jueves, abril 26, 2018

UNA RAZÓN BRILLANTE (LE BRIO




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Sin aportar nada realmente nuevo y sin tener un mensaje excesivamente rompedor, este filme del actor y director galo Yvan Attal cumple con creces su rol de drama-comedia con cierto componente social, con un regusto inequívocamente francés aunque con ciertas concesiones de la comercialidad anglosajona. Si esta película funciona, eso es gracias al buen hacer de sus dos protagonistas, el veterano y siempre sublime en sus interpretaciones Daniel Auteuil y el descubrimiento de la joven cantante y actriz de origen argelino Camélia Jordana. Ambos, llevando a sus respectivos personajes a momentos de interacción exultantes, consiguen dar empaque a una historia de conflicto intercultural e intergeneracional que puede que parezca que no sea demasiado diferente de otras similares pero que en realidad es una hábil exposición de una realidad bastante común en una Francia cada vez más multicultural y con bastantes desigualdades sociales en donde el origen aún condiciona demasiado. Sin corrección política impostada, la película es un tirón de orejas a la sociedad francesa tan oportuno como fácil e inofensivo, pero al fin y al cabo la película llega a un buen puerto pese a algunas irregularidades en su planteamiento y desarrollo.    

Le Brio es una enésima puesta al día del mito de Pigmalión, esta vez con las figuras de Pierre Mazard un pedante, solitario y vanidoso profesor de derecho de la Universidad parisina de Assas al que tanto el alumnado como el resto de profesores detestan, y una estudiante a la que trata de instruir para que represente a la universidad en el concurso nacional de oratoria, la joven de origen árabe Neïla, que ya había tenido un encontronazo con el profesor Mazard el primer día del curso. En realidad el hecho de que Mazard se ocupe de la preparación de Neïla tiene una explicación interesada e instrumental para el profesor, pero a pesar de las reservas iniciales de ambos por las diferencias entre ellos (especialmente en lo que respecta a Mazard por el humilde origen social de la muchacha) una inesperada complicidad no tardará en aparecer venciendo prejuicios y creencias. No es que haya en la película grandes momentos de comedia y ni siquiera en su faceta de drama encontremos momentos memorables, pero la historia tiene su mensaje y no carece de elementos de  bien presentados. Cine francés como siempre cumpliendo al máximo.