fagin dentro de su banda de pequeños ladrones, y al mismo tiempo maestro en las artes delictivas del pequeño e inocente Oliver Twist. Su inconfundible imagen del crío con chistera y enorme gabán y las manos metidas en los bolsillos es ya todo un icono universal, así como su carácter de encantador granuja ha cautivado a millones de lectores durante casi dos siglos como prototipo más genuino de la picaresca infantil desprovista eso si de toda inocencia


Boz: Fue el pseudónimo que Charles Dickens utilizó ocasionalmente para firmar sus primeras obras, hasta mediados de la década de 840. El apellido Dickens era casi una palabra malsonante en inglés desde Shakespeare lo utilizó como sinónimo de “¡Que diablos!”. El escritor de Portsmouth lo tomó abreviando la pronunciación incorrecta del apodo de su hermano, Augustus, llamado Moses (Boses-Boz). Comenzó a utilizar este pseudónimo en su juventud como reportero free lance entre 1833 y 1936. Los artículos que escribió en aquella época sobre observaciones costumbristas de la vida real y algunos relatos de ficción fueron compilados en la primera obra publicada del autor, Sketches by Boz (Apuntes por Boz), de 1836.  
 
  
Christmas Carrol, A: La obra de Dickens más conocida a nivel popular (Un Cuento de Navidad). Esta novelita se publicó en 1843 como parte de la serie de libros de navidad que Dickens escribió entre 1843 y 1848 y que se alejaban del formato de folletín por entregas mensual de sus novelas de ficción anteriores. Con esta imperecedera y conocidísima historia, Dickens ayudó a popularizar la concepción moderna (y actual) de la navidad en un época en que la sociedad inglesa  trataba de recuperar las tradiciones navideñas: el calor humano, la alegría, el espíritu cristiano de bondad y fraternidad, el árbol de navidad, las tarjetas de felicitación, los villancicos… Nada más antinavideño que su protagonista, un personaje tan avaro y ruin como Ebenezer Scrooge, el hombre que odiaba la navidad. La visita en nochebuena del fantasma de su antiguo socio e igualmente detestable persona Jacob Marley y la de los espíritus de las navidades pasada, presente y futura ejercerá en él un cambio radical hasta convertirle en una persona adorable y en un prohombre. Una historia gótica de fantasmas, también de navidad, de redención y con un enorme componente moral que Dickens concibió como respuesta a la miseria moral circundante de la Inglaterra de comienzos de la revolución industrial con el bondadoso espíritu de la navidad como contraposición. Adaptaciones de todo tipo durante años y años (cine, televisión, teatro) demuestran el encanto inmortal de este delicioso relato.     

David Copperfield: Tal vez la novela de Dickens más ambiciosa y también la más personal y autobiográfica, David Copperfield, fue la obra más querida por su propio autor. Publicada como serial mensual entre 1849 y 1850 y en un solo volumen en 1850, cuenta la historia del joven del título desde su infancia hasta su juventud adulta: hijo de una viuda odiado por su padrastro, el Sr. Murdstone, que a temprana edad le envía a una fábrica en Londres tras fallecer la madre de David. Abandonado a su suerte tras el cierre de la fábrica y el encarcelamiento de su patrón, el Sr. Micawber, el niño Copperfield se hace hombre tras instalarse en Dover con la protección de su excéntrica tía Betsey Trotwood. Conocerá el amor primero con la pequeña Emily, después con su amada e inocente Dora Spenlow y finalmente con Agnes Wikfield y se enfrentará a las malas artes del orgulloso Steetford, el pomposo e inepto Micawber y el  siniestro Uriah Heep en una historia con traiciones, muertes trágicas, amores, disputas por negocios y un sin fin de registros y temas. Una historia claramente moralizante al estilo Dickens y que es considerada por muchos como su obra maestra.


