martes, agosto 09, 2016

LA LEYENDA DE TARZAN (THE LEGEND OF TARZAN)



 


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Muy optimista había que ser para esperar que una nueva resurrección cinematográfica del personaje de Tarzan resultase un filme con cierto relieve y en ese sentido pocos se sentirán decepcionados con esta nueva revisión del mítico rey de los monos creado como personaje literario por Edgar Rice Borroughs en 1912 y llevado al cine infinidad de ocasiones, y es que no se podía esperar gran cosa en un filme de verano por mucho intento de fidelidad a las esencias del personaje. El británico David Yates (últimas entregas de la saga Harry Potter) dirige de manera hábil pero rutinaria una superproducción excesivamente supeditada a los efectos especiales (una fauna africana completa creada por ordenador) y con una historia de lealtad, venganza y búsqueda personal poco original. Aunque trata de ser entre otras cosas un homenaje a África con claro mensaje anticolonial y un canto al entendimiento de los pueblos, The Legend of Tarzan no alcanza el  nivel dramático exigible para ser más que un mero filme de aventuras. Una segunda parte del filme embarullada y con un guión con bastantes agujeros no ayudan a conceder credibilidad a una película que pese a todo atesora buenos momentos y que cuenta con una interesante fotografía obra de Henry Brahan con tendencia a mostrar cierto manierismo irreal en los paisajes africanos recordándonos que las aventuras de Tarzan tienen más de una África idealizada que de una real.

El sueco Alexander Skarsgard (hijo de Stellan Skarsgard) interpreta a un Tarzan ya asentado en la civilización y casado con Jane (Margot Robbie) que con su verdadero nombre, John Clayton, ha recuperado su título de Conde de Greystoke pero aún añora la selva. Una misión diplomática encargada por el gobierno británico y en la que está involucrada un inquietante militar belga, Leon Rom (Cristoph Waltz) -basado en un personaje real- le devolverá a la jungla del Congo junto con Jane donde se reencontrará con su pasado y con una nueva realidad que amenaza al futuro de los habitantes del Congo y de África en general. Luchas contra animales, matanzas y combates entre humanos y algún momento de thriller facilón desfilan a veces poca consistencia y eclipsando algún elemento dramático que podía ser interesante pero que se encuentra muy poco explotado. Evasión veraniega y poco más