lunes, enero 28, 2013

El Aparatito Lumiere LINCOLN




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Tras ver Lincoln, último filme de Steven Spielberg y de nuevo gran acierto del veterano realizador, se agradecen varias cosas: primero, que esta no haya sido una biografía al uso del mítico presidente de EEUU Abraham Lincoln describiéndonos su vida y andanzas desde su infancia hasta su muerte; segundo, que se haya apostado por un enfoque concreto en un momento y acontecimiento limitado en el tiempo (1863-1865) como fue el de las vicisitudes para la aprobación de la Decimotercera Enmienda de la constitución USA que puso las bases para la abolición de la esclavitud en los albores de la Guerra Civil americana con las consecuencias dramático-narrativas que eso implica; tercero, que la puesta en escena, con una ambientación, escenarios, atrezzo y vestuario cuidados hasta el más mínimo detalle (y siguiendo sin duda las enseñanzas del maestro Stanley Kubrick para hacer un cine de época creíble como él lo hizo en Barry Lyndon) apueste por la contención dramática y unos diálogos muy estudiados en términos y expresiones (y aquí hay que resaltar el mérito de la traducción española y el excelente doblaje a la lengua castellana) para reforzar el realismo de la historia; y cuarto, el dotar a Lincoln de un tono político y moral (porque se trata de un filme principalmente político) perfectamente asumible y reconocible en los tiempos actuales. Como resultado, en lugar de un tostón de casi tres horas, Spielberg ha logrado una gran película de casi tres horas que se sigue con interés y sin ningún golpe de efecto, ni moralina barata,  ni concesiones al biopic más comercial, algo que muchos temían tratándose de este director. Ni tan siquiera se pueda decir que se un filme demasiado patriótico, como bien se podía temer.       


La película sabe aprovechar al máximo su estilo de “crónica pormenorizada de los hechos”  para ilustrar con todo lujo de detalle la lucha de Abraham Lincoln por conseguir que la abolición de la esclavitud se llevase a cabo en la cámara del congreso norteamericano frente a aquellos que deseaban que la Guerra Civil finalizase antes de la aprobación de la enmienda y frente a las reticencias y reservas de gente de su propio Parido Republicano y de la mayoría de los miembros del Partido Demócrata, por diferentes motivos; y todo ello sin olvidar el retrato humano y psicológico del que dicen que fue uno de los mejores presidentes de Estados Unidos, retratado aquí como un hombre perseverante, tenaz, dialogante y con un enorme aplomo, excelentemente interpretado por un inglés como es Daniel Day Lewis con un trabajo merecedor de Oscar. El largo e interesante reparto también cumple con nota muy alta, destacando la veterana Sally Field como Mary, la esposa emocionalmente inestable del presidente cuya relación con su marido fue enormemente compleja. Puede que esta película no guste mucho a quienes el cine político no convenza demasiado, pero su mensaje de esperanza y de apuesta por la lucha frente a las adversidades es, en estos tiempos que corren, enormemente oportuno.       

domingo, enero 27, 2013

JOSEP TOUTAIN, EL HOMBRE QUE AMABA LOS COMICS




Primera plancha

La historia del cómic en España debe mucho a Josep Toutain (Barcelona, 1932-1997), tal vez el mayor impulsor y renovador del noveno arte en la península durante el siglo XX y un auténtico visionario dentro de dicho arte que lanzó y consolidó a nivel internacional a muchos de los mejores guionistas y dibujantes de historieta españoles. Editor, representante de autores de cómic, fundador de agencias de distribución de cómics, guionista y dibujante en sus inicios y sobre todo un auténtico erudito y amante del mundo de la viñeta que siempre se preocupó por que en España existiese una cultura del cómic al igual que en países como EEUU y por que se crease allí una industria del cómic adulto. Durante los años 70 y 80 fue el gran responsable del boom del cómic adulto en España en un momento en que su trayectoria de más de treinta años como agente y editor había llegado a su cénit. Gracias a Toutain grandes autores españoles de historieta (Enric Sió, Carlos Giménez, Luis Bermejo, Víctor de la Fuente, Alfonso Font, Luis Roca, José Ortiz y un largo etcétera) obtuvieron reconocimiento internacional (especialmente a partir de la década de los 70) y se consolidó el sistema de trabajo de agencias de dibujantes y guionistas que trabajaban desde España para países extranjeros con una industria del cómic mas consolidada. Con una trayectoria reconocida y premiada internacionalmente, creador de la agencia Selecciones Ilustradas y de la editorial Toutain Editor (Creepy, Zona 84, Comix Internacional), Josep Toutain desde los años 50 hasta su muerte en 1997 logró que el cómic español alcanzase algunas de sus más altas cotas y llegase a la modernidad superando la censura del periodo franquista, y en este artículo trataremos de acercarnos a su figura, obra y trayectoria.