Ebenezer Scrooge: El inolvidable protagonista de A Christmas Carol y uno de los personajes más conocidos de la historia de la literatura universal. El sesentón prestamista londinense, avaro, ruin, egoísta, desconsiderado y misántropo que detesta la navidad se convertirá gracias la sobrenatural intervención de los fantasmas de las navidades en una nochebuena en un ser bondadoso al final de la novela, gracias a que llegó a comprender finalmente el espíritu de la navidad. Un personaje delicioso que ha terminado por convertirse en un prototipo universal de la avaricia y la miseria moral humana aunque con un esperanzador mensaje final de redención con los valores de la navidad como telón de fondo. Y una frase para la historia: Bah, ¡paparruchas! 
 
Filantropía: Charles Dickens fue un hombre muy sensibilizado con los problemas de su tiempo (mediados del siglo XIX) y de su país (Gran Bretaña) en medio de una época de enormes cambios sociales y políticos presididos por la revolución industrial. En 1846, siendo ya un joven escritor de éxito financió por iniciativa de la filántropa baronesa Angela Burdett Courts una residencia para “mujeres de la vida” redimidas en done se tratase de reeducarlas para su reinserción social, en contraposición al modelo punitivo de residencias similares de la época en Inglaterra. Urania Cottage, así se llamó la residencia en Londres, contó con bastante participación de Dickens en la admisión de las mujeres, a las que entrevistaba personalmente. Entre 1847 y 1859 cerca de 100 ex prostitutas se reinsertaron y adquirieron una educación básica en Urania Cottage. Dickens también ayudó a reflotar económicamente varios hospitales en apuros.

Great Expectations: Grandes Esperanzas (1861), es otro de los highlights literarios de Charles Dickens. Aparecida por entregas mensuales entre 1860 y 1861, la novela vuelve a tocar algunos de los temas preferidos del autor, la maduración personal y la disyuntiva moral con el conflicto que provoca. La historia del joven Pip, un huérfano aprendiz de herrero reconvertido en un joven rico gracias a una misteriosa herencia proveniente de un delincuente que hizo fortuna al cual Pip ayudó inocentemente en su niñez, es una crónica tan pesimista y amarga a veces como apasionante. Una difícil historia de amor al estilo dickensiano (Pip y Estella), imponentes personajes secundarios (especialmente la señorita Havisham) y todo un clásico


Hogarth, Catherine: La esposa de Dickens (1815-1879) era hija del crítico musical  del Morning Chronicle George Hogarth, el mismo periódico en el que colaboraba como periodista el joven Charles. El matrimonio duró entre 1836 y 1858, año en que se separaron evitando un divorcio que hubiese ocasionado un revuelo para una celebridad como Dickens. Charles y Katherine tuvieron diez hijos pero el escritor siempre tildó a su esposa de incompetente en el hogar e irresponsable por haber dado a luz diez hijos que según él pusieron en aprietos económicos a la familia. Dickens ya tenía por aquellos años una aventura con la actriz Ellen Ternan, idilio conocido posteriormente a la muerte del escritor. Dickens tambien se sintió atraído en sus primeros años de matrimonio por su joven cuñada Mary, que murió a los 17 años en 1837. Mary Hogarth inspiraría al personaje de Nell en La Tienda de Antigüedades  
 
Ironía: la mayor parte de las obras de Dickens  tiene cierto componente caricaturesco, irónico y satírico mediante el cual pretendía criticar y ridiculizar ciertos estrictos convencionalismos sociales de la Inglaterra victoriana. Desde El Club Pickwick, su primera obra, el humor británico irónico y costumbrista comenzará a estar presente aunque no de una manera tan predominante como en esta novela, la única más o menos genuinamente humorística del autor. También es notable la caracterización caricaturesca y satírica de muchos de sus personajes (secundarios, fundamentalmente), desde los pintorescos miembros del Club Pickwick hasta Scrooge, Fagin, Mr. Micawer, Mr. Bumble, Miss Havishan, Uriah Heep… Las descripciones exageradas y el propio ridículo y estereotipado comportamiento de muchos de sus personajes se corresponde con las deliciosas y muchas veces grotescas ilustraciones contemporáneas de sus obras. También es notable como muchos apellidos de sus personajes (inventados) tienen una finalidad satírica describiendo la personalidad del personaje en cuestión. 

