jueves, septiembre 15, 2016

GERNIKA





** y 1/2

Al fin el bombardeo de Gernika de 1937, uno de los episodios de la Guerra Civil española más cinematográficos y también de mayor proyección internacional, se ha llevado al cine tras años de falta de medios técnicos y artísticos para plasmar como dios manda una historia de tales dimensiones por parte del cine español. Pero lamentablemente, y aunque el resultado final no ha sido nada desdeñable, esta cara coproducción entre España, Reino Unido y Estados Unidos (estos dos últimos con participación económica testimonial) por sus demasiadas lagunas termina no estando a la altura de las circunstancias. Aunque Koldo Serra (Bosque de Sombras), un director que a trancas y barrancas después de diez años ha conseguido embarcarse en un nuevo largometraje (el segundo) tras infinidad de encargos televisivos, le ha puesto toda la carne en el asador y demuestra tener una enorme pericia técnica, Gernika solo consigue ser una correcta e interesante película bélica que, eso si, consigue avanzar muchos metros con respecto a los ya cansinos tópicos de los filmes sobre la Guerra Civil española, pero que no logra dar con el tono dramático requerido a causa de una historia deficientemente llevada dentro de las coordenadas del melodrama. Es notorio el afán de esta película por mostrarse como un producto exportable internacionalmente y que no desentone en el cine sobre la II Guerra Mundial (no olvidemos que aquí hay alemanes e italianos probando armas para una futura guerra y rusos en plena era estalinista) especialmente el hecho en los últimos años y mientras que lo segundo lo consigue lo primero puede que no lo logre por sus comentadas deficiencias.              

Con un reparto de intérpretes españoles, norteamericanos, alemanes y británicos, y rodada en su mayor parte en Bilbao, Gernika y otros escenarios de Bizkaia, el filme apuesta por la -aparentemente efectiva en el mundo del cine- crónica de tragedia real de proporciones épicas atravesada por el melodrama romántico de rigor, en este caso todo con un más que correcto trasfondo de cine bélico y sin desdeñar el rigor histórico aunque algunas licencias que se ha tomado la película sobre la historia real del bombardeo y del contexto del Bilbao de 1937 y los avatares del bando republicano y sus apoyos extranjeros en plena contienda bélica sea más que dudosas. Si bien por fortuna no se ha caído en la ñoñería a la hora de ilustrar el romance entre el escéptico y desaliñado reportero de guerra norteamericano Henry (James D´Arcy), inspirado en George Steer, el primer periodista que cronificó el cruel bombardeo de Gernika, y la censora republicana gernikarra Teresa (María Valverde), los vaivenes de dicha sub-historia son planos y desdibujados a causa de un guión un tanto presuroso y pese a que ambos intérpretes le ponen un más que correcto buen hacer. Y es que en general, todos los personajes no llegan a un nivel dramático acorde con las circunstancias y se antojan desdibujados: Jack Davenport, Alex García, Ingrid García Jonson, Bárbara Goenaga o Joachim Paul Assböck  consiguen buenas actuaciones que sin embargo se pierden por las limitaciones de sus roles y además en un conjunto con altibajos. No obstante, hay algunos buenos momentos: alguna intriga política (aunque deficientemente resuelta), todo lo concerniente a la preparación del ataque por parte de la Legión Condor alemana (pero con un estilo demasiado facilón y comiquero), las tiranteces político-profesionales-afectivas entre los periodistas de diferentes países  y sobre todo las escenas del bombardeo, veristas y espectaculares pero un tanto carentes del dramatismo requerido. La ambientación y la fotografía también son de recibo aunque la plasmación del elemento costumbrista no sea la adecuada. Una oportunidad perdida para hacer una gran película