Josep Toutain Vila nació en Barcelona en 1932, hijo de un empresario de origen francés que introdujo la pelota vasca en Catalunya e hizo fortuna en la época de la II República como representante de los pelotaris que jugaban en la ciudad condal en el mítico frontón Colón. Ya en su adolescencia, el joven Toutain se interesó por los cómics, especialmente por los norteamericanos de aventuras como los de Milton Cannif, creador del célebre Terry y los Piratas. Josep tenía habilidades para el dibujo y enseguida aprendió a copiar el estilo relista de Canniff  y a crear sus propios cómics de aventuras, western e historias policíacas a la manera de los tebeos y las películas norteamericanas. En 1946, con 14 años, envió a la mítica revista de historietas barcelonesa TBO una historieta del Oeste llamada Smiky el Sheriff que fue publicada y que constituye la primera publicación de Toutain. No obstante, aún pasarían algunos años antes de que decidiese con paso firme convertirse en autor de cómics profesional. Por aquel entonces (segunda mitad de los años 40) en la España de la postguerra funcionaban precariamente algunas editoriales que publicaban revistas de cómics humorísticos preferentemente y algunos fascículos coleccionables de cómics de aventuras; en todo caso primaba más el material nacional frente al extranjero en una España bastante autárquica. En 1949, con 17 años, Toutain comienza a publicar series de cómics de regusto yanki en revistas como Pocholo (Jimmy), el Coyote (El Héroe de Saipán), Aventurero (Polito, chico moderno), Historietas o Estrellita. Estas publicaciones pertenecían a diversas editoriales, lo mismo que algunas series editadas en cuadernos independientes como Víctor Denis, Héroes Bíblicos o Hazañas de Guerra. Francisco de la Fuente, un editor que había admirado el trabajo de Toutain en El Héroe de Saipán  le fichó en 1952 para la empresa que acababa de crear, la agencia Histograf, la primera agencia de ilustración y tebeos que se fundaba en España copiando un modelo implantado en EEUU desde principios del siglo XX y que de alguna manera estructuraba la industria del cómic en dicho país. El fin de Histograf era realizar cómics por diferentes dibujantes contratados y al igual que las agencias en USA (llamadas syndicates) venderlos a diferentes periódicos y revistas, un modelo de publicación insólito en España. Para Histograf, Josep Toutain creó en 1952 la serie western Un Chico de Arkansas y su primer éxito popular como creador de cómics, Sylvia Millones, uno de los primeros cómics españoles de aventuras y detectives con una mujer como protagonista. Las historietas de Sylvia Millones aparecieron en medios como el suplemento del diario La Prensa y hasta 1955, año en el que Toutain abandona la ilustración, fue la principal ocupación de Toutain como autor de cómics. A partir de 1954 la carrera de Josep Toutain, sin salir del cómic, tomará otros derroteros. 

Sylvia Millones por Toutain


Selecciones Ilustradas, la gran aventura

Ya en 1953, Toutain decidió crear una agencia de promoción de creadores de cómic españoles ante el creciente número de dibujantes y guionistas de historieta que estaban surgiendo en España a principios de los 50 y que no encontraban trabajo en las editoriales (Bruguera, Valenciana, Goñi, De Haro). En dicho cometido colaboró el editor Antonio Ayné, de la Editorial Toray, una de las editoriales en las que Toutain había trabajado. Nace Selecciones Ilustradas, pero en sus primeros meses no se ve el negocio por ninguna parte: en España no hay costumbre de encargar cómics a autores free lance por parte de medios o editoriales ya que se prefería una relación contractual directa de las publicaciones con los autores (aunque estos pudiesen trabajar para varias editoriales) Toutain, tras abandonar Histograf, decide viajar a Francia, donde no solo el oficio de comiquero estaba mucho mejor retribuido que en España, sino que muy probablemente allí podría encontrar muchos encargos debido al dinamismo de la industria del cómic francesa. Efectivamente, el joven Toutain pronto se encontrará con multitud de guiones para ser dibujados y literalmente no daba abasto, por lo que fue una buena oportunidad para contratar por medio de Selecciones Ilustradas a otros dibujantes amigos suyos como Rafael Lopez Espí. Un año después y tras haber editado con éxito varias historietas con guionistas franceses y dibujantes españoles, Toutain regresa a Barcelona con la intención de consolidar a Selecciones Ilustradas como un syndicate de cómics español mejorando los propósitos y objetivos de Histograf. La primera sede-estudio de Selecciones Ilustradas (SI) se inauguró en 1954 y estaba en una buhardilla del Paseo de Gracia en la ciudad condal. Hasta 1956, SI surtía de material tebeístico principalmente al mercado francés a partir de guiones galos y gracias a los contactos que Toutain había hecho en Francia, aunque también empezó a moverse en el mercado español. En 1956 la sede de SI se traslada a la calle Provenza con una plantilla de jóvenes dibujantes que con buen ojo Toutain había contratado como futuras grandes estrellas del noveno arte aunque en España vivir del cómic era aún algo muy complicado: Josep Maria Beá, Carlos Freixas o Enrique Badía Romero se encontraban entre aquel grupo de mozalbetes que soñaban con ser tan importantes como los dibujantes de cómic yankis…o al menos ganar tanto como ellos.  