Juventud: muchas (si no la mayoría) de las obras de Charles Dickens están protagonizadas por jóvenes, adolescentes o niños. De hecho siempre se ha considerado (a veces de manera  un tanto simple) a Dickens como un autor juvenil. En la obra de Dickens la juventud y la infancia aparecen a menudo en la miseria o en situación desvalida fruto de las desigualdades sociales que se empezaban a vivir en la Gran Bretaña del XIX y en donde los más indefensos pagaban el pato: hospicianos, jóvenes mendigos, delincuentes menores de edad, huérfanos sin recursos, trabajadores en edad infante; todos ellos aparecen en las páginas de Dickens. El propio escritor pasó una dura infancia en Londres después de que su padre fuese encarcelado en 1824 por impago de deudas. Esto obligó al pequeño Charles de 12 años a dejar sus estudios para trabajar en una fábrica de betún en régimen de semiesclavitud mientras su madre luchaba contra las penurias económicas: esto influyó poderosamente en su obra. David Copperfield, Oliver Twist, Philip Pirrip, Dodger, los hermanos Gradgrind, Tiny Tim, Amy Dorrit, son más que héroes infantiles-juveniles de la literatura universal. No obstante, el mensaje de esperanza y superación de muchas de estas historias (Oliver Twist) siempre ha resultado de lo más hermoso.    

Kent: fue el condado donde Dickens pasó la mayor parte de su infancia (entre 1817 y 1822) antes de que su familia se trasladase a Londres. También fue donde murió el 9 de junio de 1870, en su casa de campo de Gad´s Hills Place en la localidad de Higham, aunque siempre tuvo la primera residencia en Londres. De niño Dickens se crió en la localidad de Chatham, Kent, en donde se aficionó a la lectura y a observar todo lo que le rodeaba. 

Little Dorrit: Publicada en 1857, La Pequeña Dorrit, es una de las novelas de Dickens con mayor componente de crítica social. Las deplorables prisiones victorianas, la situación de los trabajadores, la ineptitud de la burocracia, los programas de prevención anti pobreza de la época, los conflictos entre clases; todo es visto desde un prisma bien negativo. La lucha por descubrir la verdad sobre su auténtica madre es lo que mueve vitalmente al joven Arthur Clennam cuando muere su padre, pero mientras tanto la trampa de un socio fraudulento le conduce a la bancarrota y posteriormente a prisión. Amy Dorrit, la joven y encantadora criada de la mujer que podría no ser la madre que el creía que era, tendrá la llave de la resolución de todo. Herencias que convierten a ex convictos en millonarios, inventores de pacotilla, siniestros burócratas, rufianes chantajistas y de fondo, una historia de amor y fidelidad. Un folletín de lujo que innumerables personajes y subtramas y cierto elemento autobiográfico.   

  Hard Times

Moralismo: En las novelas de Dickens subyace un componente de enseñanza moral bastante notable. No siempre los “buenos” salen ganando (Great Expectations) pero es evidente que se ensalza la ética, la bondad y los valores humanos un tiempo y lugar (Gran Bretaña como gran potencia mundial gracias triunfo del capitalismo y el colonialismo) en donde estos corrían peligro de perderse por el culto a los valores materialistas que conllevaban el mal más absoluto: la falta de valores humanos. Esto es muy notable en Hard Times (Tiempos Difíciles, 1854)  en donde se hace una apología de la moralidad y la “imaginación” frente al utilitarismo. Y por no hablar del mensaje moralista cristiano de A Christmas Carol .Oliver Twist, Nicholas Nickleby y David Copperfield son historias dramáticas con moraleja evidente: el triunfo de la perseverancia y el sacrificio para luchar contra un entorno desfavorable y para vencer al mal.


Nicholas Nickleby: la tercera novela del Dickens, publicada en serial entre 1838 y 1839 y publicada en un solo volumen en ese año, es una de las más satíricas del autor, pero también una de las más crudas. Su protagonista, un joven idealista, es continuamente humillado y atacado por su tío Ralph, egoísta e inhumano un hombre de negocios que se hace cargo de los Nickleby cuando muere el padre de Nicholas. La siniestra escuela en donde el tío Ralph emplea a Nicholas es un momento culmen del despiadado naturalismo de Dickens cuando trata de describir el “mal absoluto”: un antro de niños miserables y desprotegidos y regido por un déspota, tiránico y monstruoso profesor, Wackford Squeers. El sentido de la justicia de Nicholas entrará en cruenta batalla con su tío y su siniestro mundo con un final feliz.    

