martes, mayo 20, 2014

El Aparatito Lumiere NUEVA VIDA EN NUEVA YORK (CASSE-TÈTE CHINOIS)




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En 2002 el director francés Cedric Kaplisch convenció a media Europa con su comedia Una casa de locos  (L`auberge spagnole ) simpática visión de las dudas vitales de los universitarios en un entorno tan peculiar y revelador por sus connotaciones de globalidad socio-cultural y humana (y todo lo que implica) como el de una residencia con estudiantes de Erasmus. Aquella película ambientada en Barcelona y protagonizada por jóvenes actores y actrices de diferentes nacionalidades descubrió a un nuevo valor como era entonces Romain Duris, que hacía suyo el personaje de Xavier Rousseau, una mezcla entre el Dustin Hoffmann de El Graduado, Michael J. Fox y Marcelo Mastroianni y en definitiva una interpretación y un personaje encantador. Así, las peripecias vitales de este joven parisino han tenido continuación, primero en la también efectiva aunque mas melodramática Las muñecas rusas (Les poupées russes) (2005) y ahora en esta Casse-tète chinois, un filme al igual que el anterior de la trilogía bastante diferente en tono y pretensiones que L`auberge spagnole pero tal vez el mejor de los tres. Queda patente que la saga ha devinido en un correcto y efectivo retrato del proceso de maduración personal y emocional de un hombre de la quinta del 74 con un contexto globalmente internacional en cuanto a lugares y personas en su vida. Así, esta tercera entrega se encuentra ambientada entre París y Nueva York (en las anteriores Barcelona, Londres y San Petesburgo cumplieron papeles centrales) y el mensaje a grandes rasgos vuelve a ser el mismo: todos los humanos de cualquier parte somos iguales, igual de brillantes, negados, imperfectos, hábiles, románticos, imprecisos, etc. Y todos nos encontramos con los mismos problemas a la hora de encontrar la felicidad. Este es el dilema ante el que se encuntra el ahora cuarentón Xavier, divorciado de su esposa inglesa y ex compañera de Erasmus Wendy (Kelly Reilly) y dispuesto a “resetearse” en Nueva York, a donde se ha trasladado para estar en contacto con sus hijos ya que Wendy y los chavales se han ido a vivir allí, y de paso a consolidar su carrera como escritor.


Un tono woodyallenesco preside el filme, para bien o para mal, en una historia entretenida y sugerente aunque irregular en su afán de mezclar drama y comedia. Más allá de una nueva chapuza con el doblaje en castellano (solo se oye prácticamente la lengua de Cervantes cuando en la VO se habla inglés y francés y algo de castellano) y en el título de la película en España (que nada tiene que ver con el original),  Casse-tète chinois cumple aunque sea raspadamente en plasmar sus intenciones de retrato humano generacional y en mostrar lo complicado de las relaciones interpersonales de cualquier tipo gracias a unos personajes a cercanos y creíbles que luchan denodadamente por conseguir el equilibrio emocional en su vida. Audrey Tautou (como Martine, la ex de Xavier) y Cecile De France (como Isabelle, la íntima amiga lesbiana del protagonista) son otras de las actrices que repiten con respecto a los títulos anteriores de la trilogía, cada uno con su papel básico en la historia y con significativas sorpresas incluidas. Nueva vida en Nueva York no pasará a la historia del cine europeo, pero es un filme agradable y bonito de ver, algo que muchas veces se echa en falta en bastantes comedias actuales.