1956 fue un año clave en la trayectoria de Josep Toutain y Selecciones Ilustradas, ya que fue cuando se adentró en el mercado británico, algo que influyó decisivamente no solo en su crecimiento sino en la historia del cómic español. Al saber que en el Reino Unido existía una industria del cómic de enormes magnitudes que editaba cientos de series y publicaciones a un ritmo frenético, surgieron otras agencias de dibujantes españolas con el fin de trabajar para el mercado británico como lo estaban haciendo ya desde otros países de Europa. Toutain ya conocía la positiva experiencia del estudio gráfico de Luis Llorente Creaciones Editoriales, que desde 1954 proveía de ilustraciones a editoriales inglesas: el futuro estaba en las islas. En 1956, Toutain viajó a Londres donde contactó con diferentes editoriales y editores y aseguró un buen número de trabajo para sus jóvenes y talentosos pupilos. El sistema de trabajo de SI con la industria británica consistía en que los guionistas ingleses enviaban sus guiones a SI y estos los dibujaban devolviéndolos por correo a Inglaterra. Hasta principios de los 60, las historietas encargadas a SI eran casi siempre románticas y femeninas, pese a que el cómic británico por aquellos años cultivaba una enorme variedad de géneros. En aquellos años fueron frecuentes colaboradores en cómics británicos Freixas, García Pizarro, Pepe González o Jorge Longarón. Estos autores no veían su firma en los cómics y los originales no se solían devolver a España. Normalmente se pedían historietas de unas 20 páginas que tenían que completarse rápidamente y los dibujantes trabajaban casi a destajo cobrando quince días después de terminar las historietas. Aún así, estas condiciones de trabajo eran mejores que en muchas editoriales españolas, donde los dibujantes cobraban mucho menos ya que los británicos entre otras cosas pagaban más. Durante la década de los 60, SI comenzó cada vez más a dibujar cómics de guerra o de aventuras procedentes del Reino Unido, lo que hizo ampliar bastante los registros artísticos de los dibujantes de la agencia.    


Viñetas de Carlos Freixas


En 1963 Antonio Ayné abandonó Selecciones Ilustradas y Josep Toutain pasó a ser el único director y propietario de la empresa. Ya para entonces SI había crecido mucho convirtiéndose en una de las agencias de cómics punteras en Europa donde se admiraba la calidad de sus dibujantes, especialmente la de gente como Pepe González o Longarón. Y todo esto dentro de un contexto tan adocenado como era el español durante el régimen de Franco. Gracias a trabajar para clientes extranjeros, SI y otras agencias de cómics españolas que surgieron en aquellos años lograron sortear la censura en cuanto a imágenes de violencia, referencias políticas o levemente eróticas (el cómic aún era algo exclusivamente para menores de edad en todo el mundo) y ampliaron las mentes de los creadores de cómic ibéricos, algo que marcará el devenir de la historieta española en las décadas siguientes. Guillermo Hierro, encargado de producción y de contactos con el extranjero, era ya el “número 2” de SI y el responsable de la apertura de la agencia hacia otros mercados internacionales a parte del británico, comenzando por los países escandinavos y Alemania, unos mercados no tan extensos como el británico pero muy lucrativos. Durante los 60, se instauró un nuevo modo de trabajo ya que muchos dibujantes comenzaron a escribir sus propios guiones y crear sus propias series o personajes que iban a ser vendidas a diferentes países o al mercado español, ya más liberalizado al final de la década. También se cultivó la ilustración, las portadas de cómics o libros y el cómic en color, ya que al principio los dibujantes de SI trabajaban en blanco y negro. A finales de los 60 SI vendía material propio sindicado o trabajaba de encargo para varios países: Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Italia, Francia, Portugal, Yugoslavia, Turquía, Brasil, México, Argentina, Japón, Australia o India. Una nueva generación de dibujantes ya empezaba a despuntar: Enric Torres, José María Miralles, Fernando Fernández, Félix Más, Carlos Giménez…Josep Toutain, que de vez en cuando firmaba algún guión todavía, había conseguido que España entrase en el mapamundi del cómic en una empresa donde él, admirador del western como era, era el sheriff absoluto imponiendo su ley sobre un grupo de artistas que daba lo mejor de si mismos pese al ritmo frenético con el que trabajaban, pero en donde el ambiente de trabajo positivo y la camaradería entre unos profesionales superdotados (una de las mejores generaciones de comiqueros españoles que ha habido nunca) estaba a la orden del día 

