jueves, julio 17, 2025

BLACK DOG (GOU ZHEN)

 


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El último gran logro del cine chino es esta estupenda película premiada en el Festival de Cannes 2024 con el Un Certain Regard, dirigida con mucha case y pulso autoral por Guan Hu. En Francia, este filme entre poético e hiperrealista ha conseguido unas taquillas asombrosas, todo un triunfo para un filme fuera de la comercialidad dentro de una cinematografía, la china, que va creciendo cada vez más en un contexto en que todo lo producido en dicho país cada vez está más presente en la vida occidental. Guan Hu ha querido mostrar el cambio económico de China y sus ciertos cambios sociales a principios del siglo XXI centrándose en un momento histórico concreto (2008, año en que se celebraron los Juegos Olímpicos de Pekin) utilizando una sugestiva metáfora. El desmantelamiento de pequeños pueblos y el traslado de sus habitantes en aquella época para la construcción de industria y nuevas ciudades se muestra aquí con una de sus más curiosas consecuencias: el abandono de los animales domésticos, dejados a su suerte (a no ser que se registren) y con unos humanos que tampoco tenían mejores perspectivas. Un perro galgo es la clave de esta historia desde el momento en el que se amista con el protagonista humano del filme, el taciturno y enigmático ex convicto Lang (Eddie Peng), estableciéndose entre el can- buscado por las autoridades por su agresividad- y el joven un vínculo entre outsiders de diferente especie bastante curioso y que al final resultará emotivo.

Rodada en los áridos paisajes del desierto del Gobi, la película parece beber del western, las buddy movies y el drama más intimista para hacer una película curiosa y de ritmo pausado y osiclante que fascina en no pocos momentos. No hacen falta muchos diálogos (Lang habla muy poco) para sentirse atrapado por una historia en aparente mínima pero que encierra una fábula muy interesante sobre la condición humana y las relaciones de amistad y de fidelidad pero también cierta crítica histórico-social sobre la situación china actual, vista aquí como algo sin rumbo, al igual que su protagonistas. Se perciben las sombras de Wim Wenders, David Lynch o Martin Scorsese sin dejar en ningún momento las señas de identidad del cine oriental (que de todas formas cada vez se está occidentalizando más) y en ese sentido esta es una película que puede gustar a públicos variopintos. Muy recomendable para amantes del cine que contenga algo más.

domingo, julio 13, 2025

SUPERMAN

 


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Los continuos reboots de las franquicias de superhéroes- independientemente de su empresa creadora- resultan cansinos y poco útiles bajo cualquier punto de vista salvo tal vez el comercial (digo tal vez ya que esto de volver a repensar una saga en poco espacio de tiempo era algo impensable hace unos años) y la verdad es que da algo de pereza el aproximarse de nuevo a tal o cual superhéroe u a otro personaje surgido del mundo del cómic sabiendo de antemano que en realidad las posibilidades de que haya algo bueno o verdaderamente novedoso son mínimas. Superman, el héroe superdotado por excelencia, después de varias películas dentro de la productora de la editorial DC (DC Studios) en donde fue encarnado con cierta propiedad por Henry Cavill regresa en un nuevo reboot diseñado obviamente para atraer a una nueva generación de público y para tratar de poner al día el mito del hombre de acero, con unos resultados bastante discutibles. Vendida como un regreso al tono evasivo de las películas de los 70 y 80 protagonizadas por Cristopher Reeve, en realidad esto es otra cosa: si, se apuesta por el tono ligero y la aventura y la acción pero fijándose mucho (demasiado) en proyectos cinematográficos de sus rivales de Marvel y orientando a este nuevo Superman a una sucesión de escenas de catástrofe y acción muy estandarizadas que podían ir fácilmente inconexas, personajes muy cliché y sin carisma empezando por un Superman que según palabras de los responsables de este reboot pretendía librarse del tono afectado del de Henry Cavill (si, ya ves tu que afectación tenía aquel) y un guion deslabazado, simple y previsible. Si, se ha recuperado el tono de evasión del mítico personaje, pero eso no era óbice para un Superman tan previsible y con tan poco relieve. James Gunn, que ya dirigió el último Escuadrón Suicida y encandiló a un sector del público con Los Guardianes de la Galaxia no es ninguna lumbrera como director y solo puede elevar a este nuevo Superman a un entretenido divertimento y poco más.

El nuevo Hombre de Acero es David Coreswet, actor de escaso currículo que muestra ciertas dotes pese a lo limitado de su personaje. Un Superman/Klark Kent cuya caracterización mezclando elementos más o menos serios como el de su problemática implicación (no deseada por muchos) en la política internacional y en conflictos bélicos o sus dudas en cuanto a su verdadera misión en la tierra, con elementos de comedia muy tontos en cuanto a diálogos y supuestos gags – y no solo por la intervención del superperro Krypto, la primera en un producto de imagen real- , no resulta ni oportuna ni efectiva siempre dando la sensación de que todo iría mejor en esa peli si se hubiese aportado más decididamente por el primer elemento. Aparecen los personajes habituales del universo Superman con un Jimmy Olssen con eso sí más fundamento que en otras adaptaciones (encarnado por Skyler Gisondo), un intrascendente Perry Blake (Wendell Pierce), una interesante Lois Lane (Rachel Brosnahal) que teiene unos primeros compases de filme muy prometedores pero que termina diluyéndose y sobre todo un genial aunque irregular Lex Luthor al que da vida muy dignamente Nicholas Hoult y que es de lo mejor del filme: con gente en la política mundial como Donald Trump o Elon Musk es fácil pensar por donde tira este villano - del que parece haberse inspirado esa gente- un magnate de la tecnología en este filme cuya obsesión por destruir a Superman le lleva a poner en peligro toda la ciudad de Metropolis, utilizando además de imposibles y aparatosos medios tecnológicos fake newa en redes y manipulaciones varias. Algún otro momento aislado de lucidez, como los diálogos entre Kent y sus progenitores terrestres con Lois Lane retrotraen a algunos momentos del Superman de Richard Donner (homenajeado levemente en la grafía de los títulos de crédito y en la banda sonora) pero al final todo se empantana con momentos simplones y algunos de vergüenza ajena. La aparición estelar de varios superhéroes del universo DC como Linterna Verde (Nathan Filion), Hawkgirl (Isabela Merced), Mr. Terrific (Edi Gathegi) o Metamorpho (Anthony Carrigan) son pura pirotecnia mercadotécnica para atraer al público más joven en un filme que pese a la calidad de su efectos especiales y su buena factura técnica no llega al aprobado. Es cine de verano, tampoco podemos pedir más.