miércoles, mayo 02, 2018

HACERSE MAYOR Y OTROS PROBLEMAS




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Mediante el cada vez más extendido método de financiación del crowfunding se ha logrado realizar la segunda película de Clara Martínez-Lázaro, hija de Emilio Martínez-Lázaro que parece heredar la querencia de su padre por la comedia de personajes aunque con resultados más bien modestos. En clave de crónica generacional y con protagonismo femenino, Hacerse mayor y otros problemas es un filme que si bien logra entretener y divertir al espectador no consigue que ese pretendido mensaje de lo difícil que puede llegar a ser asumir las responsabilidades de la madurez y la independencia personal y económica (y en especial las maternales-paternales y  familiares en general) se presente como dios manda, ya que se diluye en un maremágnum de ítems y recursos de comedia que aunque bien resueltos resultan demasiado forzados en su inserto en la historia. Es una pena porque ya el sólo hecho de tratar de recuperar la comedia costumbrista al estilo de la comedia madrileña de los 80 (Trueba, Colomo,etc.) con calves contemporáneas y la problemática de al generación EGB y la de los millenials resultaba loable.



Aunque en conjunto la química grupal del interesante reparto es buena (esto es algo esencial en una comedia de personajes) hay algunas irregularidades: pese a que el papel protagonista a cargo de una correcta Silvia Alonso es esforzado, no se puede decir lo mismo de una Bárbara Goenaga con altibajos y aprobado raspado y un voluntarioso pero algo soso Vito Sanz, mientras que una María Esteve a la que parecía que habíamos perdido la pista consigue con solvencia un personaje curioso y entrañable. Las tribulaciones de Emma, una joven que posee un talento que ella apenas valora (es autora de un libro infantil) ya que parece querer centrarse más en todas esas cosas que la sociedad parece imponer a la gente de su edad (adquirir una vivienda, echarse pareja fija, tener familia), están bastante bien expuestas en su vertiente más costumbrista -aunque se echeen falta una mayor linealidad- y por ello el final de la película consigue con su moraleja de superación y autoconfianza un mensaje tan sincero como fácilmente identificable por bastantes espectadores, lo cual también es un logro.