Hazañas del Oeste, de Jorge Longarón


El cómic español a la conquista de América


Vampirella dibujada por Pepe Gonzalez para Creepy

En 1970 un nuevo golpe de gracia aumentaría el impacto de la labor de Josep Toutain y Selecciones Ilustradas dentro del cómic español. Viendo que en Europa y Latinoamerica los cómics por encargo a agencias extranjeras estaban de capa caída ya que cada vez más las editoriales de esos países apostaban por autores autóctonos y la sindicación tampoco era ya un negocio rentable (en el extranjero y en España), Toutain pensó que era preciso encontrar un nuevo mercado. Por entonces, Estados Unidos, la principal industria de cómic de todo el mundo, editaba comic books y revistas de historietas cada vez con mayor celeridad y magnitud al tiempo que un nuevo mercado, el del cómic para adultos, se estaba imponiendo con fuerza: muchos editores americanos precisaban de un mayor número de dibujantes y Europa comenzó a ser foco de atención. La Warren Publishing, compañía fundada en 1957 por Jim Warren, gran godfather del cómic para adultos en EEUU e impulsor del género terrorífico dentro del noveno arte, publicaba desde los años 60 revistas de cómics de terror como Creepy, Eerie o Vampirella que eran consumidas con voracidad en USA y en otros países anglosajones y que suscitaban la admiración de autores de cómics de todo el mundo por la calidad gráfica de sus historietas y por su atrevimiento y transgresión al tocar temas tabú dentro de la historieta como la violencia explícita, el sexo, e imágenes desagradables, ya que Warren se pasaba por el forro los estrictos controles de la censura nortemericana (concentrados en el mundo del cómic por el Comics Code Autorithy). El dibujante Enric Torres, que conocía y admiraba gran parte del material de la Warren Publishing a través de algunas historietas publicadas en España mediante editoriales como Garbo o Hitpress (censuradas previamente, claro), propuso a Toutain viajar a EEUU para ofrecer el trabajo de SI a la compañía americana, a lo que el responsable de la agencia catalana accedió viajando a Nueva York para entrevistarse con Jim Warren. A Warren, que quería más dibujantes para sus publicaciones, le gustó la calidad del trabajo de los dibujantes de SI y aunque se lo pensó un año, finalmente en 1971 se firmó el convenio entre Selecciones Industriales y Warren Publishing. Pepe Gonzalez, Josep María Beá, Sanjulián, Enric Torres, Luis Bermejo, Esteban Maroto, José Ortiz o Martín Salvador fueron algunos de los muchos de los dibujantes-guionistas de SI que colaboraron en Creepy, Eerie o Vampirella  en el periodo 1971-1978, realmente los años dorados de revistas como Creepy en donde publicaban autores como Richard Corben o Carmine Infantino. Además, los autores de SI podían firmar sus cómics y en varias ocasiones fueron guionistas de sus propias historietas. Algunos dibujantes como Luis Bermejo o José Pepe González fueron aclamados por la crítica norteamericana e internacional por la calidad de sus cómics: las historietas de González de la sexy vampira alienígena Vampirella, creada en 1969 por Ackerman y Robbins, son de lo mejorcito del cómic erótico-terrorífico de los 70 en todo el mundo. Huelga decir que el cultivo de géneros adultos del cómic enriqueció enormemente la técnica y capacidad expresiva (tanto literaria como gráfica) de los autores españoles, que trasladarán el aprendizaje adquirido al boom del cómic adulto en España a partir de finales de los 70.  En el periodo 1972-1974 el 80% de los dibujantes de las revistas de la Warren eran de SI, lo que equivale a decir que Toutain y sus muchachos habían conquistado la editorial norteamericana con la crítica y los aficionados estadounidenses rendidos a sus pies.            



