lunes, noviembre 17, 2008

El aparatito de Lumiere (Programa doble) - HAPPY / RED DE MENTIRAS

HAPPY (HAPPY-GO-LUCKY)



** y 1/2


Mike Leigh (Secretos y mentiras, Vera Drake) uno de los directores británicos mas repuntados de los últimos tiempos (y sin necesidad apenas de salir de su país), firma este interesante pero muy irregular comedia-drama costumbrista que tiene como protagonista a una treintañera alegre, optimista, positiva y sonriente que trata de contagiar de su alegría a todo su entorno, incluida cualquier persona que se cruza en su vida. Pero Poppy (interesante interpretación de Sally Hawkins), que así es como se llama la moza, no tardará en darse cuenta que su propósito es mas difícil que lo que ella cree, sobre todo cuando en su trabajo de maestra de primaria advierte comportamientos violentos en sus alumnos, y tras conocer a su profesor de autoescuela (Eddie Marsan), un individuo irascible y bastante complicado. Aunque al principio pueda parecerlo, esta no es una película impostada y moñosamente buenrrollista al estilo de Amelie, sino más bien una reflexiones obre la complejidad de nuestra sociedad y de la propia persona ante los ojos puros de alguien que se resiste a ver al lado amargo (muchas veces real) de las cosas: el problema del filme es que al final no se queda con ninguna carta y lo que podía ser una crítica al buenrrollismo barato queda en una extraña anécdota polivalente , con algún momento de desconcierto y oscuridad argumental que en el conjunto de la peli, al final es de lo más logrado de la misma.


Ambientada en Manchester, la película gustará a los amantes del costumbrismo social british en su vertiente más proleta, pero a pesar de sus virtudes (guión creíble y bien estructurado, situaciones de lo más real muy bien captadas), en su conjunto no logra escaparse de una sensación final de que han dejado las cosas a medias.




RED DE MENTIRAS (BODY OF LIES)



***


En estos tiempos que corren el tema de al lucha contra el terrorismo internacional se esta convirtiendo en un filón cinematográfico de primer orden, tanto es así que ya se corre el riesgo de saturación. Esta película puede parecer en ese sentido que es una vez más el típico thriller mixtura de cine bélico y de espionaje en donde los protagonistas, en este caso agentes de la CIA, tienen que verse con maquinaciones de grupos armados integristas islámicos, todo ambientado en su mayor parte en suelo árabe. Y en efecto, eso es lo que ofrece el nuevo filme de Ridley Scott, que inspirado en una novela de David Ignatius consigue al menos una película sólida y muy interesante, haciendo un positivo ejercicio de cine de evasión con ínfulas artísticas, algo a lo que el otrora gran director y ahora buen cineasta del montón (y menos mal, ya que la cosa últimamente pintaba chunga) se está acostumbrando en su no demasiado brillante madurez artística.


Tras el éxito artístico y comercial de American Gangster, Scott parece seguir con la idea que inauguró comenzada la década de 2000 (y tras Gladiator) de filmar a troche y moche todo guión o proyecto que se le ponga delante. Aunque es cierto que Body of Lies no deja de ser un filme de espionaje internacional predecible en su guión, la verdad es que se sigue con mucho interés y ningún personaje ni situación cae en el maniqueo fácil. Ambientada en diversos países de oriente medio y con el fantasma de Al Quaeda presente, la película muestra varios aspectos del modus operandi de la CIA y de servicios secretos como el de Jordania. El personaje de joven agente Ferris (Leonardo Di Caprio), es en el cual se vertebra un filme tal vez demasiado entrado en un personaje que apenas se nos presenta como un esbozo, pero que el impecable trabajo de Di Caprio consigue salvar. Buenas escenas de acción, una fotografía limpia e impactantes momentos de violencia extrema, dan el toque de calidad a una película que podía haber sido corrientucha, pero que al final salva los muebles. La pena es que el mensaje político sea tan soso y facilón.