jueves, septiembre 10, 2015

El Aparatito Lumiere OPERACIÓN U.N.C.L.E (THE MAN FROM U.N.C.L.E)




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El que se continúe haciendo adaptaciones de series de televisión célebres e históricas no es una buena señal del grado de creatividad y frescura de la industria cinematográfica pero de un modo u otro no resultan nada desdeñables las traslaciones a la gran pantalla que transmiten buen hacer, cierta originalidad y un cierto distanciamiento de la fuente catódica original, ya bien sea en clave de parodia, pastiche, reinvención o actualización. En esta ocasión el legendario serial de espinaje de la década de los 60 The Man from U.NC.L.E (conocido en España como El Agente de CIPOL) ha sido tomado por el hábil e ínclito pero últimamente bastante irregular realizador británico Guy Ritchie – en los 90 y 2000 considerado algo así como el Tarantino british con filmes como Lock and Stock o Snatch, cerdos y diamantes- convirtiendo lo que fue en su día un divertimento con el telón de fondo paranoico de la Guerra Fría y con clara influencia del auge de James Bond-007 en un filme de acción veraniego desenfadado y sin prejuicios con claro y a veces ridículamente  manierista  aire retro sesentero y que sin caer en la parodia clara se toma con ironía y cierto cachondeo la ficción de agentes y espías durante los años del conflicto entre el bloque capitalista y el comunista. El resultado es una película de acción y espionaje entretenida e inteligente que no llega a más por que tampoco lo pretende. Guy Ritchie parece haberse olvidado de sus brillantes thrillers con connotaciones sociales y parece conformarse con el cine de aventuras y entretenimiento más liviano como ya demostró con el díptico sobre Sherlock Holmes protagonizado por Robert Downey Jr., y es una pena porque este realizador tiene sobradas facultades para hacer filmes más brillantes.

Superman y el Llanero Solitario, o lo que es lo mismo Henry Cavill y Armie Hammer son los dos héroes de la película, el agente de la CIA estadounidense Napoleón Solo y el agente del KGB soviético Ilya  Kuryakin. Ambos se ven reclutados en una inusual operación conjunta de EEUU y la URSS para recuperar unas  armas nucleares robadas por un millonario playboy italiano en realidad un peligroso fascista. Una joven y bella agente de la RDA, Gaby (Alicia Vikander) les acompañará en una misión que pronto se revelará llena de secretos, trampas y trejemanejes que llevará a los protagonistas a diferentes puntos de una Europa chic sacada de un catálogo de modas y decoración de lujo de los años 60. Con diferentes dosis de acción, intriga y comedia, al final la sensación final es de estar ante un simple juguete caro con diálogos chispeantes y explotación de diferentes tópicos del más manido y clásico thriller de espías en una especie de metahomenaje tan logrado y trabajado como carente de verdadero atractivo. Un filme de evasión sin más, pero inteligentemente planteado que gustará a nostálgicos del thriller de espionaje clásico siempre que estén dispuestos a reírse de sus propios gustos cinematográficos.