Una portada de Enric Torres

Además de trabajar para la Warren, Selecciones Ilustradas colaboró en los 70 con otras editoriales norteamericanas, como Dell Publishing (con portadas para sus novelas) o Skywald, una editorial de cómics adultos rival de Warren, aunque esta editora fue el cliente preferente de SI no solo en EEUU sino en todo el mundo, ya que el trabajo por encargo para otros países se había ido reduciendo paulatinamente a lo largo de los 70 hasta desaparecer. La agencia, a principios de los 70, no descuidó el mercado nacional aunque su trabajo en la primera mitad de la década fue testimonial principalmente por que todas las energías las absorbía el exigente (pero bien remunerado) trabajo para la Warren; es por ello que durante esos años SI solo contribuyese como agencia al mercado español en un género no estrictamente relacionado con el cómic, como es de la fotonovela con guiones de la autora de las novelas románticas de Corín Tellado. Marcel Miralles fue el director, fotógrafo y creador gráfico de esas fotonovelas a las cuales imbuyó un estilo secuencial y gráfico cercano al de la historieta. En 1973 terminó la experiencia fotonovelística de SI, año en el que Toutain decidió impulsar el buen  hacer de sus comiqueros y el mundo del cómic en España.

Toutain Editor: el triunfo de los tebeos para adultos


Aunque en 1973 la situación económica de selecciones Ilustradas gracias a su trabajo norteamericano era boyante, Toutain y sus artistas sentían que en España la industria de los cómics no era lo suficiente grande ni poderosa como para que, al igual que en países como EEUU, Francia y Bélgica, los creadores de cómics viviesen holgadamente del mercado autóctono. Además, el contacto con un género poco conocido en el estado español como era el del cómic adulto (terrorífico, principalmente) hizo que la tropa de SI tomase conciencia de la necesidad de reforzar dicho tipo de cómic en España que ya había sido introducido desde finales de los 60 en España con las publicaciones Dossier negro (1968), Drácula (1971) y Vampus (1971), aunque la censura aún campaba a sus anchas en los últimos años del franquismo y eso estaba suponiendo un handicap a la hora de mostrar imágenes de violencia o horror explícitos. El sistema de cómics por agencia se había revelado como inviable en España y es entonces cuando Josep Toutain toma la decisión de fundar una editorial de tebeos, Toutain Editor. La nueva editorial se estrena con Shock un libro de historietas humorísticas (género no antes cultivado por Selecciones Ilustradas) dirigida al lector adulto a cargo del veterano Alfons Figueras, creador en Bruguera de Topolino, y que parodiaba el género de terror. Este cómic book no tuvo éxito en su distribución internacional y Toutain decidió seguir centrándose durante algunos años más en la exitosa agencia, aunque en 1975 la editorial publicara una recopilación del personaje western danés Morgan Kane, ajeno a Selecciones Ilustradas. En 1977 Toutain Editor da un impulso editando dos álbumes recopilatorios de sendos grandes autores de SI: Luis Bermejo y José Ortiz, en una colección (continuó en años sucesivos) llamada Cuando el comic es arte cuyo objetivo era, efectivamente, reivindicar el cómic como arte al tiempo que dar a conocer la obra de diferentes artistas. Aquel año publicó un monográfico, algo insólito en el mundo del cómic español; su tema era Richard Corben y además de historietas del maestro americano del cómic fantástico y de terror incluía artículos redactados por diferentes autores de SI con coordinación de Marcel Miralles y Manel Dominguez. Estos tres volúmenes tuvieron éxito entre amantes del cómic talluditos que descubrieron el cómic fantástico para adultos y el cómic erótico con gran calidad artística. Por entonces, tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia a España ya existía un mercado de cómic adulto en la península ibérica debido a que incluso editoriales como Garbo publicaron en España la versión española de la revista de Warren Vampirella, si bien aún con un estricto control de la censura. Precisamente fue un álbum de recopilación de historietas del personaje de Vampirella la cuarta publicación de Toutain Editor (TE) en 1977.     




