lunes, septiembre 02, 2024

EL MAYORDOMO INGLÉS (COMPLÈTEMNT CRAMÉ)

 


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Interesante debut en la dirección del escritor Gilles Legardinier, quien adapta su propia novela en un tan esforzada y curiosa como rutinaria comedia francesa con cierto regusto británico que realmente logra fusionar muy bien estilísticamente el estilo de humor británico y el galo. Más que una comedia de malentendidos es una historia costumbrista, con escaso desarrollo narrativo y centrada en los diálogos y en la inusual y sorprendente circunstancia que envuelve a su protagonista, el empresario británico Andrew Blake, un hombre viudo que casi sin proponerlo termina aceptando el puesto de mayordomo en la lujosa, antigua y un tanto apartada mansión francesa de Madame Beauvillier, otra viuda madura, tras haberse trasladado a Francia a replantear su vida. Asumiendo una identidad por debajo digamos de su rango, Andrew intenta hacer no sin esfuerzo su trabajo lo mejor posible chocando su idiosincrasia inglesa y su práctico pero lacónico carácter con los otos trabajadores de la mansión (el ama de llaves, la cocinera y el guardés de la finca) y con el peculiar carácter de su patrona Nathalie Beauvillier, un mujer carismática y decidida pero corroída por los recuerdos. Sin darse cuenta, Andrew cambiará la vida y percepción de sus compañeros de trabajo y las de la propia Nathalie al tiempo que él también experimentará cambios. Curiosamnte, el papel del mayordomo inglés lo interpreta un norteamericano tan camaleónico y versátil como John Malkovich, un yanki afincado en Francia que siempre echa el resto en todas sus interpretaciones y esta vez tampoco es una excepción: muchos clichés británicos y todo lo que se espera de un educado y estirado sirviente de las islas al que el intérprete dota de muchos matices por lo realmente complejo que es el personaje, un ciudadano inglés que trata de ser/hacerse pasar por el mayordomo ideal recurriendo a tópicos pero que en realidad busca algo más y su nuevo entorno termina brindándoselo.

Su transcurso teatral y con escasa localización puede que no sea del gusto de algún sector del público, pero la buena interacción entre los personajes termina siendo una cierta delicia aunque falte intensidad dramática y cierta credibilidad. Un peso pesado de la escena gala, Fanny Ardant, quien encarna a la señora de la casa, está todo lo bien que cabe esperarse de una actriz de su calibre y tiene bastante buena química con Malkovich, pero no se consigue que su papel sea memorable y da la impresión de que está infradesarrollado. Peli agradable que entretiene y divierte sin estridencias.