Oliver Twist: Para muchos la obra maestra de Dickens y sin duda una de sus obras más conocidas, al mismo tiempo que se trata de una de las novelas de cualquier género más populares y adaptadas de todos los tiempos. The Adventures of Oliver Twist, fue la segunda novela de Dickens, publicada por entregas mensuales entre 1837 y 1839 (aunque por primera vez publicada en tres volúmenes antes su finalización en 1837) y pronto obtuvo gran éxito. Hoy en día, la historia del pobrecito niño hospiciano expulsado del hospicio por pedir más comida y huido a Londres donde cae en una banda de ladrones infantiles capitaneada por el judío Fagin continua siendo leída con fruición y entusiasmando generación tras generación. Uno de los primeros y más genuinos testimonios literarios de la pobreza y la miseria (especialmente de la pobreza infantil) económica, social y moral y tal vez la primera crónica realista en la ficción sobre las desigualdades sociales. El personaje de Oliver sigue siendo un tipo universal: el niño desvalido expuesto a mil peligros en el mundo de los adultos y en un ambiente tan sórdido como el Londres suburbial de la primera mitad del siglo XIX que termina saliendo del siniestro atolladero donde inocentemente se metió gracias a sus benefactores, especialmente su bondadoso tutor, el Sr. Brownlow y la prostituta Nancy, pero perseguido peligrosamente por Fagin su “mentor” en la banda de ladrones, el brutal delincuente Bill Sikes, el inquietante Monks y el Sr. Bumble, su antiguo patrón como hospiciano. Oliver Twist además de ser la crónica de una dramática lucha contra el destino es una pionera crítica a la división de clases y a la insuficiencia en la atención a las clases desfavorecidas de la época en Inglaterra, materializada con las llamadas Poor Laws (Leyes de Pobres). Este libro ha legado a la humanidad un buen puñado de personajes inolvidables: Dodger, Bill Sikes, Mr. Bumble, Nancy, Rose Mayle, Mr. Brownlow, Noah Claypole, y también escenas inmortales como el primer encuentro entre Dodger y Oliver, la muerte de Sikes o un tembloroso Oliver pidiendo más comida plato en mano. Una novela magistral.   
 

Pickwick, Samuel: Uno de los personajes más carismáticos y entrañables de Dickens, protagonista de The Posthuomous Papers of the Pickwick Club (Los Papeles Póstumos del Club Pickwick), la primera novela del autor publicada por primera vez en serial de veinte entregas entre 1836 y 1837 (con un título largísimo) y también su primer gran éxito popular a partir de la mitad de su publicación. Originada para cubrir literariamente el trabajo de un afamado caricaturista, Robert Seymour, que se suicidó tras la segunda entrega, la novela era una colección de aventuras protagonizadas por el orondo y bonachón caballero de mediana edad Samuel Pickwick a lo largo de diversas localizaciones rurales inglesas en compañía de tres leales socios del  club que lleva su nombre y su criado Sam Weller. Situaciones humorosas, ironía, malentendidos y enredos varios conformaban los diferentes capítulos de esta divertida obra modelo seminal del humor inglés moderno en donde Pickwick y sus amigos “Pickwickianos” (el supuesto sportman Winkle, el supuesto poeta Snodgrass y el donjuán maduro y rechoncho Tupman) tratan de recoger para su club “curiosos fenómenos de la vida” mientras la lían parda cada dos por tres con la resignada e irónica mirada del criado Sam como testigo. Uno de los primeros fenómenos editoriales de al literatura inglesa, la obra pronto tuvo adaptaciones teatrales y versiones apócrifas. Mr. Pickwick en uno de los más genuinos y característicos personajes de la ficción británica.

