lunes, junio 18, 2007

El aparatito de Lumiere- BORRACHERA DE PODER (L´IVRESSE DU POUVOIR)


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Inteligente drama psicológico-político-judicial francés dirigido por el mito viviente Claude Chabrol, de 77 años de edad y casi medio siglo años de carrera, quien se puede vanagloriar de ser uno de los padres de la llamada Nouvelle Vague (Nueva Ola) francesa, aquel movimiento que revolucionó el cine a finales de los 50. La película que nos ocupa es una abierta crítica más que a la corrupción económica y política como al principio puede parecer, a la ambición de poder y a la hipocresía de la clase judicial cuyo afán de protagonismo muchas veces convierte a los jueces en omnipotentes máquinas de intrusión en los mas variados ámbitos, en este caso en un mundo empresarial de bastante hediondo olor.

La pelirroja Isabelle Huppert, una de las actrices francesas de mayor fama internacional en los últimos 20 años (protagonista de La pianista o Gracias por el chocolate, entre otras películas), interpreta con su habitual aplomo y habilidad para encarnar a mujeres ambiciosas e inquietantes, a la brillante juez Jeanne Charmant, ambiciosa e implacable, que tiene ante si un complejo caso de corrupción que estalla cuando un se descubre que un próspero empresario ha estad desviando fondos para comprar regalos a su querida. Tras esto, los tentáculos de de la trama de corrupción llegan hasta el mismísimo senado francés, quien no duda en maquinar en la sombra para anular la operatividad de la juez Charmant, y hasta Sibaud (Patrick Bruel), un empresario que actúa como confidente de la jueza, pero quien parece guardarse bastantes cartas en la manga. Todas las circunstancias del caso parecen otorgar una mayor éxito y reconocimiento profesional a Charmant, cuya ambición va en aumento a medida que advierte que la magnitud del caso le esta convirtiendo en una persona muy poderosa, aunque su vida conyugal parece no resistir tanta presión y exigencia.

Una película muy interesante de ver que tal vez se hace algo pesada por una duración relativamente excesiva para una historia como esta. También es fácil perderse en ciertos momentos donde el lenguaje judicial se hace dueño del diálogo, pero en general es una película entretenida y en donde la ironía y la doble lectura juegan una inteligente baza.