lunes, mayo 17, 2010

El aparatito de Lumiere - ROBIN HOOD


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Era de esperar que, dados los mínimos bajo los que anda la imaginación de directores y productores, en cualquier momento se recuperase la figura del mítico forajido medieval Robin de Locksey, también conocido como Robin Hood, máxime si tenemos en cuenta lo rentable que es últimamente el cine de acción y aventura. Y tampoco resulta extraño que sea un director como Ridley Scott, otrora un cineasta genial, el que trate de dar con efectividad una nueva visión en 2010 de un personaje bastante mimado por el mundo del séptimo arte y que ha legado excelentes momentos de evasión en la pantalla. El caso es que este nuevo Robin Hood dirigido por Ridley Scott, si bien no es nada del otro jueves, si que es una buena película de entretenimiento hecha con cuidado y buen hacer y sin ninguna artificiosidad comercial impostada, algo que es de agradecer. La peli propone una imagen del arquero de Sherwood algo diferente a la que se ha presentado antes en otros medios. En esta película se pretende partir de bases históricas más reales que las de otros filmes sobre Robin, y se quiere hacer además un relato sobre el origen del personaje, o para ser más preciso, como llegó a convertirse en un honrado bandido fuera de la ley, durante el reinado en Inglaterra de Juan Sin Tierra. Una historia de “el comienzo”, más que una nueva visión de los pasajes más conocidos del personaje, en donde se trata de hacer un poco de historia bastante desmañada buscando los auténticos orígenes de Robert de Locksey, aunque en realidad esta figura, surgida literariamente de poemas y trovas, sea más legendaria que real. Más o menos se ha hecho el mismo ejercicio que en Rey Arturo (2004), pero aquí el resultado ha tenido un poquitín de más fuste.


El australiano Russel Crowe interpreta a un Robin cuarentón y creíble y mucho menos fantoche y pastelón que otros ya conocidos, como el mítico encarnado por Erroyl Fynn. Aquí Hood no aparece con un gorro con una pluma y solo empuña el arco en contadas ocasiones. Lady Marian, interpretada por Cate Blanchett, tiene también sus 40 años, es decidida, independiente y de fuerte carácter y hasta empuña las armas. Ricardo Corazón de León (Danny Houston) aparece por fin como lo que fue realmente, un rey dubitativo y pendenciero aunque enérgico, muy lejos de la visión idealizada que en el se hace en otros Robin Hood. Otros personajes históricos tradicionales del universo “robiniano”, como el rey sucesor de Ricardo Juan Sin Tierra (Oscar Isaacs) hacen aquí su aparición con el mismo carácter de siempre pero atribuciones mas acordes con la historia real (aquí Juan no es un usurpador, como lo es en el imaginario sobre Robin Hood), al tiempo que nos reencontramos con conocidos personajes semificticios, como unos desdibujados compañeros de correrías de Robin (sin ningún tipo de caracterización individual, salvo Fray Tuck, interpretado por Mark Addy) y otros nuevos, como el villano traidor Sir Godfrey (Mark Strong), William Marshall (William Hurt) o Sir Walter Locksey (Max Von Sydow).


La acción se desarrolla en un episodio histórico concreto, como es la invasión francesa a Gran Bretaña tras la muerte del rey Ricardo, y en donde nuestro protagonista según la película cumple un papel principal, como mercenario ex arquero al servicio del rey en las cruzadas. Muy buenas escenas de batalla (y nada farragosas sino cristalinas y gráficas, algo que se agradece) y una excepcional fotografía para una historia que resulta un tanto plana y previsible y que en muchos aspectos parece incompleta e insuficiente (como en su aparente reivindicación de la igualdad frente al feudalismo). En no pocas veces a la película se el va la olla: música anacrónica (llega a sonar Women of Ireland, mítico tema irlandés escrito en los años 50 del siglo XX), escenas en una taberna infestada en plan ligoteo de discoteca, situaciones poco afortunadas…pero al final el sentido del espectáculo y al aventura y la coherencia narrativa terminan por imponerse en un buen filme concebido en realidad para pasar bien el rato.

domingo, mayo 16, 2010

MIS RETALES FOTOGRAFICOS (VIII)

A ras de Kasko (2006)


Escaleras (2006)


Crepuscolo Romano (2010)


El Descanso (2009)