Quilp, Daniel: Villano de The Old Curiosity Shop (La Tienda de Antigüedades) publicada en volumen único en 1841 tras haber aparecido por entregas dentro de la publicación de relatos semanales Master Humphrey´s Clock (1840-1841). Uno de los más recordados “malos” del universo dickensiano. Un prestamista jorobado y deforme, ruin y vengativo compañero de juego de cartas del abuelo de Nell, la joven protagonista de la novela, quien desea por encima de todo que su nieta no muera en la miseria como les ocurrió a sus padres. Propietario de la tienda de antigüedades del abuelo de Nell tras ganarla gracias al juego no cejará en su empeño de hundir a la joven y su abuelo, cada vez más abocados a la miseria. Caracterizado grotescamente como la mayoría de los villanos del escritor, Daniel Quilp obtendrá su merecido en forma de una muerte violenta, aunque tampoco será mejor el destino de los protagonistas de una de las novelas más trágicas de Dickens.   


Realismo social: Dickens esta considerado como uno de los maestros universales de la corriente literaria del Realismo, movimiento que condicionó buena parte de la literatura del siglo XIX y que trataba de plasmar con exactitud todos los aspectos de la vida de la época: la vida de los ricos, de los pobres y de las clases medias; el día a día de los trabajadores de talleres y fábricas; los avatares de la vida rural; los problemas sociales de la época; la vida del ciudadano de a pie; todo recogido con detalle, veracidad y de un modo casi científico. Al igual que Balzac y Stendhal fueron maestros del Realismo en Francia, Dostoievsky en Rusia y Pérez Galdós y Clarín en España, Charles Dickens fue el gran autor realista de las letras inglesas y desde luego que uno de los más grandes escritores del Realismo universal. El realismo de Dickens se centra principalmente en los conflictos y atrasos sociales en la Inglaterra victoriana fruto de una inconmensurable revolución industrial que estaba estratificando y polarizando cada vez más el país entre ricos y pobres y estaba empeorando las condiciones de las clases desfavorecidas: trabajadores de fábricas, pequeños comerciantes, campesinos. Dickens acercó también al lector la realidad del sórdido mundo de la delincuencia en la Inglaterra decimonónica presentando a criminales tanto despiadados como de buen corazón. El autor criticó duramente en sus obras la burocracia y las leyes del Reino Unido en la época que no mejoraban en absoluto la situación de los más pobres y a que los llegaban a humillar aún más, así como puso de relieve prácticas bastante habituales en clases dirigentes y ciudadanos aparentemente “respetables”  como la corrupción, la usura, el fraude. Incluso las teorías utilitaristas y maltusianas, muy en boga en la época, fueron duramente criticadas En resumidas cuentas, Dickens trató de mostrar el otro lado de la floreciente Inglaterra victoriana de mediados del XIX enriquecida gracias al industrialismo y en donde todo no era tan maravilloso como parecía 

Entrega de Our Mutual Friend 
Seriales: Todas las novelas largas de Dickens se publicaron inicialmente en forma de serial por entregas, un formato muy popular en el siglo XIX que acercaba la literatura al pueblo llano. La mayor parte de los seriales de Dickens eran mensuales, como El Club Pickwick, Oliver Twist, Nicholas Nickleby, David Coppefield o Casa Desolada, aunque también publicó en forma de serial semanal, como es el caso de Grandes Esperanzas, Historia de Dos Ciudades, publicadas en revistas, o La tienda de Antigüedades y Barnaby Rudge, publicadas inicialmente como parte de la colección de relatos semanales Master Humphrey´s Clock. En estas publicaciones serializadas de sus obras- que se agotaban con frecuencia- Dickens frecuentemente continuaba las tramas dependiendo la reacción de los lectores al capítulo anterior, muchas veces terminado en cliffhanger (p.e, el disparo a Oliver Twist). Las novelas cortas navideñas de Dickens de los 1840, como A Christmas Caroll o The Cricket on the Hearth (El Grillo del Hogar) se publicaron directamente en un solo volumen.