En 1978 Toutain decidió que era el momento de que su editorial lanzase su propia revista de cómics para adultos ahora que dicho tipo de tebeos estaban de moda entre jóvenes universitarios españoles con cabeceras como Totem, la edición española de una revista argentina publicada por Ediciones Roca. Ese año la Warren creó en EEUU la revista 1984 con historietas fantásticas y de ciencia ficción en donde trabajaban varios dibujantes de SI; pocos meses después TE lanzó la versión española que incluía traducciones de las historietas de la versión americana más obras exclusivas de autores españoles como Fernando Fernández, Carlos Giménez, Esteban Maroto o Beá. Insólita por su temática en el mercado de cómics en España, pronto obtuvo una excelente acogida, dando a conocer en la península aún más a autores extranjeros como Richard Corben o Frank Thorne. En 1979 TE da luz a la versión española de Creepy con enorme éxito desde el inicio, con cómics de Alfonso Font (Historias Negras), Ortiz (Sigur el Vikingo) o Pepe González, además de material de la edición norteamericana firmado por Corben, Will Eisner o Bernie  Wrightson. Los cómics del Creepy español incluían también bastante material del género fantástico, y épico y al igual que 1984 en la década de los 80 la aportación original española fue aumentando. Hasta finales de los 70, TE editó también varios álbumes recopilatorios de autores como Esteban Maroto o José Ortiz además de monográficos sobre Richard Corben, la primera adaptación de la obra de Tolkien El Señor de los Anillos a cargo de Luis Bermejo y Nicola Cuti (inspirada más bien en el filme de Ralph Bakshi) y maravillas como el álbum Las Crónicas del Sin Nombre un estupendo cómic hiperrealista de Luis García con guión de Víctor Mora.




Toutain a comienzos de los 80 había conseguido que sus revistas editadas por TE fuesen una referencia en los cómics de adultos en España, especialmente para los amantes de la ciencia ficción, la fantasía y el terror. Cierto que la competencia con publicaciones de similares pretensiones de otras editoriales como El Víbora (que inicialmente contó con el apoyo económico de Toutain pero se desvinculó de su edición) o Totem era muy grande, pero Josep Toutain se había convertido en una referencia del cómic hispano y su fama era reconocida internacionalmente gracias a las contribuciones por medio de SI. No obstante, ya que los cómics editados en los soportes de TE conocieron publicación internacional, Selecciones Ilustradas había pasado a un lugar secundario para un Josep Toutain centrado más en la editorial: desde finales de los 70, paralelamente con el declive de la Creepy americana, muchos miembros de SI dejaron la agencia y se buscaron la vida por su cuenta, entre ellos Carlos Giménez que junto con Beá y Font terminó fundando la revista Rambla en 1982. La demanda internacional además era muy baja hacia 1983 con lo cual la editorial se convirtió en el principal refugio para los dibujantes de la agencia, quienes aún eran tenidos en alta estima por su mentor y mecenas.  



Las ediciones hispanas de 1984 y Creepy al contrario que sus homónimas americanas (la Warren estaba de capa caída) gozaron de culto y popularidad entre los amantes adultos del cómic en la primera mitad de los 80. En ese periodo, en 1984 publicaron Josep María Beá (Historias de la Taberna Galáctica), Víctor de la Fuente (Hagarth), Suso Peña (Control), Miguelanxo Prado (Fragmentos de la Enciclopedia Délfica, Estratos), Jordi Bernet (varias series con distintos guionistas) o los argentinos Enrique Breccia y Sergio Toppi. En 1984 pasó a denominarse Zona 84 hasta su desaaprición en 1992. Creepy por su parte, en su primera época hasta 1985 publicó los trabajos de Fernando Fernández (Drácula), los argentinos Norberto Buscaglia y Alberto Breccia (Los Mitos de Cthulhu), Carlos Trillo y Gustavo Trigo (Tierra de Monstruos), Antonio Segura y José Ortiz (Las Mil Caras de Jack el Destripador) pero sobre todo obtuvo popularidad la serie de Torpedo 1936 una crónica de gangsters iniciada en 1982 irónica, hiperviolenta y atroz creada por el guionista Enrique Sánchez Abulí y dibujada inicialmente por Alex Toth aunque pronto pasará a ser ilustrada por Jordi Bernet: Torpedo 1936 cuya existencia abarcará hasta 2005 (ya desde algunos años atrás fuera del ámbito de Toutain) es considerado como uno de los mejores cómics de los últimos 30 años en todo el mundo y su protagonista, el asesino a sueldo Luca Torelli alias Torpedo es ya todo un icono del noveno arte europeo.      



