miércoles, junio 29, 2022

ELVIS

 

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Era un secreto a voces que Baz Luhrmann no iba  a hacer un biopic al uso de Elvis Presley pero pocos se esperaban una estupenda y atinada combinación entre lo manierístico y lo fabulado y el rigor histórico que ha dado como fruto un filme con mayúsculas que ya es la mejor biografía audiovisual del Rey del Rock. ¿La película definitiva sobre Elvis, al menos hasta este momento? Si nos atenemos a resultados y comparamos con intentos precedentes (y teniendo en cuenta que este es sin duda el proyecto más ambicioso de filme sobre el personaje) la respuesta es afirmativa. Es posible que fans del artista y conocedores de su historia no se sientan del todo satisfechos con una película que además de pasar por alto algunos detalles apuesta decididamente por el impacto visual y el espectáculo narrativo (con algunos momentos salidos de madre) frente al realismo en su sentido más estricto pero esto tiene una justificación la cual advertimos tras visionar toda la película: la vida de Elvis Presley fue todo un espectáculo, cien por cien americano y con momentos de magna gloria oscurecidos en cierta medida por un trágico final y eso es precisamente lo que ha reflejado Luhrmann en un filme que contra lo que pudiera parecer cumple en materia de hacer honor al mítico cantante, aunque no hay que olvidar no se deja a un lado ni mucho menos una cuidada ambientación en los 50, 60 y 70 del siglo XX  aunque eso si con un pelín de pinceladas idealizadas. Y por si fuera poco, los orígenes y el nacimiento del Rock como tal también se nos narra de amanera bastante ilustrativa mostrándonos la estrecha relación del joven Elvis con la cultura afroamericana, algo que influyo poderosamente en su músico y en el primitivo Rock and Roll en general.   

Tal vez el elemento menos convincente de un filme tan genial sea el que el narrador omnisciente de la historia sea el manager de Elvis, aquel poco recomendable personaje que se hacía llamar Coronel Tom Parker quien con equivocadas e interesadas decisiones puso en ciertos momentos en bastantes aprietos la carrera de “El Rey”  y terminó con quedarse con casi la mitad de sus ganancias: un carácter villanesco que pese a que su importancia en la trayectoria de Presey sea fundamental aquí tal vez se le da demasiada importancia, aunque la interpretación de un muy caracterizado Tom Hanks sea esforzada y memorable pese a su punto histriónico. Por su parte, el poco conocido (hasta ahora) Austin Butler se encuentra más que convincente en la piel de Elvis, transmitiendo la complejidad del personaje y su carácter contradictorio además de inestable, un equilibrio difícil entre el Elvis público y el privado (y su relación con el Show Business y con Parker) que este prometedor actor transmite con fuerza en momentos memorables, que en este filme son bastantes. Tampoco se olvida este Elvis del  paralelismo entre la carrera del cantante y algunos momentos significativos de la historia de EEUU en el siglo XX  y de una recreación rigurosa de sus conciertos y shows televisivos, siempre sonando sus míticas canciones además de otras piezas nuevas compuestas la ocasión por artistas como Doja Cat o Eminem que si bien pueden sonar anacrónicas no hay que olvidar que estamos ante Baz Luhrmann y que este cineasta consigue siempre que el concepto espacio-tiempo sea intrascendente (gran parte del filme está rodado en Australia y con reparto secundario de las antípodas)  Un filme vital, grandioso y honesto que por fin consigue transmitir toda la grandeza y también miseria de esa leyenda de la música del siglo XX que fue Elvis Aaron Presley. 

domingo, junio 26, 2022

JURASSIC WORLD DOMINION

 


* y 1/2

Una pena que el estirar como un chicle una franquicia que empezó con relativamente buen pie como es Jurassic Park (aunque ya la primera entrega de 1993 no fuese ni mucho menos un título memorable en la filmografía de Steven Spielberg) al final lleve consigo filmes tan insulsos y poco relevantes incluso dentro del género de la ciencia ficción especulativa como esta sexta entrega de la serie, la tercera en la nueva trilogía de Jurassic World que pese a seguir sus tres cintas una línea argumental lineal la historia en su conjunto no puede ser más vaga y llena de tópicos bastanbte inertados en la ficción-espectáculo actual. Colin Trevorrow vuelve a sentarse en la silla de director como ya lo hizo en Jurassic World (2018)  y esta vez aún de manera más torpe y lo que es peor mandando el legado de Michael Crichton (autor de la novela original, fallecido en 2008) y Spielberg (en estos nuevos títulos tiene una función testimonial de productor ejecutivo) a la basura.  

Sólo los muy logrados efectos visuales consiguen salvar (es un decir) de la mediocridad más absoluta a esta película en donde repite el grueso del elenco interpretativo de los dos filmes anteriores: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard y la jovencísima Isabella Sermon, además de los actores ya vistos en los primeros filmes de los 90 y 2000 que repiten sus ya legendarios roles con Jeff Goldblum como Ian Malcom (ya apareció también en Jurassic World: El Reino caído), Sam Neill como el Alan  Grant y Laura Dern como Elli Sattler. La premisa, que parte de una caótica situación en donde los dinosaurios revividos genéticamente ya se pasean por la tierra como Pedro por su casa libres de su cautiverio en el parque temático y son además objeto de imposibles (a ojos del espectador) tratas en el mercado negro, vuelve a incidir en los peligros de la manipulación de la genética y la naturaleza en esta ocasión con tonos ridículamente apocalípticos muy acordes en el tiempo en que vivimos otorgando al guión momentos bastante tontos y manidos. No faltan malvados traficantes de bestias y CEOs de compañías científicas megalómanos y con un punto a lo Bill Gates, como el que encarna Campbell Scott, mientras que subtramas en teoría claves que ya se abrieron en la entrega anterior como la de la adolescente Maisie Lockwood dan un cierto giro que solo consigue hacer de la función algo aún más necio si cabe, todo adobado con situaciones de thriller y acción simplonas y de manual que al  final terminan relegando a los dinosaurios a un plano ínfimo: y es que este es el  título de la serie en los que reptiles prehistóricos, los principales protagonistas de la misma, tiene menor protagonismo, un fallo conceptual garrafal. No se sabe si se continuará la saga en la gran pantalla, pero ya hace tiempo que Jurassic dio todo lo que podía dar.