Tale of Two Cities, A: Es la obra más vendida de Charles Dickens (más de 200 millones de copias), aunque hoy en día otras obras del autor la superen en popularidad. Publicada en 1859, Historia de Dos Ciudades, se adscribe dentro del género de novela histórica aunque con un carácter realista e insólitamente situada (parcialmente) fuera de Inglaterra: esta ambientada paralelamente en París y Londres a finales del siglo XIX en la época inmediatamente anterior a la Revolución Francesa: En París se respira agitación, caos, desconfianza y odio, mientras que en Londres la paz y tranquilidad son la tónica general. Charles Darnay, un noble francés de buen corazón, se ve acosado por el pueblo llano de su propio país mientras que en Inglaterra se le acusa de espía al servicio de Francia, al tiempo que vivirá una historia de amor con una francesa huida, Lucie – amada también en silencio por el abogado inglés Sidney Carton- y ambos regresaran inoportunamente al París revolucionario          

Uriah Heep: Memorable villano de David Copperfield, Uriah Heep es prototípico de los “malos” dickensianos: envidioso, retorcido, intrigante además de feo, encorvado, paliducho, pelirrojo y repulsivo. La obsesión de este empelado y prestamista es ganarse falsamente la amistad de David para sacar beneficio en sus negocios y hacerse con al fortuna de los Wickfield, además de cortejar a Agnes. Este reptilíneo y siniestro personaje es una de las mejores creaciones de Dickens en cuanto a personajes secundarios y continúa siendo uno de los Villanos preferidos por los lectores del autor  

Fagin

 Villanos: Sin escrúpulos, retorcidos, siniestros, envidiosos, falsos, inhumanos, feos, muchas veces deformes. Así son los villanos del universo Dickens, personajes inmortales en la ficción universal y verdaderamente entrañables. Rigaud (Little Dorrit) el Tio Ralph y  Wackford Squeers  (Nicholas Nickleby), Fagin, Bill Sikes y Monks (Oliver Twist), Uriah Heep, Mr. Murdstone y Mr. Micabwer (David Copperfield), Alfred Jingle (El Club Pickwick), Daniel Quilp (The Old Curiosity Shop)…ricos, pobres, criminales, empresarios, prestamistas, toda una galería de personajes victorianos al servicio del mal más cotidiano.



Weller, Sam: El criado de Mr. Pickwick se convirtió pronto en uno de los personajes literarios más populares del Reino Unido desde el momento en que The Posthomous Papers of Pickwick Club fue un fenómeno editorial. Este joven criado procedente de los barrios bajos y de habla cockney posee una picaresca y sabiduría popular que muchas veces saca a su amo y al resto de socios del Club Pickwick de incontables apuros. Con los pies mucho más en la tierra que los ridículamente idealistas y soñadores Pickwickianos, Sam Weller cumple una función similar a Sancho Panza en el Quijote como el sentido práctico frente al idealismo (además de la afición de ambos personajes por los refranes). Su irrupción en las aventuras mensuales del Pickwick Club supuso un considerable aumento del éxito de esta novela por entregas. Uno de los más geniales personajes de Dickens    

XIX, Siglo: Resulta impensable disociar las características de la literatura de Charles Dickens con la época que le tocó vivir, el siglo XIX. Un siglo de importantes cambios sociales y políticos (la Revolución Industrial, el fin de muchas monarquías y del absolutismo, el colonialismo, la revolución en los transportes, el advenimiento de la sociedad del bienestar) que en el Reino Unido (en la llamada era victoriana) se vivieron intensamente.

York, Nueva: Dickens visitó numerosas veces Estados Unidos, donde al igual que en Europa era toda una celebridad y sus libros se leían masivamente. En 1842 realizó su primera visita a América y pasó un mes en Nueva York dando conferencias, leyendo sus textos (actividad que realizó en el RU durante toda su vida) y conociendo a personalidades como el escritor Washington Irving. Volvió a la gran manzana a finales de 1867 y principios de 1868, pese a estar enfermo (fallecería dos años más tarde)  

The Frozen Deep: La obra teatral The Frozen Deep (1856) es un ejemplo de la obra escrita “en colaboración” de Dickens. En realidad esta obra fue concebida y escrita por Wilkie Collins (1824-1889), discípulo y amigo de Dickens y prolífico escritor, pero su maestro pulió la obra y le añadió un prologo. Se público por primera vez con la firma de Collins pero con el añadido de “bajo la supervisión de Charles Dickens”. En total Dickens escribió 12 obras en colaboración con otros autores.