Portada de Comix con Topredo de Sanchez Abulí y Bernet

En 1980 Toutain Editor lanzó una nueva revista Comix Internacional, cuya duración fue hasta 1986, y que no se adscribía a ningún género concreto si bien cultivó en mayor medida que en otras revistas de TE la historieta de humor. Allí publicaron Giménez (su célebre y excelente Auxilio Social, memorias tragicómicas de la infancia del autor en la postguerra), Josep Beá, Breccia, Ricardo Barreiro, Juan Giménez, además de abundante material extranjero traducido (Enrik Bilal, Archi Goodwin, Eisner, Corben). En 1987 Comix Internacional se fusionó con Totem, de Roca, dando lugar a Totem el Comix hasta 1991 en donde se publicó en España la obra de autores extranjeros históricos como Guido Crepax o del momento como Milo Manara, ambos italianos. En 1984 vio la luz Thriller, una revista de género negro que cerró a los 6 números y en donde colaboraba entre otros Bernet con su Torpedo. Fueron los primeros 80 relativamente prósperos para Toutain,  TE y sus dibujantes con el acicate de que el editor y agente catalán estaba no solo promocionando a una generación de nuevos jóvenes valores del tebeo español (Bernet, Azpiri, Prado, Oscaraibar) sino que además estaba dando a concoer la obra de muchos autores extranjeros de diferentes épocas en España (Will Eisner, Guido Crepax, Milton Caniff, Frank Thorne, Paul Gillon). Dentro de ese afán por difundir la cultura del cómic en España y en expender el amor por el noveno arte, entre 1983 y 1984 TE editó una serie de fascículos coleccionables sobre la Historia de los Cómics, dirigida por Javier Coma y que constó finalmente de cuatro tomos que abarcaban en total 48 fascículos. Hasta incluso hoy en día dicha obra resulta una referencia indispensable para estudiosos y amantes del cómic debido a su amplitud y a sus abundancia de reproducciones de planchas completas de diferentes cómics. Paralelamente la editorial siguió publicando diversos álbumes y libros sobre cómic, en donde destacan obras de Richard Corben o Will Eisner, recopilaciones sobre Pepe González o Víctor de la Fuente en la serie Cuando el cómic es arte o la edición en álbum de la obra maestra de Josep María Beá Historias de la Taberna Galáctica (1981). Esta tendencia a publicar diferentes álbumes continuó hasta la desaparición de la editorial en 1992. Toutain durante la década de los 80 ya era considerado todo un venerado pope en el mundo del cómic a nivel estatal y uno de los mayores eruditos y conocedores del noveno arte a nivel internacional. Su presencia en diferentes festivales internacionales de Cómic en todo el mundo era ya algo habitual y en 1981 recibió el prestigioso premio Yellow Kid en el Salón Internacional del Cómic en Lucca, Italia.




