jueves, agosto 22, 2024

EL CONDE DE MONTECRISTO (LE COMTE DE MONTE-CRISTO)

 


*** y 1/2

Sigue imperecedera la inmortal novela de Alejandro Dumas, todo un clásico de la ficción universal y un símbolo de la literatura francesa al igual sin ir más lejos que Los Tres Mosqueteros, también de Dumas y la cual ya ha tenido su reciente versión en la pantalla grande en un díptico de dos filmes cuyos guiones firmaron de hecho los directores de esta última versión de la historia de Edmundo Dantés: Matthieu Delaporte y Alexandre La Patellière. Como en aquella adaptación de la historia de los mosqueteros, se trata de actualizar bajos los usos y el prisma del cine actual de acción una historia clásica y de sobra conocida aunque eso si tratando de ser fiel a la fuente original en el espíritu de la obra pero en este caso con varios cambios especialmente en los compases finales del relato a parte del añadido y la reinvención de varios personajes. Pierre Niney, uno de los jóvenes rostros más conocidos internacionalmente del cine francés es quien da vida a Edmundo Dantés haciendo un excelente trabajo otorgando al héroe justiciero-vengativo frente a aquellos que arruinaron su vida deliberadamente, además del sentido épico y trágico y sus dilemas éticos, una cierta ironía y un elemento dubitativo que si bien aparecía en la obra original apenas se había explotado en las sucesivas versiones audiovisuales. Lo más notable es que en el intento de buscar un atractivo actualizante al personaje, Dantés aparece en este filme con no pocos elementos de Batman (No en vano Umberto Eco dijo que Dantés fue el primer superhéoe), The Phantom, Fantomas o La Pimpinela Escarlata (disfraces varios, máscaras para ocultar la verdadera identidad) en realidad ya aparecidos en la fuente original solo que ahora mucho más reforzados y tal vez bastante exagerados. Algunas escenas de acción y combate recuerdan al cine de acción actual (como ya ocurrió con los Mosqueteros) pero que nadie se asuste: este es pese a cambios y licencias El Conde de Montecristo genuino y su esencia se percibe en todo el metraje, además de ser un acierto el afán actualizador y el percibir el hecho de que muchos de los temas de la historia- la lucha contra la corrupción de los poderosos, la injusticia- son de plena actualidad (y nunca han dejado de serlo).

Nos encontramos en definitiva ante una de las mejores versiones de El Conde Montecristo que se han hecho en el cine. Una ambientación cuidada, un vestuario de época elaborado al más mínimo detalle, escenarios naturales y palaciegos espectaculares y un guion adaptado esforzado que hace que las tres horas del filme se pasen relativamente rápido y que al trama se siga con sumo interés pese a ser ya conocida: realmente, la conjunción de los temas aventureros, filosófico-existenciales, románticos y de intriga está muy, muy bien llevada, mejor que en muchas conocidas adaptaciones pretéritas. El reparto funciona muy, muy bien con especial mención a Laurent Lafitte y los jóvenes Anamaria Cartolomei, Vassilii Schneider y Julien de Saint Jean. Muy grata noticia que en verano lleguen filmes como este que además nos recuerdan lo importante y grande que ha sido siempre para la historia de la humanidad un objeto que hoy en día no tiende a valorarse mucho: el libro.