martes, mayo 28, 2019

COMO PEZ FUERA DEL AGUA (COME UN GATO IN TANGENZIALE)



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No se ha atinado a la hora de hacer una comedia costumbrista con comentario social como dios manda en este divertido pero poco estimulante filme italiano que pierde fuelle en momentos clave pero que atesora algún que otro momento lúcido. Pese al buen planteamiento como comedia con temática plenamente contemporánea (la insuficiencia de las ayudas públicas e institucionales a las clases desfavorecidas, la globalización del pensamiento y la política) aliñada con leve coartada romántica del tipo Romeo y Julieta modernizado y con algo de sana y divertida caspa mediterránea y por supuesto el eterno conflicto de clases, no es este un filme que llegue a entusiasmar al espectador tanto para el que espera una buena comedia inteligente como el que desea una crítica mordaz. Se queda a medio camino de todo y eso que sus intérpretes se esfuerzan en mantener una interesante química y a ratos la historia funciona con solvencia, pero unos minutos finales nada originales que desencadenan un final muy previsto y simple no dan precisamente la sazón requerida.

Antonio Albanese, un actor de comedia con bastantes recursos y heredero- aunque sea un tópico decirlo- del más genuino caricatismo italiano es quien lleva la manija en esta película interpretando a Giovanni, un importante ejecutivo de una empresa que se dedica a trazar planes de urbanización en los vecindarios más degradados de Roma que ve con estupefacción como su hija de 14 años Agnese (Alice Masselli) comienza a salir con Alessio (Simone de Bianchi), un chaval precisamente de un barrio marginal. Esto llevará a Giovanni a conocer a la madre de Alessio, Monica (Paola Cortellesi) (aparentemente) divorciada como él a la que tampoco le hace gracia que su vástago se enrrolle con una pija. Giovanni a regañadientes tendrá que sumergirse en el mundo de Mónica y su disfuncional familia conociendo así de primera mano a la gente que su empresa trata de ayudar pero al mismo tiempo dándose cuenta de lo imposible que es tratar con los habitantes de barrios modestos y en especial con la deslenguada y espontánea Monica, interpretada también con acierto pero con exceso de histrionismo por Paola Cortellesi. Momentos verdaderamente hilarantes entre chistes malos y un insuficiente manejo del elemento dramático dentro de una comedia con sentido aparentemente crítico no logran una película consistente y por ello la sensación final de insuficiencia pese a algunas virtudes es inevitable.