Malos tiempos para la historieta


El principio del fin de Selecciones Ilustradas como agencia fue cuando en 1983 Warren Publishing quebró y varios de  los dibujantes españoles de la agencia se alejaron de Josep Toutain aunque otros muchos permanecieron (las versiones españolas de las revistas de Warren continuaron publicándose algunos años más). Esto no supuso inicialmente un excesivo problema para Toutain ya que la editorial, al menos hasta ese momento, respondía a la demanda comiquera adulta española y además ese mismo año Toutain creó una editorial en EEUU, Catalan Comunications, donde publicaron algunos autores de SI/TE, pero la experiencia fue fugaz. Durante los años siguientes Marcel Miralles, hombre de confianza de Toutain, intentó relanzar sin éxito la agencia condenada a muerte por el declive de los syndicates, y así se mantuvo precariamente hasta los años 90. Pero a la editorial pronto las cosas no le empezaron  a ir mucho mejor. En 1984 cerraba Creepy española y hacia 1987 Zona 84 y Totem del Comix vieron menguar sus ventas severamente por el declive de las publicaciones periódicas de cómic en España, que también afectaba al cómic infantil. Hasta 1989 se mantuvo el tipo en ambas revistas pero la calidad empezaba a flojear bastante. Por ese motivo en los últimos compases de la década TE apostó por sus álbumes, monográficos  y recopilaciones con acierto: hasta 1992 se editaron álbumes de Torpedo, álbumes y antologías de Milo Manara, Juan Giménez, Miguelanxo Prado, Carlos Trillo, o Fernando de Felipe (El Hombre que Ríe, 1992, basado en el relato de Victor Hugo), gran parte obras de calidad. En 1991 desaparece Comix que desde mediados de los 80 había apostado por el cómic erótico y en 1992 desaparece Zona 84, ambas con escasísimas ventas desde finales de los 80. Creepy se había vuelto a reeditar en 1990, pero lejos de su pasado fulgor. Toutain Editor, desde principios de los 90 esta carcomida por las deudas, los cómics cada vez venden menos y la historieta en España había vuelto a ser un negocio ruinoso desde finales de los 80, especialmente para editoriales exclusivamente dedicadas al cómic. No solo el número de jóvenes lectores fue descendiendo vertiginosamente (una vez se abandonaba la infancia se dejaban los cómics de lado, al contrario que en los 70 y 80), sino que el cómic para adultos tal y como se entendía en los 70 y 80 (géneros de serie negra, erotismo, terror, underground, temas sociales naturalistas) ya no se estilaba a principios de los 90 y los escasos lectores de cómics en edad adulta preferían los manga japoneses (de diferentes estilos) y la hibridación de géneros en donde en un mismo cómic podía haber elementos dramáticos, humorísticos, fantásticos, simbólicos, etc. Además el formato de novela gráfica se iba imponiendo cada vez más en detrimento del álbum de 90 páginas. TE no estaba preparada para esos cambios en el gusto del público que ya no solo afectaban a las revistas de cómics, definitivamente en declive. Toutain y sus muchachos ya lidiaron a mediados de los 80 con la pujanza de la Línea Clara en el cómic para adultos y la buena marcha de El Víbora (propagador de la llamada Línea Chunga underground de los 80), frente al estilo más clásico que ellos defiendan y los combates se saldaron en derrota -Toutain era un firme detractor del estilo gráfico de la Línea Clara y lo demostró firmando en 1987 el famoso Manifiesto contra la exposición Tintín y Hergé en Barcelona- situando al editor como enemigo de la modernidad en el cómic por parte de la consideración de muchos aficionados. Las ventas menguaban, no había dinero y tras la edición de cuatro álbumes en 1992 y la cancelación definitiva de Creepy, Toutain Editor cerró sus puertas a principios de 1993. Selecciones Ilustradas, en cambio continuó con una actividad muy reducida y dibujantes y guionistas que permanecían poco tiempo en la agencia, ya que el sistema por encargo tiene muy poca cabida en el panorama del cómic internacional en los últimos 20 años. Hoy en día sobrevive con el nombre de Selecciones Ilustradas, S.I Artists S,L. 




Una vida en viñetas



Josep Toutain falleció el 25 de septiembre de 1997 en Barcelona a los 65 años como consecuencia de un cáncer de pulmón. Su desaparición fue muy sentida en el mundo del cómic en España, donde tenía un gran número admiradores y discípulos historietistas que gracias a él lograron revelarse como grandes autores, aunque también tuvo detractores entre seguidores del cómic vanguardista o de la Línea Clara y entre algún comiquero que estuvo a sus órdenes y que no soportaba su estricto carácter y su nivel de exigencia. No obstante, el gran número de (grandísimos) guionistas y dibujantes que trabajó con Toutain en Selecciones Ilustradas o en Toutain Editor resalta el carácter afable aunque bastante exigente del editor, siempre dispuesto a incentivar y recompensar con elogios el buen trabajo de sus asalariados. Este faceta entre paternalista y “de látigo” de Toutain aparece cómicamente reflejada en la serie de historietas Los Profesionales de uno de sus más brillantes pupilos, Carlos Giménez, en donde Toutain esta representado por su trasunto “Filstrup”, el jefe de Creaciones Ilustradas parodia a su vez de SI. Gran renovador del cómic en España, Josep Toutain consiguió los primeros tebeos españoles con calidad artística, convirtió al cómic en España en una industria seria y profesional, hizo crecer a grandes autores de cómic elevándoles a la categoría de maestros mundiales del noveno arte (esto en gran parte por haber propiciado trabajo para países extranjeros), amplió los gustos del público español consolidando la historieta entre la población adulta y lo más importante, hizo extensivo su amor al cómic a un gran número de lectores. Muchos estudiosos de su obra y profesionales que trabajaron con él resaltan todos estos hechos y el asunto fundamental de que Josep Toutain fue la persona que más hizo por el cómic en España. En 1997, tras su muerte, el Salón del Cómic de Barcelona creó el premio Josep Toutain al mejor autor revelación. Este era Josep Toutain, el hombre que amaba los cómics.